Hell
( Relatos Sadomasoquismos )


Hell


Tres jóvenes turistas de Norteamérica viajan a un país latinoamericano y deciden prolongar sus vacaciones unos, por una trampa los policías encuentran cocaína en su automóvil y con ese pretexto, son detenidas y trasladadas a una cárcel de mujeres.

CAPITULO 1 - LAS PIJAS SE DIVIERTEN

Las 3 chicas Estaban de farra en uno de los Pubs de la ciudad y la verdad es que estaban bastante entonadas por el alcohol. Su idea era poder ir a alguna discotheque a bailar y ver si encontraban a algunos chicos para pasarla bien. (Sin necesariamente tener sexo)

Ellas eran las niñas mas pijas de la escuela, Eran populares entre las mujeres y perseguidas por los hombres, todas eran unas malvadas rompecorazones de 18 años; Natalie tenía el cabello rubio, ojos azules, era muy hermosa, Diana tenia la cabellera oscura, media casi 1,68 con 92 cm de pecho. Estaba orgullosa de su cuerpo como de todo lo suyo, desde su corte de pelo a la elección de su ropa, era toda una “top model".Laura era una pelirroja preciosa que llevaba el pelo cortado en forma de melena. Tenía pecas en la cara y unos bellos ojos verdes. Su cuerpo no tenía nada que envidiar al de sus amigas.

En la discoteca 3 jóvenes pusieron atención en las bellas chicas, uno de ellos quería aproximarse a Natalie, pero ella solo quería jugar con el, lo había coqueteado con la mirada desde hace media hora, cuando se acerco lo desprecio vilmente, el joven lo único que le dijo era de que se arrepentiría de haberlo hecho.

Después de pasar horas, las chicas salieron rumbo al hotel, Caminaban con elegancia, convencidas de que a sus 18 años, con su figura de top model, resaltada por una diminuta minifalda y una blusa de escote profundo, atraía las miradas de todos los transeúntes.

Siempre habían manejado a los hombres como querían y terminaban jugando con ellos para después cortarlos. Todo ese poder que da la belleza, y con el cual habían vivido durante toda su vida seria sin saberlo su perdición.

Especialmente los jóvenes despreciados en la disco, las estaban siguiendo, solo querian ver cual era el auto que llevaban las pijas, tenían planeado una venganza siniestra.

Al día siguiente, volvieron al Pub, Cuando iban saliendo del local, a Natalie le dio de tomar una cerveza en la calle, a pesar de las protestas de sus amigas, pero no les hizo caso. Pero alguien desde atrás les ordeno detenerse, era la Policía, en cosa de segundos estaban contra la pared y con las piernas abiertas, ellos recorrían todo el cuerpo.

Natalie andaba con un pantalón apretadísimo y un top negro, Diana con una falda amplia y vaporosa y una blusa blanca, Laura llevaba una mini y una camisa de jeans sin sostenes que le realzaban mis pechos.

Continuaron inspeccionándoles, mientras ellas protestaban: a Le molestó mucho que le revisen tanto, quizás más de lo que era correcto, ella sintió la mano de una mujer que comienza a desplazarse dentro de sus calzones, ella protesté y un policía le tira fuertemente el pelo y le dice:

-¿Acaso tienes algo que escondes que te molestas tanto?-

Y tomando el lugar de la mujer mete sus gruesas manos en las intimidades de Laurita y le dice...


- en la comisaria 3 ciudadanos las denunciaron de qué vendían sustancias prohibidas, si eso es cierto estaran en graves problemas-
Cuando la Policia habia terminado de decir eso, uno de ellos al abrir la cajuela de su vehiculo alquilado dijo:
- Pero miren qué sorpresa -

Y muestra un paquete que en su interior contenía droga. Laura, Diana y Natalie juraban que no era de ellas y es más, jamás había consumido ningún tipo de esas cosas, rápidamente empezaron a sospechar de los jóvenes de anoche ¿acaso las siguieron para meterles el paquete en el auto?

A pesar de sus protestas, fueron esposadas y llevadas en el carro policial. Cuando íban en marcha Estaban tiradas en la parte trasera del furgón y escuchaban el sonido de la sirena, cuando quisieron protestar sintieron un fuerte golpe de luma en las costillas y sólo podían llorar, el trayecto duró como media hora, no tenían nada que hacer, serían detenidas injustamente.

En eso sintieron como se abria el portón y eran conducidas a una fría sala, en donde no había nadie y por la oscuridad, no pudieron ver bien a los policías, pero sí sabían que era un hombre, una mujer y un chofer.

En la sala no había nadie, era puros muros y unos espejos por los cuatro costados, ya era alrededor de la 1:00 de la madrugada, en eso de una puerta metálica, aparece un policía inmenso, que sólo portaba un pantalón camuflado y una polera que deja ver sus prominentes músculos.

- Ustedes saben que el tráfico de droga es muy grave y que se paga con cárcel.-

-Pero nosotros no estábamos traficando, ni tampoco consumimos. – Protesto Laura.

-Yo no he preguntado, tengo los antecedentes que se les requisó 100 g. de cocaína ¿Cómo explicarán esto en el juzgado?-

-Podemos llegar a un acuerdo ¿Qué les parece?-

-Necesito un abogado – grito la chica -

Una sonora carcajada salió de la boca del policía. Y bajo la una orden aparecieron tres policías más, quienes las obligaron a desnudarse y las ataron en unas barras los pies y con unas esposas las manos casi colgando del suelo, quedando de espalda al muro.

-Cuando quieran cooperar nos avisan, tienen dos horas o serán enviadas a la cárcel. Ahora las vamos a limpiar para que se les pase la borrachera.-

En eso las chicas vieron como aparece un hombre con traje de goma, cargando una manguera como la de los bomberos y en comienza a lanzar unos chorros de agua impresionante, haciéndolo chocar en la pared debajo de sus vaginas, el rebote del agua les causaba un dolor insufrible. El hombre les dijo:

-Ustedes deciden, cuándo quieren cooperar.-

a Natalie le llega el chorro directamente en la vagina y comenzó a gritar, pero estaba inmovilizada. Nunca las jóvenes habían soltado gritos de tal magnitud, a lo que Laura les grito que paren.

Al Terminar de protestar, sintió como el chorro le llegaba al estómago, la hace vomitar y el chorro comenzó a subir hacia sus pechos, el dolor hizo que se contorsionara grotescamente y casi le arrancaba las tetas por la presión del agua.

De ahí perdió el conocimiento por unos instantes y cuando reacciono vio cómo Natalia y Diana estaban desmayadas.

-Por favor no nos torturen más, Haré lo que ustedes quieran-

-Muy bien pensado- dijo el policía. -Suéltenla.-

le hicieron pasar a otra sala en donde se encontraban varios hombres, mientras a sus amigas las desataban y las dejaban tiradas en el suelo.

-Bien bonita, si cooperas serás libre y te olvidarás de lo sucedido. Toma está luma y si te encajas unos 15 centímetros te dejaremos libre, sino te vas a la cárcel.-

-Soy virgen - les replico laura.

-Pero tienes otro lugar que ocupar ja ja ja.-

-No podría es muy grueso.-

-Tú eliges si pierdes tu virginidad o no. Nosotros te ayudaremos.-

El policía se acercó y comenzó a acariciar su ano y de un pote saco vaselina y se lo pasaba por su ojete, luego le colocó un dedo y luego dos, le dolía mucho y pensaba laura que nunca lo lograría.

Después de mucho masajeo, comenzaron a empujar ese grueso palo. Dio un tremendo grito y sólo le habían colocado como dos centímetros y pensaba que se iba a desmayar.

se lo sacaron para colocarle más vaselina y untaron gran parte del palo con gran cantidad de esta y comenzaron nuevamente poco a poco, ya cuando tenía como 5 cm. Dos hombres la levantaron tomándola de las piernas mientras otro la sujetaba el palo desde abajo.

Laura estaba abrazada de los cuellos de los hombres, que con sus manos trataban de abrirle más su ano tirando de sus glúteos, el tercer hombre seguía bombeando sin mayor éxito, hasta que los dos al mismo tiempo la dejan caer y se le entierra casi todo el palo en su dolorido culo, dando gritos y revolcándose por el suelo, el dolor fue tan intenso que le vinieron arcadas.

El más corpulento de todos puso sus piernas en sus hombros y le sujetaba el palo, para que no se le saliera del ano, los otros le chupaban los pezones y ademas la obligaron a masturbarse.

-Sólo te soltaremos cuando hayas acabado, y botes hasta la última gota de tus jugos. De ti depende cuánto te demores.-

En eso aparece la mujer policía y sacándose su falta y su pantaleta se sientan en su boca y la obliga a chupar su clítoris, en ese momento se corre en la boca de laurita, mientras desesperadamente trataba de excitarse.

Sintió cómo el hombre le empezó a bombear el palo por el ano, hasta rompérselo. Laura lloraba en silencio, mientras se masturbaba.

-Ya pues putita acaba pronto si no quieres que te saque el palo por la boca - le dijo el hombre mientras reía.-

-Frótate tu cosita con más ganas si quieres acabar pronto - dijo la mujer

ella lo intentaba, pero no lo lograba y en eso sintio cómo un hombre le derrama un líquido en su vagina dolorida. Da un grito que se debió escuchar en todo el mundo. Era alcohol, el dolor le hacia saltar aunque la tenían bien sujeta.
Comenzo a refregarse frenéticamente en su sexo, para evitar el dolor y sin saber cómo comenzó a correr y a jadear por la excitación, lo cual fue aplaudido por la gente que estaba de espectadores.

Por fin la dejaron en paz, y la mujer la llevó a una ducha caliente, mientras aprovechó para ultrajarla, besarla en la boca y hacer que le chupara su sexo hasta que acabó. la dejaron perfectamente limpia y la condujeron a una sala, en donde estaban sus amigas.

El policía musculoso le dijo:

-Debes olvidar todo lo ocurrido o te arrepentirás, que no te quepa duda. –

- ¿Nos van a dejar libres? –
Al escuchar la pregunta el guardia les sonreía y antes de irse les dio a cada una un beso en la boca y les tocaban los pechos y piernas mientras salían de la celda.

- ¿a donde van, por que no nos liberan ya?- preguntaba Diana desesperada
- cállate puta, no Serán puestas en libertad hasta que sean juzgadas, lo siento mucho, pero hicimos todo lo posible para liberarlas-

Días después el abogado les dijo que haría todo lo que pudiera para que pudieran salir bajo fianza, hicieron llamadas a sus familiares.

Después de que les negaron la libertad bajo fianza, el Juez dictaría la sentencia final:

CAPITULO 2 – LA SENTENCIA

- ...y analizados todos los antecedentes y procedimientos llevados a cabo, este Tribunal de Apelaciones confirma la sentencia que el Juez ha determinado para las señoritas Diana Goñi, Natalie Pinzon y Laura Bonadeo de ser recluidas 25 años en la prisión de Santa Catalina, en el Pabellón 6.-

- La sentencia será de cumplimiento efectivo no pudiendo apelar nada de lo aquí resuelto y no permitiendo salir en libertad condicional bajo ninguna circunstancia. Las reclusas serán enviadas de inmediato a dicho Penal. Durante el viaje leerán el reglamento del mismo.-

Esas palabras quedaron marcadas en las jóvenes, discutieron, pero nadie les hizo caso, cuando salieran de prisión tendrían 43 años, su juventud moriría en la cárcel.

- somos víctimas de una trampa. Unos muchachos ardidos nos colocaron esa droga sin que nos diéramos cuenta.- gritaba Laura con llanto, Pero ya no había nada que hacer, su destino era cumplir aquella condena injusta

Las chicas fueron esposadas y transportadas en un furgón que se encargaba de llevar a las reclusas a la cárcel. Al llegar a su destino, bajaron del vehículo, y éste partió hacia otra cárcel para ingresar a las demás presas.

La Mujer a cargo de la seguridad del pabellón las destinó a la Sala de Espera. Una vez allí se reunió con las otras nueve mujeres que habitaban ese pabellón. Allí Se le indicó que debería imitar a las demás reclusas que ya tenían experiencia en cómo proceder.

Todas comenzaron a desnudarse completamente mientras colocaban sus prendas en una silla para luego dirigirse debajo de una barra horizontal de la cual pendían esposas. Las reclusas cerraban ellas mismas las esposas sobre sus muñecas. Las chicas hicieron lo que todas las demás

Un Guardia del lugar les dijo:
- “Las reclusas destinadas a este pabellón trabajaran duro en las canteras. Permanecerán con las ropas que el Director indique o si son castigadas permanecerán desnudas entre las 6 y las 24 horas de cada día y podrán usar una túnica solamente por la noche.

Están obligadas a trabajar y a tomar un baño diario en las duchas disponibles en las celdas, luego de la cena, a menos que se haya dispuesto inmovilizarlas con cadenas o cuerdas. Especialmente sus vulvas y anos estarán escrupulosamente limpios durante todo el día para ser ofrecidos al personal del Penal que así lo requiera.”-

- A las nuevas reclusas las llevaran con la enfermera para colocarles un DIU para evitar embarazos, por lo que podrán coger tranquilas sin temor.-
Diana grito - : ¡Pero eso es terrible! ¿Quedaremos estériles?-
- -¡Claro! Recuerden que ustedes no podrán ser otra cosa que putas sin la más mínima posibilidad de hacer otra cosa que poner sus cuerpos para ser usados, cogidos y castigados. No son reproductoras de nada, solamente putas.-

Después las mandaron con la enfermera, las colocaron boca abajo sobre una gran tabla. Por unos pequeños agujeros las ataron el cuello a la mesa con tal rudeza que se ahogaban y no podian respirar, desesperada Natalie comenzo a sacudirse tratando de liberarse hasta que le aflojaron la atadura y pudo tomar una gran bocanada de aire.

- Mira como se asustó la perra - comentó José. La atadura de su cuello seguía ajustada pero podía respirar.

Mientras José el guardia la ataba los brazos "la enfermera" la quemaba con algo la cola para que se fuera corriendo levantando las caderas, su forma de tratar de escapar a las quemaduras la divirtió mucho y rió complacida.

Una vez en la posición en la cual deseaba que estuviera, pasó un tronco de madera bastante ancho por debajo de su vientre y la obligó a aJosérse sobre él.

Natalie Estiró las piernas y las abrió tanto que creía que la partiría, grito y ella se las ató en ese estado. El tronco mantenía su cola levantada y cada músculo del cuerpo quedaba tensionado. Luego le ataron la cintura y los muslos.

separaron las nalgas con una especie de aparato metálico frío y dentado. Natalie al igual que sus amigas Tenían que relajarse para evitar el dolor de los dientes del aparato mientras esa parte de su cuerpo quedaba completamente expuesta. La lucha entre mantener la relajación y el dolor de los dientes era dificilísima.

Las chicas sintieron como "la enfermera" le tocaba el ano y empujaba un dedo, estaban inmovilizadas a tal punto que no podían ni siquiera hacer el más mínimo movimiento de resistencia. Esto las humillaba terriblemente.

Despues de colocarles el DIU "La enfermera" siguió inspeccionando la zona de Natalie

-Qué culo mas delicioso tiene,- exclamó, -va a ser uno de los mejores enemas de mi vida. - Natalie Sentía que los dedos intrusos le ponían una especie de crema fría y pudo sentir como apoyaba algo duro, grueso en su ano.

Natalie Comenzó a empujar y mientras entraba gritaba de dolor. le ardía y sentía como iba adentrándose. El dolor era terrible y la tensión hacía tratar de apretar sus nalgas lastimándose con los dientes del aparato que se las separaba.

Una vez colocado profundamente el dolor se hizo más soportable. - Bueno putita, ahora vas a aprender como se limpian a las putas como vos por dentro.-

Comenzó a entrar en ella un líquido espeso y frió, empezo a gritar con gritos desgarradores mientras el líquido seguía entrando. Natalie Podía sentir cómo se llenaba todo mi interior y la sensación era horrible. Enseguida se acostumbro a la baja temperatura de lo que le estaban poniendo pero el líquido seguía entrando.

En un momento penso que la iban a hacer explotar y no lo soporto más. "la enfermera" aflojó un poco sus piernas y pudo levantar un poco el vientre que estaba hinchado.

Ella la sostuvo del estómago con la mano y comentó:
- Aún tiene espacio para otro litro. Natalie se sentía tan mal que no podía gritar, gemía solamente y rogaba a Dios que terminase ese suplicio.

La llenaron al igual que a las chicas, Natalie creía que iba a morirse. Luego "la enfermera" dijo: - Ya está, putita, ya está, te portaste muy bien. Y comenzó a retirar el aparato dentado que le separaba las nalgas y el que tenía introducido en el ano.
- Que no se te vaya a escapar ni una gota o tendremos que repetirlo eh. -

Las 3 chicas Trataron de aguantar lo más que podian para que el líquido no se deslizara fuera de ellas, estos esfuerzos parecieron divertir a la enfermera mucho.

Mientras luchaban por contener el líquido en su interior las desataron el cuello y luego el resto de las ataduras.

Natalie se puse en cuatro patas, ya que así podía aguantar mejor.
- Mira José como aguanta,-
- sí enfermera, - respondió José quien le prestaba la atención a Natalie
- mírele bien la carita, está preciosa. Bien putita, te estas portando excelentemente - dijo la mujer
- - como premio ustedes pueden sacar toda el agua que tienen en ese culito precioso.

El alivio fue tan grande que Natalie, Diana y Laura dejaron escapar un largo suspiro.

se sentaron sobre la mesa agotadas. "La enfermera" les levantó la vista las observó.

A las tres amigas les marcaron con un marcador con la letra V en sus vientres

Cuando vieron que les escribieron la V en las chicas, varias sonrieron diciéndole que permanecería poco con la marca.

-¿Qué indica esta V sobre mi cuerpo?- Preguntó Diana.

-Que eres virgen. Seguramente pronto dejarás de serlo.-

La celadora, impuso silencio. Las diez mujeres aguardaban en fila. Diana ocupaba el cuarto lugar, Natalia el quinto y Laura el sexto.

A las ocho de mañana en punto dos hombres entraron en la Sala de Espera. Aflojaron las esposas de la primera de la fila y las llevaron al salón contiguo.


-Nº 123, Laura Bonadeo.- La jefa de inspección dijo su nombre y la hizo pasar a una habitación cerrada le quitó las esposas- Quítese la ropa.

La despojaba de su blusa gris mientras era vigilada por una policía que estaba al fondo de la habitación. Prosiguió bajándose lentamente sus pantaloncitos cortos.

-¡Maldita sea! No tengo todo el día,- dijo la inspectora mientras se acercaba a ella.- ¡Ven aquí!, reclusa de mierda.-

Entonces le arrancó el sujetador de un tirón, y al descubierto quedaron sus grandes senos, que tenían los pezones bastante erectos, debido a la temperatura tan baja que había en el lugar.

Seguidamente le arrancó las braguitas y de un empujón la tiró al suelo. Violentamente la abrió de piernas y comenzó a hurgar en su vagina con las dos manos. se la abría sin ningún reparo. Luego subió a su boca, donde buscaba sin éxito alguna arma u objeto que se pudiese usar como tal.

Finalmente, cogió un conjunto de ropa típico de las encarceladas y se lo lanzó a la cara:

-Muy bien, puta, ponte esto y lárgate de mi vista.-

Laura, medio llorando, se coloco el vestido sin mangas y la policía la llevó a su celda.

Laura fue separada de sus amigas, solo se verían las caras cuando vayan a trabajar, comer y a ducharse.

Mientras caminaban por el pasillo Diana y Natalie, escuchaba las voces de las demás mujeres que habitaban allí:

- zorras nuevas, ¡las vamos a follar guarras!

-¡Qué buenas están, vengan aquí cariño!

En sus respectivas celdas Diana y Natalia quedaron juntas, Laura se quedo sola, no tenía compañera. Durante todo el día dejaba sus lamentos impregnados en la pared, donde nunca nadie escucharía.

Pero Al otro lado habían encerrado a una reclusa que se había portado mal, laura Se acercó a la reja divisoria con la celda contigua para hablar con la reclusa torturada. -138,¿A ti también te han violado? ¿ Qué castigos te han impuesto?-

-Mira, no es cuestión de aceptar o no aceptar estar encerrada. Es mejor aceptarlo porque de lo contrario los castigos son más duros. Por supuesto que he sido violada y lo soy frecuentemente. Los tres jefes, nos cogen cuando quieren y es mejor ser dóciles.

Les gusta usar el látigo, por lo que te recomiendo aceptes lo que quieran hacerte. En cuanto a los castigos todos los que te puedas imaginar. El látigo visita con frecuencia nuestros cuerpos en especial las partes más sensibles.-

-También deberás soportar ser perforada en la vulva, el clítoris, los pezones, la lengua, el ombligo. Recibirás en tu interior todo tipo y tamaño de consolador o vibrador. Permanecerás colgada de las muñecas o los tobillos. Puesta en potros, cepos, atada a cruces o ruedas, etc. es decir abusarán de tu cuerpo de la manera que les ocurra.-

-Es terrible lo que me cuentas. Voy a ser torturada y violada mientras permanezca en este lugar. ¿Por qué no hacen nada la autoridades?-

-Nunca hacen nada.-

-Entonces, ¿no tenemos salida?-

El silencio fue su respuesta

Laura Se tendía en la cama y entre sollozos, se dejo vencer por el sueño.

A la mañana siguiente, las reclusas fueron despertadas la megafonía anunciando la hora del desayuno. En pocos minutos se encontraron las sus amigas junto con el resto de las reclusas, en una especie de comedor que estaba algo sucio.

Los guardias eran los que más frecuentemente torturaban a las reclusas. Las que llevaban un tiempo en el penal estaban completamente resignadas a esperar cumplir la sentencia con castigos frecuentes. Sus conchas estaban siempre a disposición de quién quisiera usarlas. Todos sus agujeros los entregaban con naturalidad.

Las bandejas que les ofrecían, tenían restos de comida del día anterior, y el desayuno parecía y una mezcla de barro con algo que no sabían cómo describir.

Laura se sentó al lado de Diana y Natalia, y una morena, con la cual establecieron una gran amistad. En frente suya, había una mujer bellísima de pelo castaño y ojos azul muy claro. Un cuerpo atlético, típico de alguien que frecuenta el gimnasio a menudo para estar en forma. A pesar de que no le gustaban las mujeres, sus ojos no podían dejar de mirarla, cuando de pronto, levantó la cabeza y su mirada se clavó en Laura.

-¿Qué coño estás mirando, guarra de mierda?

Laura Vio que se levantó y le enganchó del pelo:

-Si me vuelves a mirar te arranco las tetas, ¿entendido?

-Si... – dijo muy asustada.

Una guardia que había por allí evito que la cosa acabara peor. Al terminar el almuerzo les dieron cinco minutos para ir a la cantera que había dentro de la prisión para trabajar con pico y una cadena en los tobillos las nuevas reclusas trabajaron.

Entonces fue cuando Laura conocío a Fany:

-Hola soy Fany, ¿están bien cariño?

-Sí, gracias- dijo sorprendida- Me llamo Laura.

Paso el día con ella y le contó que estaba allí debido a un atraco que realizó a mano armada. Pero lo hizo por necesidad, según ella. Era una chica de largos cabellos morenos, de la misma estatura (1,69) y tenía un año más que ella. Su camisa tenía los dos primeros botones desabrochados y se adivinaban unos generosos senos, también sin ningún sujetador que las cubriese, como todas las que allí estában.

Le presentó a su amiga Maite. Laura Paso el día junto a ellas. Eran encantadoras, parecían las únicas personas coherentes que había en la prisión. Maite era rubia de ojos verdes, muy guapa. le contó que su sueño era ser modelo, por que le obligaban a operarse de los pechos y reducirlos de tamaño, ya que era dificultoso acoplar la ropa a una 95 de sujetador. La acusaron de asesinato, lo cual me aseguró que hizo en defensa propia, pero que nunca pudo demostrarlo. Laura Encajo perfectamente con ellas debido que éramos las tres casi de la misma edad, Maite era un año más joven que Laura y Fany un año mayor.

Durante el trabajo en la cantera, le pusieron al corriente sobre la prisión. Parece ser que la Leona era una cabecilla de un grupo de siete mujeres, las cuales sembraban el terror entre las demás prisioneras, sobretodo entre las que acababan de ingresar, como ella. Nadie parecía evitar aquello, lo que le incitó a sospechar que algo no funcionaba bien en los cargos dirigentes de la prisión.

También le comentaron la razón por la que la Leona no se metía con ellas. Tiempo atrás, ambas mantuvieron una gran amistad con una presa llamada Trini, que resultó ser hermana de la temible y bella mujer. Trini cumplió condena y se marchó, no sin antes advertir a su hermana que no se acercase a Fany y Maite.

Transcurrió lenta la mañana. Mientras Laura hablaba con sus amigas y picaba piedra, las amenazadoras miradas de la Leona se clavaban en ella, y sus imponentes ojos azules le exploraban de arriba a bajo, aumentando cada vez más eltemor hacia ella.

El resto del día transcurrió con normalidad. El trabajo era duro y el sol penetraba en sus ropas. Pero lo que más les molestaba era el balanceo de sus pechos cada vez que picaba la piedra, la camisa les venía demasiado grande, y sus respectivos senos se movían libremente de un lado hacia otro, cosa a la que ninguna de las niñas pijas estaban acostumbradas.

Cayó la tarde y les dieron menos de diez minutos para ducharse. Maite les advirtió que en las duchas no se separaran de ellas, puesto que era donde menos vigilancia policial había.

Si el comedor estaba sucio, las duchas estaban hechas un asco.

Las chicas se desnudaron e hicieron lo que todas las demás, mientras miraban horrorizadas los cuerpos de las demás. Presentaban gran cantidad de marcas de azotes y otros castigos recibidos.

Natalia se sentía incómoda cuando vieron que no había suficientes para todas, por lo que tuvo que ducharse de dos en dos.

Natalia tuvo que ducharse con Diana

-Ven cariño, dúchate junto a mí- dijo Fany a Laura al verla indecisa- Acércate a mí todo lo que puedas para que no te falte agua.

Laura y las demás chicas estaban muy incómodas, pero no había otra opción. Sus firmes pechos estaban pegados en sus voluminosos senos, notaba cómo sus pezones se clavaban en ella. Tenían que estar muy juntas para que el chorro de la ducha las empapase bien a las dos. Estaban demasiado cerca, por lo que después de enjabonarse le dijo:

-Lo mejor será que tú me enjuagues a mí mientras yo te enjuago a tí, cielo.

la respiración de Laura se cortó de repente. Noto sus suaves manos por todo su cuerpo para quitarle el jabón. tuvo que hacerle lo mismo. Pasaba sus manos por sus senos, los cuales para sorpresa de Laura tenían los pezones a punto de estallar. Bajó lentamente hasta llegar a su vagina, la cual frotó suavemente.


Natalia tambien enjabono a Diana, para que el chorro de la ducha les diera se pegaron mas, sus pechos estaban pegados mientras que las dos se veian frente a frente.

Tuvieron que interrumpir aquello ya que las mandaron a sus respectivas celdas. Estuvo toda la noche pensando en esa situación.

Diana recibio una visita del guardia, procedió a colocarle un collar metálico, esposas con las manos en la espalda y grilletes en los tobillos con una cadena de 25 centímetros.

La marcha era lenta por las restricciones en los tobillos de Diana y su nula experiencia en caminar así. entraron a un cuarto.

Diana y sus amigas comenzaron a tomar conciencia de lo que le esperaba. Poco después. La guardia la hizo acostar en el suelo y le ató las extremidades a sendas argollas embutidas en el piso. Diana quedaba con las piernas muy separadas, sus brazos por encima de su cabeza y completamente inmovilizada. Poco después entró el guardia.

-Te voy a vendar los ojos. No quiero que me observes cuando te vaya a violar.-

Diana quiso gritar pero no pudo. Una fuerza interior le decía que era mejor dejar hacer. Una cinta negra cubrió sus ojos. Poco después sintió el cuerpo del guardia sobre el suyo y el pene que, inquisidoramente, se introducía en la vagina. Así perdía su tan cuidada virginidad. Sintió el chorro de semen que corría por su vagina y las contracciones que experimentaba por primera vez al llegar al orgasmo.

Luego sintió el cuerpo de otro hombre y nuevamente un pene que la penetraba . Ahora era violada por otro guardia. Luego se repitió con el tercero. Una vez que los tres vaciaron la leche en su interior, le quitaron la venda en los ojos. Así pudo conocer a los otros dos que habían abusado de su cuerpo.

- Laura Bonadeo., 18 años, condenada a 25 años en el pabellón 6, virgen. Desnúdate que quiero ver cómo te han castigado- le dijo el guardia

Le retiró las esposas para permitirle quitarse la ropa. Laura algo confundida por tener que desnudarse delante del hombre, comenzó a quitarse la ropa, pero mantuvo sus bragas puestas.

-¡Quítate también las bragas!. Cuando digo desnudarse es des-un-dar-se. No quiero perder tiempo.-

Laura. se apresuró a quitarse la prenda, mostrando el culo que era la parte azotada.

-Veo que han sido muy suaves contigo.-

La esposó nuevamente y fijó las mismas por encima de la cabeza de la reclusa. Ahora todo el cuerpo desnudo de Laura. esta a disposición de él. Procedió a vendarle los ojos para aumentar su inseguridad y temor. Comenzó a tocarle la vulva. Estaba completamente seca.

Inspeccionó el culo y las tetas. …stas no habían todavía sufrido ningún castigo, estaba rozagantes y turgentes. Joao tomó los pezones y comenzó primero a apretarlos con suavidad pero luego a retorcerlos con rudeza. La reclusa gemía casi en silencio por temor a castigos peores.

Joao se dirigió a un armario y tomó un pote con vaselina con la untó la vulva y el esfínter. Luego le separó las piernas con las manos, acercando su pene a la entrada de la vagina. Laura. comprendió que sería violada ( y desvirgada) en ese momento e imploró conservar su himen. Ni siquiera tuvo respuesta mientras sentía que algo se abría paso en su vagina y su cuidada virginidad finalizaba.

Podemos imaginar la escena: Laura. completamente desnuda y esposada con los brazos en alto y sus ojos vendados. Su concha lubricada por vaselina y el pene de Joao que la penetraba sin poder ella ofrecer resistencia alguna. Unos años antes imaginaba que su primer polvo sería muy distinto a este, entre caricias y besos. La realidad era otra, ser violada en una cárcel.

Antes de acabar en la vagina, Joao retiró su pene para comenzar a empujar en el agujero del culo. Esto superaba lo peor que podía ella imaginar. No solamente ser violada de la manera que lo había sido sino, además, penetrada por el culo. Lloraba en silencio cuando de pronto sintió el líquido caliente que inundaba su recto.

Joao se limpió el pene en la bombacha de Laura., le quitó la venda de los ojos y le anunció que recibiría diez azotes en las tetas. Tomando una fusta de montar lo descargó diez veces sobre sus globos a la altura de los pezones. Los gemidos de Laura. llenaron el local. Poco después diez marcas, casi superpuestas quedaban sobre sus tetas.

-Espero que te portes mejor que ayer. Primero te calentaré un poco el culo con algunos azotes.- dicho lo cual procedió a atarle las manos en lo alto de una columna. Ahora todo su cuerpo quedaba expuesto para ser castigado.

Joao tomó un rebenque corto y comenzó a azotarla, mientras aparecían las marcas rojas sobre la piel. Laura. gemía y sollozaba en silencio. Cuando terminó el castigo sintió que unas manos que separaban sus piernas para comprobar la humedad y lubricación de la concha. De inmediato fue violada nuevamente.

-El alcaide me advirtió que como es joven me indicó que comenzáramos suave por hoy.- dijo Julio, dirigiéndose a Rogelio.

Rogelio: -En ese caso podemos atarla al poste y darle algunos azotes en el culo y la espalda. A propósito, ¿cuántos años tienes reclusa?-

-18 señor.- contestaba Natalie

-Deberás dirigirte a nosotros como Señor Verdugo, si no quieres recibir un castigo extra.-

-Sí Señor Verdugo.-

Natalie. fue fuertemente amarrada a un poste. Su tetas se aplastaban contra la madera mientras las cuerdas se incrustaban en su piel. En tanto las tres mujeres que habían entrado primero a la sala estaban ubicadas en otros instrumentos de tortura, que Natalie .no alcanzaba a ver. Sólo oía sus gemidos, inequívoca señal que eran castigadas. Poco después recibió el primer latigazo en su espalda. Un grito aterrador partió de su garganta. A ese primer azote le siguieron unos cuantos más repartidos en su espalda, culo y piernas.

Cesó el castigo y oyó que sus verdugos se retiraban. Lo hicieron para traer otra de las reclusas que sería castigada. …esta debió soportar descargas eléctricas.

Las jóvenes separaron sus piernas y llevaron el pubis hacia a delante para exponer sus rajas. El guardia pensó que pronto sería necesario afeitarlas para que quedaran mejor expuestas, pero ahora elegiría el coño de Natalie.

Comenzó a tocarlo introduciendo la punta del dedo índice en la vagina. Luego de investigar las partes íntimas de ella sentenció.

- Natalie. Te felicito Tienes un buen coño, húmedo, rosado y firme. voy a probarlo si es tan bueno como parece.-

-¡Noooo!¡Noooo!¡No me viole!¡Soy virgen!¡No me arruine para toda la vida!-

-Mi querida Natalie, no es arruinarte pera toda la vida. En todo caso sería adelantar algo que antes o después ocurriría. Si no colaboras será peor para ti. Es mejor que separes las piernas par dar paso a mi verga y penetrarte hasta el fondo.-

-Señor, no me viole. Soy virgen-

-¡He dicho que separes las piernas!¡O es que prefieres que los guardias te torturen y luego ellos te violen y te crucifiquen!-

-No señor. Obedeceré.-

Natalie separó las piernas. Entendió que no había solución y que sería penetrada. Sin embargo primero le asestó algunos azotes con la vara en vulva. La joven cerró los ojos y contuvo la respiración. Luego el guardia acercó su verga a la entrada de la vagina y lentamente la fue metiendo hasta el fondo. Una mueca de dolor se dibujó en el rostro de Natalie. Sollozaba en silencio. Sus compañeras de desventuras tambien eran violadas y eso las angustiaba.

El guardia no tenía apuro. Lentamente movía su verga dentro de la joven hasta que notó que estaba próximo a correrse. Entonces la sacó de la vagina y con un sólo movimiento de sus manos acabó en la cara de Natalie.

-Te queda bien la leche en la cara. Saca la lengua para probar un poco de mi leche. Hazlo pronto o te castigaré.-

Natalie sacó su lengua y lamió sus labios. Nuevamente un gesto de disgusto se dibujó en su cara.

-Te has portado bien, Natalie. Por ser la primera vez que te la meten, has estado bien. He desvirgado muchas jovencitas pero esa conchita cerrada me gustó mucho. Espero que tú también lo hayas disfrutado.-

Natalie no pudo contener las lágrimas. ¿Cómo gozar si había sido violada?. Las esposas en sus muñecas le impedía siquiera sacarse los restos de semen de la cara.


-Ahora que han sido desvirgadas podremos comenzar con los autenticos castigos. Veremos si se portan bien.-

-Pueden ponerse las bragas. Las llevaré a las celdas-

Con las dificultades de tener las manos esposadas se calzaron las bragas. Fabián tomó un extremo de la cadena que unía sus cuellos y se encaminó por un largo pasillo. Al final Les desataron las manos y los tobillos y se encaminaron a la celda.

Dos días después conoció lo que es ser cogida por el culo. Hasta ese momento no imaginaba que podía ser sometida a semejante humillación. Cuando Raúl le obligó a reclinarse sobre el caballete, muy lejos de su conocimiento estaba lo que sucedería poco después. Primero sintió que le pasaba un líquido oleoso en la entrada y luego sintió el rollizo de carne que pugnaba por entrar.

Lo siguiente que sintieron fue un fuerte dolor por la dilatación que debían soportar sus esfínteres. Luego la inundación del semen caliente completó su sensación de impotencia. Varias veces más serian cogidas por el culo en el curso de los años siguientes. los tres hombres dejaron el semen en sus respectivas bocas..

En medio del pasillo, en voz alta anunciaron a las demás reclusas que las jovenes virgenes que habían ingresado el día anterior, había acabado de serlo. Terminaban de ser violadas y ademas los demás miembros varones del penal las disponían para gozarlas.. Diana, Laura y Natalie no pudieron contener el llanto mientras eran encerradas en las celdas.

Al dia siguente, despues de ducharse Las tres mujeres fueron conducidas a las Sala de Padecimientos. El corazón de Diana, Natalie y Laura latían con fuerza.

Natalie fue montada en un caballete luego que un grueso consolador se hundiera en su concha y una cadena pasara entre sus piernas. Al montarse sobre el caballete, la cadena se incrustaba dolorosamente en la concha. Una vibración del travesaño superior adicionaba un castigo más. Sus muñecas estaban atadas por encima de su cabeza. Muy pronto su raja sentiría el castigo que se le imponía. Las vibraciones del travesaño y su concha apoyando en la cadena eran una combinación terrible, ademas recibio latigazos en las tetas. Natalia, orgullosa de sus bien formadas y firmes tetas temía que quedaran arruinadas luego de ser reiteradamente castigada en esa zona.
.

Laura fue suspendida cabeza abajo con las piernas separadas. Por la concha abierta le vertieron líquidos irritantes mientras Joaquín clavaba algunas agujas en las tetas de la reclusa.

Teodoro ató las muñecas de Diana por encima de su cabeza, mientras que sus tobillos fueron atados a sendas argollas fijas al piso. Sus piernas quedaban extremadamente separadas. Miraba con angustia a las otras reclusas que comenzaban a ser torturadas y no pudo contener las lágrimas que humedecían sus mejillas.

-No temas reclusa. No seré muy duro contigo ya que esta será la primera vez que te torturamos. Tendré que decirle a Mariana que apure la depilación del pubis. Esos pelos negros no me gustan.-

Mientras comentaba la indicación de depilarla, le tocaba la vulva e introducía un dedo en la vagina. Luego exploró el culo. Fue en busca de una fusta. Cuando regresó al lado de Diana observó con detenimiento los pezones. Eran de un rojo intenso, duros y sobresalían de la areola un centímetro. Allí estarían dirigidos los primeros azotes.

Se ubicó en el costado derecho de la joven y mientras con la mano izquierda le tocaba el culo, con la derecha descargó un sonoro golpe en las tetas. Más por la sorpresa que por el dolor que sintió en ese momento, dejó escapar un grito. A ese primer azote se sucedieron varios más todos dirigidos a las tetas. Diana se retorcía en un desesperado esfuerzo de escapar del castigo. Esa visión calentó enormemente a Teodoro que dejó caer la fusta y bajándose los pantalones penetró a Diana. Notó que su vagina estaba muy húmeda.

Terminado el polvo fue en busca de otro látigo, con una cola de cuero de más de un metro. Ahora los azotes iban dirigidos al culo, lugar donde quedaban sucesivas marcas. Luego de más de treinta azotes en sus carnosas nalgas, le colocó un consolador fino en el culo con una correa que pasaba entre sus piernas, terminando en un cinturón también de cuero. De esta manera evitaba la expulsión del aparato.

Se paró frente a la joven y observó nuevamente sus pezones. Ahora estaban más hinchados por dos azotes que habían dado de lleno en los mismos. Los tomó entre los dedos índice y pulgar y los retorció. El dolor se expresaba en el rostro de la mujer. Luego bajó su mano derecha hasta el pubis. Ese vello le molestaba pero era un buen lugar para tomar los pelos con su mano y tirar de ellos sin piedad. Tan fuerte eran los tirones que parte de los mismos eran arrancados y quedaban entre los dedos de Teodoro.

Algunos azotes más en la espalda y en sus culos y poco después terminaba el primer castigo de las chicas en la prision. Las tres fueron desatadas y se encaminaron a sus respectivas celdas donde quedaron encerradas.

Diana, Natalia y laura hicieron un rápido recuento del estado de sus cuerpos. El agujero del culo de Diana le dolía por el rato que tuvo colocado el consolador, a pesar de ser de muy pequeño diámetro, las nalgas estaban con marcas, tan hinchadas que podía apreciarlas al pasar su mano. Apenas alcanzaba a tocarse su espalda pero también el látigo había dejado sus huellas y finalmente sus azotadas tetas le dolían como nunca hubiera imaginado.

Natalie se recostó en el catre, se tocaba su concha, Sus muñecas y piernas le dolían terriblemente, el culo le ardían por los azotes recibidos al igual que Laura que se quitaba los líquidos irritantes de su concha, pero le dolían mas sus tetas.

Eran conscientes de que esto recién comenzaba.

Los castigos se aplicaban de lunes a viernes, dejándose sábado y domingo para que se recuperaran y poder recomenzar el lunes. Como ese día era justamente viernes tendría un poco de paz por dos días. Las chicas Permanecieron toda la tarde acostadas boca abajo para evitar el dolor de la parte azotada.

A partir del lunes siguiente ya entraba en la rutina de las demás mujeres del Pabellón 6. Luego de ser castigadas por la mañana, trabajaba en las canteras, se duchaban y regresaban a las celdas pero debían entregarse a cualquier varón del penal que quisiera usar su cuerpo, no sólo del Pabellón 6. Permanecían vestidas con unas bragas y un sencillo vestido que cubría su cuerpo. Los verdugos generalmente quedaban satisfechos con las cogidas que hacían a las reclusas en la mañana mientras eran torturadas.


- reclusa Diana. Probaremos un nuevo látigo sobre ese culito que no quería ser tocado por mi mano. Ahora no tendrás problemas. No te tocaré yo sino el látigo. Lo haré aquí, en el pasillo para que tus compañeritas puedan ver cómo se azota un culo-

Diana temblando se acercó a la puerta de la celda. Fabián la abrió y luego de ordenarle que se quitara las bragas, le indicó acostarse en el suelo boca abajo. Le ató los tobillos y le pasó las esposas de la espalda al frente, indicándole que estirara sus brazos por encima de la cabeza. No se atrevió a desobedecer.

-Quiero que todas vean como va a quedar el culo de esta reclusa . Este látigo dejará marcas y no podrá sentarse por varios días. Me gusta azotar lindos culos.-

Fabián levantó el látigo y lo descargó con fuerza sobre el trasero de Diana. La joven no pudo contener el gemido. Fabián le dio cerca de veinte azotes. El culo de Diana estaba rojo y cubierto de marcas.. Nuevamente Fabián le cambió la posición de las esposas quedando ahora sus manos en la espalda. Le quitó las ligaduras de los tobillos y le ordenó que se arrodillara.

Ahora me vas a chupar la verga hasta que esté bien dura para luego clavártela en la conchita. ¿vas a obedecer?.-

-Sí señor. Se la chuparé todo lo que quiera Pero no me desflore. Haré lo que quiera pero no me viole. Déjeme guardar mi dignidas.-

-Justamente una de las cosas que quiero es desflorarte y humillarte. Ahora chupa, que luego entrará en tu concha.-

De rodillas, Diana abrió su boca y se acercó a la verga de Fabián. Con sus manos esposadas solo disponía de su boca para endurecer la verga de Fabián, por lo que optó por comenzar de inmediato. Con la lengua acariciaba la glande. Poco a poco la verga se convirtió en un falo duro y erecto, momento en que ordenó que se incorporara y separara sus piernas.

Diana se contenía de insultar y revelarse. Sabía que eso podía ser terrible. Su culo ardía por los azotes pero separó las piernas y adelantando el pubis ofreció su concha a Fabián. Éste acercó la glande a la entrada y comenzó a empujar. Poco después rompía la voluntad de Diana. Las demás mujeres miraban angustiadas suponiendo que ellas sería tratadas de igual manera. En esta oportunidad descargó toda su leche en el interior de la joven.

Luego la condujo nuevamente al interior de la celda y cerró la puerta.

Por la tarde, dirigiéndose a Laura le indicó.

-Es el turno de esta pelirroja.-

Laura se estremeció. Diana había sido castigada en el coño y luego cogida.¿Qué le esperaba a ella?.

Luego de amarrarla a un poste, Fabián tomó primero unas pinzas cocodrilo y colocó una en cada lóbulo de las orejas de Laura. Las puntas se clavaban sin piedad produciéndole un dolor intenso. Luego Fabián tomó otras pinzas y las colocó en las aletas de la nariz. No conforme con eso le puso otras pinzas en los labios y la lengua. Para completar el castigo le propinó media docena de cachetadas en los carrillos. Laura lloraba pero no podía siquiera implorar que cesara el castigo. Las pinzas en la lengua se lo impedían.

-Esto les pasa por andar de criminales. Ésta es nuestra manera de tratar a las intrusas y les advierto que esto recién comienza.-

Le desató las piernas y le indicó que las separara.

-Ahora voy a cogerte. Si me haces gozar te quitaré los adornos de la cara. De lo contrario sufrirás algún castigo adicional.-

Laura estaba aterrada. Separó sus piernas y adelantó el pubis para que la penetrara lo más rápido posible en la esperanza que se corriera y la liberara del castigo que estaba sufriendo en su cara. Lentamente la penetró. Notó que su vagina estaba muy húmeda.

-Eres una puta total. Tienes el canal completamente mojado. Creo que luego de correrme dentro de ti te haré alguna otra cosita.-

Continuó bombeando hasta que descargó su leche en el interior de Laura.

-Unas marcas en las tetas y el vientre te vendrán bien. Supongo que de esta manera te mantendrás caliente por un rato.-

Tomó un látigo y lo descargó sobre las tetas de la joven. Un prolongado gemido partió de su garganta. Se sucedieron los azotes pero no conforme con eso Fabián se ubicó delante de la joven y cerrando su puño lo descargó en el vientre de la joven, apenas arriba del pubis. Laura se movía desesperadamente pero las ligaduras eran firmes. Debió soportar otros tres puñetazos en el vientre y cuatro en cada teta. Gemía casi sin fuerzas.

-Te dejaré las pinzas más tiempo. Las intrusas deben ser castigadas duramente.-

Laura debió permanecer amarrada al poste con sus tetas y su vientre doloridos por los golpes y las pinzas que se clavaban en distintas partes de su cara. Mientras era sometida a semejante castigo se preguntaba una y otra vez por qué ….si tan solo no hubieran provocado a esos chicos, estaba arrepentida. ¿Qué le esperaba? ¿Continuar siendo torturada y violada? ¿Hasta cuándo? Comprendió que nada podría hacer. Gruesas lágrimas brotaban de sus ojos.

Unas dos horas más tarde Fabián regresó y luego de encadenarlas a las cinco, las encerró en las celdas. A la mañana siguiente fueron despertadas por la voz de Fabián.

-Hoy es el turno de la Rubia- Natalia.
- apróntate a salir de la celda.-

La joven se acercó a la puerta de reja. Fabián la abrió y le quitó las cadenas y esposas.

-Te pondrás estas tobilleras y muñequeras. Veremos si tus piernas soportan el castigo que tengo pensado.-

De manera sumisa y sin oponer resistencia se colocó las tobilleras y las muñequeras. Sentía un cierto estremecimiento en el culo, mezcla de miedo y excitación. Fabián le colocó un separador entre los tobillos que le mantenían las piernas muy separadas. Luego le colocó un collar de cuero al cual fijó ambas muñequeras.

Entonces bajó dos cadenas que pendían del techo y mediante otros tantos mosquetones fijó las cadenas a los tobillos. Fue entonces que Natalia comprendió que sería colgada en posición invertida. Su concha quedaría muy expuesta. Poco después se balanceaba con su cabeza a unos veinte centímetros del piso. Sus compañeras de encierro observaban a través de las puertas de sus respectivos calabozos.

Fabián puso su dedo pulgar en la entrada de la vagina. Estaba apenas húmeda. Fue en busca de un cepillo de cerdas duras provisto de un mango. Primero pasó el cepillo por las partes interiores de los muslos de Natalia, para luego frotar la vulva misma. La joven comenzó a gemir.

Luego de frotar los muslos y la concha, Fabián fue en busca de una picana de dos puntas. Se acercó por la espalda de la joven y la sorprendió apoyando las puntas en una de las piernas. Natalia dio un grito mezcla de sorpresa y dolor.

-Las extranjeras deben pagar por lo que hacen. Esta puta sufrirá la picana en las piernas y …… en la concha, así!-

En ese momento apoyó cada punta en los labios vaginales. El cuerpo suspendido de Natalia temblaba con el paso de la corriente, cosa que no detuvo a Fabián que continuaba recorriendo la concha y el agujero del culo como así también las piernas. Cuando finalmente cesó de castigarla de esa manera, se dispuso a violarla como había hecho con las otras tres mujeres.

Hizo descender las cadenas de las cuales pendía el cuerpo de la joven y una vez acostada en el piso, se quitó los pantalones y acercó la glande a la entrada de la vagina.

Natalia, entre sollozos, repetía -¡por favor nooooo!-en un vano esfuerzo por conservar su dignidad intacto. Poco después sentía cómo la verga de Fabián se introducía lentamente en su conducto vaginal y descargaba el semen en el interior.

Despues el castigo sería dirigido a sus senos. Cuando Fabián le ordenó que le ofreciera sus tetas sus piernas temblaron. No podía imaginar lo que sería una verdadera tortura en las tetas.

Fabián le colocó unas esposas que unió a una cadena pendiente del techo. La joven quedó con los brazos en alto y sus pies apenas apoyaban en el suelo. Fabián fue en busca de unas agujas.

-¿Te han clavado alguna vez agujas en las tetas? Verás que son algo dolorosas pero es un excelente adorno para ti. ¡Contéstame!-

-No señor nunca me han clavado agujas en los senos.-
Natalia ya habia visto como lo hacian, estaba aterrada

-Primero te atravesaré los pezones con las agujas. Verás qué lindo te que quedan.-

Natalia apretó los labios anticipándose al dolor. Javier tomó el pezón entre sus dedos y extendiéndolo comenzó a clavarle a la primer aguja. La joven soportaba el dolor estoicamente mientras la aguja avanzaba hasta que finalmente lo atravesó totalmente. Natalia abrió los ojos para observar la aguja en su pecho. Sintió un escalofrío.

-Ahora otra aguja en el otro pezón. ¿Has visto que no te dolió mucho? Ni siquiera un gemido-

-Señor, me dolió. No me clave más agujas.-

-Mi estimada pura, esto recién comienza.-

Natalia, indefensa, observó como Fabián repetía la operación en su otro pezón. Comenzó a mover las manos para soltarse las esposas que aprisionaban sus muñecas y lograr protegerse sus tetas.

-Es inútil que quieras soltarte. Es mejor que no te muevas para que te duela menos. Voy a continuar clavándote algunas más.-

Así continuó hasta colocarle media docena en cada pezón.

-¿Ves qué hermosas están así? Estoy seguro que nunca han estado adornadas de esta manera. Ahora necesitas algunas clavadas profundamente en las tetas, así.-

Esta vez Natalia no pudo contener los gemidos mientras las agujas, sin filo, atravesaban las piel y se clavaban en la glándula. Fabián le puso tres en cada seno. Luego admiró su obra. Se acercó nuevamente a la joven y le propinó, con todas sus fuerzas, un puñetazo en el vientre.

Todo el cuerpo tembló por efecto del golpe, pero antes que pudiese recuperarse, recibió dos más debajo del ombligo. Ahora Natalia gemía entre sollozos. Mientras tanto Fabián se sentía satisfecho.

-Creo que estas putas aprenderán a obedecer, y tú, separa las piernas que quiero violarte.-

Semi inconciente Natalia separó sus piernas mientras Fabián se acercaba para penetrarla. La joven no opuso resistencia mientras sentía que la desgarraban por dentro y poco después sentía el líquido caliente que se volcaba en su vagina.

Natalia quedó así encadenada durante algo más de una hora. El semen se le deslizaba por los muslos mientras trataba de calmarse y buscar la forma de escapar. Poco después se le permitió tomar un baño y todas fueron encerradas nuevamente en las celdas.

Al dia siguente la celadora le dijo a los guardias

-Estas putas se introdujeron en nuestro pais para traficar con sustancias ilegales.-

-Hasta el momento ha recibido cada una un pequeño castigo, pero me han expresado su voluntad de poner su cuerpo a disposición de los miembros de la prision. Por lo tanto cualquiera de ustedes que quiera coger a alguna de estas putas, no tiene más que indicárselo y ellas gentilmente se pondrán a disposición de ustedes, a cualquier hora del día o de la noche.

También me han expresado que serán gustosas si ustedes deciden clavárselas por el culo o mamarlas. En el caso que luego de gozarlas, no queden satisfechos, ustedes saben que pueden aplicarles el castigo que consideren conveniente. Para ello dispondrán de todos los instrumentos necesarios.-

Las 3 mujeres intentaros negarse, pero la mujer, acercándose a Natalie y tomándole y retorciéndole un pezón le indicó que pidiera ser cogida todas las veces que los allí presentes lo desearan.

-¡No!¡No quiero que usen mi cuerpo!-

Apretando y retorciendo más el pezón le preguntó

-¿No es cierto que quieres que te cojan?-

Natalie no podía soportar el dolor y comenzó a decir:

-Estoy dispuesta a que me cojan.-

-Repite conmigo: “Quiero hacerlos gozar cuando usen mi cuerpo. Mi concha estará a disposición de ustedes. También pondré mi culito para ser penetrado y si no quedan satisfechos, les pido que me castiguen sin piedad”.-

Poco a poco Natalie repitió las palabras indicadas por la celadora. Luego dirigiéndose a Diana le dijo:

-Repite conmigo: “Soy una puta y pongo mi concha, mi culo y mi boca para que ustedes hagan con ellos lo que quieran. Será un honor para mí ser elegida y cogida por ustedes”.-

Diana se negó a repetir el texto pero un fuerte golpe en su teta derecha la hizo cambiar de opinión y comenzó a repetir las palabras de ella.

Se acercó entonces a Laura.

-Repite conmigo: “Esta puta está ansiosa de servir a ustedes y mi concha estará siempre bien mojada para una penetración profunda. Día y noche aguardaré para complacerlos”.

Laura intentó resistirse a repetir dichas palabras pero un certero golpe en el vientre le hizo cambiar de opinión y repitió la frase ordenada. Luego de desatar a cada una, las introdujeron en las celdas y una a una fueron violadas por el personal del Penal.

Debido a los requerimientos que tuvieron, no pudieron dormir hasta bien entrada la tarde del día siguiente. Sus cuerpos doloridos, con restos de semen por todas partes y moretones producto de algunos pellizcones recibidos, pudieron finalmente descansar.

Habían olvidado la posibilidad de reintegrarse a la sus costumbres anteriores. En las últimas 36 horas habían sido penetradas por no menos de 10 hombres cada una. Con alguno de ellos debieron practicar la felatio durante bastante tiempo para que pudieran excitarse luego de haber cogido a otra de sus compañeras. Luego de un baño reparador fueron encerradas nuevamente en sus celdas, quedando dormidas. Se despertaron para la hora de cenar. Luego de alimentarse debieron poner nuevamente sus cuerpos a disposición de algunos de los hombres que querían cogerlas nuevamente.

Cuando Laura consiguió dormirse en su celda tuvo un sueño muy inquietante, en el cual veía a Fany y a Matie masturbarse delante de ella mientras Laura estaba encadenada a la pared, posteriormente se acercaban y le chupaban cada parte de su cuerpo, hasta que terminaba en un portentos orgasmo.

En esos momentos Laura despertó, eran las 4 de la mañana, y tenía las únicas braguitas que poseía muy mojadas. Estaba atormentada por aquel sueño. no era lesbiana, no podían excitarle esas cosas. se levanto temblorosa. Pero se asusto más aún cuando vio que la celda estaba abierta. Salío lentamente y noto un golpe y Laurita cayo al suelo.

Lo siguiente que paso es que ella estaba en una especie de trastero donde se guardan los utensilios de la limpieza. Tenía la boca tapada con una cinta y se encontraba atada de pies y manos, de tal forma que las manos estaban por detrás de la espalda, para dificultar sus movimientos. Estaba tirada en el suelo.

-Parece que no vas a aprender putita.-

Era la Leona, la había secuestrado posiblemente con ayuda de sus zorras para darle una lección.

-Has estado mirándome durante todo el día. ¿Recuerdas qué te dije que te haría?l

Cada palmo de la piel de Laura temblaba. Pudo ver que habían más mujeres al fondo del cuarto. Pero todas las observaciones quedaron interrumpidas con el movimiento brusco que la Leona hizo para cogerle del cuello mientras le decía:

-¡Que te arrancaría las tetas, guarra! ¡ y es lo que vamos a hacerte!-

Arrancó su camisa de un tirón y sus pechos quedaron a la visión de todas aquellas mujeres.

la miraban como si fueran depredadores con ganas de comerse su presa. La bella jefa del grupo cogió sus pechos y comenzó a apretarlos con fuerza, cada vez ejercía más presión y Laura no aguantaba el dolor.

Los apretujaba, los estirazaba, pellizcaba sus pezones con gran desesperación. Cuando parecía que estaba dispuesta a hacer sufrir sus perfectos senos, la Leona metió su mano en las bragas de Laura y cogió fuertemente su vagina. Las demás mujeres la desataban, pero la agarraron con mucha fuerza para evitar la huida.

Le empujaron contra la pared y mientras dos de ellas la sujetaban, otras dos le abrían de piernas rompiendo sus braguitas para que la Leona pudiera chuparla.

-Eso es, abrid bien a esta puta para que pueda comerme su coño.-

Empezó a chupar, Laura lloraba desconsoladamente, pero la cinta en la boca impedía que emitiera sonidos. sus fuerzas se desvanecieron y las mujeres que tenía controlando sus brazos pasaron a controlarle los pechos con sus lenguas.

Estaba asustada y quería desaparecer, pero su grado de excitación debido a los chupetones que la Leona le estaba propiciando, comenzaron a dejar ver su efecto y dejo escapar un pequeño murmullo de placer. Por otro lado, su vagina comenzó a emanar sus flujos, empapando la cara de la Leona:

-Mirad, si la puta se ha corrido, jajaja.

Arrancó la cinta de su cara y dijo:

-Ahora chúpame a mí zorra de mierda!

Laura Tuvo que hacerlo, si no, hubiera ocurrido algo peor. Comenzo a lamer su coño mientras escuchaba sus asquerosos gritos de placer.

-Aahahhaaahahagahaghaaaaaaasí, sí puta, qué bien lo haces.

Las mujeres que no la sujetaban, besaban con fuerza sus grandísimos pechos.

Movían su cabeza para que lamiese cada vez una parte de la Leona. Enganchada del pelo y con la lengua, la llevaban hacia su cara, hacia sus senos, hacia su coño... Así hasta que aquella mujer de ojos azul cielo no pudo evitar correrse con todas sus fuerzas.

-Síiiihahahahahahhgahaghaghahah ¡¡lo has conseguido puta, me he corrido como nunca!! ¡Eres una zorra de mierda!

Laura Creía que todo había acabado, cuando vio que la Leona se sentó colocando su sexo en sus pechos mientras con sus brazos sujetaba los suyos. Dejó caer gran cantidad de saliva en su cara, la cual estaba resbaladiza debido al sudor y a las lágrimas.

En ese instante noto cómo dos de sus zorras le abrían las piernas, y una tercera salió de detrás de una estantería con un palo de una fregona. Laura temía lo peor, volver a repetir aquella terrible experiencia con los policías.

La Leona comenzó a lamer su cara lentamente, mientras introdujeron muy despacio aquél palo entre sus piernas. Laura Estaba totalmente a la merced de aquellas mujeres.

Sintío daño, aquél palo era demasiado grande y muy largo. Cada vez lo metían más adentro. La Leona, mordía sus labios suavemente mientras restregaba su coño en sus pezones, los cuales estaban durísimos. Comenzaron a mover el palo más rápido, Laura sentía dolor pero a la vez excitación. Cada vez estaba más y más caliente.

El dolor se desvanecía, era tal mi grado de placer que Laura comenzo a gemir como una loca.

-Ahagh sí... ahaajhahj

De pronto la Leona comenzó a abofetear a Laura de la cara. No le importaba, estaba a punto de correrse. Ya que sus líquidos no aguantaron más y comenzaron a salir abundantemente, llevándole a un gran orgasmo, que dejo pantente en su gran grito placentero

- ahhhhhhhhhhhhhhh

Se escuchó un sonido y la Leona y sus zorras salieron corriendo, y allí quedo Laura, tirada en el suelo, complétamente desnuda, sin fuerzas para nada y envuelta en los jugos vaginales tanto de la Leona como los suyos.

Los guardias al ver a la reclusa desnuda la tomaron de los brazos y la condujeron a la sala contigua mientras comentaban el castigo que le impondrían a la reclusa rebelde.
Pero tambien se llevaron a Natalia y a Diana.

-Ustedes 3 han escuchado. preparen sus agujeros para ser usados por estos muchachos y recuerden que deben ser muy buenas para no recibir castigos, se estan portando mal.-
- no es certo – contesto laura, cuando iba explicar todo recibio una bofetada

-Laura, me pedirá de rodillas ser azotada en el culo con la vara.-

-Azotes en el culo no, señor, por favor.-

-¿Los prefieres en las tetas? ¿O quizás directamente en la concha?-

-Azóteme en el culo con la vara.-

-Veo que obedeces muy bien.. Te compensaré permitiéndote mamarla luego de recibir los azotes. Apoya tu vientre en el caballete, dejando el culo levantado.-

Laura obedeció de inmediato y se dispuso a ser castigada. Al mismo tiempo notó que su vagina se humedecía. Fabián levantó la vara y descargó una docena de azotes en el culo de la joven, que gemía al recibir cada impacto.

Al finalizar Fabián estaba lo suficientemente caliente como para penetrarla sin necesidad de felatio alguna. Le ordenó acostarse sobre una colchoneta y separar sus piernas. A continuación la penetró. Efectivamente su vagina estaba muy lubricada por lo que la entró de un golpe. Poco después descargaba su leche.

-Te llevaré a pasear, un poco de aire puro te hará bien. Te pondrás este calzado porque no quiero que lastimes tus pies y luego de encadenarte adecuadamente, saldremos.-

La joven se colocó el calzado y extendió los brazos para ser esposada. Fabián le indicó que no le colocaría esposas sino un arnés de cadenas. Así rodeó primero su cintura con una cadena que tenía fijas esposas a los costados. Allí cerró las muñecas. De la parte delantera del cinturón-cadena pendía otra cadena rematada en dos tobilleras, unidas por otro trozo adicional de cadenas, que ubicó en sus tobillos. Finalmente un collar de cuero se ajustó a su cuello.

Laura estaba indefensa y sus pasos debían ser muy cortos, ya que la cadena que unía sus tobillos no tenía más de treinta centímetros.

-¡Así no podré caminar!-

-No te preocupes. Verás que con unos azotes en las tetas de pronto te das cuentas que puedes caminar.-

No había terminado de decirlo cuando una vara de mimbre impacto sobre los pezones de Laura, que dio un respingo.

-¿Ves que puedes moverte? La vara en los pezones es muy efectiva para que recuerdes que sí pueden hacerlo.-

Fabián portaba la correa unida al collar de Laura y con frecuencia descargaba algún azote sobre el cuerpo de la joven. Así anduvieron más de dos kilómetros. Laura, agotada, pidió que hicieran un descanso.

-Me parece bien. Mientras descansas arrodillada, me la mamarás hasta hacerme acabar en tu boca.-

-Señor, eso es un asco. No quiero ponerme su verga en la boca.-

-No importa si quieres o no. ¡Chúpala!-

Laura se arrodilló, abrió su boca e introdujo la verga de Fabián todo lo posible dentro de la misma. Cerró sus labios y con la lengua comenzó a acariciar la glande. Poco a poco la verga se iba agrandando y poniendo más y más dura, clara indicación que estaba haciendo una excelente mamada. Ya estaba bien dura cuando Fabián la retiró y le indicó que separara sus muslos para metérsela por el culo.

Eso era algo que a Laura le disgustaba mucho (y le dolía bastante). Había tenido que hacerlo varias veces desde que fue hecha prisionera, pero no se atrevió a desobedecer. Se volteó con los las manos esposadas se separó los cachetes del culo exponiendo el ano para ser penetrada.

Fabián no demoró en clavársela por el culo. Laura emitió un quejido de dolor que no lo detuvo en continuar penetrándola. Estuvo un rato bombeando hasta que unas gotas de semen salieron de su verga. Luego la retiró, lavándose en un arroyo cercano.

-Emprenderemos el regreso, pero antes quisiera dejarte u




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Sadomasoquismos

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