Planear para tener a la pequeña Maria. (3ra Parte)
( Relatos Heterosexuales )


El relato es totalmente ficticio.
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Le digo que se acerque y ella lo hace, parece enojada pero para mi suerte también está resignada, llega a mí y yo le toco la cara, no dice nada y vuelve a llorar, entonces, yo un poco harto de sus lloriqueos le digo que deje de llorar, que si sigue llorando me aburriré y tendré que decirle a todos lo de sus fotos. Ella llora más fuerte pero en seguida trata de calmarse, lo logra y le pido que se acerque más. Ella lo hace hasta estar casi pegada a mí, ya más tranquila y con su rostro más normal, solo que con los ojitos y la nariz rojos de tanto llorar. Le toco entonces, sin poder resistir más, uno de sus pezones, es suave y casi elástico, entonces se lo chupo mientras mis manos comienzan a acariciar ansiosas su enorme y bien formado culo, ella empieza a llorar de nuevo pero eso ya no me importa, sin ninguna resistencia de su parte todo parece indicar que la he hecho mía.

Entonces la alejo un poco, mi pene está ansioso y debo pensar en que parte de su cuerpo debo rociar mi semen, ella solo mira para abajo, entonces le pido que se quite el short, parece pensarlo un poco más que con la blusa pero igual lo hace, cuando está a punto de desabrocharlo le pido que también baile un poco, ella comienza a llorar un poco pero desiste, comienza a bailar muy toscamente, mueve mucho el culo lo cual me gusta, termina de quitarse el short aunque esta vez su euforia anterior parece terminar pues se deja sus braguitas. Yo no le doy importancia y la jalo hacia mí, hago que se hinque dejando su cara sobre mi sexo, entonces le pido que me desnude, ella empieza a volver a llorar pero esta vez yo le alzo la cara y le amenazo de nuevo con lo de las imágenes y le menciono todo lo que se de ella con tal de asustarla, entonces aun sollozando me comienza a quitar los pantalones y los bóxer al mismo tiempo, de una manera que parece ser muy practica para ella.

Entonces le pido que me traiga la laptop, ella que inevitablemente mira de reojo mi pene ya bastante erecto, quizás con curiosidad pero más que nada con inquietud, se pone de pie y toma la laptop, parece haberse acostumbrado ya a las fotos del jabón entre sus nalgas y su sexo expuesto y la trae bastante más tranquila de lo que yo suponía. Me entrega el aparato el cual conecto a un enchufe cercano, entonces pongo la pantalla de frente a mi pene y a una distancia de más o menos cuarenta centímetros, le pido a María que regrese a su posición y se incline, ella lo hace poco entusiasmada pero eso es algo que me tiene sin cuidado.

Evidentemente no tiene idea que el ordenador tiene una cámara web que bien funciona también como una cámara de video, todo lo que estuvo sucediendo desde que ella llego hasta este momento y también lo que sucederá en los siguientes momentos ha quedado y quedara video grabado en este computador portátil.
Mi pene, totalmente ansioso y con una carga proveniente de veinticuatro horas de excitación por el cuerpo de María esta casi a punto de estallar, le pido entonces que chupe mi sexo, ella, como adivinando desde antes lo que yo le pediría, se resiste inmediatamente con un no, entonces vuelvo a comenzar con las amenazas y le muestro el video del que provenían los fotogramas, ella se impacta mas pues no sabía que había un video pues solo había visto las imágenes, después de cinco minutos de nuevas amenazas de mi parte y lloriqueos de ella finalmente acepta.

Le aviso que no use los dientes y que por el contrario quiero sentir su lengua, ella sin embargo parece aturdirse por unos instantes puesto que me llega a dar dos que tres mordidas leves y su lengua se atora mucho, entonces tomo su cabeza y le digo que mueva la lengua más lentamente e intente esconder los dientes, entonces comienzo a clavar su cara en mi pene, primero lentamente pero con una aceleración constante, entonces ella parece entender y al soltar su cabeza comienza a moverse ella sola, en un movimiento más lento pero demasiado excitante, comienza también a usar sus manos de vez en cuando pero sin separar jamás su boca del pene, me sorprende bastante puesto que mi pene, de unos veintidós centímetros de longitud parece caber perfectamente en esa boca de niña, tras un par de minutos me doy cuenta de que estoy a punto de venirme, entonces a punto de decirle que separe su boca decido que lo mejor será dejarla, ¿Por qué venirme en su cara cuando puedo venirme en su boca?. Entonces finalmente me vengo, aun así ella tarda en notarlo pues siguió moviéndose por diez segundos después de la erección.

Finalmente se da cuenta y aleja su boca en un intento de escupir, pero es tarde, se ha tragado casi todo el semen y el que no apenas pudo escupirlo de manera que todo cayó sobre su cara y sus pechitos, cierta línea de líquido transparente llego a los limites de sus braguitas humedeciéndolas un poco. Ella llora silenciosamente, se que se acostumbrara, es mejor que lo haga.




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Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
1329

Categoria
Heterosexuales

Fecha Envio


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