MI HIJASTRA
( Relatos Heterosexuales )


Eran las once de la noche, un pequeño ruido me despertó y con ese pretexto me levante y me dirijo a la sala donde se que duerme mi hijastra, tiene quince años y tiene el mismo cuerpo de mi mujer a su edad. Es como tener una segunda oportunidad de tener el mismo cuerpo.

Como se imaginan, al conocer a mi mujer ella ya tenia hijos asi que no la pude gozar virgen. Ahora cualquier pretexto me sirve para ver a mi hijastra alli tendida en su camita con sus ricas piernas abiertas, en eso veo al gato que pasa en el medio mismo de sus piernas, que envidia, ella se lo sacude y se pone de lado dejando ver algunos bordes de sus nalguitas virgenes. Me acerco lentamente y ella se sorprende, voy solo con un pantaloncillo de algodon grises que permiten ver el contorno de mi miembro que esta rigido. Le pregunto, pasó algo, ella responde con la cabeza que no, pero puedo ver como mira mi miembro de reojo, esto hace que se me levante un poco y me palpite. Me siento en la orilla de su camita para que no note mi erección. Empezamos a hablar de su reciente altercado con su madre por una de tantas indisciplinas de adolescente. (Les juro que mi conciente lucha contra mi cuerpo para no desearla). Ella llora un poco y se me acerca apoyando su cabeza en mi hombro, en algún momento con un movimiento veloz ella roza mi miembro con su mano por accidente(?) eso me vuelve loco y la empiezo a besar, despues de unos segundos al frotar su brazo y besarla. Ella pone su mano sobre mi miembro a traves de mis pantalocillos y la siento apretarlo con deseo (tal como lo imagine, pense) mis manos recorren sus tiernas piernas con su carne tungente y morena. La empiezo a explorar y ella se rinde, mis manos rozan los labios de su vagina debajo de sus pantaloncito y mi boca succiona su lengua, se siente que no ha sido besada mucho. Rapido la desnudo y tomo su mano para introducirla dentro de mis pantalones ya que mi miembro lucha por salir y sentirse envuelto en los jugos calientes y humedos de ella, ha esperado tanto y lo he frotado tantas veces pensando en ella que ahora el se desespera por que yo cumpla la promesa. Le advierto que no podemos consumarlo sin preservativo y ella me toma de la cabeza para poner mis labios en sus pezones, ohhh, que delicia, pezones recien desarrollados, todavia duros y terzos con cada movimiento de mi lengua ella frota su vulva con mi pene, ella todavia tiene su braguita, mis manos se dirigen a sus nalguitas, las apriento, ella se aprieta a mi, lame mi oreja y me susurra: Quiero sentir... Le digo que solo un poco, quito su ropita y su cuerpo es muy parecido al de mi mujer por lo que al colocarla con las piernas un poco entreabiertas, mi pene puede encontrar su entrada facilmente, he recorrido tantas veces en mi mente ese mismo camino y ahora que estoy alli mi cuerpo tiembla de solo pensar en hacerlo en la vida real, mi glande empieza a entrar pero veo en su cara una señal de disgusto, por lo que empiezo a recorrerla con mi lengua, bajo por su ombligo, por un momento recuerdo cuando era una niña, pero la veo cerrar sus ojos gozando, y la vista de su piel me hacen pensar en la rica mujer que tengo para mi. Llego a su vulva y la veo alli, rosada y deliciosa, sujeto sus caderas con mis manos y con mi pulgares separo sus piernas, eso me permite ver sus labios menores, su clitoris y su himen intacto. Tiene un vello ligero que ya le cubre buena parte del pubis, con mi lengua haciendo un recorrido en la orilla de su vagina, ella se dobla hacia arriba y me aparta la cabeza bruscamente, siento la piel de sus muslos en mis manos, ella se detiene y me mira con asombro, mueve su mano y se acaricia luego pasa su dedo entre sus labios dejando descubierto sus jugos que empiezan a salir. Vuelvo a lamerla hasta meter la punta de mi lengua, siento sus sabores nuevos, siento como su espalda se arquea a cada leve movimiento de mi lengua, me acaricia los hombros y me guiña, luego me pongo sobre ella y mi pene se dirige directo a su vulva, la penetro facilmente, es como mi mujer pero mas rica, la humeddad de ella mas la de mi lengua facilita la entrada, cada centimetro de mi pene la goza y un sudor la recorre, mi espalda se siente tensa y lista para dar un golpe, pero la detengo, hay que ser delicado con ella. A cada leve movimiento de mis caderas ella se calienta, meto mi mano detras de su espalda y la siento humeda de sudor de esa manera se facilita para ella tragarme, se abre y me recibe todo, estira su mano y acaricia mis bolas, estan casi adentro, yo no puedo resistir la fricción de su vagina tan humeda calientita cuando la siento venirse en su primer orgasmo, su espalda arqueada, me aprieta y tras un largo momento sin respiro ella deja salir un quejjido, le tapo la boca y continuo, mis jugos empiezan a salir me voy poniendo mas calienta, la golpeo con mas fuerza, golpe, golpe, golpe sacudida, ella se estremece, mi lecha inicial la moja mis nalgas piden empujar mas fuerte, cada sacudida puedo ver sus pechos erectarse de placer, ahora si no puedo detener mi eyaculacio ahora voy, y en ese momento mi mujer me despierta para avisarme que voy tarde al trabajo...Maldicion...





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Categoria
Heterosexuales

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