Planear para tener a la pequeña Maria. (5ta Part
( Relatos Heterosexuales )


Come con lentitud, pero come, la comida no esta tan mal, ella me mira de vez en cuando, ya no parece estar enojada, solo mira con su inevitable mirada de niña combinada con un sentimiento de vacío, parece por fin haberse dado por vencida.

Veo sus pechitos e inevitablemente mi pene, que parece entender las facilidades que hay para complacerlo se pone erecto, pero tengo mucho tiempo para hacer con ella lo que quiera, la dejo de ver y como tranquilo.

Tras veinte minutos le ordeno que apague el televisor, ella lo hace y le pregunto si nadie sube a visitarla hasta su casa, ella responde que no, que solamente ella baja, y que en las tardes baja para jugar con los otros niños pero que hay veces que no lo hace, le pregunto que de nuevo que si alguien la viene a buscar y responde con la voz entrecortada y al borde del llanto.

Entonces le digo que entre al cuarto, ella titubea un poco pero finalmente lo hace. Entonces tomo un poco mas de agua, tomo el candado y me dirijo al cuarto central, sin embargo recuerdo un detalle y me acerco a los trastes, busco entre los cubiertos y finalmente tomo el indicado, un cucharon con un asa de plástico liso y sin ningún tipo de relieve, justo lo que necesitaba.

Entro entonces al cuarto y cierro con candado, la miro y está sentada en el catre, mira hacia abajo al principio pero me mira al momento en que cierro. Tomo la laptop y preparo de nuevo el modo de grabación, saco también una cámara de video, la acomodo en un mueble de manera que apunte hacia la cama grande, entonces llamo a María y le ordeno que se ponga sobre la cama, la acomodo sobre sus rodillas y sobre sus manos, aprovecho también para toquetearla un poco, ella ya no se queja, entonces ejerzo presión sobre su espalda y la acomodo de manera que su culito divino se alce.

Tras acomodarla le pongo la laptop que ya está grabando frente a su cara, la laptop ya no graba en modo oculto sino que ahora puedo ver desde la pantalla su cara, se me ocurre una bobada y le pido que sonría, ella lo hace, no se ve muy bien sonriendo de esa manera tan forzada, pero al menos destaca y queda claro de que apenas es una niña. Acerco la cámara y enfoco su culo, la iluminación por suerte es perfecta y se puede ver el esplendor de su culo, entonces conecto la cámara a la PC para que María no pierda detalle y además, de esta manera la cámara ahorra hasta cuatro veces su batería, de haber sabido de la buena iluminación me hubiera traído más cámaras, quizás para mañana.

Entonces ella nota en la pantalla la imagen de la cámara filmando su culo y empieza a sollozar, ya sin lagrimas pues se las ha gastado todas hoy, entonces comienzo a desincrustar las braguitas que parecían haberse escondido entre los labios rosados de su vagina y uno que otro poquito de tela había dado a dar un poco en su ano totalmente firme y cerradito. Al quitarle sus bragas se las lance a su cara y le ordene que las lamiera y chupara, ella pareció pensarlo dos veces, extrañamente no sollozo ni un poco como ya me había acostumbrado sino que solo pareció tomar aire antes de obedecer la orden, entonces comenzó a lamer, le dije que no se moviese, que mirara a la cámara de la pantalla y que no se le fuera a ocurrir moverse, que si hacía que esto saliese mal le iba a ir mucho peor. Ella asintió con la cabeza, siguió lamiendo las bragas.

Entonces saque de mi mochila un lubricante de base de agua especial para este caso y después de eso el cucharon del asa de plástico liso, comencé a untar un poco de la crema lubricante sobre el asa y un poco más sobre el hoyito arrugado de su ano, ella, por cómo se notaba su cara en la pantalla, estaba un poco más que nerviosa. Comencé a tratar de meter poco a poco el dedo meñique, pero, dado que dilatar un ano no es tan sencillo como las películas pornográficas y los cuentos eróticos nos suelen hacer pensar, sabía que esto iba a tomar un poco de tiempo, mas tomando en cuenta a quien le pertenecía este culito en cuestión.

Sigo insistiendo y tras fallar con el dedo busco en su mochila algo que sea de utilidad, le digo que no se mueva, sin tardar mucho encuentro lo indicado, una clásica pluma común y corriente, excelente pionera para penetrar ese anito. Unto un poco de crema en él y comienzo a introducirlo, el trabajo parece aligerarse y por fin logro introducir hasta la mitad y contando, ella comienza a quejarse pero le hago un recordatorio de que se debe quedar tranquila, meto un poco más a la afortunada pluma y María vuelve a quejarse, esta vez la callo con una nalgada cuyo sonido, por cierto, es bastante agradable, son nalgas suaves, música.

Tras un par de minutos de meter y sacar la pluma, su ano comienza a ceder y parece estar listo para algo más grande, saco la pluma, un poco embarrada de mierda y la limpio en un papel sanitario que traía en mi mochila, vuelvo a introducir un poco más la pluma y la saco, ya no tiene tanta mierda, solo muy poco en la punta, le limpio ligeramente la punta sucia y le entrego la pluma a María que sabe perfectamente de donde proviene.

– Deja las bragas y chupa esta pluma. – le ordeno.

Ella mira la pluma, mira la pantalla y vuelve a mirar la pluma, la chupa, con los ojos cerrados quizás para tomar valor pero lo hace, le ordeno que se mantenga así pero que no deje de ver a la pantalla, esto último quizás no era necesario ella esta tan interesada en mirar su culo como yo. Es un culo hermoso.




Escriba aquí su comentario sobre el relato:

Opps! Debes iniciar sesión para hacer comentarios.

Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
1334

Categoria
Heterosexuales

Fecha Envio


Votos
0