Planear para tener a la pequeña Maria (7ma Parte)
( Relatos Heterosexuales )


Entonces ella, que todo el tiempo se percato en silencio inocente de la situación de su ano se atrevió, con una voz enmudecida y ligera, a comentarme su incomodidad acerca del cucharon, yo solo sonreí, pues tenía razón, y alzando sus piernas hacia mí, de manera que la doble prácticamente a la mitad cambiando la posición de mis testículos de sus narices a su boca y dejando frente a mí su ano que, por la posición, dejo verse aun más dilatado, adornándose entre sus nalgas como un aro de un rosa tierno atacado por el centro con un cucharon hasta la mitad, entonces lo tome y lo saque con cierta facilidad dado el nivel de prolongación del diámetro del circulo rosado, al sacarlo el tamaño de su ano no varió mucho y ahora se veía como un circulo oscuro rodeado de un aura rosa en medio de piel blanca que no se había dado a la vista en mucho tiempo.

Aunque ya había sacado el cucharon y se lo había dado a María, como marcaba nuestra reciente tradición de que ella chupase a todo objeto que invadiera su culo, no pude evitar quedarme mirando su ano ya dilatado, listo sin duda, para que, por un poco mas de esfuerzo, fuera invadido ahora por mi pene, pero sin embargo, por más ganas que tuviese, este estaba cansado, según mis cálculos tomaría casi una hora poder lograr venirme un par de veces, quizás tres.

Entonces, por fin me paro y su boca se libera de mis testículos ocupantes, ella tras un minuto de entender que ya estoy parado y nada mas entrara por ahora en ninguno de sus orificios se para y se sienta en la orilla de la cama, yo estoy de pie revisando la cámara, reviso casi todo el video y sin duda valió la pena, la calidad de la imagen no defraudo a los cuatrocientos dólares que costó y las tomas grabaron a la perfección todo detalle del culo, es una buena cámara, hasta las tomas de cuando me la folle por la boca están excepcionales.

Tras revisar la videocámara la puse a cargar batería, para que no fallara en la siguiente sesión, entonces me dirigí a la cama, para revisar la laptop, mi mirada paso por la de María, pero ella me evito, ahora ya no era tanto el enojo, ahora era el miedo y la inferioridad, entonces, ignorando eso, me acosté en la cama, mi pene estaba ya menos erecto y me puse a revisar lo grabado por la laptop, entonces, dado que estaba más cerca de la cara de María note que el audio de sus gemidos y balbuceos era más detallado y fuerte, entonces, como una travesurilla mía, adelante el video a la parte del cucharon en su ano, donde los balbuceos que en su momento no escuche cuidadosamente, subí el volumen y entonces todo el cuarto rebosaba del sonido de los gemidos de María, ella volteo, lloro.

Tras casi veinte minutos de lloriqueos de María, y ya cuando sus ojos hinchados volvían a su estado normal le pedí que se acercara, ella se seco las lagrimas, aunque realmente ya no tenía pues su piel las había absorbido ya, lentamente, con desconfianza se acerco, mis manos fueron directamente a sus nalgas, la acosté boca abajo con su cara frente a la laptop, entonces comencé a reproducir en el ordenador una película porno, mientras estaban los títulos que aun no revelaban la identidad del genero de la película, me acomode de manera que mi pene descansara entre sus nalgas y mis testículos se acomodaran en el acolchonado límite de sus piernas y su culo.

Ya acomodado mi pene pareció comprender su ubicación y se puso erecto, pero solo hasta cierto punto, hasta donde el dolor de tanto ser usado le dejaba, pero ya no lo sentía tan doloroso, se estaba reorganizando, de pronto la película comenzó revelando su verdadera identidad, al ver las imágenes María miro hacia abajo, sin embargo yo quería que viera y tomándola de los cabellos la jale de manera que se viera obligada a mirar al frente, el video era largo y mostraba todas las posiciones clásicas y hasta me dio varias ideas para ejecutarlas en María, ella solo miraba, callada.

Cuando se acabo la película, que duro algo así como media hora mi pene estaba más que listo, mis testículos estaban a su máximo en la fabricación de esperma y María, como siempre, estaba impecable.

Entonces, antes de que mi pene entrara en acción decidí acostar a María boca arriba, acomode cámara y laptop, entonces pose mis testículos sobre su boca, le ordene que los chupara y los lambiera justo como en la película, ella tardo unos diez segundos en pensarlo pero finalmente lo hizo, al principio lo hacía horrorosamente, había momentos en que, como toda novata, casi me arrancaba un testículo con los dientes, entonces tras guiarla un par de minutos ella pareció comprender y comenzó a hacerlo de manera magistral, su boca fresca y juvenil, irónicamente, me calentaba mas.




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Codigo do Relato
1350

Categoria
Heterosexuales

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