Felices 40 4ª
( Relatos Heterosexuales )


Al volver del agua vi a Marcial (el camarero al que antes habia ordeñado en el almacen), el chichi se me derritio, ademas que esta buenisimo tiene un rabo bien gordo, antes apenas pude metermelo todo en la boca.

No suelo ser tan descarada pero ese dia yo estaba lanzada, mi saludo fue decirle directamente que queria pegar un polvo con el. Fuimos en coche a su apartamento, por el trayecto toque el bulto de su paquete, saque la verga al aire y la acaricie con la lengua, a el le gustaba pero me pidio calma porque podiamos sufrir un accidente. En el ascensor, con una mano me cogio las dos mias por la muñeca y con la otra me bajo un tirante y me chupo la teta dando mordisquitos, cuando llegamos a la planta sali del ascensor casi desnuda, me daba igual que pudiese verme alguien.

Al entrar en su piso, me bajo el otro tirante y el vestido cayo, me cogio de las nalgas alzandome al aire y no se cuando libero la polla pero me hinco hasta la pared de la vagina, me abrace a su cuello y cabalgue, tuve un orgasmo brutal, me tumbo sobre la mesa y solto su leche sobre mi cuerpo, sentir su caliente semen sobre su cuerpo me produjo un placer inexplicable, volvi a eyacular.

Marcial fue al cuarto de aseo, de repente se abrio la puerta, sus dos compañeros de piso regresaban al hogar y me vieron tumbada sobre la mesa el vientre lleno de semen, los pezones apuntando al techo erizados y el chocho abierto puntando a sus caras, tras un momento de incertidumbre en el que se quedaron parados mirandome, sin pensarlo les dije que si tenian hambre tenian la mesa preparada. Uno de ellos se lanzo a mi chocho chupandolo, el otro que es negro me sobaba las tetas hasta que abri la bragueta y comprobe que es cierto el mito de que los negros la tienen muy grande, la chupe mientras el otro seguia comiendome el chichi, no se quien de los dos se corrio antes creo que fui yo a continuacion el negro descargo sobre mi piel haciendome sentir la misma placentera sensacion que experimente antes, salio Marcial del aseo y vio a sus dos amigos follandome y se unio a la fiesta, me incorpore, pedi al negro que se tumbara en el suelo, su enorme poya seguia igual de tiesa, me agache hundiendola en mi coño, Marcial apunto su capullo en el agujero de mi culo y me clavo que dulce sensacion sentir dos vergas en mis entrañas, mientras el tercer amigo me la puso en la boca y la trague, yo me volvia loca, clavada por tres corriendome sin parar, mientras uno tras otro, se vaciaban sobre mi.

Fueron cambiando las posiciones, yo perdi la conciencia, creo que cada uno de los tres me la metio en cada uno de mis tres orificios, solo recuerdo cuando el negro me la clavo en mi culito, me hizo daño al principio pero una vez dentro me gustaba.

Creo que de vuelta a casa pararon el coche y todavia volvieron a follarme, yo borracha de placer no me entere de nada.

Cuando desperte en mi cama, estaba vestida con el vestido empapado, yo toda mojada de lefa y al levantarme apenas podia andar, tenia el culo y el coño en carne viva.

En menos de 24 horas hice que se corrieran 8 tios, alguno muchas veces, mi coño solto tanto jugo que todavia no se como me deshidrate, los hombres me dieron tanto semen que podrian contarse por litros.

Me he convertido en una zorra, pero me lo paso bien, y mi marido disfruta con ello.


            (continua)




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Codigo do Relato
1358

Categoria
Heterosexuales

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