Me cogi al novio de mi Madre
( Relatos Heterosexuales )


Mi nombre es Vicky, de 19 años, soy trigueña de ojos verdes, tengo buenas nalgas y buen cuerpo según me han dicho. Desde que desarrollé a los 13 años, me ha gustado el sexo y creo que soy muy caliente, posiblemente más de lo normal.    A los 14 años perdí la virginidad con mi novio de turno, fue una mala experiencia, además del dolor, el muy estupido se vino a los dos minutos que me penetró. Dejándome desvirgada y frustrada.

Lo mismo me sucedió con mis otros novios con los cuales tuve relaciones sexuales, quienes se saciaron personalmente pero, dejándome con ganas de sentir satisfacción, lo cual demostraba su clara inexperiencia y desconocimiento de la sexualidad.

Por ello, a mis 16 años decidí buscar hombres mayores para que satisficieran mi enorme y acumulada necesidad sexual.
Ese año, mi madre, quien está separada desde hace muchos años de mi padre, tenía un novio a quien llamaremos Jack, de 35 años, de profesión médico, alto, cabello castaño, de cuerpo fuerte y bastante guapo. Desde que lo conocí me atrajo mucho y decidí empezar el coqueteo a pesar que era el hombre de mi madre en ese momento.

Cierta noche que regresé de la casa de una amiga vecina, escuché los gemidos de mi madre que venían de su habitación; me acerqué y la puerta estaba entre abierta, pude observar a Jack follando duro a mi madre. La estaba cogiendo en la posición perruna, con ambos dándome la espalda, Jack estaba flexionado pero parado sobre el culo de ella, le pude ver su enorme verga (unas 9 pulgadas) entrando y saliendo de la vagina mojada de mi madre, quien aullaba del placer que estaba sintiendo, en ese momento quise estar en el lugar de ella.
A raíz de ese suceso, tomé la decisión de iniciar la seducción del novio de mi madre.

Eso sucedió dos meses más tarde. Mi madre quien trabajaba en una firma de bienes raíces, fue llamada de emergencia para atender a un cliente. En esa tarde, ella esperaba la llegada de Jack, y me pidió que yo lo atendiera mientras ella regresaba. –Aquí está mi oportunidad- pensé.
Como ese día habíamos tenido el entrenamiento semanal para las porristas en el colegio, tenia puesto mi uniforme, que es un vestido cortísimo de una pieza como todos, y que lleva un pequeño short por debajo. Planee darme una ducha rápida y volvérmelo a poner y en lugar del short, ponerme un hilo dental minúsculo y eliminar el top.

A las 6:00 llegó Jack, luego de explicarle lo de mi madre, lo pasé adelante, lo guíe hacia la sala poniéndome delante de él, sentí su mirada recorrer todo mi cuerpo, como queriéndome desvestir con la mirada.   Se sentó en el sillón y le serví un refresco. Me senté en un sillón frente a él, crucé las piernas para enseñarle mis torneados muslos y el hilo dental que llevaba puesto. El rápido lo notó, pero disimulando y tratando de romper el hielo me preguntó:
-Que uniforme tienes puesto Vicky?-
-Es mi uniforme del equipo de porristas de mi cole!- le contesté
-Que lindo te queda!-
-Quieres que te haga una dinámica?- le dije,   él se acomodó bien en el sillón..
-Me encantaría verte!- me contestó

Me levanté, puse el estereo y empecé mi actuación con pasos gimnásticos, en eso que levanto la pierna mostrando toda mi parte tapada solo por el hilo dental. Jack me miraba fijamente tratando de no perderse nada. Luego me pongo de espaldas y me agacho dejándole ver todas mis nalgas. El está concentrado en todo mi cuerpo y yo sé que ya debe tener una erección total. Sigue el baile y el contoneo, su bulto en el pantalón está creciendo cada vez más.

Repito la operación de agacharme y mostrarle todo mi trasero, pero lo hago a menos de un metro de él.   Siento que sus manos tocan mis nalgas, luego me toma de las caderas y me jala hacia él. Caigo sentada en sus piernas, me voltea la cara y me busca la boca para un salvaje beso de lengua, yo claro que respondo al beso. Mientras eso sucede, una de sus manos se introduce en mi tanguita y recorre mi cuquita depilada con sus dedos, encontrando rápidamente mi clítoris que acaricia con ellos.   Luego, aún todavia besándonos, me introduce uno de sus dedos en mi grutita, moviéndole hacia fuera y hacia dentro, causándome un goce y exquisito placer. Yo le pido más y jadeo para que vea que lo estoy gozando.

Después de unos minutos en esa posición, me coloca a su lado, sentada, él se pone de pie y se baja los pantalones y luego sus calzoncillos, ante mi aparece una enorme verga erguida, con la cabeza grande y colorada.   –Mámala!- me pide.   Yo la tomo con mis manos, casi no la puedo rodear con una sola mano, y le doy pequeños chuponcitos a la cabeza, luego le paso la lengua en todas partes para después introducirme un parte de ella dentro de la boca. –Asi Vicky, asi, sigue asi!- me dice Jack.   Mientras me como su verga, el me baja la cremallera del uniforme, la cual cae al suelo, a continuación me acaricia mis senos y aprieta mis pezones. Eso me pone más caliente aún, mi coñito ya se encuentra totalmente mojadito.

-Te la quiero meter ahora!- me dice Jack, tomándome de las manos me levanta del sillón y cargada me lleva a la habitación de mi madre (el ya sabe como llegar alli), entramos, me acuesta y de un tirón me desprende el hilo dental, me abre las piernas y comienza a chuparme mi cuquita, con lengüetazos fuertes, recorriendo todo lo largo de mi rajita hasta llegar a mi clítoris, deteniéndose un rato allí para comerlo y apretarlo entre sus gruesos labios. Alli me vino mi primer orgasmo, lo tomé de los cabellos y luego de la cabeza y quise hundírsela dentro de mi coño, el seguía mamándomela y recogiendo con su lengua los fluidos que salían de mi vagina. Yo sentía espasmos en todo mi cuerpo que nunca había sentido con mis novios. Se notaba la diferencia entre una persona mayor con más experiencia en la cama. Jack me estaba llevando al cielo en ese momento.

Al rato, Jack dejó de comerse mi bollito y se colocó sobre mi, levantó un poco mis piernas y guió con su mano su enorme falo e introdujo el glande en la primera embestida, yo grité un poco al sentirme atravesada por esa enorme cabeza, la lubricación de mis fluidos y su saliva facilitaron su inserción. Luego con otra embestida me la metió a la mitad y finalmente con un suave vaivén sus nueve pulgadas estuvieron dentro de mi; yo me sentía llena, su verga llenaba completamente mi vagina, lo cual me dio un gran placer, sobre todo cuando empezó a moverse sobre mi, sacándo y metiendo ese gran pedazo de carne.   En unos segundos alcancé mi segundo orgasmo.

El seguía penetrándome fuertemente, acelerando sus movimientos de cintura; senti que iba a desfallecerme alli mismo del placer que estaba sintiendo. Con sus manos levantó mis piernas a la altura de su cara, y comenzó a chuparme los deditos de mis pies, uno por uno los chupó y lamió entre ellos, no sabia el placer que esto me producía, me volvió loca.
-Que cogida me estas dando!- -Sigue, que rico!- pude balbucear.

Al cabo de unos minutos, se desprendió de mi, se colocó boca arriba y me pidió que me subiera encima de su verga, lo hice, tomé su falo y puse la hinchada cabeza en la entrada de mi acuoso coñito y con mi peso lo hundí hasta que desapareció dentro de mi, quedando solo sus cojones afuera.   Luego inicie a cabalgar su verga, lentamente al principio y más rápido después, me movía de adelante hacia atrás y de arriba a abajo; Jack mientras tanto me apretaba las tetas, en ocasiones los jalaba hacia su boca y les mamaba los pezones.   Los movimientos de la follada eran más profundos cada vez, estaba a punto de venirme nuevamente, note que él también estaba por llegar al clímax, aceleré mi cabalgata apretando su verga con mis muslos, luego de unos minutos el gimió repentinamente avisando su venida, yo aceleré más y entre gemidos y jadeos, los dos terminamos casi al mismo tiempo. Un chorro de esperma caliente inundó mi vagina por completo, sentí como palpitaba su verga dentro de mi; parte de su venida salía por mis labios vaginales y llegaban a sus muslos.

Crei que esto seria todo, y estaba por agradecerle tan rica sesión de sexo, cuando me solicitó que me pusiera en cuatro, en la posición perruna. Lo complací y el quedó a mis espaldas, levanté un poco mi culo para que apreciara su belleza y conformación. Jack empezó a besarme las nalgas y a darme chupones en toda su redondez, con la lengua siguió la raya desde mi espalda hasta toparse con mi orificio anal, me mamó el culito y experimente un placer diferente, luego bajó a mi vagina dilatada que se abría como una flor delante de él,   hurgó su interior con la punta de su lengua, topándose con un líquido formado por su esperma y mis fluidos vaginales, sentí como los bebió. Al mismo tiempo que me comía de nuevo mi bollito, el se masajeaba la verga para volverla a erectar, lo cual logró en poco tiempo. Se colocó hincado atrás de mi y de un empellón me penetró hasta el fondo, luego me tomó de la cintura y comenzó un bombeo salvaje, la cama de mi madre rechinaba como nunca, su verga recorría toda mi vagina, hasta sentí que topaba adentro en el fondo.   La excitación fuerte regresó a mi y empecé de nuevo a jadear descontroladamente, sobre todo cuando Jack introdujo uno de sus dedos dentro de mi culito y lo movía conforme el ritmo de su cogida.

Minutos más tarde, me vine nuevamente, este orgasmo fue tan brutal que me desplome en la cama, pero Jack no dejaba de martillarme su verga en mi vagina, yo estaba en posición horizontal boca abajo en la cama y el seguía encima de mi follándome incontrolablemente con golpes secos y profundos, hasta que oí un gemido desgarrador, Jack estaba terminando, sacó su verga y masajeándola me bañó con su esperma las nalgas y la espalda. Yo estaba agotadísima, pero satisfecha como nunca.   Nos quedamos un rato acostados en la cama sin decir ninguna palabra.

Luego, fue a la sala a vestirse, yo me envolví en la bata de mi madre y me dirigí a la sala.   Al verme, me hizo encuentro y me dio un beso rápido. –Estuviste fantástica!- me dijo, me pidió que le dijera a mi madre que no podía esperarla más y que se había ido a su clínica. Se despidió con otro beso y se fue.

Pasaron los días, Jack visitaba menos a mi madre, y cuando lo hacia no quitaba la vista de mi cuando pasaba o cuando estaba presente con ellos. Yo sabia que me estaba deseando.   Estuvimos platicando por teléfono algunas veces, yo le decía que necesitaba verlo de nuevo a solas, pero él me indicaba que estaba muy ocupado y que aún no sabia que hacer, ya que era el novio de mi madre.

Un día que salí temprano del colegio, me fui a su clínica a buscarlo, había mucha gente haciendo espera, le indique a su secretaria que quería verlo, ella con un poco de prepotencia me preguntó si tenía previa cita, yo le contesté que no, pero que por favor anunciara que Vicky deseaba verlo. Ella entró y luego salió para indicarme que me recibiría en unos minutos solo que terminara de atender a la paciente de turno. En esos minutos fui al tocador de damas, y me quité las braguitas quedándome sin nada por debajo de mi falda escolar.   A los diez minutos, la secretaria me dijo que me recibiría, hubo caras largas en la sala de espera por esa situación.   Al entrar, esperé que la secretaria cerrara la puerta y me abalancé sobre él y le di un beso apasionado con lengüita incluida.   El también lo hizo. Luego, le dije al oído que no tenia nada puesto bajo la falda, eso lo calentó al instante, me levantó por las nalgas estando abrazados y tocó mi cuquita que ya estaba húmeda, me colocó sobre su escritorio, hizo a un lado algunos documentos y me acostó, después levantó mi falda para ver de cerca mi coñito. – Te ha estado extrañando mi cosita!- le dije para terminarlo de calentar.
Jack se hundió entre mis muslos y comenzó una mamada divina, chupaba y lamía incontrolablemente todo a su paso, levantó mis piernas para tener mejor ángulo de mi vagina, metió su lengua entre mis labios vaginales y subió a mi clítoris para chuparlo frenéticamente. Yo gemía y gemía, pero tenia que taparme la boca con mis manos para no ser escuchados afuera.

Después de unos minutos de mamada, se quitó la bata médica y se bajó los pantalones y alli acostada en su escritorio me penetró hasta el fondo, senti como su verga se abría paso entre las paredes de mi vagina, luego me bombeo con fuerza y movió su verga por todos lados y a distintos ritmos, me vine en ese momento, sentí como mis fluidos bajaban por mi vagina; él seguía follándome en forma casi salvaje, el escritorio se empezó a mover de su lugar por la fuerza que le daba a sus embestidas. Luego de varios minutos cogiéndome en esa posición, se detuvo y empezó a meterla con golpes secos, alli me di cuenta que estaba por terminar, el unos instantes su esperma caliente inundó mi coñito, el se tuvo que controlar para no hacer ruido, en su frente habían gotitas de sudor por el esfuerzo realizado. Después me pidió que me volteara, creí que era para seguir fajando, pero no, vi que arreglaba una jeringa, me pidió que no me moviera y luego sentí un piquete en mi nalga, él me estaba inyectando algo, le pregunté que era y me dijo que era un medicamento que me protegería por varios meses de un embarazo.
Con la nalga adolorida nos arreglamos, en mi caso me puse mis braguitas para detener un poco la salida de su esperma y que no me chorreara las piernas.   Platicamos un minuto y luego me despedí con un besito rico. Quedamos en que me llamaría pronto.

No había pasado una semana cuando recibí la llamada de Jack, el me pasaría a recoger del entrenamiento de porristas en el colegio para llevarme a casa, allí paso algo especial, que paso a contarles.

Como lo planeamos, Jack pasó a traerme al colegio, me subí a su vehículo, durante el trayecto yo estaba caliente por los besos que nos habíamos dado previo a dirigirnos a mi casa.   Una de mis manos abrió la cremallera de su pantalón y luego saqué su verga semi-erecta, y comencé a darle una buena mamada estando el manejando en la carretera, le chupe su glande y recorrí con mi lengua todo su tronco que se estaba endureciendo, cuando vi que estaba totalmente erecto, me quité el shortcito y poco a poco me subí sobre él, quedándome el timón del vehiculo en mi espalda. –Qué estas haciendo?- me preguntó preocupado, pero yo me acomodé sobre su verga,   la puse entre los labios de mi vagina y lentamente me la metí adentro de mi coñito. Luego empecé a moverme suavemente para que Jack quien conducía el vehiculo no perdiera el control.   Asi que, mientras Jack manejaba yo me lo estaba follando, como casi es de noche, las luces de su vehiculo no permitían que el tráfico que venía nos pudiera observar fácilmente. Estábamos cogiendo con el auto en marcha!!. En unos minutos, debido al sentimiento de peligro y de la excitación de que alguien nos observara en pleno acto, me vine a chorros, Jack se limitaba a jadear y manejar su automotor, su verga estaba durísima, no lo había visto con una erección igual.   Seguí montándolo por varios minutos más, hasta que lo vi cerrar unos segundos sus ojos, que advertían que estaba próximo al clímax. Súbitamente me tomó por la cintura presionándome hacia su verga, como intentando meterme hasta lo último, unos momentos después, sentí su esperma caliente recorriendo mi vagina y su verga palpitando dentro de mi.   Dejé que terminara completamente, le dí un beso y me desprendí de su falo, me senté a su lado y me puse mi short.   Me dejó a una cuadra de la casa, no sin antes decirme que había estado fantástico y que le encantaba la relación conmigo.

Para terminar les cuento que Jack terminó con mi madre y ahora somos novios de forma escondida, al menos hasta que cumpliera la mayoría de edad. Seguimos follándo rico y descubrimos otros campos dentro de nuestra sexualidad. Pero eso será la parte 2 de la historia.




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Heterosexuales

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