CON MI HIJA Y UN AMIGO
( Relatos Amor Filial )


Hola, soy casado, me llamo Andrés, tengo 54 años y mi mujer 47. Tenemos una hija de 15 años., rubia, ojos azules, 1,68 de estatura, unos senos aunque no muy grandes, si muy firmes, y unas piernas muy hermosas..
A ella siempre la había visto como una hija, pero un día que estaba con una falda muy corta, sentada frente a mí, la falda la tenia bien subida y mostraba unas piernas estupendas, me quede mirándolas y noté una erección tremenda, era la primera vez que esto me ocurría, me reprochaba que esto me hubiese pasado.
A raíz de este hecho empecé a verla de otra forma y sentía deseos por ella.
Una mañana antes de irme al trabajo, mi mujer ya había salido, al pasar por su habitación estaba la puerta abierta, me asome y contemple que estaba con un camisón muy corto, mostrando sus preciosas piernas y al tener desabrochada la parte de arriba quedaban a la vista sus hermosos senos, me quedé un instante observando ese maravilloso espectáculo., pero me alejé, desechando esos deseos que sentí en ese momento.
Estuve dudando un momento, pero ante mi excitación y muy nervioso entre en su habitación. Me acerque y decidí tocar esos apetitosos pechos, me produjo una excitación tenerlo en mis manos, eran duros, los apreté fuertemente y esto hizo que me hija se despertara, sorprendida me pregunto que era lo que pasaba, yo, muy nervioso, le conteste, nada hija, que te vi. destapada y entré a taparte, pero no pude evitar quedarme contemplando esos maravillosos pechos que tienes y tocarlos, ella algo confusa, pero noté que excitada, me contestó, te gustan papa?, si hija mucho, son deliciosos como todo tu cuerpo y ya sin ningún temor empecé a acariciarlos y besarlos, bajé mi lengua por todo su cuerpo hasta llegar al fruto apetecido, mi hija, no decía nada, pero jadeaba, estaba disfrutando de la lamida que le estaba dando a su coñito, después , los dos completamente desnudos nos revolcábamos en la cama.
No podía esperar más. La abrí de piernas, le acerque mi polla a su coñito, y lentamente se la fui introduciendo entre los gritos de placer de mi nena, me decía, no papa, me duele, yo le contestaba, espera hija, poco a poco te desaparecerá el dolor y tendrás mucho placer.
Ya le tenia bastante introducida mi polla, y seguía empujando, hasta que de golpe se la introduje toda, gritaba…..….. Poco a poco esos gritos se fueron transformando en jadeos de placer, me decía , si papá, mas, mas , que bien, que gusto me das, al oírle esto me excitó de tal manera que derrame toda mi leche en su coñito, quedamos rendidos, estuvimos un rato abrazados, me levanté me duche y me fui a la oficina.
En la oficina no podía apartar de mi pensamiento ese momento tan excitante vivido.
Pasaron unos días y no encontraba la ocasión para estar otra vez a solas con mi nena, cada vez deseaba mas disfrutar de su cuerpo.
Pasaron unas semanas, estaba en mi casa tomando unas copas con mi íntimo amigo Pedro,
A el lo conocí en mis tiempos de la universidad y desde entonces guardábamos una gran amistad, ese día mi mujer se había ido por la mañana temprano, aprovechando que era fiesta , a visitar a su madre y volvería bien entrada la noche.
Mi amigo, llevaba unos meses separado y como se aburría venia de en vez en cuando a visitarme, muy animadamente, con las copas que nos estábamos tomando, recordábamos nuestras correrías de solteros e incluso de casados.
Llamaron a la puerta y ante mi sorpresa era mi hija, pues no la esperaba tan pronto, llevaba un falda muy corta, luciendo unas piernas espectaculares, noté como mi amigo no dejaba de mirarla, y como estaba bastante alegre, me dice, amigo, tu nena esta buenísima, esta para disfrutar bien con ella, esto, como yo también estaba excitado y alegre, mas que molestarme, me excito mas todavía.
A continuación mi hija pone música y empieza a bailar con unos movimientos, que me estaba produciendo una erección tremenda, igual creo que le pasaría a mi amigo., volvimos a llenar nuestras copas y le di otra a mi hija.
De la música rápida, se pasó a una lenta, cosa que aproveché para bailar con mi hija, cada vez me la arrimaba más, y mi erección era tan enorme, que me olvide que estaba mi amigo observándonos, empecé a besarla, acariciarla, con la complicidad de mi hija, que se dejaba.
Mi amigo excitado por lo que veía, se acerco y me pidió que le dejara   bailar con ella, cosa que hice.
Me senté y seguí bebiendo, completamente excitado veía como él cada vez la apretaba mas. Pedro tenia buena planta y a pesar de sus 52 años , tenia una buena figura y muy apuesto, no había duda que me hija estaba disfrutando bailando con el, le gustaba, cada vez los dos mas arrimados, observé como mi amigo le ponía la mano en el culo y lo apretaba fuertemente, ya sin ningún miramiento se besaban en unos besos largos y apasionados, veía como le acariciaba los pechos, como le quitaba la blusa que llevaba y como la despojaba del sujetador, dejando al aire esos hermosos pechos, mi amigo superexcitado los besaba y los mordía, no tardó mucho en introducir a mi hija en el dormitorio que estaba al final del pasillo, desapareciendo ambos de mi vista.
De la excitación que tenia la polla me estallaba del pantalón., y empecé a masturbarme, no por mucho tiempo, pues me acerque al dormitorio, entreabrí algo la puerta y lo que contemple era impactante., que espectáculo , los dos totalmente desnudos y mi amigo haciéndole una comida al coño tremenda, mi nena jadeaba de placer, después fue ella la que le chupara su pene, mi amigo tenia un pene bien grande y grueso y mi hija glotonamente se lo llevo a la boca, haciéndole una mamada que me dejo impresionado de lo bien que lo hacía, parecía una experta, mi amigo sin esperar mas la abrazó, la sentó encima de el y empezó a clavarle ese pedazo de estaca, mi hija se movía con un ritmo cada vez mayor a causa del placer que le estaba proporcionando esa polla tan grande, no pude esperar mas y enormemente excitado entré en la habitación, abrace a mi hija por la espalda y acaricie sus hermosos pechos, le unté una crema en el ano y empecé a introducirle mi polla en su virgen orificio, mi nena gritaba, pero yo cada vez le iba introduciendo mas mi pene hasta que se la clavé toda, era increíble, mi hija, tenia dos pollas bien adentro y disfrutaba como una posesa, no tardamos mucho , tanto mi amigo como yo de llenarla de leche en una corrida monumental de ambos.
Ya se estaba haciendo tarde, y estaba próximo el regreso de mi mujer, así que nos duchamos y nos vestimos rápidamente, mi hija rendida se fue a su dormitorio a descansar.
Me despedí de mi amigo, me dijo que nunca había disfrutado tanto como ese día y que esperaba repetirlo, bueno si ocurre algo nuevo ya os lo contaré.




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Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
1472

Categoria
Amor Filial

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