Ensayo Sobre La Inhumanidad (Novena Parte)
( Relatos Heterosexuales )


Entonces le ordeno a Graciela que me limpie el pene, ella me pide que primero la deje ir con su hermana desmayada pero le digo que no.

- No se pueden hacer dos cosas al mismo tiempo Graciela.

Entonces, con impotencia e ira obedece. Es extraño cuando se recibe una felación de una persona molesta, visualmente es desagradable pues te miran con odio, pero la fuerza que hacen en la boca es especial, resulta un poco mas conmovedor la fuerza que propinan en cada bocado, en cada apretar de labios, es como si quisieran lastimarte pero lo único que logran es apasionar la acción, es extraño.

- Ya - le digo e inmediatamente acude con la niña.

El trato con ellas, con las niñas a las que les pago por sexo, es de tres horas por alrededor del equivalente de cien a quinientos dolares, aunque a decir verdad la costumbre y casi tradición es de doscientos dolares puesto que casi siempre ha sido así, no se por que realmente. ¿Que hacen con el dinero?, ni idea, no me interesa a decir verdad.

En esas tres horas yo tengo derecho a todo, sin limite alguno y sin pretextos, es algo que las niñas ya saben cuando acuden pero aun así siempre, siempre, las cosas resultan peor de lo que se imaginaban.

En el caso de hoy, por ejemplo, Graciela aceptó esto por el equivalente a quinientos dolares, me imagino que son cien por ella y cuatrocientos por la niña pues Graciela por si sola ya acepta las tres horas por ochenta o cien dolares.

Entonces, tras las tres horas las niñas se van, y si deciden volver, cosa que suele suceder muy a menudo, no existe ningún problema. La promesa de ambos es que ellas no dirán nada, por supuesto, y a cambio yo tampoco lo haré. Esto es quizás la base de todo, ellas podrían denunciarme pero eso arruinaría sus relaciones y amistades, su vida. Ademas, existen las cámaras, que para eso están, para difundir los videos en caso de que ellas hablen, y eso les asusta, ellas saben perfectamente que se les grabara.

Hay veces incluso en que cito a dos al mismo tiempo, y al llegar se salen totalmente de sus casillas, esperan todo menos que alguien de su propia escuela este ahí, viéndolas, y peor aun, tener sexo entre ellas, pero es parte del trato: todo lo que sea durante tres horas, sin pretextos.

Pero las niñas no vienen aquí solo por casualidad, en realidad la base de todo esto son alumnos de la secundaria, son cinco, dos mujeres y dos hombres, su trabajo es básicamente informarme de las nuevas alumnas o de que tanto se sabe de algo, de esta forma logro saber si es bueno seguir con esto o si debo suspender las cosas.

Ellos son bien conocidos y se sabe bien en que están metidos, pero nadie en la escuela dice nada por temor, y por que discutir con ellos significa que están implicados con ellos y si es así, dañarían su propia imagen. En cuanto a ellos cinco, no les importa, igual les pago.

La forma en que las niñas me contactan es por ellos o vía messenger, el correo esta anotado en varias hojas pegadas en los baños que las niñas que trabajan para mi pegan a escondidas, la hoja de papel contiene el e-mail seguido del mensaje "Dinero ñ_ñ:"

Normalmente las veo por las tardes, al rededor de las 5pm o por las mañanas, a las 7am, que es cuando faltan a clases para ir conmigo.

Con Graciela y Lorena fue por la tarde, y el trato también fue de tres horas, como siempre. Apenas va una hora, pero me tomare un descanso pues después de eyacular tres veces mi pene apenas y resiste.

Lorena ya recobro el conocimiento desde hace algunos minutos, ahora ambas lloran y Graciela la abraza como pidiendo perdón.

Las miro y entonces les ordeno:

- Besense.




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Codigo do Relato
1482

Categoria
Heterosexuales

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