Susana mi sirvienta y mi amante
( Relatos Heterosexuales )


Todo comenzó hace menos de un semana, mis padres andaban muy acaramelados porque se cumplían sus 20 años de casados, ellos se habían casado bastante jóvenes, a los 19 años y se la iban a pasar de lujo en un viaje por el Caribe, a mi me dejaron encargado con una sirviente, y aunque tengo ya edad suficiente para atenderme sólo a mi mamá no le gustaba la idea de que este sólo por un tiempo y le comentó a mi papá la idea, él le dijo que se encargue de conseguir una sirvienta para que haga la comida y el aseo, y mientras él se iba a hablar con sus socios de su empresa para coordinar sus vacaciones, mamá se encargaba de contratar una sirvienta. La que teníamos, una señora de unos 50 años estaba un poco enferma y por eso mamá le dio un tiempo libre para que se cure. Esa noche sería la despedida de mis padres antes de ir a su segunda luna de miel, así que papá se despidió de mí dándome un dinerillo y recomendándome que no descuide mis estudios, él se adelantó al aeropuerto a enviar el equipaje y mamá iría después a encontrarse con él para su viaje juntos. Al rato sonó el timbre, era mamá que vino en un taxi y entró primero a la casa, he de reconocer que mamá se ve bastante bien para su edad, es todavía guapa y se cuida mucho físicamente, pero la persona que entró detrás de ella, me dejo completamente anonadado, era la nueva sirvienta, una señora de unos 40 años, guapa, blanca, con grandes ojos, las cejas delineadas y maquillada, llevaba el pelo amarrado en una cola que se dividía en dos grupos de mechones que caían por sus hombros, , llevaba un polo rosa de cuello alto y mangas largas algo transparente, que dejaba notar su sostén blanco y dibujaba sus enormes tetotas, encima llevaba un saquito blanco corto con flores negras y grises, de la cintura para abajo vestía un pantalón de lanilla negra bastante ceñido que dibujaba sus anchas caderas, y sus buenas y torneadas, y por detrás como la cereza de la torta, manejaba un gran y redondo trasero, algo paradito y bastante uniforme, uno de los mejores que había visto en mi vida, y que volvería loco a cualquier hombre de sólo verlo, mamá la presentó, ella se llamaba Susana y había sido su compañera en la escuela primaria, pero sí que habían seguido caminos diferentes, mamá ahora era profesional y esposa de un hombre adinerado, mi padre, en cambio Susana había superado un divorcio y ahora se hallaba algo escasa de dinero, por eso mi madre la contactó para ayudarla económicamente, trabajando de sirvienta para familias adineradas, pero con un buen sueldo. Susana me saludó con un fuerte abrazo que le correspondí y un sonoro beso en la mejilla, -Hola- me dijo- me recuerdas?, era amiga de tu mami en tu infancia, hasta que nos mudamos, pero ahora estoy de vuelta en esta ciudad, para ayudarte cariño en todo lo que quieras.

Ya señito Susana – le contesté – jiji – rió- cómo has crecido, te has puesto grandecito, la última vez que te vi eras un bebe-

-Bueno, ahora que ya se conocen, me tengo que ir- dijo mi madre apurada- Veo que se van a llevar muy bien, así que se que vas a estar muy bien con Susanita.

-Si Helena anda con cuidado, que yo me encargo de tu niño-

-Jeje- me sonreí, me gustaba que Susana se refiriera a mí como un niño-

-Adiós mamá- me despedí de ella con un beso y un abrazo-

-Adiós papito – replicó mamá contestándome el abrazo- colaboras con Susanita, nos vemos en un mes, ya sabes que hacer.

-Si-le dije-apúrate que se irá el avión-

Mamá se despidió con la mano y abordó el taxi que se perdió al voltear por la esquina.

Me sentía bastante excitado ahora que estaba con una pedazo de mujer como Susana, y lo mejor era que mi propia madre la había traído a casa. Le sonreí y le pregunté cómo le iba, fuimos a conversar al sofá para estar más cómodos y Susanita me contó su historia y por algunos apuros que estaba pasando. Le pregunté si tenía sed y me dijo que un poco, quiso levantarse a servir una bebida, pero le dije que no era necesario y que yo lo haría. Después de beber unos refrescos y platicar mucho, me dijo que era muy galante y divertido y que cualquier chica querría ser mi novia, reí ante su respuesta, y le dije que sí, pero que por ahora estaba sin novia, ella me dijo que como era posible, siendo un chico tan guapo, lo que me excitó de sobremanera, provocándome una fuerte erección, que desde un rato antes ya empezaba a despertar. Me dijo que desde que empezó a trabajar como empleada usaba un uniforme y que era su obligación ponérselo, eso me excitó aún más, la idea de verla con ese uniforme sexy. Se quitó el saquito blanco y pude ver claramente sus grandes tetas en brazier a través de su polito transparente. Estaba muy excitado y tuve una erección que era bastante notoria y no hice nada para taparla, creí que ella la había notado, pero sólo me sonreía y yo igual. La lleve a la que sería su nueva alcoba para que pudiera cambiarse, y en el momento que me puse de pie mi erección se dibujaba como una carpa de circo sobre mi pantalón, ella la vio claramente y algo sorprendida me dijo con voz seductora:
-Eres un picarón, mira que estas bastante emocionado-

Yo estaba más excitado que nunca, además llevaba más de un mes sin eyacular por cuestiones de estudio y deporte había estado muy ocupado sin tiempo para hacerme una paja, y mi pene estaba como el acero - Si -le dije, no pensé que me pondría así le dije- riéndome tratando de llegar a algo más.

-Te pusiste así por mí?- me preguntó sonriente, - Si, eres bastante guapa y tienes un cuerpazo increíble - – le solté de golpe- Ella se puso algo roja y lo pensó un momento, al cabo del cual me replicó: - Hace tiempo no estoy con un hombre y no tienes novia, podemos hacer como que somos pareja- todo eso me lo dijo con un tono desenfadado y pronunciando lentamente cada sílaba como queriéndole dar más énfasis a su frase.

Yo no podía salir de mi asombro, estaba a punto de llegar a algo más con una mujer buenísima y que tenía casi la misma edad de mi madre.

Bueno- le dije muy excitado- que tal si empezamos- Ya mi papi- dijo riéndose, yo también reí- Me gusta que me digas papi, mi reina- Le contesté.

Estábamos sentados sobre su nueva cama, frente a frente, me agarró la cara con sus suaves manos y me atrajo hacía ella, acercando mi cara a la suya, nos fundimos en un beso apasionado, que se convirtió en un desenfrenado encuentro de bocas y lenguas, metí mi lengua en su boca, le comí los labios a besos, ella hizo lo mismo, estaba en la cima del mundo besándome con una cuarentona sexy.

Mientras nos besábamos, bajé una mano y le toqué las tetas sobre el polo, espera me dijo, y me soltó la cara, quitándose el polo, se puso de pie para quitarse también el pantalón, pero le detuve las manos y le toque el gran trasero con las dos manos y con todas las ganas del mundo por lo excitado que estaba, soltó un gemido de placer, mientras pasaba mis manos por su derriere tocando, sobando, palmeando, moviendo las manos de arriba hacia abajo, le dije a Susanita que se diera la vuelta, a lo que soltó una risita y me sobó la cara, luego obedeció y me mostró su imponente trasero directamente a la cara, por lo que empezó a besar y abrazar su gran culo, mientras le decía frases lujuriosas alabando su gran derriere, mientras ella me contestaba con frases sobre que iba a comerme entero, después de un momento se dio la vuelta y se bajó el ajustado pantalón, dándole las espaldas y al momento de agacharse me mostró su gran trasero blanco enfundado en unas bragas también blancas con encajes, igual que las de su sostén.

No podía estar más excitado, tenía a Susanita, frente a mí, casi desnuda, a lo que ella me dijo que era mi turno y me quito la camiseta y el pantalón, quedando sólo en bóxers, donde mi erección estaba como una roca, subimos a la cama juntos, yo con la espalda apoyada en un almohadón gigante y con las piernas abiertas, y ella en medio de ellas, se acercó a mi pene y lo comenzó a chupar a través del bóxer, me sentía en el cielo, lentamente lo iba lamiendo y lo metía en su boca con esas manitos suaves y blancas, después me lo quito, levanté las piernas para ayudarla, y mi pene erecto quedó frente a su hermosa cara, con el glande rojo y las venas marcadas en el tronco, lo miro detalladamente sonriéndome y rodeándolo con sus cálidas manos comenzó a hacerme una paja lenta , yo estaba en el limbo, luego aumento la velocidad, no podía creerlo, después de un rato masturbándome, se quito el sostén, mostrando sus grandes y blancas tetas, con las aureolas marrones y los pezones duros y grandes.

Eso me puso aún más duro, la tenía como de acero, ella se recostó entre mis piernas y acercó su cara hacía mi pene, lo tomó en su mano como si fuera de oro y lo miró fijamente con lujuria, luego lo tomó de la mitad y abriendo su boca, pasó el glande alrededor de sus pintados labios y con movimientos circulares lo rozó por sus mejillas, su mentón, sus labios, sin llegar a meterlo en su boca, después lo hizo para el otro sentido de las agujas del reloj, siempre haciendo tocar la piel de su cara, pero sin penetrar en su linda boquita, claramente lo estaba haciendo para excitarme más y provocarme más ansias, objetivo que estaba logrando.

-Ahora si te la voy a chupar, te voy a comer enterito- me dijo, para mi alivio

Y acto seguido cogió mi miembro erecto y lo llevó hacia dentro de su boca, antes que nada lo besó en la punta del glande, y mirándome a los ojos en todo momento comenzó a cubrir de todas todo el pene hasta la base, después de una dosis de besos, pasó su lengua juguetona por el glande suave y delicadamente, lo rodeo con cariño, después empezó a lamer el resto del miembro por los lados como si fuera una paleta, cuando estaba ya brillante y cubierto de saliva, se lo metió en la boca, primero la cabeza, que la tuvo un buen rato como si fuera un chupetín, y la succionó suavemente, ahh, que placer más grande, después empezó a meter mi pene un poco más adentro de su boca y sacarlo a continuación, una y otra vez, cada vez más adentro, mirándome a los ojos fijamente, cosa que excitaba más y más hasta que ya tenía una buena parte dentro de su boca, era una buena mamadora, se notaba que tenía práctica en el sexo oral, después comenzó a chuparla cada vez más rápido, y se la metió de golpe casi hasta el final haciéndome una garganta profunda-

-Ahhh que rico la chupas Susie, ahh te la has metido toda- le dije casi como un suspiro

-Ghhhgg, gehhhhhh, mmmggggg- sólo alcanzo a decir ella con mi pene tocándole la garganta

-Gluppp, glupp- la sacó lentamente, y ví como mi miembro salía completo de su boca

-Ahhh que bien la mamas, eres toda una experta

-….-tomo aire y me contestó- si tengo algo de experiencia, con unas antiguas parejas, ves que todavía no he perdido mi toque

-Si mi reina – me agaché para darle un beso de lengua-

-Me volví a levantar y ella continuó con su faena, chupándola de nuevo y metiéndosela enterita de nuevo, a cada mamada soltaba un gemido de excitación, que me ponía más cachondo que nunca, después sacó su lengua, y la mantuvo lamiendo la parte inferior del pene, cosa que me derritió porque así la felación era más completa, luego de un buen rato de tragar mi sable, bajo a mis huevos afeitados, lamiendo el saco escrotal como si fuera una golosina, y luego se metió un testículo en la boca, chupándolo y saboreándolo, eso me elevó a las nubes, me sentía en el cielo, pocas veces me habían chupado las bolas y menos un mujerón como el que tenía frente a mí, lo tuvo en su boca unos veinte segundos y luego lo cambió por el otro, así los fue alternando por unos 3 minutos, mientras yo la acariciaba, la cabeza, el pelo, la cara y le decía palabras de amor y deseo, que ella me contestaba mirándome a los ojos y sonriendo.

Cuándo mi pene ya estaba bastante ensalivado y rojo de la excitación, se la sacó de la boca, la levanté por atrás y me llevé sus grandes senos a la boca, chupe uno por vez y me recree en toda la extensión de sus tetazas, las toqué, las besé, metí mi cara en ellas, mientras nos dirigíamos frases cargadas de sexo y lujuria, después de un rato, me dijo que ahora me tocaba a mí, así que se quito las bragas, se dio la vuelta y se puso en cuatro patas y abriendo las piernas pude ver en toda su extensión su linda vagina con labios algo gruesos y una extensión pequeña de vellos púbicos y por encima su hermoso ano.

Bese y lamí sus dos agujeros, por unos minutos, con todo el afán posible y me entretuve sobretodo en su rajita y sus labios que chupe con mucha pasión, mientras ella soltaba gemidos y soplidos, después de unos minutos, le dije que se diera la vuelta y se echó de espaldas apoyada en una almohada con las piernas abiertas, sobé sus piernas, con todo el amor y lujuria posible, de arriba hacia abajo, mientras ella se metía unos dedos en su conchita, en ese momento pronunció mi nombre y abrió su conchita con sus manos invitándome a entrar.

Me coloqué entre sus piernas sumamente excitado y comenzé a frotar mi instrumento en los labios de su conchita recreándome todo lo posible, - Hmm- soltó ella- ya métemela papi- me dijo- Sin pensarlo mucho tome mi miembro con la mano y lo dirigí a la entrada de su coño, y la penetré con pasión, mirándola a los ojos, quería verla y que me viera en todo momento, vi como entraba una parte y me sentí en el Olimpo, empuje más y ya lo tenía casi todo metido en su caliente vagina, comencé a penetrarla despacio y poco a poco fue moviendo las caderas con más velocidad, hasta llegar a un ritmo más acompasado, toqué su trasero con ambas manos y lo levanté un poco para penetrarla con más profundidad, a cada embestida, ella soltaba un gemido sonoro y yo tenía un respirar más fuerte, conforme aumentaba la velocidad empezó un sonido PAF, PAF, de nuestros cuerpos chocando entre sí, me detuve un momento y me recosté sobre ella. Ahora apoyándome en los brazos inicie una penetración más profunda, mientras ambos nos derretíamos de placer, y ella me dijo- Ahhh, sigue, que rico, cógeme más fuerte, suertudo- no podía creerlo, me estaba tirando a una tía buenísima y encima me alentaba a que siguiera con ello. Mis huevos chocaban contra su culo a cada embestida y en ese momento ella colocó sus manos en mis nalgas para hacer la penetración más profunda- Ahhh, que ricoooo, sigueeee- soltaba ella- Ahhh, ahhh, ahh, toma mi amor, mi reina, que rica estas- le contestaba yo.

Después de unos minutos en ese posición nos detuvimos, y empezamos a besarnos fuertemente mientras ella jalaba mi pene y yo tocaba sus tetas.
-Qué tal si cambiamos de lugar –le dije- Quieres otra posición- me preguntó – Si, pero en otro cuarto – le repliqué. Choco su nariz con la mía y me dijo – Ya papi, hagámoslo en toda la casa.

Nos levantamos de la cama y paseamos por la primera planta cogidos de la mano, riéndonos y sonriendo como dos novios, sus tetas y su culo no dejaban de bambolearse con cada paso que daba sonriente, igual que yo con mi potente erección y mi pija brillante por la lustrada que le estaba dando con su vagina.

Cuando llegamos a la sala, le dije que era un buen lugar y fuimos al sofá, me senté en el sofá más grande cómodamente y le dije a Susanita que se subiera encima de mí, ella obediente, levantó una de sus ricas piernas y sentándose encima de mí, tomo mi pene con su mano y lo dirigió a la abertura de su concha caliente, lo posición en la entrada y lentamente fue bajando hasta que termino todo adentro.

Ahhhh-aun no nos movíamos pero el hecho de tenerla encima mío con su cuerpazo increíble y mi pene metido en su vagina, me tenia como loco,

-Así te gusta papi? –Si mi amor

Froté su gran trasero con mis manos y después sus tetas mientras nos besábamos, después tomando sus caderas empecé a bombear hacia arriba levantándola a cada embestida y viendo como sus tetas saltaban frente a mis ojos quede como hipnotizado, después sin bajar el ritmo del coito, le agarre el culo y se lo sobe, como si no hubiera un mañana.

-Me gusta metértela hasta el fondo, Susana, mi amor, mi princesa, me encantas -

-Si, métemela, más adentro, con fuerza papi-

A cada embestida, soltaba gemidos más fuertes, y empezó a repetir mi nombre en voz alta, eso me puse a doscientos por ciento y comenze a bombear con toda la fuerza que podía, el sonido de mis órganos sexuales y mis piernas azotando su culo, era ya bastante alto, PLOF, PLOF, PLOF, y mi pene estaba a punto de reventar, se deslizaba como un cuchillo dentro de mantequilla fresca, de pronto ella me pidió que baje el ritmo, y comenzó a mover sus caderas, como una batidora, a la vez que contraía sus vagina y sentía como me apretaba el pene, un chispazo de placer recorrió mi cuerpo, y mi espalda se puso tensa de placer, después empezó a levantar sus caderas subiendo y bajando tomando el ritmo del coito.

Sentía que estaba en el Nirvana, mientras le tocaba las tetas y las llevaba a mi poca succionándolas con lujuria, ella cabalgaba como toda una amazona, y llevaba el ritmo cada vez más rápido, mientras sus tetas rebotaban hacia todos lados, bajo el ritmo un momento buscando mi boca y nos besamos apasionadamente como dos amantes, tome aire y comencé a recuperar el ritmo de la cabalgada, cada vez con más fuerte, más que al principio, -Apretame el pene con tu vagina – le dije- Ella obedeció contrajo su vagina de nuevo apretándome el pene y llevándome a la cima del placer, use toda la energía que tenía para penetrarla, nuestros dos cuerpos ya eran uno solo y me volvía loco de tener mis huevos chocando contra su gran culo que rebotaba en cada movimiento de cadera que yo daba hacía ella.

-Estás bien fuerte- me dijo – No pensé que aguantarías tanto – Si, sobretodo con lo rica que estás, mi amor- Le contesté -

-Sigue papi, ahhhh, métemela así con fuerza-

De pronto un rayó cruzó mi cuerpo, sentía que ya iba a terminar, mi pene se pusó más caliente de lo que ya estaba-

-Ah, me vengo- le dije-ahhhhh
-Ahhh, si papi, suéltala todita adentro, quiero toda tu leche dentro mío ahhhh

En ese momento sentí un calor interno que salía de mis testículos y ascendía con una fuerza poderosa hacía mi pene, todo mi cuerpo se tensó y mi mente se puso alerta como nunca, y AHHHH, el primero chorro de semen salió disparado hacía adentro de su conchita, acompañado de un fuerte AHHH que grité en voz alta, y se escuchó en toda la casa, solté un gran AHHH , mi leche seguía brotando como de un manantial de semen, sentía que venía desde muy adentro, dio resultado haber esperado un mes sin sexo, sentía como los borbotones de semen salían de la punta de mi pene, aún seguía saliendo, y entrando en su vagina, nunca había eyaculado tanto, sentía que no tenía fin mi corrida, AHHH seguía gritando,-Jaja, eres un gritón- me dijo ella gimiendo y riendo a la vez, yo también reí mientras seguía eyaculando, al fin un ultimo chorro entró en su caliente agujerito del placer y mis bolas quedaron casi vacías.

-Guau- me dijo sorprendida- has eyaculado un montón. Te has venido como un campeón –Mientras me sonreía

-Si, hace un mes que no la echaba afuera- Dije, mientras extenuado caía hacía atrás, quedando apoyado en el sofá.

-En serio, jajjaa, estabas bien aguantado

-Si, pero ya vez, por tí he soltado toda mi leche, para que estés llenita

-Jajaja, yo creo que sí, con todo lo que te has venido adentro- Me contesto

-Espera, tomarás pastillas, verdad?-Le pregunte intrigado

-Pastillas? No quieres tener un hijo conmigo?

-Qué, un hijo?- Le pregunte sorprendido

-No, jajja, es una broma, todavía estás muy joven para cargar con hijos-

-Eso mismo, - le repliqué más aliviado- ya me estabas haciendo creer, como me lo decías toda seria- Río una vez más – Te amo Susanita, nada me gustaría más que tener hijos contigo, pero ahora soy todavía un estudiante, y necesitaría tiempo para mantenerlos.

-Ya mi papi-dijo mi nombre- yo te esperaré a cuando estés listo, pero recuerda que yo seré siempre tuya- Me dijo mientras empezamos a besarnos.

Después fuimos a su cuarto y nos quedamos desnudos uno frente a la otra, durante casi una hora hablamos y nos besamos, haciendo planes a futuro, después fuimos a la cocina y jugamos como dos novios, cosa que ahora éramos, nos untamos con la comida y nos lamimos, chupamos, besamos.

Después fuimos a mi cuarto, allí dormimos abrazados, ambos desnudos.
Aún quedaba un mes hasta que mis padres volvieran de su viaje por el Caribe y yo con Susanita, teníamos un largo camino de sexo y placer por delante.

CONTINUARÁ




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2261

Categoria
Heterosexuales

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