Mi hermana y yo... 5
( Relatos Amor Filial )


5.
Al día siguiente me levanté tardísimo… Tuve una noche llena de emociones encontradas pero muy morbosas también… no pude, ni un solo instante, dejar de pensar en lo que había pasado… y un estado de semi-erección constante me acompañó durante todo el día… apenas llegaban a mí las imágenes y me regresaba la locura… esto no iba a terminar aquí… ya no… esto apenas era el comienzo…
En la tarde llegó del trabajo mucho más contenta que de costumbre… traía su ropa del trabajo y la blusa con los dos botones de arriba desabrochados dejando ver un generoso escote… Cuando la vi me aluciné… la erección regresó al punto máximo y luego me dio rabia al pensar que había estado así todo el día… aunque una vocecilla en mi interior me reprochó… ¿Yo que tenía que estarla celando?... La verdad es que había estado esperándola más de una hora paseándome por la casa como lobo enjaulado… así que cuando oí la puerta corrí a la cocina y simulé estar saliendo con un vaso de agua y de casualidad por ahí… pero quería encontrármela de frente y (ver) saber cómo estaba ella… Al verme me sonrió de lo más contenta… (la verdad es que eso me tranquilizó mucho) y luego se quitó el saco, lo aventó por ahí y se me acercó a darme un beso en la mejilla, muy (muy muy) cerca de los labios y tardándose un segundo de más para un beso de saludo normal… (De hecho, nada de esto era normal… nunca me saludaba, y menos de beso… ni siquiera cuando chocábamos en el pasillo de la puerta…). Yo aproveché para poner mi mano en su cintura y acariciarla un poco… Luego se separó de mí y casi brincando de contenta se dirigió a la cocina diciendo… “¿Ya comiste Perrito?... Traigo un hambre que me comería a un león…”… Pero, o todas sus palabras me parecían super sexys o yo le encontraba doble sentido a todo, porque a mí me sonó como “Te quiero comer ese gran león”… Así que la seguí a la cocina hipnotizado… Mientras la veía como la mujer más deseable y sexual de la tierra… ella se balanceaba, movía las caderas sensualmente y canturreaba como si estuviera absolutamente sola… (Aunque claro, todo pudo haber sido mi interpretación…). Estuvimos así un rato, ella bailando sensualmente para mí y yo observándola idiotizado… Al rato ella se volteó y, mostrándome un sándwich me dijo – “¿Quieres?”... Y sin esperar respuesta se acercó a mí y me lo puso en la boca para que lo mordiera… En sus ojos veía una intensidad nueva y en su boca una sonrisa mezquina… Así estuvimos dándole una mordida y una mordida hasta que lo terminamos… sin dejar de vernos e intercambiando el vaso de agua que yo traía en la mano… -“Está bueno ¿no?... ¿Quieres más?”… y como no supe si se refería al sándwich o a otra cosa (esa que pasaba por mi mente)… le respondí que sí a ambas:
-“Si… quiero más”… demasiado fuerte… ella notó el tono de mi voz diferente y mirándome a los ojos se mordió el labio...
Entonces, con una gran sonrisa en los labios:
-“¿Quieres más sándwich o qué?...
-“Quiero más de todo…”
-“Ay hermanito… ¿Sigues igual de caliente?...”
-“No… ahora estoy loco por ti…”
Creo que por fin dije las palabras correctas… porque su cara se sonrojó y sus pupilas se dilataron de manera imposible… Sonrió y acercando su cuerpo al mío me puso un dedo en la boca… y acariciándola me dijo algo que destrozó todas las barreras, hizo pedazos todos los razonamientos… y le dio el tiro de gracia al Pepe Grillo que nos había mantenido a distancia… -“Te confieso algo Perrito… Yo también…”
Nos besamos con fuerza y desesperación. No sé cómo llegamos al cuarto de visitas que estaba al lado de la cocina pasando un patio… (tampoco sé porqué…).. Ya sin inhibiciones buscó mi pene y lo tomo con una mano por encima del pantalón y empezó a hacer movimientos suaves de arriba abajo... seguíamos besándonos… era el beso más apasionado que me había dado nadie… buscó el cierre y lo bajo rápidamente, metió su mano y con una habilidad magistral, encontró el hueco en el boxer y lo saco entre su mano... Estaba durísimo, nunca me había excitado tanto... lo acariciaba con cariño pero con una cachondez que me volvía loco... empecé a desabotonar su blusa hasta que cayó al suelo... por fin esos hermosos pechos estaban a mi alcance... sus movimientos me incitaban a desvestirla toda.... me quitó la playera y la tiró al suelo... por primera vez estaba con mi hermana fajando de lo lindo… Desabrochó mi pantalón y lo bajó hasta quitármelo por completo… Rápidamente yo hice lo mismo con el suyo, solo que este estaba muy apretado, me costó trabajo empezar a bajarlo... Fue maravilloso ver el resorte de su pantaleta blanca y como iba apareciendo toda mientras yo bajaba su pantalón... ella no dejaba de masturbarme... acerqué mi cara a su sexo sobre su pantaleta... olía riquísimo... con el pantalón lila por fin en el suelo... me incorporé y ella se agachó a besarme tiernamente la cabeza del pene... que estaba durísimo y grande como nunca... lo miro y dijo – “Moría de ganas por hacer esto...” – y lo metió despacio en su boca.… Todas mis fantasías eróticas valieron madre… esto lo superaba todo… después utilizaría esa frase y esa mirada para hacerme todas las chaquetas habidas y por haber… era la mamada de las mamadas… así que pronto sentí sensación de querer eyacular... le dije y lo sacó de su boca... respiré profundamente y con mucha dificultad (dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho y ocho dieciséis…y otra vez… dos y dos son cuatro…)… Cuando la sensación pasó ella ya estaba de pié desabrochándose el sostén... éste cayó al suelo y brotaron dos hermosísimos senos… eran más grandes de lo que yo recordaba ayer, redondos y duros, firmes como rocas. Sus pezones estaban durísimos, rozados... directamente llevé uno de ellos a mi boca… besaba, chupaba y mordía ese delicioso pezón... su cara y su respiración me decían que ella lo disfrutaba mucho… y no soltaba mi pene... en algún momento lo soltó y empezó a quitarme el boxer, despacio... le costó un poco de trabajo porque mi pene estaba fuera por el orificio del boxer... después de un poco de esfuerzo logró quitarlo y lo echó al suelo... la tomé de las caderas y metí mis manos debajo de sus pantaletas para bajarlas lentamente... poco a poco fue apareciendo esa anhelada montañita de pelos negros... los calzones cayeron al suelo... mis dedos buscaron solos esos pelitos y comenzaron a acariciarlos... ella suspiraba y gemía... ahora si estábamos completamente desnudos… juntos y sudorosos… y yo no me lo podía creer… Me jaló hacia ella y acercó sus deliciosos pelitos a mi miembro... yo no dejaba de acariciarle los pechos, tomó mi pene con una mano y lo acercó a su vagina...estaba muy caliente y muy húmeda.... me hice para adelante para penetrarla y me jaló hacia la cama y diciendo – “Mejor acá... es más cómodo ¿no crees?...” – se dejó caer boca arriba e inmediatamente abrió las piernas... yo me fui tras ella y tomó de nuevo mi pene con su mano y lo guió hasta recargar la cabeza del pene en la entrada de su vagina... empezó a exhalar y a gemir... con la cabeza de mi pene rozaba toda su entrada y lo sobaba súper rico – “¿Traes condones?... No deberíamos estar haciendo esto” – se dijo en un suspiro… luego, abriendo los ojos me dijo – “Tengo un año sin hacer el amor... ¿y tú?” – su pregunta me tomó por sorpresa, necesité un tiempo para darle una respuesta – “La última vez que lo hice fue con Karina… emmmm... o sea seis meses...” – sonrió y dijo – “¿Entonces por eso el tamaño de tu ferviente calentura?” – Yo también sonreí y le dije – “Emmmm… en parte…” – “¿Y la otra parte?” – “Estas muy buena..”. – ella sonrió satisfecha – “Gracias Perrito... Mira nada mas la muñeca que te vas a comer” – dijo señalando todo su cuerpo... La miré unos segundos y me aventé hacia su boca y entre caricias y besos trate de penetrarla… ella guió mi pene y lo dejó a la entrada de la vagina pero no lo soltó y justo cuando estaba metiéndoselo soltó un gemido enorme… su vagina estaba súper húmeda, aunque por su mano me costaba trabajo introducirme más… Me quedé un rato apenas en su entrada… sobándola… metiéndole apenas la cabeza y sacándosela mientras su mano aún me detenía … yo presionaba y presionaba un poco más, pero ella parecía estar muy contenta con ese jueguito… en algún momento logré meterla un poco más y ella, abriendo mucho los ojos me preguntó casi en un jadeo – “¿Tienes condones?” – Inmediatamente dije que no, aunque sin hacer mucho caso seguí empujando… pero mi respuesta pareció sacarla de un trance y empujó mis caderas, lo sacó de su vagina y cerró las piernas … me preguntó en un susurro – “¿Y si quedo embarazada?” – yo conteste que me vendría afuera… ella me dijo – “No papito, así no me vas a penetrar… consigue un condón porfis...” me empujó de arriba de ella y se montó sobre mí... Los dos seguíamos muy calientes y eso se notaba en nuestras caderas que seguían moviéndose con ritmo… Volvió a tomar mi pene entre sus manos y me dijo – “No creas que te voy a dejar así hermanito… no soy tan cabrona” – y se agachó a chuparlo. Con su lengua hacia círculos y succionaba fuertemente... casi al instante le dije que me venía (por si no quería que lo hiciera en su boca)... No me hizo caso, y tuve un súper orgasmo en la boca de mi propia hermana... ella se tragó todo el semen... y hasta creo que hizo gárgaras con él mientras seguía chupando mi pene... Al terminar me dijo – “Vaya que estabas potente ehhhh... uffff… Cómo me hubiera gustado que… pero con condón ¿ehhh?... Consíguelo tonto”... Me abrazó muy tiernamente frotando todo su cuerpo contra el mío… luego se puso de pié, recogió toda su ropa del piso y salió del cuarto de visitas con una gran sonrisa… Yo estaba extasiado, intenté seguirla pero ella se encerró en el baño sin darse cuenta que la seguía… En cuanto cerró la puerta salí hecho un pedo hacia mi cuarto con un solo pensamiento en mi cabeza… Dinero condones condones dinero condones condones…




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Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
2413

Categoria
Amor Filial

Fecha Envio


Votos
1