Una aventura casual
( Relatos Gay )


Por cuestiones de trabajo tuve que reunirme con un joven Ingeniero de una operadora petrolera de mi País, para discutir un contrato de trabajo con la empresa que represento. Hice la cita por teléfono, así que no lo conocía, y cuando llegue a su oficina su secretaria me informo que en esos instantes estaba ausente, pero había dejado instrucciones de hacerme pasar y esperarlo hasta que retornara, unos 10 minutos aproximadamente. Tratando de distraer la mente y el ocio mirando a mi alrededor y sobre su escritorio, entre un cúmulo de papeles observé una revista gay que me llamo la atencion por el chico de la portada, la tomé y me puse a ojearla, sobre todo a leer una informacion acerca de las dilataciones anales con cremas especiales. En ese momento entro de sorpresa el Ing. y me sorprendio con la revista en la mano, la cual traté de inmediato colocar en el escritorio, pero me dijo muy amablemente que la podía seguir observando, al tiempo que me ofrecía su mano y se presentaba, a al cual correspondí presentándome también y anunciándole de inmediato el objeto de mi visita a su oficina. El parecio hacer caso omiso a mi exposicion y en tono distraído me pregunto muy amablemente si me gustaba la revista, a lo cual le respondí a secas que sí, ya que me sentía un poco nervioso y cortado por la situacion. Me pregunto sobre que tema específico estaba leyendo en ese momento, ya que me había notado muy interesado en la lectura, y le respondí, que sobre las dilataciones anales con cremas especiales. De pronto me pregunto también a secas; ?eres GAY?, a lo que le respondí también a secas que no, que yo me consideraba un bisexual, y entonces me dijo que también él lo era, que vivía solo y que si lo deseaba al finalizar la reunion me invitaba a su apartamento a tomarnos un trago y conversar un poco, ya que yo le había caído muy bien, y así, aprovechando el momento, me mostraría otras revistas y unos juguetes eroticos que había traído recientemente de Miami, incluso me comento que había traído varias de esas cremas especiales, lo que comenzaba a despertarme el deseo y el pene se me comenzaba a poner duro, pero tenía que ser muy discreto. Convenimos en ello al término de la reunion, que duro aproximadamente una hora y media y se llevo a cabo dentro de los parámetros normales de una reunion de trabajo. Al terminar nos fuimos de inmediato para su apartamento, en un pequeño edificio, bastante cerca de su oficina, muy comodo y amplio, con tres habitaciones, de las cuales una utilizaba como estudio privado y allí nos reunimos. Ya para ese momento nos tuteábamos de Carlos y Roberto. Sirvio dos trago, y me dijo que me pusiera comodo mientras me traía unas revistas y unas fotos de chicos desnudos, así como los juguetes y otros accesorios que había traído recientemente de Miami. Me senté en una comoda poltrona a saborear mi trago y observar la hermosa biblioteca que había en aquella habitacion, y cuan grande fue mi sorpresa, al verlo salir del cuarto cubierto solo por un fina pantaletica negra de encajes que dejaban salir por los lados partes de sus testículo y marcarse muy abultadamente el gran miembro que tenía entre sus piernas, aún es estado flácido. Se acerco a mí y me pregunto: ?te gusto?. Asombrado le conteste que si, y entonces me entrego dos revistas porno, y unas cuantas fotografías de chicos desnudos, todos bellísimos y con unos penes enormes que me hacían agua la boca. Me pregunto si me gustaban los chicos, presionándose fuertemente el pene por encima de la pantaleta y colocándose muy cerca de mi, me dijo: ?te gusta?, yo le dije: ¡claro! Y entonces me tomo la mano para que se lo palpase por encima de la suave y fina tela de la pantaleta, lo cual me causo un poco de extrañeza al sentírselo tan duro a pesar de tenerlo aún flácido y opté por meter mis manos dentro de su pantaleta para acariciarle las nalgas y pude notar que había un correaje muy estrecho debajo de la diminuta vestimenta y casi incrustado dentro de sus nalgas, lo cual me obligo a bajársela casi bruscamente y ver como de ella emergía un enorme pene pero de látex, idéntico a uno original y muy tentador, tal vez de unos 20 o más centímetros, incluso con una vena brotada que lo atravesaba a todo lo largo dándole un aspecto verdaderamente real. Cuando lo estuve delante de mis ojos, me volvio a preguntar: ?te provoca tocarlo?, no le respondí, le terminé de bajar la pantaleta y luego lo agarré por las nalgas y lo acerque a mi cara y comencé a besárselo y lamerle su rico y hermoso pene falso, el cual era frío y muerto, sin sabor ni calor, sin esas palpitaciones tan ricas de un pene cuando crece en la boca y va soltando pequeña gotas de fluido preseminal que lo hacen a uno sentir el sabor del sexo y disfrutar ese placer tan grande de tener algo vivo en la boca. Ya mi pene estaba también erecto y el separándose un poco de mí, me comento que su gran problema en la vida ha sido el tamaño de su pene, lo cual le ha impedido tener novia, casarse e incluso disfrutar de una relacion sexual con alguna chica, y lo que lo ha llevado a la homosexualidad y mas luego a la bisexualidad cuando algunos amigos le han creado un poco de confianza en si mismo y lo han hecho participar en relaciones sexuales con otros chicos. De pronto mientras me hablaba, me pidio que le desabrochara el minúsculo arnés que sujetaba el falso pene a su pubis y al retirarle pude observar que el mismo era hueco y que dentro de él estaba insertado su diminuto pene ya totalmente erecto y que alcanzaba a lo sumo unos seis centímetros y no mas de dos y medios de diámetro. Se veía a pesar de su diminuto tamaño muy atractivo y apetitoso ya que aunque no es circunciso tenía el glande totalmente descubierto y lucía un color rojo brillante y emanaba un olor divino, lo cual me motivo a metérmelo de inmediato en la boca incluyendo sus testículos, que también son diminutos y ambos entraron muy comodamente y los chupé deliciosamente, luego solté sus testículos y me aferré a su penecito -aunque el mío también es pequeñito, pero por lo menos alcanza unos 1o centímetros de largo por unos tres de grosor- chupándoselo muy fuertemente mientras le metía mis dedos en su ano el cual el mismo se había lubricado con una de las cremas que después les cuento, y mi lengua lo masajeaba como un remolino interno dentro de mi boca, hasta que sentí una fuerte presion de su pubis contra mi cara y lo apreté duro por la nalgas y le profundicé los dos dedos que le tenía penetrado en su ano, y sentí como dos chorritos de semen muy caliente y de sabor ácido golpeaban contra el cielo de la boca , los cuales saboree bastante antes de tragarlos como es mi costumbre y así poder disfrutar del rico sabor del semen, algo que de verdad me gusta demasiado, y el de él, tenía un toque acididto riquísimo. Mi pene estaba que se reventaba y él estaba ya muy excitado y se arrodillo delante de mí, me bajo los pantalones y se metio mi pene también completico en su boca, mientras me decía: que rico, también lo tienes pequeñito, y me presionaba por la nalgas jugando con mi ano que palpitaba a cada paso de sus dedos bastante lubricados con una de esas cremas excitantes. Mi excitacion era tan grande que no pude resistirme en su boca y a los pocos minutos le eyaculé abundantemente, viendo como su rostro demostraba una alegría extrema al sentir golpear mis chorros de semen contra su garganta, semen que con su lengua llevo por todo lo largo de mi pene, paso por sus labios dejando incluso escurrir algunas gotas que cayeron sobre su pecho y finalmente tragarlo totalmente, incluso aún con mi pene dentro de su boca. El se sentía feliz y así me lo manifesto, pero me dijo que quería disfrutar aún mucho más conmigo, para lo cual contaba con muchos juguetes deliciosos que nos iban a dar mucho placer a los dos, a lo que yo le respondí que no perdiéramos tiempo, y comenzo a sacar de un pequeño bolso una larga cuerda con una docena de bolitas atadas a intervalos de uno a dos centímetros, me pidio que me reclinara sobre el espaldar de la poltrona con la piernas abiertas, y sentí como sus dedos lubricaban mi ano con una rica crema caliente que me excitaba a millon y luego comencé a sentir como iba introduciendo en mi ano cada una de las bolitas, hasta tenerlas todas dentro, y luego disfrutar del inmenso placer que me produjo el sentir como el con una de sus manos contraía mis nalgas y con la otra jalaba la cuerda dejando salir las bolitas una a una, en medio de gritos de placer que arrancaba de mi garganta, mientras mi ano disfrutaba de una nueva experiencia fabulosa, la cual no paro allí, ya que Roberto al terminar de sacar la ultima bolita, se coloco nuevamente el pene de látex y lubricándolo abundantemente me penetro tan divinamente que lo sentí también como una experiencia nueva y sobre todo cuando sentí como aquel pene vibraba dentro de mí y me hacía temblar del placer, el cual aumento cuando el decidio que diera la vuelta y me acostara boca arriba y me penetro como una mujer y sentí como aquel gran y falso pene se me incrusto en el intestino tan deliciosamente que le pedí casi a gritos que me lo empujara lo más fuerte que pudiera hacerlo, pero él me dijo que tenía algo más excitante y extrajo de su bolso un descomunal pene también de látex de color marron claro, circunciso y con gruesas venas a todo lo largo, tal vez de unos 35 cms, al cual lo llama Rey Neptuno, se lo coloco al igual que el otro, lo lubrico abundantemente, coloco bastante crema caliente en mi ano y me melo fue introduciendo así en la posicion en que estaba acostado tan divinamente, que yo sentía como mi esfínter se iba desgarrando y una mezcla increíble de dolor y placer inmenso me invadía, pero deseaba aquello dentro de mi, y milímetro a milímetro fui sintiendo aquel pene que de haber sido real, el placer, hubiese sido mayor. Cuando lo tuve todo metido dentro de mi ser, yo casi no podía respirar, sudaba copiosamente, me dolía no solo el ano, sino también los intestinos, pero mi excitacion era enorme y estaba dispuesto a todo, quería más y más y así se lo gritaba a Roberto quién también estaba muy excitado y me lo empujaba con fuerza aún a pesar de que sentía un dolor inmenso. A veces pienso que algún día puedo llegar hasta morir haciendo el amor, pero moriría feliz, sobre todo si el que me tiene en su poder es uno de esos super machos enormemente dotado, que son mi mayor pasion y me derriten. Roberto se movía intensamente y mi ano me dolía más y más, pero el deseo de placer no desaparecía y quería sentirlo moviéndose fuertemente dentro de mi, hasta que el dolor se fuera atenuando. Después de varios minutos, el dolor comenzaba a ser soportable y el verdadero placer anal me invadía. Roberto había puesto a vibrar el pene para mi mayor satisfaccion lo que me estimulaba aún más mi placer y lo más rico que ocurrio y que desconocía totalmente, fue la capacidad de eyaculacion que tenía aquel falso pene. Al cabo de un buen rato de darme bien duro por mi inflamado culito, sentí como varios chorros de un líquido caliente invadían mis intestinos y casi me hacían llegar al orgasmo, aún con mi pene flácido. Roberto me volvio a manifestar que se sentía feliz y me pidio que me colocara yo la protesis, lo cual hice introduciendo mi pene flácido dentro de vacío tubo que conformaba el gran pene Rey Neptuno, ajusté bien el correaje entre mis nalgas y tan pronto como Roberto se puso en posicion de cuatro patas, con el ano dilatado y super lubricado se lo enterré hasta la pata en dos embestidas, mientras aquel hombre gritaba del dolor y el placer, la misma mezcla que minutos antes me había invadido, y se aferraba contra mi pubis buscando que no se perdiese ni un milímetro de aquel Rey Neptuno, que ya a mi me había hecho escuchar el sonido de las estrellas y ahora le tenía los ojos claros a Roberto, quien sollozaba, gruñía y gritaba que lo castigara duro, que deseaba sentirse mío, muy mío y se aferraba al espaldar de la butaca. Cuando se lo saqué, después de haber logrado el falso orgasmo, me impresiono los dilatado que se veía su ano, logicamente, que el mío también estuvo así y no pude evitar el pensar en el pene del amigo de Daniel, que espero muy pronto tener atrapado en mis nalgas para gloria de él y placer mío. Ambos nos sentíamos contentos, satisfechos, pero también sentíamos una gran falsedad en todo, por lo cual nos dimos un baño, nos relajamos, tomamos varios tragos viendo una película xxx Gay e hicimos el amor al natural. El me penetro con su diminuto pene, después de habérselo chupado casi hasta llevarlo al orgasmo, y a pesar de que casi no lo sentía en el ano, la presencia de su cuerpo sobre el mío, sus caricias y sus besos, lograron hacerme sentir un placer desconocido por mí. Lo penetré después de haberme dado una rica mamada, en la cual me lo lubrico tan bien con su saliva que de tan solo medio presionar en su ano se lo empujé hasta las bolas y logré llevarlo al orgasmo que no pudo alcanzar cuando me tenía penetrado, derramando sobre su pubis algunas gotas de semen, las cuales lamí con mi lengua, para saborear una vez más el rico sabor de su semen. Quedamos de reunirnos otra vez, pero con la participacion de una chica amiga mía, ya que deseo que Roberto, tenga por primera vez una relacion sexual con una mujer, no importando el tamaño de su pene, ya que para eso yo preparé a mi amiga y se que ella seguro comprenderá y aceptará mi proposicion ya que la conozco muy bien e intimo demasiado con ella. Hasta la proxima.




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Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
339

Categoria
Gay

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