Mi compañera de piso (1)
( Relatos Heterosexuales )


Mi nombre es Leo, tengo 24 años, mido 1.92, pelirrojo y con algún que otro musculo desarrollado, soy de Asturias y por razones de estudio me mudé a Valencia Capital, sin saber que me iba a encontrar, me fui hasta allá. Al principio vivía en un piso con varios chavales de la Universidad a la que yo asistía, pero con la crisis poco a poco los chicos dejaron de estudiar y regresaron a casa, así que al irse el último de los chavales, me vi solo en un piso de 4 habitaciones en pleno centro de Valencia.
Una noche decidí entrar a una web de alquileres y vi un anuncio que me llamó la atención, decía: " Se busca compañero de piso, preferiblemente chico, entre los 24 - 30 años, estudiante, que desee vivir en el Centro de Valencia con chica de la misma edad" sin pensarlo mucho le llamé a la chica en cuestión, por su acento me di cuenta que no era de aquí, estuvimos hablando un par de minutos y me citó a un café cerca del piso esa misma noche.
Al llegar al café, vi en la terraza, sentada en una de las mesas a una chica espectacular, de unos 1.75 aproximadamente, cabello negro, corto, piel blanca, unas piernas largas, muy bien formadas que iban enfundadas en un pantalón de cuero negro y terminaban en unas botas de tacón al acercarme le pregunté si ella era Lola, ella extendió su mano: -"Soy Lola y tú debes de ser Leo, siéntate, charlemos un rato"-
Lola: - ¿Qué estudias?-
Leo: -Ingeneria Química, ¿tú?
Lola: - Soy escritora-
Leo: - ¿Y qué escribes?
Lola: - Tengo un par de libros publicados, pero eso no es lo que interesa ahora- Sentenció y un silencio embargó a la mesa.
Leo: - ¿Porqué quieres un chico como compañero de piso, en vez de una chica?-
Lola: - Algunas chicas son muy asquerosas y no tienen limites. Prefiero vivir con un chico, siempre y cuando se comporte como un caballero-
Leo: - ¿Cuándo podría ver el piso?-
Lola se levantó de su silla y pude apreciar mucho mejor su cuerpo, tenia un culo de ensueño que se veía aún mejor en los pantalones de cuero, tenia una camisa ancha transparente negra por donde se podía apreciar dos pequeños bultos redondos, su cara era perfecta, cual muñeca de porcelana y tenia unos labios que invitaban a pecar, eran jugosos y estaban perfectamente pintados de labial rojo.
Se acercó a mi y me tomó de la mano.
Lola: - Vamos, te llevo a verlo ahora mismo -
La finca quedaba justo al lado del café, la puerta era señorial y al entrar pude ver un ascensor de los viejos.
Lola: - Es un ático, mi padre lo remodeló para mí hace algún tiempo-
Entramos en el ascensor y ella pulsó el último botón pasando sobre mí... Solo puedo decir que mi "amigo" reaccionó mas rápido que yo.
Leo: - ¿De dónde eres Lola?-
Lola: - Historia corta, nací en el caribe y me crié en muchos países.
Leo: - Vale-
Llegamos muy rápido, más rápido de lo que yo quería, Lola olía esquisto.
Lola abrió la puerta y me volvió a tomar de la mano. Me enseño el piso muy rápido.
Lola: - Te puedes mudar mañana, pero tiene que ser a primera hora, aquí tienes las copias de las llaves.-
Leo: - Pero...-
Lola: -Te a gustado el piso y la compañera, no pongas peros. Nos vemos mañana-
Y se fue por el pasillo, caminando como solo ella sabe, bamboleando su culo y dejando la estela de su olor.
Al día siguiente no pude ir en la mañana, así que me dispuse a mudarme en la tarde. Al llegar al piso me encontré con una bella imagen, Lola sentada en el salón, vistiendo solo unos calzones negros de encaje que dejaba ver mas de lo debido y una camiseta blanca, no llevaba sujetador y se podía apreciar sus pezones pequeñitos, divinos. Ella al verme llegar se levantó y caminó hacia mi...
Lola: - Llegas tarde, ven, te enseño tu habitación-
Tomó una de mis bolsas y abrió la puerta de la habitación, dejó caer mi bolsa y se fue.
Luego de un rato acomodando mis cosas, me dirigí a la cocina y allí estaba ella, vestida igual, agachada con la puerta abierta del refrigerador, no podía mas y me acerque por detrás, la tome por la cintura y la incorporé. Le di par de besos mientras le tocaba sus preciosas tetitas, ella dirigió una de sus manitas hacia mi paquete que ya estaba que reventaba el pantalón y la introdujo por el pantalón mientras me besaba, me desabotonó en pantalón y se fue agachando, mientra dejaba libre mi erecto miembro, caliente,húmedo, esperado por aquella boca tan perfecta, ella sonrió y sacó su lengua, empezó a lamerlo de arriba a bajo, y a jugar con mis bolas, luego introdujo mi pene en su boca, divina boca, caliente y confortable boca, succionaba y a jugaba conmigo, lamia la cabeza, pasaba sus dientes suavecito y me masturbaba divino, ella se puso de pie y se subió a la encimera de la cocina, me tomo por mi cuello y me llevó hasta su entrepierna, el olor que emanaba de ahí era inexplicable, estaba completamente húmeda, aprovechando de esto, empece a tocarla por encima de las bragas, ella me empujó y se las quitó, abriendo sus piernas y empezó a pasar uno de sus dedos por su divina, rosa,depilada, húmeda vagina, introducía el dedo y lo sacaba, rosaba su clítoris y luego lo lamia, así lo hizo un par de veces, mientras yo veía recostado a la pared, haciéndome una paja, se bajo de la encimera y se recostó de ella, dejando su precioso culo hacia mi, dándome la mejor vista que he tenido en años
Lola: -Ven-
Y así lo hice, pasé mi pene desde su divina vagina hasta su culo, me agache y empece a mamarle sus jugos como si no hubiese mañana, mientras ella gemía poco a poco mas alto, se corrió en mi boca, sus jugos son un manjar y ahí me levante y la estaqué, ella dio un grito de placer y empece a darle un delicioso "mete y saca" despacio, su vagina era extrechita, y ella apretaba, luego fui mas rápido y aun mas rápido, mis manos se paseaban por debajo de su camiseta y acariciaba el borde sus senos, su piel estaba erizada, sus gemidos eran mas fuertes con cada estocada, me apretaba divino, sentí cuando se iba a correr y le di mas rápido, sus gemidos fueron aun mas altos, sus manos trataban de agárrame pero no podía, solo pedía mas y mas, se corrió y calló sobre la mesada... La tomé en brazos y la lleve a su habitación, le quité la camiseta y quedó completamente desnuda, tenia unas tetitas pequeñas, del tamaño de unos duraznos, con unos pezones de picos pequeños, rosa, su piel parecía de leche, blanca, muy suave, ella se incorporo y me quitó mi camisa, me besaba con pasión, profundo, me mordía mis labios, cuello... La tiré sobre la cama y empecé a mamarle sus tetitas, sus pezoncitos se hacían cada vez mas duritos y con mi mano empecé a mansturbarla, estaba húmeda, caliente, me situé sobre ella y empece un rico "mete y saca" ella me veía con cara lujuriosa, apretaba rico, entre mas rápido le daba mas apretaba y era delicioso, me corrí dentro de ella. Ella se giro y me señalo con su dedo su culito... pero esa es otra historia.




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Codigo do Relato
3949

Categoria
Heterosexuales

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