Un mail de mi compadre
( Relatos Traiciones )


From: xxxxxx@hotmail.com
Date: Wed, 28 Nov 2011 19:24:08 -0600
To: xxxxxxxx@hotmail.com
Subject: Como vas?…….
Hola javier,
Ahora si ni por teléfono nos hemos podido encontrar, que mala pata que estés viajando tanto, y sobretodo ahora que yo estoy yendo seguido al DF. Espero que al menos te consigas una novia por allá jejejeje
Supongo que Lula te ha contado que nos hemos visto casi todas las semanas que he ido al DF ;) te juro que Yo no me canso nunca de cogerme a tu mujer. Que buena esta!!!!!!! Y sobretodo que bien coge!!!!!! Te juro que nació para hacerlo.
La semana pasada, le hable a su chamba como a las 4 de la tarde, por que tuve una reunión en el Camino real de Mariano Escobedo y tenía la tarde libre. Me comento que ella andaba un poco ocupada organizando un evento, me comento que estaba como loca por que tenía la apertura de una tienda de un cliente en Mazaryk, pero que me diera una vuelta más tarde en la inauguración y así la acompañaba.
Llegue como a las 10 de la noche, Lula se veía espectacular. Traía un vestido largo pegadito, con un escotazo al frente que le llegaba a la cintura. Con todo respeto para mi comadre, pero a mi se me puso re dura solo de verla. Como te has de imaginar, tu esposa estaba rodeada de gueyes tirándole la onda, y ella como siempre, bien coqueta con todos, además de que es su chamba, ya sabemos que a tu esposa le encanta ser el centro de atención.
Al verme me saludo y me presento con el dueño de la tienda, ¿tu sabes si se la esta cojiendo? A mi me pareció que si. Como Lula me presento como un amigo, el tipo me saludo, e inmediatamente le paso el brazo por la cintura a tu esposa, y deja que te diga que ella se le arrimo bastante provocativamente. Bueno, igual y así se acostumbra en estos medios tan glamorosos.
Yo me fui a dar la vuelta, había un montón de viejas bien buenas, pero todas re mamonas, Igual al rato ya estaba cotorreando con una pareja muy agradable de señores de edad. Como a la 1 de la mañana, Lula se me acerco muy apenada para decirme que el dueño de la tienda, quería seguir la fiesta con un grupo más pequeño en su casa, y le pidió que le ayudara a organizarlos. Me pidió que la acompañara, que íbamos un rato y después nos iríamos de fiesta a donde Yo quisiera. Y ya sabes, ni manera de decirle a tu esposa que no ;)
Yo me fui solo en taxi a la dirección que me dio, por que tu vieja se fue con el dueño de la tienda en su auto. La reunión fue en el penthouse de un edificio de los que están frente a Chapultepec, no manches, el tipo este si que tiene lana!!!!! Al llegar me recibió en la puerta de la casa, el tipo este y tu mujer.
Se notaba que no era la primera vez que Lula estaba en ese departamento, de hecho, si no supiera que ella es tu esposa, hubiera pensado que era pareja del tipo este. En fin, que nos pasaron a una terraza donde habían varios sillones y una barra con bebidas. Éramos unas 12 o 13 personas y Yo era el único que iba solo. Al rato de sentarme, llego Lula, me dio un buen besote y me dijo que le daba mucha pena que estuviera solo, pero que no nos íbamos a quedar mucho. Me pidió que la acompañara para presentarme con unas personas para que me entretuviera mientras ella terminaba de chambear.
Me presentó con dos parejas más jóvenes, dos de ellos arquitectos, la plática estuvo padre, me imagino que tu te hubieras divertido por que te gustan estos rollos culturales, pero yo soy muy pinche cuadrado…
Como a los 45 minutos, me excuse y me fui a buscar a tu vieja, por que igual y si no podría zafarse, yo ya me iba a dormir. La busque y no la encontré, pase por varios lados hasta que me asome a la biblioteca. La habitación estaba levemente iluminada, al fondo había un espejo y reflejado en él, vi a Lula sentada en las piernas del tipo, besuqueándose y acariciándose. A ratos, ambos volteaban a ver algo delante de ellos y que yo no podía ver.
Tu esposa le acariciaba al guey en medio de las piernas por sobre el pantalón, mientras el metía la mano debajo de su falda. Yo no podía oír lo que decían, por que estaba apenas asomado por la puerta, pero me parecía que ambos comentaban sobre lo que veían frente a ellos.
La verdad es que mi primer impulso fue el de salirme, pensando en dejar a Lula disfrutar tranquilamente de su amigo, pero la curiosidad y el morbo de verlos sin que ellos me vieran me empujo hacia delante. Cerrando la puerta detrás de mí y haciendo el menor ruido posible, me acerque un poco más.
Al cambiar de lugar, el ángulo de visión mejoro, pero igual no podía ver que era lo que ellos veían sin que se dieran cuenta de que Yo estaba allí. Lo que si mejoro mucho, fue el sonido, ahora podía oír claramente todo lo que sucedía en el lugar. Era obvio que ellos estaban viendo algo en una tele.
Lula seguía sobándole la pistola al tipo y dándose de besos, la conozco y se que tu vieja estaba bien caliente, se le nota en la cara. El tipo se estaba dando un agasaje bien rico con tu esposa, entre que metía la mano bajo la falda, y luego le acariciaba las tetas por sobre el vestido. A mi la verdad la situación comenzó a calentarme, ya sabes cuanto me gusta tu esposa. Lo que me llamaba la atención era que ambos se volteaban a cada rato a ver la televisión.
“Como ves?” le pregunto él,”, “No sabia que te gustaban estas cosas” le dijo Lula. “Y espérate a que veas mas” le dijo él, mientras jugueteaba entre las piernas de tu esposa.
Al poco rato, Lula ya tenía la falda arriba, y por lo que yo podía ver a través de el espejo. Ella se mecía cada vez mas entregada, al compás de las caricias eróticas de su amigo, hasta que de pronto, algo paso en la pantalla, que le hizo voltearse a ver. “Orale, eso si es algo que nunca había visto, a poco se la va a agarrar……” El tipo ser rió y le dijo, “no es tan loco”. Lula tenía la mirada clavada en la tele, como si estuviera hipnotizada, el tipo seguía acariciándole la panocha, ya con la verga de fuera.
“No manches” dijo Lula de nuevo, “eso si, que Yo nunca lo haría, entiendo casi todo, pero esto es diferente” “Jajaja, ni te hagas, nada mas mírate, las piernas bien abiertas y te estas mojando un montón putita” le dijo el tipo mientras le metía un par de dedos a tu esposa. Extrañamente ella seguía mirando absorta hacia la televisión, mientras sus caderas se movían lento y suave, adaptándose al ritmo de las caricias de su amigo.
“A poco de verdad se puede eso?” preguntó Lula, “No es ilegal?”, “No, si a la chica le gusta” y mira que bien lo disfruta eh. “Yo no se si podría…” dijo tu esposa, sin cambiar un ápice de posición. En el silencio de la habitación podía oír ese sonido tan característico que hace la panocha de tu mujer cuando la estas dedeando y ella esta muy excitada, es como una pequeña succión, acompañada del sonido de sus labios vaginales al cerrarse totalmente mojados.
“Huy, mira lo que van a hacer!!!” dijo Lula, ya la voz entrecortada por una profunda respiración que evidenciaba aun más lo cachonda que estaba. El tipo tenía la verga bien parada, sin que ni siquiera se la tocaran, y se ve que disfrutaba mucho poniendo a tu esposa en una situación como esa. “Mira que rico” decía mientras introducía sus dedos en la panocha de tu esposa y no sabías si lo decía por lo excitada que la encontraba o por lo que veían en la TV.
“Dios, a poco lo va a hacer” dijo Lula, ya absolutamente entregada a la sensación que la envolvía, dividiéndola entre el asombro y el deseo, entre el disgusto y la curiosidad.
Yo no podía distinguir lo que pasaba en la tele, lo único que oía eran palabras en algún lenguaje que yo no entiendo, como ruso o noruego o algo así, seguido de unos gemidos entrecortados. Tu vieja se veía buenísima, medio desvestida, con las tetas al aire y la falda recogida sobre el vientre. Sin embargo, lo más cachondo de todo era su mirada. Los ojos perdidos la tele, sin pestañear siquiera, mientras su cuerpo en contraste se balanceaba con ritmo, meciendo sus caderas, sacando el pecho, en una palabra, entregada a las caricias del tipo.
“Se te antoja putita?”, le decía el tipo a tu esposa, y Lula ya ni contestaba, moviéndose frenéticamente, mientras su mirada seguía fija en la televisión. “Se te antoja???” le repetía cada vez con más fuerza.
El guey metía y sacaba con furia los dedos de la panocha de tu mujer, repitiéndole la pregunta, hasta que finalmente a punto de venirse, Lula, dijo “Siiii, se me antoja, siiiiiiii” y entonces comenzó a venirse fuertísimo. Lula se retorcía en el sillón, como si por alguna razón tratara de escaparse de los dedos que la penetraban hasta el fondo. A los pocos segundos el tipo, sin que ella lo tocara, soltó varios chorros de leche que cayeron sobre una de las piernas de tu mujer y sobre si mismo.
Yo estaba súper caliente, pero no me podía ni mover, lo bueno fue que tu vieja, tan acomedida como siempre, se bajo a darle una chupadita a su amigo y comerse los mecos que el pendejo se embarro solo. Al terminar ambos se fueron hacia un lado de la biblioteca y se metieron en lo que supongo que sería un baño. Yo aproveche y me salí.
Me fui a la terraza a esperarla, pero no salio nunca y a mi me dio sueño. Así que me fui a mi hotel. A ti te ha comentado algo sobre lo que vio que la puso así de cachonda?
Te mando muchos abrazos y cuidate, que yo acá le echo una vigilada a la comadre ;)

                                




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Codigo do Relato
3986

Categoria
Traiciones

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