Mi mejor amigo
( Relatos Confesiones )


Realmente ambos lo sabíamos, podíamos intentar ocultarlo,
pero cada vez que nos veíamos notabamos esa sensación de estar en un lugar incorrecto
yo en los brazos de otro y el creyendo amarla a ella.
Un buen día, uno de los mejores de los propios hasta hoy, que aún noto humedad cuando lo pienso,
quedamos para hablar de los malos días que acaecían, pasaban muchas cosas,
entre ellas, que lo amaba, lo deseaba y lo quería desde hace mucho tiempo y nunca
había podido decirselo pues yo, era la pareja de su mejor amigo desde cinco años atrás.
Charlando tranquilamente, noté un calor asomarse por mi cuerpo, que me obligaba a decirle " quiero besarte",
"quiero que me poseas a mí cariño". Obviamente no pude decirselo, pero puse mi mano en su pierna, muy cerca de.. muy
Noté el calor que subió en forma de sonrojo hasta su hermosa cara, rápidamente se alejó de mí y yo dije:
-Qué te pasa? Si quieres no te toco, no te pongas nervioso.. con una pícara sonrisa que lo decía todo.
-No, está bien, solo que ha sido de improvisto.
Y colocó otra vez mi mano, esta vez más cerca aún. No podía resistirme
más, asique sin pensar ni en las consecuencias ni si en realmente es lo que él quería, le tomé por el cuello y lo besé
muy apasionadamente, mojando nuestros secos labios con un suave roze de mi lengua, al ver que no se apartó de mí,
seguí besandole, cada vez más entrecortada por los jadeos de la excitación que me provocaba. Rápidamente y con la intención
de que no se perdiera el momento, coloqué una de sus manos en mi cintura con un gesto de querer que me apretase fuerte
y la otra en mis senos. Comenzó a estrujarmelos con rudeza, se volvió loco al sentir el placer que me provocaba
y así empezo a besar todo mi cuerpo frenéticamente. De repente, paró en seco, me mmiro a los ojos, y pronunció unas palabras
que perdurarán en mi memoria por siempre " cariño, hoy es el día de hacer todos mis sueños realidad"
tras ver mi sonrisa, me arrojó al sofá y desprendiéndose de toda mi ropa, me poseyó como siempre quise
que un hombre lo hiciera, loca, salvaje y apasionadamente.
Mi cuerpo era un vaiven de sensaciones, de pequeños chorritos que caían por mis piernas dejando ver
que todo eso me estaba excitando muchísimo, en realidad, nunca estuve tan cachonda, quería que me cojiera por la cintura
bien fuerte y me penetrára hasta hacer a mis piernas olvidar el caminar.
oímos que la puerta hacía ruido y supusimos que sería mi pareja, asique corrimos al piso de arriba, desnudos y con nuestras ropas
en los brazos. Verlo tan nervioso me hizo pensar que no debríamos hacerlo, pero, tras ver que no era nada todo eso
no importó nada, se evaporó y solo quedabamos nosotros en las escaleras y desnudos
Su pene, por cierto de muy buenas dimensiones, aún estaba erecto, asique aproveche, para decirle " tus sueños eh?,
está esto en tus sueños?" cojí su verga, y me la metí directamente en la boca hasta sentir que se abría paso por mi garganta
y con cuidado y haciendo circulos alrededor de toda ella me la fui sacando poco a poco, pero al parecer a mi
deseado amor, no le gustaba ir despacio, y brucamente, cojió mi pelo como una coleta y follo mi boca
como si fuera una puta, hasta entonces no lo sabía, pero eso me excitaba muchísimo, hacía a mi coñito emanar mares de fluidos
que buscaban encontrarle, que los lamiese y degustara, y así fue.
Con toda esa pasión estrujando nuestras mentes, solo pudimos hacer una cosa, follar como desesperados toda la tarde.
A cuatro patas , aún en las escaleras, no podía dejar de gritar y pedirle todas las cerdadas que pasaban por mi cabeza.
" azotame cariño, azota ese culito" "agarrame, vamos, agarramé más fuerte" " jodeeeeeeer, follame máas porfavor" con unas caritas de guarra
que si me hubiese dado cuenta de lo que hacia, que demonios, loo habría hecho igualmente.
En un momento, empezé a notar, como su polla se ponía más y más dura y las embestidas a la par, eran más bestias y seguidas, si cabe, sabía lo que
se venía, estaba apunto de llegar, esto me excito tantísimo que solo alcanzé a esbozar, un " echame esa leche calentita dentro amor, echamela toda"
no me importaa que viniese después. Sin pensarrmelo dos veces, me di la vuelta y boca arriba, abri mis piernas, coji su cabeza y la puse en mi coñito, todo lleno
de mi liquidito y su corrida, y le obligué a comer, y desesperado, empezó a lamer todo lo que salía por mi agujerito y a escupirlo fuera, y a succionar mi clítoris,
tan salvaje como suave, y pasaba su lengua suavemente por toooda mi vulva y luego la introducía en mi vagina, y así sucesivamente, hasta que metió su dedo índice
y anular en mi vagina y empezó a masturbarme de tal manera, que no podía dejar de gritar y pedirle que me comiera todo, que me iba a correr en sus deditos y en su boca
y el no hacía más que decirme, " correté, correté amor, dame ese manjar". Dios como me excitaba todo aquello.
Sentí una explosión dentro de mí, todo mi cuerpo se estremeció, y como cuando se ve la luz del día por primera vez, todo mi ser explotó, mi coñito hacia palmaditas
se encojia y se dilataba, espulsando un liquido biscoso, del que poco pude ver, porque se lo comió todito.
Esto tenía que devolverselo, estuvimos haciendo cerdadas toda la tarde, aún siento el coñito escocido y mojadito cada vez que lo recuerdo.
A la hora de marcharme, me dijo que sentía mucho lo que había pasado y que ya veríamos como ibamos a solucionarlo,
pero desde luego que mañana vendría a por más de mi " coñito dulce". Y hasta hoy, así fue, todos los días




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3992

Categoria
Confesiones

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