Le enseñe a mi hijo lo que es una mujer
( Relatos Amor Filial )


Incesto

Le enseñe a mi hijo lo que es una mujer

Gabriela, fue mamá muy jovencita, a los 15 años, dio a luz, a su único hijo, Gastón.
Lo tuvo que criar sola, porque, nunca se supo quién era el padre.
El muchachito, siempre fue tímido, y reservado, tenía muy pocos amigos, y no era de llevarlos a su casa.
Es más, su mamá, nunca lo vio acompañado por una chica.
Gastón, nunca le contaba nada a la madre, de lo que hacia fuera de su casa, por eso, Gabriela, poco sabia, pero, intuía que el chico, no tenia éxito con las mujeres, porque tenía muchos granitos en la cara.
Una mañana, al estar limpiando la casa, y al no estar Gastón en casa, decide hacer una limpieza a su cuarto.
Comienza a limpiar la habitación, y cuando abre el armario, para guardar unas cosas, ve, que en uno de los estantes, que esta la Netbook que él tenía.
Entonces, le llama la atención, que guardara su computadora, dentro de un armario, para que no la viera ella, ni la encontrara.
Como dicen, la curiosidad, mata al gato.
Gabriela, que es maestra de una escuela, sabe bastante de computación, por eso, decide ir al living, para revisar lo que hace su hijo cuando está encerrado en su habitación.
Ve que en el historial de internet, hay muchas páginas relacionadas con el sexo. También, al hackear su cuenta de Facebook, ve que tiene muchas amigas muy jovencitas y atrevidas, agregadas.
Comienza a hacer una revisión más profunda, y con el programa Picassa, revisa todas las imágenes que hay en la Netbook.
Para su sorpresa, hay muchas imágenes de chicas de 14 o 15 años, semi-desnudas, muy provocativas, pero, no desnudas completamente.
Eso, le llama la atención, porque empieza a sospechar que su hijo es más un voyeur, que un macho semental.
Además, al estar en el living, haciendo esto, ella, comienza a sentirse con mucha adrenalina, y a la vez, se siente muy caliente, algo, poco normal, porque solamente “Espiaba” a su hijo.
Entonces, decide cerrar la Netbook, guardarla donde estaba, y hacer como si nada hubiera pasado.
Gastón, llega a su casa, y ve que han limpiado su habitación, él se enoja con su madre, porque sabe que no le gusta que entre a su habitación.
Serían las 00:00Hs, cuando Gabriela, en camisón blanco, y bastante escotado, se levanta de su cama, y en medio de la oscuridad, comienza a acercarse a la habitación de su hijo.
Ve por debajo de la puerta, una luz tenue, y confirma que está conectado a su Netbook.
En ese momento, se apega a la puerta, tratando de escuchar lo que hacía, e inconscientemente, ella, comienza a sentirse excitada, por eso, con su mano izquierda, se acaricia su entrepierna.
Pasado un rato, ella, se va de nuevo a su cuarto, muy avergonzada por lo que está haciendo con su hijo.
Siente culpa, por calentarse, con un jovencito de 15 años, el cual, podría ser alumno de ella, y además, es su hijo.
A la mañana siguiente, ella, al despertar, se siente toda transpirada, y al notar esto, dirige sus manos hacia la entrepierna, se baja la bombacha, y ve, al pasar sus dedos, que está muy pegajosa.
Se da cuenta, que tuvo un orgasmo mientras dormía, pensando vaya a saber qué.
Ella, se daba cuenta, que tendría que ser por Gastón, por lo que hizo anoche.
Al ser domingo, y no tener que ir a trabajar, decide lavar la ropa, y juntar todo lo sucio que hay en la casa.
Despierta a Gastón, y le pide que le deje la ropa de él para lavar.
Al llevar el cesto de la ropa sucia, lavarropas, ve que en los calzoncillos, o en los bóxer, de Gastón, hay algo seco y blancuzco.
Instintivamente, los lleva a su nariz, los huele, y cierra sus ojos.
Provocándole un placer, único.
Mordiéndose los labios de las ganas de sexo que tenía.
Ella, vuelva a reaccionar, y a reprocharse muy malo lo que está haciendo.
Introduce la ropa al lavarropas y se va hacia la cocina, a reflexionar sobre todo lo que le está pasando.
Empieza pensar, y darse cuenta, que lo que pasó a sus 15 años, puede ser lo que la vuelva hacer calentar con un familiar, esta vez, su hijo.
Siente, que también, puede ser la culpa, de no haberle contado a Gastón, que su papá no lo había abandonado de bebé, si no, que su papá, es su padrino de 35 años, hermano de ella.
Sabía que el incesto, quería volver a poseerla a ella, y que a los 15 años, al estar con su hermano, y quedar embarazada de él, había sido lo mejor que le había pasado.
Sentía la necesidad, de volver a sentir lo que es ese placer, y aún más, porque era su hijo “Virgen” y “Pajerillo”.
Ella sabía que por más que se reprochara todo esto, lo único que le sacaría toda la calentura, sería desvirgar a Gastón, y convertirlo en hombre.
Se decidió a que tenía que pasar lo inevitable, que tenía que lograr que su hijo se enamore de ella.
Sentía que no tenía ninguna experiencia con chicas de su edad, y menos, con mujeres.
Era un impedimento importante, la falta de confianza con su madre, para llegar a poder hablar sobre ciertos temas.
Ese domingo en la tarde, decide hablar con Gastón, y preguntarle porque no trae chicas a casa, que le gustaría conocer a su novia.
Él, le dice que no piensa traer nadie a casa, porque no le gustaría que la conociese.
Entonces, Gabriela, le dice, que es su madre, y que tiene derecho a conocer a su nuera.
Le termina diciendo que lo dejara de molestar porque no tiene novia y que no tampoco ha tenido.
Ella confirma lo que sospechaba, y le miente diciéndole, mamá está conociendo a un hombre, y me gustaría traerlo a casa.
¿Cómo? Ni se te ocurra.
¿Por qué?
Porque no me gustaría ver a mi mama con un hombre, que no es mi papá.
¿Te pone celoso?
¿Celoso? Nada que ver.
Tu cara dice otra cosa, además, mamá todavía es joven, necesito de un hombre, en mi casa, y vos no me lo vas a impedir, chiquito.
Acá no lo vas a traer, y si lo traes, no te hablo nunca más.
¿Cuál es tu problema?
Ninguno, pero, acá no vas a traer a nadie.
Claro, vos que vas a saber del amor, si estas todo el día metido en tu pieza, solo, y haciendo vaya a saber qué.
¿A vos que te importa?
A mí me importa, porque lo que vos necesitas es una mujer, no necesitas estar masturbándote todo el día.
Gastón, se sorprende, y se avergüenza, que su madre se haya dado cuenta de lo que hace.
Mira qué casualidad, hijo, vos necesitas una mujer, y yo necesito un hombre.
Ella se levanta, y se va a su habitación.
Dejando a Gastón pensativo, y algo, contrariado por lo que había dicho su madre a lo último.
El chico, no sabe porque, pero, se siente muy caliente, por lo que había pasado en la charla en la tarde.
A la hora, de la cena, ella, prepara unas milanesas con puré, que estaban riquísimas, pero, le había puesto algo, en el puré que Gastón debía comer.
Entonces, antes de irse a dormir, Gastón, como todas las noches, se dirige a su madre para saludarla, pero, ella, antes de que se vaya a dormir, le pide que le haga unos masajes en sus hombros, para descontracturarla.
Ella sentada en el living, y Gastón, detrás de ella haciéndole masajes, pero, el chico, empieza a calentarse, a sentir que se le endurece rápidamente su pene, como una piedra. Entonces, deja de hacerle masajes.
¿Mi amor, que paso? Hacele masajes a la mami.
Esto a Gastón, lo hace incomodar, y gustar.
Gabriela, se levanta de la silla, gira hacia él, mirándolo a los ojos, y le dice:
Veni con mama.
Lo agarra de la mano, lo lleva hacia el baño, ella, se agacha, dejándole ver su cola, y toma una bombacha blanca, que está sucia, entonces, lo vuelve a mirar, le acerca su bombacha a la nariz, y el respira, y se lo ve aliviado, con el olor de su madre, impregnado en su nariz.
¿Te gusta mi olor a concha? Mi amor.
Él, abre sus ojos, como no creyendo lo que está pasando.
Ella, lo mira como un hombre.
Lo vuelve a tomar de la mano, y lo lleva hacia su habitación.
Una vez, dentro, le pide que se acueste en la cama, y que no deje de mirarla.
Él, le hace caso, se acuesta y ve que su madre, con la luz prendida, y delante de la cama, comienza a quitarse la ropa.
Primero, se quita la musculosa Fucsia, y luego, se baja el jean azul.
Quedando en Bombacha y corpiño, ambos de color negro.
Gastón, la mira con una mirada hambrienta de poder poseer de una vez por todas a una mujer.
Ella, con su dedo índice, le hace el gesto de que venga hacia ella.
Se levanta rapidísimo, y cuando se pone delante de su madre, ella, mira hacia abajo, y nota que hay un bulto importante.
Había hecho efecto la pastilla de viagra, mezclada con la cena.
Inmediatamente, le quita la remera, y le baja el pantalón, dejándolo en bóxer, el cual, esta todo mojado, y le baja el bóxer, y por primera vez, ve el pene de su hijo totalmente erecto, duro, y chorreante.
Se muerde sus labios, se vuelve a poner de pie.
Gastón, muy nervioso, y tenso.
Gabriela, todo lo contrario.
Ella, aun en bombacha y corpiño se dirige hacia su armario, y buscando algo, deja su cola, a merced de su hijo, que no se anima a más, que quedarse parado, mirándole la cola a su madre.
Ella, encuentra, un guardapolvo de cuando era maestra de jardín, de color celeste.
Se da vuelta, y le dice:
Vamos a jugar a algo, mi amor.
Gabriela, se coloca el guardapolvo pre-escolar celeste, y él no deja de mirar atentamente lo que hace su mamá.
Le hace un gesto con su dedo índice que se acerque a ella, mientras, ella, se apega contra el armario.
Él, la toma de la cintura, y la besa con mucha pasión, apega su pija a la concha y eso, a Gabriela, la enciende aun más, y lo agarra de la espalda, para que no deje de besarla.
Introduce su lengua, en la boca del chico, y él, la masajea con su lengua.
Ella lo empuja, se da vuelta, y el, inmediatamente se vuelve a pegar a su cuerpo.
Gastón, comienza a besar la nuca de su madre, mientras, pasa ambas manos por debajo del guardapolvo de su madre, acariciando toda la zona de la entrepierna.
Ella, se movía del placer que le causaba, y además, suspiraba, y se mojaba completamente.
Su hijo, le levanta el vestido como puede, le baja la bombacha como puede, dejándola apenitas baja, logra empujar, y penetrar la cola de su madre.
Ambos, se alivian, y ella, se agacha un poco, dejando su mejilla, pegada a la puerta del armario.
El chico, toma fuertemente de la cadera, a su madre, y empieza a castigarla con su penetración severa a su cola.
Gabriela, empieza a gemir por la calentura, y el placer, eso, hace que la pija de su niño, se endurezca aun más, y sienta, mayor presión dentro de su agujero.
Ya, en un ritmo frenético, como violándola, comienza a disminuir el ritmo, hasta dejarla quieta, dentro de su madre.
Ella, muy agotada, por el sometimiento que le imparte su hijo, se sale de la pija de su hijo, se incorpora, un poco dolorida, y le arde su agujero.
Se termina de sacar la bombacha, y la tira a un costado.
Se dirigen ambos a la cama, pero, ella, le pide que espere de pie.
Ella, se tira en la cama, abre totalmente sus piernas, dejándolas caer, fuera de la cama.
Gastón, se acerca, se pone encima de su madre, le sube el guardapolvo hasta su pansa. Dirige su pija al agujero de la concha, la mira a su madre, apoya la punta, y la vuelve a mirar, y ella, con los ojos cerrados, espera ser penetrada.
Él, mueve en círculo, la punta de su pija, por encima de los labios de la concha, sin querer penetrarla.
Ella, le pide que por favor, se la coja, que se muere de placer al juguetear con sus labios totalmente lubricados.
Termina de jugar y de hacer desear a su madre, e introduce a gran velocidad su pija al agujero de su madre.
Ella, grita, de placer.
Él, siente que es lo más placentero del mundo.
Apoya ambas manos, al costado del cuerpo de su mamá, y comienza empujar hacia dentro de su madre.
Ella, está siendo cogida por su hijo, y sus piernas, en el aire, tratan de soportar el placer que está sintiendo.
Gastón, no saca para nada, su pija dentro de su madre, la quiere hundir más, y no puede.
Empieza a sentir, que su pija, no entra más con facilidad dentro de su madre, los labios, comprimen a su pija, y eso, lo hace más dificultoso.
En medio de la desesperación, con su mano derecha, mientras la coge a su madre, trata de romper como sea, el guardapolvo celeste que trae puesto Gabriela.
La toma por debajo del cuello, y jala para abajo, el crujido, rompe el vestido, y queda descubierto los pechos de su madre, que no puede creer, que la siga cogiendo, y que además, quiera como sea, poseer sus tetas.
El chico besa el contorno de sus tetas, le pasa la lengua.
Se detiene unos segundos, la cogía.
Él desesperado, tironea el corpiño hasta romperlo, y lo logra, dejando las tetas de su madre, desnuda, con los pezones muy duros.
Él, vuelve a penetrar la concha, y en segundos, su boca, chupa las tetas de su madre.
Ella, comienza a sentir que va acabar, y termina acabando, al sentir a su hijo, chupándole las tetas, mientras se la coge con mucha desesperación.
Llegó orgasmo, bañando con sus líquidos vaginales, a la pija de su hijo que aun sigue hambrienta de su concha.
Se lo quiere sacar de encima, pero, no puede.
Siente que se muere, Gabriela, nunca había pasado algo así, el placer, la hace perder la noción.
Unos segundos más tardes, Gastón, siente que se viene, y queda averiada su pija en la concha, y comienza a vaciarse.
Exhalando, suspiros muy calientes, sintiendo que todo el semen inunda la vagina de su madre.
Ella, en otro mundo, siente como se inunda con semen calentito, todos sus huecos.
Lo abraza a él, para que no se salga.
Termina dentro de su madre, y se desploma, dejando su mejilla, en las tetas de su madre.
Ella, le acaricia el cabello, todo mojado, por la transpiración.
Él, desplomado encima de su madre, con el vestido celeste roto, y con unas ganas de dormir que ni les cuento.

                                




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4285

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Amor Filial

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