Mi sobrina favorita I
( Relatos Amor Filial )


De haber sabido cómo era mi sobrina (que a todo esto es la hija de mi medio hermano) le habría ofrecido un trato mucho mucho antes. Primero que nada tengo que aclarar que mi sobrina tiene 21 y yo 30 (para que los que son medio beatos no se escandalicen), la historia comienza una semanas antes de concretar lo que he llamado “el trato”. Por motivos que no vienen al caso, mi sobrina vive junto con su abuela en una casa que está en el mismo terreno que la mía, se podría decir que somos vecinos, no hay rejas que nos separe solo un pasillo y un pequeño patio y en general tenemos una relación buena, hablamos seguido y en ocasiones hasta entrada la madrugada, ella sin tener un cuerpo despampanante o curvilíneo tiene un algo que llama la atención, no es fea, tampoco bonita, pero irradia feromonas creo yo, ya que al estar mucho con ella te entran unas ganas locas de follartela como un animal, en general a mí no me falta con quien tener sexo, como dicen por ahí no llueve pero gotea jajajajajajaja, por tanto pasaba de intentar algo con ella, además que si se llegaba a saber sería mucho problema por un polvo y para problemas ya tengo suficientes con lo que tengo actualmente.
Las cosas iban más o menos normal, pero pasó que un día que fui a verla como a las una de la tarde, estaba sola (porque a todo esto la abuela pasa saliendo) estaba aburrido y me apetecía hablar con alguien, cuando entré la encontré tumbada boca abajo vestida solo un con una pantaleta de encaje rosa con una pierna encogida y la otra estirada lo que dejaba ver un poco la forma de su sexo , no sé como pero hice acopio de toda mi fuerza de voluntad para no abalanzarme sobre ella en ese mismo momento, quitarle la prenda con los dientes para darle los buenos días con mi lengua en su vagina, pero contra todo pronóstico la tape un poco, salí de la habitación y antes de entrar otra vez golpee la puerta, ella despertó y me dijo que esperara un poco. Cuando entré se había puesto una camiseta larga y estaba aun medio tapada, me acerqué a la cama y me senté, ella aun medio dormida y con los ojos cerrados contestaba a las trivialidades que yo le preguntaba, al rato le pregunté si me hacía un hueco en la cama a lo que accedió moviendo un poco su cuerpo. Me tumbé junto a ella y seguí con la charla ella seguía en estado zombie y aportaba poco la verdad a la conversación, aprovechando la ocasión le ofrecí mi brazo para que lo usara de almohada, y poco a poco me fui acercando a ella, acariciando su cabello sus hombros y su cara, luego le comenté que me gustaba mucho su olor (cosa que le había dicho otras veces, porque realmente su olor es lo que más me calienta) ella me dijo que siempre le decía lo mismo, en ese momento comencé a acercarme a su cuello y mientras lo hacía comencé a rozar mi nariz y mis labios por su cuello, bajaba y subía lentamente para que sintiera mi aliento tibio en esa zona hasta que escuché que su respiración se agitaba un poco, entretanto acariciaba su vientre con la mano que tenía libre por sobre su ropa.
No sé si era porque estaba medio dormida o porque realmente le estaba gustando lo que le estaba haciendo, pero la cosa es que se estaba dejando hacer y yo en ese momento ya había olvidado completamente los problemas en los que me podía meter, solo tenía una cosa en la mente y pensaba llegar hasta el final. En este punto lo que podía pasar por una forma de captar su aroma se había transformado en delicados besos mientras con la otra mano logré colarme bajo su camisón y tenía acceso a su vientre desnudo, ella cada vez respiraba de forma más agitada y yo cada vez me volvía más osado. De a poco comencé a bajar desde su cuello queriendo llegar a su pecho, mientras mi mano estaba llegando al bajo vientre y jugaba en el límite de su pantaleta, poco a poco, lento pero sin pausa logré llegar a su escote y la punta de mis dedos ya sentían un poco de vello púbico que al parecer estaba muy bien cuidado. En un momento y antes de seguir levanté un poco la vista para ver si realmente contaba con su aprobación, ella estaba con los ojos cerrado y la boca entreabierta, en ese momento decidí colarme por completo en su sexo y comprobar realmente si estaba tan excitada como yo creía (pero no inmediatamente ya que me gusta jugar con el deseo tanto de mi compañera como el mío), reculé un poco y retiré la mano de su pubis, acaricié sus muslos de arriba abajo mientras aprisionaba sus pezones a través del camisón sintiendo como se agita su pecho producto de mis caricias, de a poco comienzo a acariciar la parte interior de sus muslos con el fin de abrir sus piernas a lo que ella accedió gustosa, podía sentir su calor mientras me acercaba a su sexo pero quiero que lo desee aun más, cuando ya estoy cerca vuelvo a bajar la mano y acaricio sus muslos otra vez, muy muy lentamente.
En ese momento yo era dueño de la iniciativa y ella solo se estaba dejando hacer (lo que a veces me gusta bastante, flojita y cooperando jajajajajaja) pero sin darme cuenta, ella había puesto su mano en mi espalda y me clavaba un poco su uñas, y antes de que pudiera darme cuenta que es lo que estaba pasando su otra mano bajó su ropa interior y acto seguido tomo la mía y la llevo hasta su sexo, al comenzar a acariciarla me di cuenta que estaba muy mojada, y mientras acariciar su clítoris ella comenzó a acariciar mi miembro por sobre mi short, de más está decir que estaba como una roca. Con una habilidad que casi me sorprende desabrochó el botón y ya estaba metiendo la mano bajo mi ropa interior rodeándolo con su mano aplicando un poco de presión. Estábamos casi listos, yo no podía aguantar y ella por el ritmo de su respiración y los pequeños gemido que lograba arrancar con mis dedos me decía que era el momento de pasar a algo más serio. De pronto, así como de la nada ella me pregunta, ¿qué hora es? No sé, que me importa como las una y media (que es lo que había calculado yo más o menos) entonces ella se incorpora y me mira con cara de susto, mientras se acomoda la ropa y suelta mi miembro aun erecto. Mi abuela debe estar por llegar te tienes que ir porque si llega y nos encuentra medio desnudos que le vamos a decir, además yo tengo que salir en un rato más y no me puedo atrasar. Mientras volvía la sangre a mi cabeza medio desorientado y más caliente que nadie, intenté volver a lo que estábamos, pero ella se mostró intransigente, así que con tal de dejar las cosas así y no forzar más mi suerte y terminar cagándola por completo decidí arreglar mi ropa e irme, no sin antes acariciar su mejilla y darle un pequeño beso en los labio, luego me acerco a su oído y le digo, esto no ha terminado aun falta lo mejor, y me retiro. Lamentablemente no podía hacer otra cosa, pero no importaba porque en algún momento podría terminar lo que había comenzado y la verdad es que ya me importaba menos que nada las cosas que pudieran pasar después, esa pendeja sería mía si o si.

Me extendí más de lo que esperaba, aun falta una segunda parte, pero la terminaré en otra oportunidad, si les gustó comenten, cualquier otra cosa me escriben por interno y les contestaré, si encuentro que hay interés en el relato publico la otra mitad más rápido, y escribiré otras más ya que material tengo como para un pequeño libro, y si quieres ser parte de una posible publicación, solo me lo tienes que hacer saber.
Muchas gracias por leerme y hasta luego.


Comentarios


Esta genial tu relato espero con ansias lo siguiente
perfil 1017
Por:1017 en: 02/02/2014


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Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
4306

Categoria
Amor Filial

Fecha Envio


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2

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