APRENDIENDO DE SEXO (1ª PARTE)
( Relatos Confesiones )


Me llamo Eva, soy Española y tengo los pechos pequeñitos, en el cole casi soy la chica que más pequeños los tengo y por eso estoy un poco acomplejada porque se que a los hombres os gustan las mujeres con los pechos cuanto más grandes mejor, aunque en los últimos meses me están creciendo bastante de prisa. No soy ni muy bajita ni muy alta, morena de pelo, no creo que sea muy guapa ni tampoco fea, me considero normal, apenas he tenido novios, pero no ha pasado de besos y abrazos con ellos, solamente una vez me acariciaron los pechos encima de la ropa y eso me puso muuuuy ardiente, pero eso fue todo, no había hecho nada más, pero ahora es distinto, les voy a platicar lo que hemos hecho mi novio Mario (que es Mexicano) y yo, espero que los caliente tanto como lo estaba…

A mi padre y a mi madre los he visto muchas veces desnudos en casa al salir de la ducha ya que nunca se han escondido delante de mí y he visto el pene de mi padre muchas veces, pero nunca levantado como a mí me gustaría verlo. Incluso, cuando tendría unos 10 años tal vez, me acuerdo que estábamos solos en casa, me acuerdo que me enseñó su pene de cerca y me lo enseñó con todo detalle, me dijo como se llama la bolsa que contiene los huevos y se bajó la piel de la punta del pene para que la pudiese ver bien y me dijo varios nombres de como se llama la punta (capullo y otro nombre que no me acuerdo) y esa piel que lo cubre y el nombre de no se qué operación que se hacen algunos hombres, y no se cuantas cosas más... el caso es que me explicó muchas cosas pero yo era demasiado jovencita y además entonces no me sentía atraída por esto y ahora no me acuerdo de ninguna de esas palabras que me enseñó pero ahora yo tengo muchas ganas de tocar un pene de un hombre y de verlo grande y levantado, porque todavía no he visto ninguno y haría lo que fuese por poderlo conseguir, estoy obsesionada con este deseo mío. Mi mejor amiga, que es de mi edad, me contó que el año pasado estuvo con un primo suyo que vive muy lejos, que solamente lo van a visitar una vez al año o cada dos años y que estuvieron escondidos un rato y que, a cambio de ella dejarse ver sus tetas, él le enseñó su pene. Me dijo que también se lo tocó y que quedó maravillada de que una cosita que en principio mediría unos 5 cm., al tocársela le creció entre sus manos de una forma que no podía creérselo, en unos momentos dice que pasó a medir de 10 a 12 cm. y que además se puso duro y tieso (a mi, al igual que a ella, eso nos pareció muy grande). Me dijo que su primo le pidió que se lo chupara, que a los hombres más les gusta, pero ella no se atrevió y no lo hizo, aunque se quedó con las ganas de probarlo. Yo creo que a mi también me hubiese dado un poco de asco y no se si me hubiese atrevido, seguramente si estuviese muy limpio quizá...

¡Que envidia me dio! Yo también deseo ver una cosa así y tocarla con mis manos, pero no se cuándo ni quién me lo podría enseñar y dejar tocar. No se cómo hacer para conseguir al muchacho que me gusta mucho... creo será más fácil conseguir que me lo enseñe mi padre ya que con él tengo más confianza, aunque para esto no se si querrá. He pensado que un día que mi madre salga a comprar algunas cosas y me quede a solas con mi él, estoy decidida a pedirle que me lo deje tocar y que me deje ver cómo es cuando se levanta y se pone grande, si le pidiese que me lo dejase chupar tendría más oportunidades de que me lo dejase ver tal como deseo verlo. Creo que me daría un poco de asco, pero si se lo dijese cuando acabe de salir de la ducha y esté bien limpio, quizá no me daría tanto asco. De momento todavía no he tenido oportunidad, pero cuando la tenga lo intentaré... No se como reaccionará, pero tengo esperanzas de que me lo enseñe y pueda verlo de la forma que me gustaría verlo. Esta vez si que seré una buena alumna y aprenderé todo lo que me enseñen, sea quien sea quien me lo enseñe y no me olvidaré como aquella vez que mi padre me enseñó algunas cosas cuando tenía unos 10 años y ahora no me acuerdo de nada.

¿Qué sería mejor?, ¿Que primero intente atraer la atención del muchacho hasta que algún día me atreva a pedirle que me lo enseñe o que primero se lo pida a mi pa?, si no me lo quiere enseñar él, lo intentaré con el mi pa, eso está decidido.

¿Será normal que últimamente se me hayan despertado tanto las ganas de saber sobre el sexo y sobre todo de saber como son los hombres? No se si es normal por mi edad o por varios relatos que pude leer, sentí como un cosquilleo en mi cuerpo, noté como un cambio en mi y ahora solamente deseo eso. De momento me conformaría con poder tener en mis manos el pene de un hombre hasta poder verlo bien grande y levantado como me han contado que se pone, también siento curiosidad por saber qué se siente al follar, pero eso me da mucho miedo porque he oído decir que duele mucho, sobre todo la primera vez. En mi clase hay dos chicas de mi edad que dicen que ya han follado.

Ya he podido ver algunas fotos de hombres desnudos por Internet, lo hice una vez que a mi padre le olvidó quitar la contraseña, se ven unos penes enormes... ¿será que están modificadas con algún programa de PC para que parezcan más grandes de lo que son? ¿Quizá pueden ser de verdad tan grandes? Lo que pasa es que lo he comparado y he visto porque he tenido en mis manos el que intentaría que me dejasen ver fue el de mi novio. Ha sido maravilloso, ahora mismo les explicaré exactamente como lo logré. Pero, aunque a mi me pareció muy grande cuando se le puso tieso y duro, estoy segura que debe de medir unos 12 o 14 cm. y aunque a mi me parece muy grande, me doy cuenta de que hay otros como se ven en las fotos, veo que todos son mucho más grandes que el que yo he probado en realidad.

Lo pude ver a principios de la semana pasada y me encantó, aunque pasó algo más de lo que yo esperaba porque yo solamente esperaba verlo tieso y tocarlo un poco y nada más, pero no estoy arrepentida, me gustó mucho y tengo ganas de tener la oportunidad de hacerlo otra vez. Esto me sirvió para entender algunas cosas que no había entendido bien cuando leí unos relatos que pude ver aquel día, ahora entiendo cuando hablaban de la "leche"... o de que el hombre se "venía" y la mujer se tragaba la "leche"... ahora ya se qué es eso.

Ocurrió así:
Un día a principios de la semana pasada en que fui a casa de mi novio y su madre había salido a comprar algunas cosas, mi novio se fue a duchar al cuarto de baño, me fui allí y cuando salió de la ducha allí estaba yo, decidida a pedirle que me lo dejase tocar y que me dejase ver cómo es cuando se levanta y se hace grande y me armé de valor y sin decir nada me giré hacia él y se la agarré con la mano diciendo:
- Déjame ver como crece, quiero que me dejes ver como se hace grande - Yo solamente quería que me lo dejara tocar y ver como crece y se pone levantado. ¡Tenía tantas ganas! Pero él se quedó como atontado y sólo decía:
- Pero....pero.... pero... ¿que haces?... no puede ser..., no....
Y al cabo de pocos segundos:
-Suelta..., ¡que puede venir mamá!
Y se soltó y se tapó con la toalla y salió del cuarto de baño.

En los pocos segundos que la tuve en mi mano noté que crecía dentro de mi mano, sólo fue un poco, pero noté como si estuviera viva, no se cómo explicarlo...

Era la primera vez que tocaba un pene, y me quedé con las ganas de que me dejase más rato, me hubiese gustado ver como crece del todo y como se levanta y se pone duro, tal como había oído decir, pero no pasó nada más y lejos de quedarme satisfecha, me quedé con más ganas todavía. ¿Qué quería decir mi novio cuando dijo: "¡que puede venir mamá!" ¿Quería decir que le gustó y que si no tuviese miedo de que volviese pronto su madre me la hubiese dejado tocar más rato? Aquella frase estuvo rondando por mi cabeza sin parar, yo interpreté aquella frase como una esperanza y aquella noche me masturbé dos veces en mi cama, pensando que el próximo día que no estuviese su mamá lo intentaría otra vez, quería ver y tener en mis manos un pene duro y levantado. He oído decir a mis amigas que han follado, que a los hombres les gusta mucho que se lo chupen, así que pensé que la próxima vez se lo chuparía hasta que le crezca del todo y no me pudiese decir que no lo haga (si es verdad que gusta tanto a los hombres) y me permita tener su pene en la boca el tiempo suficiente para que le crezca y pueda verlo cuando se pone grande del todo.

Al día siguiente tuve la oportunidad tan esperada por mi, cuando él se estaba duchando a la misma hora que el día anterior y no había nadie en casa, me fui al cuarto de baño haciendo ver que me lavaba las manos hasta que terminó de ducharse y corrió la cortina.

Yo estaba dispuesta a todo para poder saber como es un pene "a tope", así que esta vez me giré rápidamente y se la cogí y me la puse toda en la boca (esta vez no valía la excusa de que mamá volvería pronto). Él se volvió a quedar sorprendido, sin reaccionar, como la otra vez, sólo decía:
- Pero... pero...., ¡Qué haces!, ¡No!..., ¡suelta!..., ¿estás loca?... ¡QUE VENDRÁ MAMÁ!....
Durante este tiempo, ni medio minuto, le fue creciendo dentro de mi boca de forma que yo intentaba tenerla toda dentro porque al no tener experiencia pensaba que "chuparla" era sólo esto, tenerla toda dentro de la boca, pero no paraba de crecer y ya me llegaba al fondo de la garganta y me estaba ahogando y cada segundo quedaba más trozo fuera porque no cabía toda dentro... la saqué de la boca para no ahogarme y porqué quería verla. Cuando la vi exclamé:
- ¡Cómo te ha crecido!, ¡que grande es!, ¡nunca había visto algo así tan grande y bonito!

Si normalmente calculo que le mide unos 6 cm. en aquel momento calculé que mediría el doble, y de ancho era como dos dedos de los míos juntos. No podía creerme que se la hubiese hecho crecer tanto. Nunca me hubiese imaginado algo tan grande... y además estaba dura.
Mientras la estaba mirando, o mejor dicho admirando, mi novio decía:
- ¿Qué haces?, ¡esto no puede ser!, además... ¡PUEDE VENIR MAMÁ!...
¡Que alegría!, volvió a decir la frase clave que me daba tantas esperanzas porque sabía que si él decía aquello es porque le gustaba, pero que lo único que temía era que no se enterase su mamá. Yo sabía que ella tardaría en volver y que él notó que yo estaba caliente y excitada como nunca, ya estaba contenta porque ya había visto lo que tenía tantas ganas de ver, pero me gustaba verla y tocarla como estaba haciendo, que todavía la tenía agarrada con la mano, le dije:
- ¡Calla!, ¿no te gusta?, déjame un poco más, sólo un poquito más... TU MAMÁ ACABA DE SALIR Y ESTA VEZ TARDARÁ EN VOLVER.
Y me la volví a poner todo lo que pude dentro de la boca hasta que tocó al fondo de mi garganta otra vez, sin moverme ni un milímetro, estaba muy grande y dura, y me daba un poco de nauseas porque tocaba muy adentro de mi boca.
- ¡MMMMM!, siiii..., si..., -dijo él -, pero... pero... esto no está bien... yo no debería permitirte... pero... ¡mmmmmmmm!

Yo me ahogaba de nuevo y me daba un poco de nauseas porque tocaba al fondo de mi garganta, pero no me movía, intentando tener lo máximo dentro de mi boca inexperta, intentando darle gusto así, sin hacer nada, pero sin saber que hacer. Entonces él con sus dos manos me cogió la cabeza y me la fue moviendo (En aquel momento creí que ya se había acabado mi lección, que me la sacaría y se taparía y marcharía o peor todavía que me reñiría o incluso que no me dejaría continuar), pero paró antes de que terminase de salir del todo del interior de mi boca cuando todavía quedaba la punta dentro. ¡Que alivio, ya no me ahogaba!

Una mano la puse bajo sus testículos y con la otra le agarré la parte de aquel enorme palo que quedaba fuera de mi boca... Entonces, me sorprendió cuando me dijo:
- Está bien, sólo un poquito más, ¡chupa aquí... en la punta, el capullo..., así, así... ¡Ahhhhhhh!..., mueve la lengua alrededor, mójalo bien... chúpalo... chúpalo... así, así... ¡ahhhhhhh! ¡Que bieeeeeen!...
Y pronto empezó a mover mi cabeza subiéndola y bajándola un poco, haciendo que se deslizase entre mis labios entrando hasta el fondo y subiendo hasta casi salirse de mi boca.
- Así..., así... ¡mmmmmm!...

Ya he dicho que le había crecido el doble o el triple, levantada, apuntando hacia el techo, dura, parecía que le iba a estallar... ¡Que contenta estaba!

Cada vez me movía más y más de prisa mi cabeza de forma que a veces volvía a tocar el fondo de mi garganta y a veces casi se salía de mi boca. ¡Que ilusión me hacía ver que le hacía disfrutar tanto! y además ya había visto lo que deseaba tanto... ya sabía como es esa cosa que los hombres se esconden tanto y lo más importante es que me gustaba y mucho. Con mi juventud ya había visto y saboreado algo que casi ninguna amiga de mi clase no ha visto todavía.

No habían pasado ni dos minutos con los movimientos acelerados de sube y baja de mi cabeza cuando empezó a decir:
- Asiii Eva mía, así, así... asiiii... ahhhhhhhhhh... YA ME VIENE..., YA ME VIENE....
Yo no entendía nada, pero me gustaba porque notaba que mi novio estaba disfrutando y me la metía toda hasta el fondo, noté que su pene se ponía todavía más duro y que de repente mi boca se llenaba de algo caliente que salía de su pene a borbotones, como si fuese un corazón palpitando dentro de mi boca. Me dio mucho asco y me ahogaba. Entonces inmediatamente quise levantar mi cabeza del todo para sacármela, pero él, que me continuaba agarrando mi cabeza, sólo me dejó levantar un poco la cabeza sin dejar salir la punta en ningún momento y continuó moviendo mi cabeza a ritmo más lento, mientras los latidos de su polla continuaban expulsando aquel líquido que inundaba mi boca. Yo dejaba escapar aquel líquido todo lo que podía por el lado de mi boca y bajaba a lo largo de todo su pene y de sus testículos y caía a sus pies en la bañera, también por mis labios y mi barbilla. Estaba muy excitada y me daba asco, pero no tanto porque me daba cuenta de que en aquel momento estaba sucediendo algo muy importante y que a él le gustaba mucho, notaba que mi sexo se había puesto húmedo y disfrutaba viendo y oyendo como disfrutaba mi novio; creo que hasta los vecinos le oirían como gritaba:
- AHHHHHH..., AAAAHHHHH... YAAAAA.... YAAAAAA... -mientras le salía aquello...

Cuando paró de salir aquel líquido de su pene dejó de moverme la cabeza y me la soltó, yo comprendí que ya había terminado y ahora sí que me dejó que me la quitase de la boca, cosa que hice y terminé de escupir lo que todavía me quedaba de aquel líquido dentro de mi boca, sin dejar de mirar aquel pene tan grande y hermoso.

Me explicó que esto era el líquido que sale a los hombres cuando hacen el amor, o la leche, o el semen, es decir los espermatozoides, aquello que me habían explicado en el cole cuando nos enseñaron la lección de los órganos reproductores y que esto es el líquido que entra dentro de la vagina de la mujer cuando se hace el amor para que quede embarazada y todo esto. Yo como había estudiado que los espermatozoides son microscópicos pensaba que no se veían cuando salían, no tenía ni idea de que saliesen en forma de esa leche, pero me gustó descubrirlo y aprenderlo mediante aquella lección tan práctica.

Yo estaba allí, admirando embobada aquel palo tan grande que tenía delante de mis ojos, con la boca medio abierta y goteando aún restos de leche y saliva por mis labios y mi barbilla, con el pene de mi novio a menos de un palmo de mi cara, grandioso, todo mojado y brillante por la leche que todavía bajaba por su alrededor. Yo, embobada ante aquel regalo para mi vista, le dije:
- ¡Que grande!, ¿es normal que se ponga tan grande? ¿Todos los hombres lo tienen igual de grande?
Y él me respondió:
- Pues el mío es de tamaño regular. Hay muchos hombres que lo tienen mucho más grande...
Yo intentaba imaginarme algo más grande que aquello y no podía ni pensarlo...

Me hizo jurar cientos de veces que no le diría nada a nadie y también me dijo que nunca, nunca había disfrutado tanto, que no se habría podido imaginar nunca que yo le diese tanto gusto a él, que sus novias anteriores no le habían hecho nunca esto a pesar que alguna vez al principio se los pidió muchas veces, pero como no quisieron hacérselo nunca, al final ya no volvió a insistir. También me dijo que esa leche no es mala y que hay mujeres que se la tragan y que esa confianza gusta mucho a los hombres, que lo importante es que se esté sano y que se tenga mucha higiene. Y también me dijo que aquello no debería haber ocurrido, que el sexo sin tener cuidado está mal, que no sabía cómo había permitido que ocurriese, que había sido débil, pero que no había podido resistirse ante tanta excitación... tanto placer como el que yo le estaba dando...
Pero no dijo nada más. Yo me lavé "la leche" que todavía me caía por el labio inferior y la barbilla y mi novio se volvió a lavar en la ducha. Yo me fui a su habitación y me masturbé pensando en que yo había hecho poner aquel pene tan tieso. Me puse muy mojada y excitada y enseguida tuve un orgasmo como nunca había tenido.

Su madre tardó todavía bastante rato en volver y mi novio y yo nos quedamos platicando en el sofá de la sala por un rato y noté que me miraba con una sonrisa pero no nos dijimos nada ni ha pasado nada más desde aquel día.

Pronto les contaré otras veces en que he aprendido de sexo, espero que os haya gustado lo que les he contado.

Eva.
P. D.- Si gustan hacernos algún comentario o contarnos alguna experiencia parecida, mándenlo al correo ahí los leeremos juntos, porque estamos de acuerdo en que nuestras aventuras las conozcan otras personas aunque no deseamos que alguien más participe con nosotros, gracias.

                                


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