El repartidor del restaurante 2
( Relatos Gay )


Como mencioné en el relato anterior, solicité un segundo pedido express al restaurante cercano a mi casa pero esta vez no fue el mismo repartidor que me había dejado todo su néctar dentro de mi ano. Era un hombre delgado, muy blanco y con cara seria pero amable.
-        Buenas noches señor, vengo a dejar su pedido
-        Muchas gracias, pensé que venía su compañero, el mismo que hace un rato.
-        Anda llevando otro pedido pero me comentó sobre su entrega.
-        ¿Y qué te comentó?
-        De su deliciosa picha, gruesa y grande. Y yo vengo desde el restaurante con muchas ganas de ver lo que mi compañero me cuenta.
-        Pasa y con gusto la verás en vivo.
Alex, el nuevo repartidor, paso al garaje, dejo la motocicleta y pasó a mi casa. Se subió su camisa y dejó ver su “paquete” bien marcado en su pantalón.
-        Vea como estoy
-        Ya veo, pero me gustaría en vivo. - Alex se desabrochó el pantalón y se bajó sus bóxer dejando ver su hermosa verga,   bien proporcionada.
-        ¿Y a ti qué te gusta más?
-        Me gusta de todo, amigo
-        Pues puedes empezar por chupar la verga
Y así lo hizo, empezando por tocarla y masturbarme lentamente haciendo que mi prepucio dejara al descubierto la cabeza de mi verga
-        Que picha más rica
-        Es suya
Y empezó a darme una mamada fenomenal hasta que casi hace que me venga y se la saque de la boca.
-        Casi me hace regar,   que rico chupa usted. Ahora quiero chupársela a usted
-        Aquí la tiene,
Empecé a chupársela de la misma manera, bajando con mi boca su prepucio y metiéndome a la boca toda esa delicia para luego pasar por sus testículos y después a su huequito.   Alex se quejaba, estaba disfrutando mucho la mamada de culo que le estaba dando,
-         Uyyyy que rico,   si así fuera con mi mujer
-        Tienes mujer
-        Sí, pero a ella no le gusta chupármela
-        Y con lo rico que estás. No sabe lo que se pierde.
-        Gracias, pero hay otras cosas que ella no puede hacer y usted si
-        Ah ¿quieres que te la meta?
-        Sí, quiero tener toda su picha dentro de mi huequito, aunque no sé si aguantaré lo que se tiene
-        Es cuestión de intentar ¿probamos?
-        Si, dele. Pero deje que sea yo mismo el que me la meta ¿sí? ¿puede ser a pelo?
-        Claro, como quieras
-        Es que mi compañero me contó cómo lo hicieron hace un rato y quiero probarlo, me dejó con ganas. A usted ya lo conocía de cuando pasa frente al restaurante y Manuel le ha tenido ganas desde hace tiempo.
-        Que bien,   espero que siga con ganas ya que él es un delicioso.
Alex me puso gel y se puso el mismo en la entrada de su culito y empezó a meterse mi picha en su hueco.
-        Duele bastante, es muy gruesa para mi ano
-        Dele suave y verá que le entra toda. ¿Le han metido alguna verga antes?
-        Sí, pero han sido mucho más pequeñas y delgadas.
-        Si quiere me acuesto y usted lo vuelve a intentar
Y al acostarme boca arriba y él veía mi picha bien parada se colocó un poco más de gel, se puso la punta en la entrada del culo y empezó a metérsela suavemente.
-        Va entrando, que rico se siente
Tenía dentro poco más de la cabeza de mi picha cuando intentó metérsela completa y lo logró,   sentándose de un solo golpe.
-        Ay ay ay.   Duele muchoooooooo
-        No la saque, espere un toque y verá que pasa el dolor
-        Ahhhhhh   ay ay que dolor, me está partiendo en dos,   ayyy
Poco a poco se le fue pasando el dolor, le dije que levantara sus piernas y que fuera él mismo que llevara la batuta. Poco a poco se acostumbró a mi verga dentro de su ano y empezó a moverse más rápido.
-        Disfrútela, ¿le gusta?
-        Sí, me encanta, ya no duele,   ahora siento deliciosoooooo, ahhhh
Y empezó a moverse más rápido y a quejarse pero ahora de placer. Cambiamos de posición, sin sacarla y ahora sus piernas estaban sobre mis hombros y pude observar rastros de sangre.   El vaivén se hacía cada vez más rápido y la mirada de Alex denotaba el disfrute que estaba teniendo.
-        Que delicia,   dele dele, me encanta, ahhhhhh.   Y pude observar como que se estaba viniendo ya que el mismo empezó a moverse y a quejarse fuerte
-        Ahhhhhh me riego, me riego
Ante sus palabras me hizo que me empezara a llegar el momento de regarme también.
-        Le voy a dar leche, ¿la quiere?
-        Siiiiiiiiiiiiiii
Y se la fui dando hasta que salió toda dentro de su culo.
Un momento después se fijó y no vio su semen.
-        ¿Qué fue lo que sentí y no me regué nada?
-        Eso fue un orgasmo anal y sucede por la próstata. Pero quiero preguntarle algo Alex.
-        Dígame
-        ¿Es verdad que antes le habían metido alguna picha?
-        No y me imagino que se dio cuenta por el dolor que tuve.
-        No solo por eso, sino también por la sangre que le salió del culo. Pero ¿quiere dejar salir su leche?
-        Si, todavía tengo ganas.
-        Se nota, si está bien templado.
-        Si verdad, pues ahora métamela usted y riéguese rico.
-        Pa luego es tarde
Y me dio una cogida híper deliciosa. Si así fue conmigo, imagino cómo su mujer disfruta de esa picha deliciosa.
Quedamos de vernos los 3 un día de estos para disfrutarnos y Alex y yo darle picha a José Ángel, el otro repartidor.
Espero sus comentarios.
Hasta pronto.

                                




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Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
5302

Categoria
Gay

Fecha Envio


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2