Como EL me violo a mi (2)
( Relatos Heterosexuales )


No era raro que saliera tarde de la oficina. El invierno había hecho que oscureciera temprano, y el frio que la calle estuviera desierta. Me cerré el abrigo la más que pude y comencé a caminar, pero él se apareció con una pequeña sonrisa en su rostro y me señalo su auto, yo le respondí también con una sonrisa y me subí en el.

Me senté junto a él en el auto, los dos nos encontrábamos en silencio y mirando hacia adelante, tratando de ignorar la presencia el uno del otro.

Manejo unas cuadras y se detuvo en una poco iluminada esquina, y simplemente se quedó quieto y sin mirarme. Yo no entendía lo que estaba ocurriendo, pero no quise preguntarle ni decirle nada.

Después de unos minutos, lo mire de reojo y note que se había abierto el cierre del pantalón, tenía su miembro casi erecto afuera, aunque no lo estaba tocando ni nada, solo estaba allí, lo mire por unos momentos y cuando el noto esto, tomo mi mano y la puso sobre su pene. Yo lo mire extrañado, y el comenzó a mover mi mano, frotándolo.

Yo no sabía qué hacer, pero no dije nada, y deje mi mano allí, sentía como cada vez se iba poniendo más duro y su respiración se agitaba cada vez más.

De pronto el soltó mi mano, pero yo seguí un poco más, y cuando me detuve, el me miro y puso su mano en mi rostro y la movió despacio hasta mi nuca, sabía lo que quería.

Me incline sobre él y comencé a hacerle sexo oral. El dejo su mano en mi nuca, mientras yo tenía todo su pene en mi boca, apretando mis labios y moviéndome de arriba a baja cada vez con más velocidad.

Después de unos momentos, cuando vi cuan excitado estaba, quise levantar la cabeza, pero él puso sus dos manos sobre mi nuca. Él quería que siguiera, puse una mano en su pene, el hacía tanta presión que sentía que me iba a ahogar metiéndolo todo dentro de mi boca. Sentía como gemina cada vez más fuerte.

Cuando finalmente el, por estar tan excitado, perdió un poco de fuerza, pude levantarme, el me miro con cara de cansado, mientras limpiaba la saliva de mi boca, se me acerco, yo me pegue al asiento, no estaba seguro de que es lo que iba a hacer, y cuando estuvo muy cerca mío, con su rostro casi pegado al mío, apretó un botón al lado del asiento, haciendo que este quedara completamente en horizontal, yo caí con el asiento y también quede recostada y un poco sorprendida.

El me subió la falda hasta la cintura, y después bajo mi ropa interior, no me quede acostada inmóvil mientras él hacia esto, con mis brazos pegados al cuerpo, él se tomó mucho tiempo con mi ropa interior, bajándola muy despacio hasta casi mis rodillas, y luego con sus dedos masajeo un poco mi entrepierna.

Luego se recostó sobre mí, con una mano en mi cintura y la otra en mi hombro, y una expresión seria en su rostro, pude sentir de pronto como me penetraba, yo abrí la boca dejando salir un gran suspiro mudo, pude sentirla toda dentro de mí.

El comenzó a hacer un vaivén sobre mí, tenía su rostro pegado a mi cuello y sentía como jadeaba cada vez con más intensidad.

Yo tratada de no hacerlo, pero estaba cada vez más excitada, podía sentir lo duro y lo profundo que se movía dentro de mí.        

Sentía como todo su cuerpo se movía cada vez con más violencia sobre mí, su respiración, sus manos apretándome cada vez más, pude sentir su grito ahogado en mi cuello y como acabada dentro de mí.

Luego se levantó, volvió a subirme la ropa interior y bajar la falda, puse el asiento en su posición original. Yo lo mire sin hacer nada, el luego se cerró el pantalón, volvió a encender el auto y nos fuimos del lugar.

Todo el resto del camino lo hicimos en silencio, incluso cuando llegamos a mi casa, yo solo lo salude con una leve sonrisa y el solo asintiendo con la cabeza, baje del auto y para cuando llegue a la puerta, él ya se había ido.




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Codigo do Relato
5340

Categoria
Heterosexuales

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