Mi regalo de cumpleaños con dos desconocidos
( Relatos Transexuales )


Quiero compartirles mi experiencia que tuve la semana pasada con el regalo de cumpleaños que me dio mi complaciente novia.

Un día antes me preguntó: ¿qué te gustaría de regalo de cumpleaños? Le sonreí y le dije: no sé, mi amor, lo que tú me quieras dar. Devolviéndome la sonrisa y mirándome pícaramente me volvió a preguntar: ¿cualquier cosa? Le dije que sí, lo que desees darme corazón.

Bueno, pues quiero que te prepares para mañana con tu mejor lencería, quiero darte una sorpresa.
Casi gritando le dije que sí, inmediatamente vinieron a mi mente muchas fantasías.

Llegado el siguiente día, el de mi cumpleaños, me di a la tarea de buscar mis mejores prendas femeninas. Medias de red color negro, tanga de color rojo, liguero del mismo color, corset rojo que me encanta porque siento que me hace ver más femenina y zapatillas de tacón de aguja.

Me maquillé lo mejor que pude y, para la hora que mi novia me había indicado, ya estaba más que lista.

Pasadas las 6:00 p. m. llegó ella a mi departamento, al entrar y al verme me dijo: wowww vaya que te puliste amor, te ves realmente linda. Le agradecí el cumplido dándole un beso. Al soltarnos le pregunté: ¿y de qué se trata tu regalo amor? Estoy ansiosa por saberlo. No comas ansias me replicó. Dame unos minutos para que sepas lo que te voy a dar de regalo. Pasados diez minutos de su llegada tocaron a la puerta.

Yo no esperaba a nadie y haciendo una cara de intriga le dije: ¿quién será? No sé, pero espero que ya haya llegado tu regalo, amor. Con extrañeza le dije: ¿mi regalo? Mira, entra a tu recámara que yo abriré la puerta. Obedecí a lo que me dijo y presurosa me dirigí a mi recámara. Lo único que escuché fue cuando abrió la puerta y algunos pasos dentro de la sala. Al poco tiempo, mi novia fue a mi recámara y me dijo: amor, ya llegó tu regalo pero necesito que te pongas esto. Tenía entre sus manos una mascada y, pidiéndome que me diera la vuelta, me la puso en los ojos. Empecé a sentirme un poco nerviosa y excitada y, aunque no sabía exactamente de qué se trataba, podía intuir que era algo que me iba a encantar.

Después de ponerme la venda en los ojos me volvió a decir: quédate aquí, ya vuelvo con tu “regalo”.

Sólo escuchaba algunos pasos que se acercaban a donde me encontraba y a partir de ese momento me sentía cachonda y muy excitada, mis pezones empezaron a endurecerse y mi lengua la pasé por mis labios pintados para humedecerlos suavemente. En ese momento sentí que dos pares de manos tocaban diversas partes de mi cuerpo, me estremecí y suspiré profundamente. No tenía idea de quienes eran esos dos tipos, pero sus manos las sentía suaves pero al mismo tiempo firmes y con gran autoridad.

Me dejé llevar por estos dos tipos, que al parecer ya sabían lo que tenían hacer, supuse que mi novia los había aleccionado previamente, por lo tanto, dejé que tomaran el mando de las acciones y me convertí a partir de ese momento en su nenita complaciente.
Se turnaron para acariciarme mis pequeños senos, y uno de ellos, al darse cuenta de la dureza de mis pezones empezó a chuparlos suavemente, le tomé el rostro para que siguiera succionando mis pezones ya que esto me pone a mil y me excita demasiado. Su compañero me acariciaba las piernas y las nalgas, pero no decían nada, supongo también que fue parte de la instrucción de que no hablaran y que solo se dedicaran a darme mi “regalo”. Al no ver lo que hacían mi sentido del tacto se concentró de tal manera que cada caricia y cada apretoncito a cualquier parte de mi cuerpo podía sentirlo más profundamente. Mi respiración y la de ellos empezó a ser más intensa y era lo único que se escuchaba en esa habitación, que sería testigo de la experiencia de sentirme amada, deseada y cogida por ese par de machos. No quise quedarme atrás y también empecé a explorar sus cuerpos, aún conservaban su indumentaria pero pude notar y palpar la gran erección que ambos tenían.

Uno de ellos me abrazó por la espalda y empezó a besarme el cuello, comencé a jadear suavemente, y bajé mi mano para palparle su erección. Su otro compañero, ya sin ropa, se acercó y se colocó delante de mí, tomó un de mis manos y la condujo a su verga ya erecta, la tomé suavemente y la oprimí, me incliné para darle un beso y una lengüetada. Ahhhhhh…! Exclamó, pero su otro compañero le dijo: shhhhhhh. Seguí chupando su rica verga, mientras su compañero se desvestía también, me encontraba arrodillada mamando su rico miembro que estaba totalmente erecto cuando sentí en mi espalda la punta de la verga del otro tipo. No pude evitar arquear mi espalda al sentir el contacto de ese miembro, me di media vuelta y tomé la verga con mi otra mano, de manera que tenía las vergas de los tipos en mis manos. Acerqué mis labios a la nueva verga y le di un beso, saqué mi lengua y le pasé por todo su tronco, lamí sus testículos y recorrí nuevamente su tronco hasta llegar a la punta y permanecí varios minutos así.

Después me levantaron y me condujeron a la cama, uno de ellos me acomodó de tal manera que quedé arrodillada en medio de ella. Como ninguno de ellos me decía alguna palabra, yo me queda en la forma que me colocaban. Arrodillada como estaba, noté que uno de ellos se colocó arriba de la cama, el otro quedó detrás de mí ya que empezó a acariciarme las nalgas con sus dos manos y yo le agradecí la sensación parando las nalgas un poco más. Haciendo a un lado mi tanga empezó a jugar con mis redondas nalgas y tocando con la yema de sus dedos mi entrada anal, separé las piernas y sentí cómo el orificio quedó a la vista esperando ser penetrado. El tipo que se subió a la cama conmigo se colocó de tal manera para que le siguiera mamando su verga. Cosa que le agradecí silenciosamente ya que era mi postura favorita. Estar mamando una rica verga con las nalgas bien paradas recibiendo una cogida por el culo ahhhhh, qué delicia..!, pensé.

El tipo que me acariciaba las nalgas y me frotaba el orificio anal dejó de hacerlo para llevar la punta de su verga a la entrada de mi culito, aunque tenía la venda puesta cerré los ojos y sentí con mayor intensidad la penetración no pude evitar el deseo de moverme de atrás para adelante al ritmo que yo deseaba. Sentir la verga que me taladraba mi garganta hasta el fondo al mismo tiempo que la verga que tenía dentro de mí tocaba lo más profundo de mis entrañas me estaba volviendo loca de placer.

Pasado un tiempo los tipos intercambiaron de lugar, y en esa pequeña pausa me relajé unos instantes, pero volviendo a la carga los tipos se dieron cuenta de que me estaba poniendo cada vez más cachonda y volvieron a penetrarme pero ahora con mayor frenesí. Yo jadeaba como loca al recibir ese inmenso placer.

Todo el tiempo permanecí con la venda en los ojos lo que provocó que esos tipos me hicieron lo que quisieron, yo estaba tan excitada que no puse límites y gustosa y cachonda como me encontraba disfrutaba al cien todo lo que a ellos se les ocurriera. De ponerme en forma de cuchara con uno de ellos, de sentarme en la verga de otro, de estar acostada boca arriba y mientras uno de ellos me sostenía de las piernas el otro me metía la verga al mismo tiempo que le seguía lamiendo su verga, en fin fueron tantas las posturas que experimentamos que tanto para ellos como para mí, fue una experiencia deliciosa.

Pero como dicen, todo principio tiene un fin y la culminación llegó de la siguiente manera. Ellos se habían dado cuenta de la forma en que gozaba cuando era penetrada por ambos lados, es decir, por el culo y por la boca. A una seña, supongo, de uno de ellos me volvieron a acomodar como al principio. Estaba vez ya estaba dispuesta a agradecerles a mi manera por este regalo que mi novia me había preparado. No sé quién quedó adelante o atrás pero yo estaba dispuesta a dar lo mejor de mí, me movía como puta recibiendo las estocadas de la verga del que estaba detrás de mí, y con mucha intención succionaba la verga que tenía en mi boca, en la habitación solo se escuchaba el golpeteo de la entrada y salida de la verga de mi culo y las chupadas profundas que le daba a la verga que tenía en mi boca. Sabía que en cualquier momento las dos vergas explotarían y ponía mi mayor esfuerzo para conseguir que esos dos tipos se llevaran una buena impresión de mi entrega.

El primero en descargar fue el tipo que tenía detrás de mí, sentí chorros de semen caliente dentro de mi cuerpo que me llenaron de satisfacción, ya que logré que con mis movimientos el tipo pudiera venirse lo más intensamente que pudo y lo agradeció dándome una deliciosa nalgada.

No pasaron ni dos minutos cuando el tipo que estaba frente de mí, dejó escapar dentro de mi boca chorros de semen que gustosa los recibí sin dejar caer ninguna gota y mientras terminaba de eyacular el tipo que se había derramado en mi culo me abrió las nalgas para observar cómo su semen se iba desparramando por mi orificio anal.

Dentro de mí me sentí orgullosa de haberme comportado lo más femenina posible y que estos tipos también gozaran del momento, aunque nunca supe quienes fueron mis “amantes” en turno deseaba que esta experiencia se volviera a repetir.

Nunca le pregunté a mi novia quienes eran los tipos, pero le agradecí enormemente el regalo que me dio por mi cumpleaños, esperando que de nueva cuenta me “regale” otro encuentro con estos tipos o con otros… con quien sea, el caso es que me traten como la nenita cachonda como me siento algunas veces.

Espero que les haya gustado y espero sus comentarios…


Comentarios


Me encan to tu regalo, ojalá mi novia me mande uno así!
perfil maikol18


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Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
5439

Categoria
Transexuales

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