Por un descuido me hizo suya
( Relatos Transexuales )


Por un descuido me hizo suya

En raras ocasiones acudo a trabajar los sábados a la oficina, pero había dejado un asunto pendiente y no quería pasarme el fin de semana intranquilo, así que decidí acudir por lo menos tres horas que era el tiempo que pensaba laborar.

Como era de esperar el lugar estaba totalmente vacío por lo que me sentí en completa libertad para terminar mi pendiente y retirarme a mi casa lo más pronto posible.

El conserje del edificio donde se encuentran las oficinas era la única persona que me acompañaba, bueno él permanecía en la planta baja del edificio y yo en el tercer piso.

Como estaba concentrado en mi trabajo me di cuenta que iba a terminar más pronto de lo que esperaba, así que me tomé un breve descanso y aproveché para ver un poco de porno en la computadora. Como ya se imaginarán mis videos favoritos son de esas “chicas” con pene que se visten muy sexys y reciben tremendas cogidas. Como sabía que me encontraba sola dejé la computadora encendida en un video muy candente donde dos tipos le daban con todo a una de esas “chicas”, uno por delante y otro por detrás le hacían gemir casi a gritos de placer. Obviamente me prendió esa escena y cerré los ojos imaginándome que era yo esa “chica”.

Me levanté repentinamente para ir al baño y, como sabía que estaba sola, dejé la máquina encendida sin ocultar el video. Cuando regresé me puse nerviosa al darme cuenta que enfrente del monitor se encontraba un muchacho bien parecido, de aproximadamente 26 o 28 años, observando la candente escena del video. Me acerqué y lo saludé, tratando de parecer lo más natural, y le pregunté que quién era, que antes no lo había visto por ahí. Me dijo que era el sobrino del conserje y que había ido a visitarlo, pero como iba a salir le pidió que me fuera a ver si necesitaba de algo. No le respondí y solo me sonreí pensando que lo que necesitaba era una rica cogida como la que le estaban dando a la “chica” de mi video. Él me devolvió la sonrisa y, fijando su vista al monitor, me dijo: “Se ve que se la pasan muy bien esos tipos”. Le dije que sí, pero que ya tenía que quitarlo pues tenía que terminar pronto mi pendiente.

Bueno, entonces me voy replicó, pero si necesita de algo me puede llamar en cualquier momento. ¿Cualquier cosa que necesite? Se lo dije de la manera más sugerente posible, lo que él entendió ya que me respondió inmediatamente: “sí, cualquier cosa”. Mordiéndome el labio inferior le pregunté si el video que acaba de ver le gustaba y me respondió que sí, que él piensa que ese tipo de “chicas” son más complacientes que las mujeres de verdad. Después me preguntó: ¿Tú que piensas? ¡Ya lo creo que sí! Creo que hasta le grité. Ambos reímos y le dije, bueno yo pienso que son así de complacientes porque han de sentir mucho placer, ¿no crees? Sí, eso creo y en ese video que estabas viendo sí que prende a cualquiera, me gustaría conocer a una “chica” así.

Cerré los ojos y di un suspiro, luego le pregunté: ¿No has conocido a alguien así? Me contestó que no pero que era un sueño que él tenía. Me agradó que hablara con toda naturalidad como si nos conociéramos de tiempo atrás, y su tono de voz me inspiraba mucha confianza. ¿Y tú? ¿has tenido el mismo sueño? A pesar de la confianza que me inspiraba no pude evitar cierto nerviosismo, pero antes de responderle le dije: ¿si te confieso algo no te burlarás de mí? ¿Burlarme de qué? Inquirió.
Es que yo he sido una de esas “chicas” en varias ocasiones por eso sé que son capaces de dar el mejor placer. Waooo, respondió, no me hubiera imaginado eso si no es que lo escucho de ti.
Pero, continuó preguntando: ¿también te gusta vestirte de nenita?
Sí, le respondí. Me fascinan las prendas íntimas femeninas y más si las traigo puestas. Ambos volvimos a reír. Me imagino que te has de vestir muy sexy ¿verdad? La verdad que sí y lástima que no me imaginé que me pudiera encontrar a alguien así como tú en la oficina, me hubiera encantado traer al menos algo de mi ropita para lucirla para ti y me des tu opinión.

¿Y crees que es necesario traer la ropita puesta para complacer a un hombre? Me preguntó. Bueno, no creo que sea necesario, pero a los hombres que les gustan esas “chicas” les gusta verlas sexys.

Oye, ¿y si te pidiera que me dieras una probadita de que eres una “chica” de esas lo harías? Me preguntó. Por qué no, le respondí. ¿Qué te gustaría hacer? Le insinúe.

¿Qué te parece si ambos miramos lo que estabas viendo y nos imaginamos que somos los del video? Sí, pero ¡nos va a faltar uno! Seguimos riendo.

Nos acercamos a la pantalla y observamos que un tipo tenía abrazada por la espalda a la “chica” tomándola de los senos y me preguntó: ¿Quieres? Asentí con la cabeza, se colocó detrás de mi y llevó sus manos a mis pequeños pero firmes pechos y los empezó a apretar, gemí de satisfacción porque sería la primera vez que me iba a entregar a alguien sin necesidad de vestirme de nenita.

¡Así, así… mmmmmm, me gusta como gimes y sé que estás deseosa de que te haga mía! Sí, sí.. le respondí, necesito que me hagas tuya y sabrás que puedo complacerte mucho mejor que cualquier chica.

Mientras me tenía tomada de los senos, le acariciaba su verga por encima del pantalón y me percaté que su instrumento era buenas proporciones. Le pedí que para hacer realidad su sueño que mantuviera su mirada al monitor de la computadora y que se imaginara que la “chica” en cuestión era la que le estaba dando el placer. Me solté de sus brazos y ahora fui yo la que se colocó detrás de él, le pedí que no perdiera de vista las imágenes de la pantalla justo en el momento en que la “chica” se metía a la boca uno de aquellos enormes instrumentos masculinos y golosamente lo lamía. Desabroché el cinturón de su pantalón y saqué su rico miembro y traté de hacerle lo mismo de lo que veía en la pantalla. Supe que le empezó a gustar porque hacía el mismo movimiento que el tipo de la escena. ¿Ves que sí somos capaces de dar mejor placer? Sigue, sigue… qué rico lo estás haciendo… mmmmmmm, me encanta cómo lo estás haciendo…ahhhh… mejor que la puta de ahí… mmmmmmm. Sigue imaginándote a la puta de ahí… porque te voy a demostrar que soy capaz de darte el máximo placer. Ahhhhh…chiquita se nota que sabes cómo mamar. Mmmmmm…mmmmm…sacándome por un momento de la boca su rica verga, le dije… te dije que no es la primera vez que hago esto y me fascina chupar ricas y jugosas vergas. Tú tienes un delicioso miembro que seguramente le encanta a las mujeres. Al terminar de decir esto le di una tremenda succionada a su bien formada cabeza de su miembro masculino lo que agradeció tomándome de la nuca y empujándomela hasta lo más profundo de mi garganta y aunque me costaba un poco de trabajo respirar le seguí dando profundas succionadas a todo su miembro viril.

Volví a sacar su miembro de mi boca y le dije, tómalo con calma no quiero que termines aún, hay más cosas por hacer. Comprendió lo que le dije y con un profundo ufffff… exclamó: tienes razón, quiero gozarte completamente y disfrutarte el mayor tiempo posible. Hicimos una pequeña pausa para seguir observando el video, en él los dos tipos tenían sus vergas metidas en la boca de la “chica”, lo que él aprovechó para preguntarme si había estado ya con dos tipos a la vez, le respondí que sí y ha sido una de mis mejores experiencias. Pues la verdad no creo que a mí me gustaría compartirte con alguien al mismo tiempo, susurró.

Es que en aquella ocasión era yo la que necesitaba satisfacer mi fantasía, estaba loca por ser penetrada por dos chicos al mismo tiempo y afortunadamente lo conseguí. Sentía la necesidad de sentirme bien puta y mi culito estaba ansioso de ser penetrado al mismo tiempo de estar mamando una verga y recibir una rica dotación de leche por ambos lados. Ahora quiero que tú te sientas complacido y me sientas que soy tuya.. solamente tuya.

¿Harías lo que te pidiera? Me preguntó. Sí, claro que sí… Haz o pídeme lo que quieras hacer conmigo. Es que… bueno… me siento tan caliente que me gustaría tratarte como a una puta. ¿Eso quieres? ¿quieres ver que puedo ser mucho mejor que cualquier puta? Dime… qué necesitas…

Primeramente necesito penetrarte, ardo en deseos de ver ese culito de puta que dices tener y escucharte pedirme más y más verga… pedirlo como una súplica de una puta desesperada y llenarte de leche ese agujerito y si no es mucho pedir me encantaría me des una rica mamada hasta que me exprimas hasta la última gota de mi semen. ¿Lo harías? ¡Por supuesto! Eso y más.

Entonces, ¿quieres cogerme primero? Tomé su mano y lo conduje al escritorio aledaño al mío, me subí y me coloqué de rodillas encima del escritorio, levanté mis nalgas y le mostré mi pequeño pero ansioso agujerito que estaba palpitante de deseo. Le dije que antes de que me penetrara me permitiera lubricarle su enorme tronco con mi lengua para facilitarle la entrada y evitarme un poco de dolor. Le lamí con gusto su rica y dura verga y ya que la dejé plenamente humedecida me acomodé nuevamente dispuesta a recibir su miembro viril en mi pequeño orificio, que parecía indicarle el camino correcto. Sentí cuando colocó la punta en la entrada y mordí mis labios esperando la estocada; sin embargo, la ensalivada que le di a ese tronco facilitó su entrada y poco a poco se fue introduciendo hasta llegar a tope, sentí su vello púbico rozar mis nalgas, dispuesta a complacerlo en todo y me sintiera una puta de verdad empecé a deslizarme de atrás hacia adelante siendo yo la que marcaba el ritmo de la penetración, él se dio cuenta de esto y solo se limitó a ponerse firme en su lugar, me tomó de las caderas y siguió el ritmo que yo llevaba, moverme así me estaba causando un gran placer, pero estaba decidida a complacer totalmente a mi querido amante en turno. Seguimos por varios minutos así, escuchaba su respiración agitada y sus gemidos de placer que la opresión de mi culo a su verga le provocaba, sabía que en cualquier momento su verga explotaría. No sé cuánto tiempo pudo contenerse, pero a mí me gustaba y quería permanecer así más tiempo, me sentía en las nubes y totalmente excitada. Un torrente de espeso líquido inundó mis entrañas y cayó desfallecido encima de mi. Dejé que su cuerpo quedará encima del mío hasta terminar de eyacular. Lentamente se levantó y sacó su desfallecido miembro de mi humedecido culo. ¿Qué tal? Le pregunté. Me respondió con otro profundo uffffff… ¡vaya que sabes cómo moverte! Y ese rico y apretado culito que tienes sentía que me envolvía toda mi verga. Si así fue la cogida, qué será la mamada. Pues reponte y pronto lo sabrás. No dejaba de exclamar con un uffff…
Vaya que aguantaste bastante dentro de mi, creo que nadie había aguantado tanto como tú, le dije. Y sí, me respondió. Es que mientras te movías de esa manera te imaginaba con ropita sexy. A propósito, quería preguntarte, ¿Qué tipo de ropita sexy te pones si se puede saber? Inquirió.

Ah, pues te diré… me encanta ponerme todo tipo de ropa femenina: medias, tangas, ligueros, sostén, zapatillas… Mis prendas favoritas son los corsets, y los baby dolls… me fascina verme lo más femenina posible… además me encanta el maquillaje. Lástima que en esta ocasión no estaba preparada, pero algún día… si quieres… lo haré para ti.

¿De verdad? Respondió… me encantaría. Le sonreí… después de detallarle la forma en que me visto y me maquillo, pasaron aproximadamente 15 minutos y me di cuenta que ya estaba repuesto nuevamente cuando su verga volvió a erectarse. Mmmmmm, le dije.. creo que ya estás listo para la segunda parte. No dejé que se levantara de la silla donde estaba, me arrodillé enfrente de él y empecé a masturbarle lentamente su miembro viril… mientras le acariciaba su verga con mis manos, mis labios y lengua hacía como que la saboreaba, lo miraba fijamente a los ojos, podía notar el enorme placer que esto le provocaba, con mis senos le daba pequeños masajes a su verga y él lo agradecía acariciándome la cabeza. De repente con sus dos manos me tomó de la nuca y me dirigió a su verga, golosamente saqué la lengua y le di una lamida a su tronco, humedecí sus vellos que cubrían sus testículos y deslicé mi lengua en todo su miembro viril, él arqueó la espalda y no me soltó la nuca, sabía que lo que él esperaba es que siguiera con la misma rutina de placer. Accedí a ello y me dediqué a lamerle los testículos y rematar en la punta de su verga. Lo que él no sabía que al hacer esto mi goce y mi placer aumentaba, no pude evitar llevarme un dedo a mi culo e introducirlo mientras seguía proporcionándole la rica mamada que estaba recibiendo. Tener esa verga en mi boca y mi dedo dentro de mi culo hacía que rememoraba aquella ocasión de que fui poseída por dos machos y sentí nuevamente ese placer que me provocó que eyaculara, mi amante no se dio cuenta de ello, pero sí notó que mi boca le apretaba más la verga y las succiones eran más profundas, al sentir eso sus manos me aprisionaron fuertemente la cabeza y un torrente de leche caliente me llenó la boca, no me soltó hasta que no derramó la última gota que le quedaba, lo cual le agradecí porque para mi el saber que soy capaz de hacer venir a un macho y hacerlo gozar de placer es una satisfacción doble.

Pues así fue mi encuentro que gracias a un “descuido” al tener la computadora prendida con un video excitante, me hicieron sentir la “chica” que hay dentro de mi. Y no me arrepentí de ir a trabajar en sábado.

Espero que les haya gustado… besos


Comentarios


Me encanto tu relato Renata, tus relatos me excitan mucho. Me puse en tu lugar y goce a ese muchacho como tu, como puta, que rico es sentirnos putas y mas con un joven que nos disfruta por primera vez y nos da su leche abundante y espesa llena de espermatozoides en nuestra boca y culito para hacernos sentir la chica que hay dentro de nosotras. Me has dado una gran idea y es de tratar de ir sola a la oficina temprano un sabado, vistiendo my lenceria femenina debajo de mis jeanes y camisa a ver quien anda por allí....ojalá encuentre al chico del aseo, que se ve muy guapo....si lo encuentro lo escribo como relato, gracias Renata
perfil maikol18


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Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
5638

Categoria
Transexuales

Fecha Envio


Votos
2