Mi suegra y yo (2)
( Relatos Amor Filial )


Mi suegra y yo (2)


Hola amigos, aquí estoy nuevamente para contarles los últimos pormenores que he tenido con mi suegra Lucía.

Si han leído la primera parte, recordarán que quedamos en hacer una fiesta (orgía) con más personas de edad. Pues bien, ahora les cuento lo que ha pasado.

Una vez que volvimos de la playa, con Lucía nos veíamos en las noches cuando mi novia se quedaba dormida. Me iba a la habitación de mi suegra y nos poníamos a culear de lo lindo. Lucía cada vez quería experimentar nuevas cosas.

Una tarde, cuando Alejandra salió a hacer una compras, yo me quedé en casa viendo una película. En eso siento que Lucía hablaba por teléfono y me acerqué a su habitación sin ser visto. Hay estaba Lucía conversando sobre lo que hacíamos juntos.
Mientras ella le contaba todo a la otra persona se masturbaba como una condenada pero me quedé de una pieza cuando le propuso participar junto a nosotros.

“¿ Qué te parece si nos escapamos los tres a un motel por aquí cerca?”
“Perfecto yo te paso a buscar y le decimos a Luís que nos acompañe a comprar y en eso le damos la sorpresa, ¿qué te parece?.
“En media hora te paso a buscar”

Me puse super caliente a escuchar que en breves minutos estaría culeándome a mi suegrita y a otra persona a quien no conocía hasta que se despidió y hay supe que estaba hablando con su hermana.

La tía Carmen ni más ni menos. La verdad que también le había echado el ojo a ella pero era mucho más complicado ya que es casada y hace dos meses había tenido un bebé además que siempre se le veía muy puritana. Pero el saber que en unos momentos más la tendría para mí me puso a mil. Ella es menor por doce años que Lucía. Tiene un par de tetas muchos más grandes que las de mi suegra y también caídas. Su culo se le veía bastante bueno para la edad.

Sin hacer ruido, volvía a la habitación para seguir viendo la película. En eso Lucía entra y me dice:

“Luís, ¿tienes algo que hacer ahora?, lo que pasa que voy a pasar a buscar a mi hermana y vamos a ir a comprar un vestido para ella. ¿quieres acompañarnos para que no te quedes solo acá?”
“La verdad que estaba bastante aburrido esperando que llegue Alejandra, así es que vamos.”

“Espérame que me voy a cambiar de ropa y salimos”
“¿Quiere que le ayude a buscar algo bonito para ponerse?” le pregunto.
“Bueno, la verdad que sería de mucha ayuda” me contesta ella.

Fuimos a su habitación y comenzamos a buscar las prendas.
“¿Qué le parece esta ropa interior?, a mí me pone muy caliente saber que bajo su vestido tiene puesto este calzón con ligas y este sostén” le digo mientras le muestro un conjunto super chiquitito que ella lo tenía guardado aún en su envoltorio.

“Perfecto y ¿qué te parece este vestido? Me dice mostrándome un vestido casi transparente y con un escote bastante pronunciado.

“No sé si será conveniente si es que vamos a un mall a comprar. Creo que todo el mundo la estará mirando”

“No te preocupes” me contesta mientras lanza una risa de complicidad.

Le empiezo a ayudar a cambiarse pero antes era necesario chuparle las tetas que estaban con sus pezones que reventaban.

“Luís por favor no empieces que no podremos salir nunca” me decía mientras que con sus manos me empujaba mi cabeza contra sus tetas.

“Bueno, ya tendremos tiempo para disfrutar” le contesto sin demostrar que sabía lo que vendría en unos momentos.

Luego de terminar de vestirse nos fuimos a buscar a Carmen a su casa. Al llegar, Carmen nos estaba esperando en la puerta de la casa. Estaba vestida con un vestido ajustadísimo que permitía ver la inmensidad de sus globos.

“¿Cómo estás Luís, así que nos vas a acompañar? Me saluda Carmen dándome un beso casi tocando mis labios.

“Hola Lucía que rico que todo salió bien” la saluda mientras le da un beso en plena boca y con su mano izquierda le toca el culo.

“Bueno vámonos” dice Lucía mientras nos subimos al auto.

Pasaron unos minutos cuando Carmen le dice a Lucía:
“Lucy, dobla acá” indicándole la entrada al motel.

“Luís con Carmen te tenemos una sorpresa” me dice Lucía mientras me toca el paquete.

“Me parece que se me va a cumplir otro deseo”. Les digo.


Ya adentro de la habitación, comienzo a besar a Lucía mientras Carmen me saca mi pichula y la comienza a chupar.
En eso comienzo a desnudar a Lucía y la deje sólo con su ropa interior junto con sus ligas.
Carmen empieza a besar a Lucía como una loca y yo me pongo por detrás de Carmen y le empiezo a correr mano por todo su cuerpo dándole más tiempo a su enormes tetas.

Las veteranas se tiraron sobre la cama y se pusieron a lamerse enteras. Mientras yo las observaba me hacía una paja. Lucía comenzó a chuparle una teta y a los segundos tenía la boca completamente inundada de leche la cual se tragaba como si estuviera en el desierto. Eso me puso al punto de reventar así es que tomé la otra teta y me puse a tomar esa leche calientita que brotaba de ese manantial.

Ya listo, agarré a Lucía y le metí mi pichula por su culo mientras ella le seguía chupando una teta a Carmen quien con su mano se acercó a su boca la otra y también se puso a chupar de su propia leche. Al ver ese espectáculo me corrí en el culo de Lucía quien estaba como borracha ya que apretaba las tetas de su hermana y tomaba mi pico para chuparlo pasándoselo luego a Carmen

Carmen era una especialista para chupar picos. No se demoró ni un minuto cuando nuevamente me lo dejó tieso.

“Ahora me toca a mí” me dice mientras tiraba de mi puchula y colocándolo justo a la entrada de su culo.

“Que maravilla... hace tanto tiempo que no me daban por atrás” Gritaba Carmen.

“Dale duro como a mí Luís” decía Lucía que se estaba masturbando con el cuello de una botella de Coca Cola.

“Carmen, ayuda a tu hermana”

Al decir eso Carmen tomó la botella y empezó a metérsela en la concha de Lucía. Le metió casi la mitad de la botella mientras que con el dedo se lo introducía por el culo.

Carmen estaba muy exitada ya que de sus tetas chorreaba leche.

“Carmen, báñame con leche” le dije mientras le sacaba la pichula de su culo el cual le quedó completamente dilatado.

Carmen se puso sobre mí y con sus manos se empezó a apretar las tetas. Lucía mientras tanto, se sacó la botella y se la empezó a meter por el ya dilatado culo de carmen.


Al hacer eso, Carmen se apretó las tetas con fuerza y comenzó a salir un chorro blanco de sus pezones que me tenía completamente mojado. Trataba de tragar lo más posible de esa leche caliente.

Ya al terminar, Carmen me pidió nuevamente que se la metiera por el culo a lo cual Lucía dijo que ella también quería por el culo.

Hicimos un mete y saca fenomenal, Carmen estaba tendida sobre Lucía con las piernas tomadas con sus manos junto con la piernas de Lucía lo que me permitía tener los dos agujeros a mi entera disposición. Metía y sacaba a Lucía, Metía y sacaba a Carmen.

Al momento de acabar, la dos viejas se pusieron de rodillas para que tragarse hasta la última gota.

Al volver a casa, Carmen me dijo que cuando quisiera la fuera a ver junto a Lucía. En eso mi suegra le dice sobre la fiesta que deseamos hacer a lo que Carmen accedió de inmediato.

“Por supuesto que voy. No me lo perdería por nada en el mundo. Yo tengo varias amigas con las que salgo que también les gustaría ir. Son todas separadas o viudas y como dos casadas pero que les gusta ese tipo de fiesta. Con decirles que esta no es la primera vez que estoy con otra mujer. Con mis amigas nos vamos a la casa de una de ellas en la playa y culeamos todas.”

“Te quiero tanto hermanita” le dice Lucía mientras le da un beso en donde las lenguas se entrelazaban la una con la otra,

Cuando llegamos a casa, Alejandra ya había llegado.

“Hola mi amor, ¿cómo te fue?”. Le dice Lucía a su hija.

“Bastante bien como a ustedes al parecer”

“¿Porqué? Preguntamos los dos a la vez.

“No se, se ven diferentes” repuso Alejandra.

“Bueno a la noche tenemos una fiesta ¿Te acuerdas Luís? me dice Alejandra.

“La verdad que no creo que vaya, estoy super cansado” le digo a mi novia.

“Pero tú me dijiste que iríamos además que es el cumpleaños de mi mejor amiga”

“Anda tú por favor te juro que estoy muerto”

“Está bien pero después no me digas nada”
Ya llegada la noche Alejandra se fue a la fiesta y Lucía y yo nos quedamos en casa.

Mi suegrita me pidió que nos ducháramos juntos y después se acostaría pero que esta noche no hiciéramos nada.

“Pero Lucía, yo me quedé para que pudiéramos estar nuevamente solos”.

“Esta noche estoy cansada Luís”

“Entonces dúchese sola”

“Voy a salir un rato y después vuelvo” le dije mientras ella se metía a la ducha.

Salí al centro a tomarme un café en esos Café donde las camareras están desnudas. Luego me tomé unos tragos y volvía a la casa.

Al entrar, noto que la todo está en penumbras excepto la habitación de Lucía. Camino sin meter ruido hacia allá y veo que Lucía estaba desnudando a la hermana de Alejandra (se llamará Carola ya que no quiero indicar su nombre por ser una persona con deficiencia) para ponerle el camisón. En eso Carola le toca con su mano izquierda una teta a Lucía.

“Quieres tocarlas” le pregunta Lucía.

“Sí”

“Tocalas y chúpalas si quieres”

“Quieres tocarle la zorrita carola”

“Sí mamá”

En eso Lucía le baja los calzones a Carola y deja a la vista una zorra apretadita y peluda. Mi suegra le toma la mano y se la pone en su sapo. Carola se pone a tocar suavemente mientras Lucía le chupaba las tetas las cuales eran bastante grandes y duras ya que nunca se las habían masajeado.

Lucía tomó un vibrador y se lo pasaba por la concha húmeda de Carola quien se puso a respirar en forma acelerada. Lucía tomaba el vibrador y lo chupaba tragándose los jugos que botaba Carola y se lo metía en su propia zorra hasta el fondo.

Al no poder esperar más, entré a la habitación y Lucía se queda de una pieza al verme. Carola estaba aún disfrutando de sus tocadas y estaba con los ojos cerrados.
Lucía corre a Carola y me díce:

“Luís a ella no”

“No se preocupe suegra sólo estaba disfrutando de la vista. No se me ocurriría metérselo a ella pero si quiere le ayudamos a que disfrute de su cuerpo.”

“Qúe tienes en mente” me dice Lucía con voz de pocos amigos.

“Creo que ella tiene más que claro que por su condición de mujer le corresponde estar con un hombre, así es que lo que podemos hacer es desnudarnos tú y yo y mostrarle lo que se puede hacer.”

“No puedo permitir que ella vea que su madre y el novio de su hermana se acuestan juntos” me contesta.

“Entonces ayudémosle a disfrutar su tocada”

“Está bien”

En eso Lucía, quien se encontraba con su zorra a la vista se tiró para atrás en su cama y se comenzó a meter los dedos en su concha. La Carola siguió los pasos de su madre tirándose también para atrás e imitándola con sus dedos.

Mientras tanto yo me desnudé y comencé a comerme la zorra de Lucía mientras le frotaba las tetas a carola. Realmente eras durísimas.

Lucía tomó el vibrador y lo puso a máxima velocidad y se lo colocó en la entrada de la zorra de Carola tocando el clítoris. No alcanzó a durar dos minutos cuando ella se puso a convulsionar. ¡Había tenido su primer orgasmo!.

Carola después de eso se quedó completamente dormida a lo que Lucía y yo comenzamos a culear de lo lindo.
Se me ocurrió una idea:

“¿Lucía te acuerdas de la botella de Coca Cola?”

“Sí, estaba super excitada”

“Abre las piernas y relájate”

En eso le empiezo a meter lentamente los dedos en su sapo. Luego de dilatarlo alcanzo a meterle el puño. Lucía se quejaba como loca pero pidiéndome que siguiera. En un momento mi puño fue tragado por su zorra. Ella se movía de arriba abajo gozando.
Luego lentamente le saqué la mano y la dí vuelta.

“Ahora le toca a tu culito”

“Déjame probar a mí. Quiero ver si puedo meterme la mano.”
Lucía se untó con vaselina la mano y el culo. Comenzó metiéndose un dedo, luego otro y otro, hasta que al tener cuatro comenzó a moverlos.

“Quiero metértelos yo ahora” le dije excitadísimo.

Entonces comencé igual, primero uno, después otro hasta que tenía los cinco dentro pero aun no el puño. Le saco los dedos y veo como tenía dilatado el ojete.
Era maravilloso. Después nuevamente comienzo pero con la mano de Lucía dentro de su zorra. En un momento estaban sus dos hoyos completamente llenos. De su culo podemos decir que se devoró mi mano completa hasta un poco más arriba de donde se pone el reloj.

“Métemelo Luís” me suplicó.

“Pero no va a sentir nada suegrita, sus hoyitos están super dilatados”

“No importa quiero tu pichula dentro mío.”

Le saco con sumo cuidado la mano de su culo y veo que queda completamente abierto.

“Aprete los cachetes suegrita”

Ella trataba de cerrar el ojetillo pero era casi imposible.

“Méteme lo que sea pero ahora” me grita enojada.

Así es que tomo un velón (cirio) y se lo meto completo. Éste medía aprox. 30 cms.

Ella se dío vuelta con el cirio dentro suyo y me agarra la pico para chuparlo.

En eso con tanto ruido, Carola se despierta y no ve en culeando a su mamá y a mí.

“¿Te lo puedo chupar?” pregunta Carola ante la cara de sorpresa de Lucía y yo.

“Ella quiere chupártelo Luís” contesta Lucía.

Me pongo al lado de Carola y ella toma con su mano mi pico. Se lo mete en la boca y yo le muevo la cabeza hasta que ella toma el ritmo. Lucía mientras tanto tomó el vibrador y me lo puso en mi raja. La sensación fue extraordinaria y acabé en la boca de Carola con un chorro de semen caliente.

Lucía se acercó a Carola y con su lengua le limpiaba la cara y las tetas a Carola las cuales estaban con mi leche espesa. Y ahí terminamos esa noche.

Al otro día, almorzamos todos juntos en la mesa. Alejandra estaba más hermosa que nunca. Lucía trataba de disimular tanto al sentarse como al caminar el dolor que tenía en el culo y Carola no dejaba de mirarme con una sonrisa en su rostro.

La fiesta, bueno, la fiesta aún se está organizando. Pero antes, espero convencer a Lucía que se vista lo más puta posible y que se ofrezca en la calle a cualquier hombre. Pero esto no sé si se podrá lograr. Aún me quedan fantasías por realizar junto a mi suegrita.


Ya les tendré informados.

Chao.




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