Marina en el autobus y en su apartamento.-
( Relatos Heterosexuales )


Marina siente como un extraño comienza a tocarla en un autobus y termina cojiendo en el piso de este.
Marina estaba esperando el autobús que cada día a la misma hora la llevaba a casa después de su jornada de trabajo, ese día se sentía especialmente cansada y no solo estaba cansada del duro día que había tenido en la calle donde trabajaba como prostituta, sino que estaba cansada de su vida en general, una vida monótona en la que todos los días eran iguales, hasta tal punto que costaba trabajo diferenciar unos de otros.

La línea 132 que es la que más cerca la dejaba de su casa, venía con retraso lo que significaba que además de estar esperando mas tiempo, lo cual ya era un castigo por los incómodos zapatos de tacón que llevaba, encima el autobús vendría lleno por lo que no encontraría ningún asiento y tendría que hacer el recorrido de pie.

Veinte minutos después de su llegada habitual Marina divisó a lo lejos el autobús y como había imaginado estaba lleno, subió los tres escalones saludo con desgano al conductor al que ya conocía de vista por las veces que había tomado el mismo transporte y a duras penas avanzo unos metros colocándose como pudo entre una señora mayor que protestaba porque la gente no pasaba al fondo y un par de estudiantes de arquitectura que hablaban sobre una asignatura de su carrera, de la cual ella no sabia nada de nada.

A los pocos minutos de haber arrancado el autobús sintió un leve roce en su fina falda, roce al que no prestó la más mínima atención, el autobús iba completamente lleno y esas cosas eran normales, de hecho, ni siquiera miro hacia atrás, pero unos segundos después el mismo leve toque se repitió y a causa de su cansancio esta vez si miro como si fuera a matar a alguien, el enfado que se manifestaba en su rostro cambió de inmediato cuando vio al hombre que tenia a sus espaldas, tenia unos treinta y cinco años, debía medir un metro ochenta y cinco, su apariencia era corpulenta, su piel morena al igual que su pelo y sus ojos azules te atravesaban de una forma que un escalofrío recorrió el cuerpo de Marina y la hizo de inmediato apartar la vista de aquella impresionante figura que estaba justo detrás de su espalda y que la había mirado con una cara de deseo como hacia mucho que ningún otro hombre la había mirado.

El tercer movimiento no se hizo esperar, esta vez fue mas intenso, notó perfectamente como la mano de aquel desconocido se había deslizado suave pero firmemente por sus glúteos, una mezcla de indignación y de nervios afloraban en Marina, por su mente había pasado armar un alboroto en el autobús y decirle a la cara cuatro cosas, pero ella penso que no era el lugar ni el momento apropiado, ni siquiera era, pensaba ella, la clase de mujer a la que un desconocido tocara en un autobús, ella solo era una mujer de la vida que queria pasar completamente desapercibida por donde no fuera su sitio de trabajo y aquel tipo no tenía pinta de necesitar tocar ligeramente el culo de una del montón ya que seguro que mujeres increíbles se tirarían de inmediato en sus brazos, además no pudo evitar cierto grado de excitación que se manifestó en sus pezones que se endurecieron en pocos segundos.

Por un momento pensó en pasar hacia el interior aprovechando que en una parada algunas personas se habían bajado, pero quedo paralizada en la misma postura en la que estaba, y al entrar nuevos pasajeros el hombre avanzó unos leves pasos situándose justo detrás de ella, tan cerca que podía sentir como su espalda y su pecho se tocaban, y llegando a notar su duro pene con las aceleradas y frenadas que daba el conductor.

De nuevo la misma sensación, esta vez, no podía echarle la culpa a la cantidad de gente que había, la mano de aquel hombre estaba recorriendo su culo de un lado a otro, acariciándola lentamente, no pudo articular palabra, su cuerpo temblaba mitad enojo y mitad lujuria y sus pezones se endurecieron otra vez.
Aquella fuerte mano bajo un poco mas recorriéndole los muslos entre sus piernas y con su dedo queriendo explorar su clitoris, asi noto como el se pegaba a ella con fuerza de tal forma que parecía querer atravesarla con su enorme pija allí mismo.Ella esta acostumbrada a tener vergas todos los dias, estuvo a punto de emitir un gemido que ahogó a duras penas y en ese preciso momento sintió como aquella verga que había tenido tan cerca se separaba de golpe sorprendiendola, volvió la vista atrás y estupefacta contempló como aquel hombre con cuerpo de atleta y con los ojos mas increíbles que nunca la habían mirado estaba a punto de bajarse del autobús, dudo un segundo pero luego, corrió hacia la puerta, pero a causa de los muchos pasajeros que llevaba el bus tardó mas de lo que hubiese deseado, grito al conductor que esperase un momento y entre empujones logró abandonar el lugar y pararse en mitad de la calle, miró a un lado y a otro y no veía a la persona que la había conseguido excitar de aquella forma y apesadumbrada comenzó a andar lentamente hacia su casa y a prepararse para un largo camino ya que su parada estaba todavía bastante lejos de allí.No podia creer lo que le estaba sucediendo justo a ella que jugaba permanentemente con los hombres.

Cuando llego a la primera esquina, sus ojos no podían creer lo que veían, el, estaba allí, apoyado en un coche con sus enormes brazos cruzados y mirándola con una sonrisa sobradora que la desconcertaba, casi sin poder creerlo, se acerco lentamente intentando mantener una postura de acuerdo a su profesion y cuando estuvo delante de él, intento hablarle pero la mano de aquel macho fue directa a sus labios y no dejo que sonido alguno saliera de su boca. De nuevo la miró fijamente y ella no pudo mantener su mirada y termino agachando la cabeza, él la tomo sin mediar palabra del brazo y entró en un piso cercano mientras Marina no tuvo fuerzas para negarse si es que en algún momento quiso hacerlo.

Él llamó el ascensor y los dos entraron en aquel espacio reducido,Marina no era capaz de levantar la cabeza y enfrentarse de nuevo a aquellos ojos azules, él puso levemente la mano bajo su boca y la obligó a mirarlo y comenzó a acariciarle la cara, el ascensor se paró en el séptimo piso y ambos lo abandonaron, se dirigió al departamento A del piso y introdujo las llaves en la cerradura.

Marina tuvo ganas de huir, no sabía como había llegado a esa situación, si un día antes alguien le hubiera contado que estaría en la casa de un desconocido que no fuera un cliente, a solas con él sin que ni siquiera supiera su nombre, no habría parado de reírse en un mes, pero lo cierto es que allí estaba ella entrando en un piso con alguien con el que no había intercambiado ni una sola palabra, aun.-

Avanzó por el estrecho pasillo hasta llegar a la habitacion principal de la casa y las manos de aquel hombre la agarraron con firmeza por sus tetas desde atrás mientras sus cuerpos se fundieron en uno, su lengua y su boca paseaban por su cuello y creyó que iba a desmayarse de la sensación que su cuerpo estaba sintiendo en aquel momento,sus pezones duros y parados esperaban ser pellizcados.

Mientras la llevaba a su cuarto le quito la blusa y le desabrocho el corpiño, quedando desnuda de cintura para arriba y una vez dentro de su alcoba la dejo caer en la cama de espaldas situándose de rodillas delante suya, le subió la mini falda y comenzó a besarle y a morderle sus glúteos y un momento después le dio la vuelta y a bajarle su tanguita de color blanco.-
Ella no podía creer lo que estaba pasando, se sentía desarmada, de su boca sólo salían gemidos de satisfacción y se había abandonado a aquel maravilloso hombre que la había transportado a un mundo de sensaciones que ella solo tenia con su novio.

Una vez que le había bajado su tanguita se sintió indefensa, y cuando la cabeza de ese macho se acercó a su clítoris, un rubor la recorrió de abajo a arriba incrementándose cuando sus dedos la perforaron por primera vez, estaba casi por acabar, ese misterioso ser la manejaba con firmeza y haría cualquier cosa que él le pidiera, no podía mas iba a tener su primer orgasmo, no podía controlar su cuerpo que se movía en continuos espasmos cuando de repente el paro, levanto su cabeza y la miro con cara de satisfacción,Marina estaba completamente desconcertada,ya queria ser cojida, pero el sin pensar mas la levanto y la sentó en una mesita que estaba cerca de la cama, la volvió a abrir de piernas y se metió en medio mientras la besaba sin darle tregua, paro un instante y sacó un preservativo y casi al mismo tiempo se desabrocho los pantalones, lo coloco y la atravesó con su pija que era como una estaca dura y gruesa, ella gritó de placer y el siguió con movimientos fuertes, uno tras otro, penetrándola más y más al mismo tiempo que la besaba en el cuello y le pellizcaba ahora con fuerza los pezones.
En la habitación sólo se le escuchaba a ella no podía parar de gritar pidiendo mas, quería que ese macho la cojiera como nunca la habian cojido,deseaba que no se acabara nunca, hacia tanto tiempo que nadie le hacia sentir así tan caliente,nuy pocas veces habia sentido aquel inmenso placer.

Él disminuyó el ritmo un poco, la miro sonriendo y ella le correspondió con la sonrisa mas seductora que supo conseguir, la bajo de la mesa y la puso de espaldas mirando a la puerta, cuando de repente vio una mujer desnuda que estaba apoyada en la puerta del dormitorio, su cara revelaba una excitación increíble y Marina no tuvo la menor duda de que se había estado tocando mientras a ella le hacían el amor, intento zafarse de las manos de él, que la sujetaban por los brazos, pero el la cogió con fuerza, mientras aquella hermosa mujer digna, de la portada de cualquier revista, se acercaba a ellos. Se planto delante y la miró de arriba abajo con una sonrisa maliciosa que asustaba a Marina, paso la mano por su cara y se deslizó por su cuello hasta llegar a sus pechos, ella intento escapar de nuevo pero la mantenían bien agarrada, aquella mujer comenzó a besarla y mientras ella pensaba no, su cuerpo volvió nuevamente a rendirse, era increíble, nunca se le había pasado por la cabeza tener una relación con otra mujer por bella que esta fuera, pero lo que estaba sintiendo mientras ella le besaba los pezones nunca lo había sentido antes, esa mezcla de dulzura y de pasión, ningún hombre, ni siquiera el que ahora la estaba sosteniendo por los brazos, había llegado a niveles parecidos.

La tiro en la cama se puso encima y comenzó a deslizarse apretando su clítoris contra el suyo,Marina entró en extasís, se estaba volviendo loca, el orgasmo estaba de nuevo a punto de hacerla estremecer pero nuevamente paro y le dio la vuelta recorriendo su concha y su culo con la lengua y penetrándola con ambas manos por los dos sitios. Sentir como aquellos finos dedos entraban y salían de su conchita y de su culo, era una sensación nueva, otra vez volvió a abandonarse y estaba dispuesta a hacer lo que aquella pareja le pidiera, pero lo que no esperaba era lo que ocurrió luego. La mujer se situó al otro lado de la cama y la agarro por los brazos y el se colocó a su espalda, se agacho, la agarro fuertemente por sus caderas y la penetro por el culo, la penetro sin contemplaciones, de un solo golpe, y el dolor la tomo por completo,nunca habia tenido una pija de ese tamaño en su culo,ese orificio era solo para su novio,no para sus clientes, el la agarro por los pelos obligándola a que su cabeza se echara hacia arriba y le susurro "¿ te gusta putita?, y de nuevo volvió a atravesarla con fuerza repitiendo una y otra vez la operación,Marina solo podía ver la cara de la otra mujer sonriendo y gritando "¡cogela fuerte,hacela gritar!" mientras dos lagrimas recorrían sus mejillas, pero poco después entre el dolor surgió de nuevo el placer, aquella forma de humillación la excitó sobremanera y los gemidos afloraron de nuevo a su boca, el la penetraba una y otra vez con una violencia absoluta y mientras, no dejaba de insultarla "esta puta lo estaba pidiendo a gritos" "mira como disfruta la muy perra" ella a medida que aumentaba el dolor y sobre todo la humillación sentía que aumentaba el placer, en pocos segundos el orgasmo que tanto había anhelado llego y en cuanto lo tuvo el paró y ella se desplomó en la cama,casi al instante la otra mujer llamo Oscar es tu turno,y alli aparecio un hombre alto ,canosa ,casi sexagenario,pero muy apuesto estaba desnudo y se dirigio rapidamente a Marina,al verlo de cerca no pudo creer lo que veia,ese hombre mayor tenia en sus manos una pija tan emorme como nunca habia visto,no lo podia creer,en su profesion siempre vio de todo ,pero esto era especial su tamaño era descomunal,y no pudo evitar que le hirviera nuevamente la sangre,casi con desesperacion por la calentura que conservarba agarro la verga inmensa de Oscar y se la introdujo en la boca,justo a ella que no podia ni recordar la cantidad de pijas que habia chupado,el hombre pego un grito porque Marina del placer que sintio al ponerse esa pija en la boca,casi lo mordio .De inmediato Oscar la tiro sobre la cama en que estaba acostado Luis que era ese macho que la habia hecho gozar como una perra,Marina sin darse cuenta practicamente quedo clavada en su concha por la verga de Luis,que de inmediato comenzo a hacerla cabalgar,nuevamente estaba al borde de la locura,pero faltaba lo mejor,Oscar que habia quedado detras de ella,sin dudar le coloco su pija en la puerta de su culito,su cabeza comenzo a presionar para entrar en esa maravollosa cola,Marina no podia creer que hiba a tener dos vergas inmensas en su cuerpo,Luis la acomodo bien para que Oscar pudiera lograr con esfuerzo penetrarla con esa inmensa pija,y alli si los tres comenzaron una loca y desesperada orgia de sexo,Marina entraba y salia por sus propios movimientos de esas dos enormes vergas,sus gritos eran ya incontenibles ,Asiiiii,fuerte,cojanme perros,quiero que me cojan los dos y me llenen de leche las tripas.Ahhhhhhhh,no puedo mas voy a acabar,ahora siiiiiii.siiiiiii.no paren ,muevanse,,,ya me voy.para satisfaccion de todos el orgasmo de los tres llego al unisono,y rios de leche inundaron a Marina,hasta que no puediera mas.Lentamente primero Oscar el viejo,y luego Luis sacaron sus pijas de el cuerpo de Marina,la otra mujer que habia observado todo y estaba masturbandose tomo la pija de Oscar que era su marido y freneticamente comenzo a limpear el semen que aun quedaba con su boca,a ver esto marina hizo lo propio con Luis y delicadamente con su lenguita dejo limpita la verga de Luis.
Marina se vistio y rapidamente salio del departamento en que habia estado,su novio debia estar esperandola en casa.
En el momento que el ascensor llegó,Marina no sabia bien lo que había sucedido pero lo que si tuvo claro fue que aquel día lo recordaría perfectamente y lo diferenciaría de todos aquellos monótonos días que habían ocupado su vida.


Es el dia de hoy que Marina espera tener una cojida semejante,aunque no le disgustaria cambiar de machos,yo me ofrezco,si alguien mas quiere, escribanme y la encontramos...
Continuara..




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Nombre do Relato


Codigo do Relato
904

Categoria
Heterosexuales

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