UNA LLAMADA INESPERADA
( Relatos Heterosexuales )


UNA LLAMADA INESPERADA Hace dos meses recibí una llamada telefónica en mi celular, debido al identificador de llamadas pude saber que era Alicia, una excompañera de trabajo que tuve cuando laborada para el Gobierno de mi país México, al contestar de inmediato le dije:
- Hola como has estado?
- Hola -contestó- sabes quien habla?
- Por supuesto como olvidarme de ti?
- Que es lo que más recuerdas?
- Quieres que te diga lo que más recuerdo de ti o de los momentos que pasamos juntos?
(Alicia y yo fuimos amantes por casi un año)
- Bueno mejor no me lo digas por teléfono, por que realmente te llamo para pedirte una cita
- Una cita? de que tipo?
- Me urge verte de nuevo, la relación con mi esposo ha cambiado bastante y te tengo varias sorpresas, sabes bien que sólo he tenido relaciones sexuales con dos hombres, mi esposo y tu, tenemos dos años de no vernos y te estoy deseando, espero pueda ser este próximo viernes en el mismo lugar y hora que lo hacíamos antes.
- Ha caray, no me esperaba esto pero si realmente urge, no se hable más nos vemos el viernes.
- Por favor, sí deberás me recuerdas como dices, ve preparado, bye.
- bye

Alicia cuando trabajábamos juntos tenía problemas con su marido, incluso estaba en trámites de divorcio, ya que descubrió que su esposo le estaba poniendo los cuernos con una compañera de su trabajo.

Debido a esa situación y a que en nuestro trabajo las jornadas son muy largas y también cubríamos guardias en fines de semana, ella empezó a platicarme sus problemas y fue en una de esas tantas ocasiones (un sábado) en que una vez abordado el tema de las relaciones sexuales le pregunte cuales eran sus preferencias, que es lo que más la excitaba, que posiciones practican, sí realizaban el sexo oral vaginal o anal, etc.; a lo que prácticamente ella me confesó: En un principio Juan (su esposo) y yo teníamos sexo diario, como me embaracé rápido y tuve a mis tres hijos seguidos, la llama del sexo se fue extinguiendo, haciéndonos el amor dos o tres veces al mes como máximo, con pocas caricias, penetración rápida en dos posiciones misionero y perrito, el sexo oral lo hicimos antes de tener a los hijos y después aunque yo deseaba hacérselo el no me dejaba y tampoco me lo hacia a mi, en cuanto al sexo anal la única vez que me lo metió por ahí como le dije que me dolía nunca mas lo volvimos a intentar.

Platicarles toda la conversación sería muy largo, por lo que me adelantaré hasta decirles que como le platique sobre algunas de mis experiencias extramaritales, ella se fue excitando, por lo que suspendí la conversación indicándole que deberíamos revisar los equipos de trabajo.

Al día siguiente (domingo) después de la hora de la comida regresamos a nuestra área de trabajo y mientras revisaba mi cuenta de correo en la computadora Alicia se acercó a mi lugar y comenzó a darme un masaje en el cuello.

- Estas cansado?
- Algo la semana ha sido muy pesada y apenas estoy acabando unos trabajos que me encargo el Director.
- Alex, te molesta el masaje?
- No, al contrario se siente muy bien.

Alicia fue bajando del cuello a los hombros, parte de la espalda, regreso a los hombros y descendieron sus manos a mi pecho recargando sus enormes senos en mi cuello quedando cada uno de ellos a un lado de mis mejillas, sensación que empezó a excitarme, al grado que le dije:

- Cuidado Alicia no soy de palo y por mucho cansancio que tenga puedes despertarme
otras inquietudes.
- Yo tampoco soy de palo Alex, espero que no me mal interpretes, pero debido a la confianza que en los últimos días nos hemos tenido, sabes bien que estoy muy desatendida y la conversación de ayer me hizo pensar en que quizá yo deba hacer lo mismo que Juan.

Como era domingo y nuestra área es totalmente cerrada sin atención al público, ambos vestíamos de pants y al llevar mis manos hacia atrás empecé a acariciarle las piernas (Alicia mide 1.60 mts., tiene como ya dije unos senos bastante grandes, en su carita redonda unos labios gruesos, esta un poco llenita sin poderle decir gorda, aunque no tiene cintura, ni cadera ancha sus pompas son paraditas muy apretadas y bastante redondas hacia atrás), primero por los costados y posteriormente por la parte interna subiendo despacio hasta que llegue a su entrepierna, la cual a través de la ropa se sentía muy caliente, Alicia me seguía acariciando el pecho y los hombros y de vez en cuando me besaba el oído, las mejillas y el cuello, en ese momento la atraje hacia mi haciendo que se sentara en mis piernas.   En esa posición juntamos nuestras bocas en un largo beso, mismo en el que nuestras lenguas se introducían afanosamente en la boca del otro, era un beso con el que Alicia pretendía cobrar venganza del engaño de su esposo y simultáneamente buscar las caricias que el cuerpo le reclamaba, ya que en seis meses no la habían tocado.

Sin separar nuestras bocas, Alicia se sujetaba de mi cuello y yo con una mano acariciaba su espalda desde el cuello hasta las nalgas, mientras que con la otra sus piernas, el abdomen y sus senos, todo por encima de la ropa, hasta que en un momento dado levante su playera y tras desabrochar el brasier con la mano que tenía en su espalda, pude acariciar sus pechos, como estábamos seguros de que nadie entraría en nuestro sitio, le saque completamente la playera y el brasier, para disfrutar ampliamente de sus tetas, así pude comprobar su gran tamaño y vi que la aureola de los pezones no es muy grande pero la punta de éstos es gordita (semejan la cereza de un pastel), lo que me excito y me hizo volcarme sobre ellos, besándolos y mamándolos con todo el deseo que habían despertado en ese instante.

El trato que daba a los pechos de Alicia, provocó en ella varios y fuertes gemidos, los que me excitaban más, y ella por su parte me jalaba del cuello para que continuara con lo que le hacia, diciendo además asiii Alex, asiii sigue, no me los sueltes, cómetelos, chúpalos con fuerza, mámamelos duro, son tuyos Alex, te gustan?, tómalos, gózalos, hazme sentir mujer, quiero ser tuya desde hoy, sigue asiii, hazme el amor, enséñame lo que debo hacer para que un hombre goce conmigo y no busque en otra lo que cada mujer le debe dar a su hombre, sigue sigueee ohhh ohhh ay ay ay me vengo, Alex me vengooo, uyyy me vengooooooo.

Jadeante aún seguía colgada de mi cuello y se acurrucaba a mi pecho, sollozando incluso por la intensidad del orgasmo que acababa de tener y balbuceando algunas palabras me dijo gracias Alex, fue maravilloso, nunca había tenido una corrida así.

Cuando recuperó el ritmo de su respiración la puse de pie le di un par de besos a sus pezones y empecé a descender besando su vientre, jugué con su ombligo y empecé a bajarle el pantaloncito junto con sus pantaletas encontrándome con una escasa mata de bellos en su monte de Venus seguí descendiendo con mi boca y en forma automática abrió sus piernas, en franca invitación a lamer su vagina, la cual estaba completamente caliente y escurriendo, la senté entonces sobre el escritorio y abrió aún más sus piernotas y en la unión de sus gruesos muslos su flor mostraba unos finos pétalos, ansiosos de caricias, con la punta de mi lengua empecé a tocarlos Alicia se estremeció y dijo cómetela amor, cómetela toda; a cada pase que hacia con mi lengua en sus labios vaginales un gemido y un estremecimiento de Alicia lo acompañaban y cuando llegue a su clítoris sus piernas se cerraron y apretaron mi cabeza, al tiempo que una de sus manos me empujo más adentro, abriendo más mi boca hice más intensos los movimientos de mi lengua en su panochita y círculos en su clítoris, conforme disfrutábamos Alicia y yo de esto aflojo sus piernas y uno de mis dedos comenzó a abrirse paso, entrando y saliendo despacio de esa cuevita, de vez en cuando alzaba la vista para ver la cara de Alicia, los gestos que hacia eran mas bien muecas de placer y de gozo intenso, sus gemidos era cada vez más constantes e intensos y en ocasiones apretaba la boca y se mordía los labios queriendo reprimir su orgasmo, por lo que le indique, déjalo salir no lo contengas, vas a tener más, lo haremos las veces que quieras, tienes una panochita muy sabrosa, muy jugosa, y me la comeré cada vez que me lo permitas, esto provocó que Alicia volviera a soltar un gemido más intenso y casi a gritos decía sigue Alex, por favor no pares, méteme otros dedos y toda tu lengua, cómeme toda, poséeme, hazme tuya, quiero ser toda tuya ahhhhhhh ayyyyyyy mas, mas, mas mhhhhhh, ayyy que rico, no se que me pasa pero que rico siento asi, ay me vengo, me vengooo, ohhh ohhh ohhh, yo seguí lamiendo y disfruté el exquisito sabor del néctar que destilaba esa panocha, hundía mi lengua hasta donde más podía para recuperar los jugos que no dejaban de salir.

El estremecimiento que le provocó este orgasmo, parecía un ataque de epilepsia, por lo que me puse de pie y abrazándola la acurruque desnuda como estaba sobre mi escritorio hasta que se calmo.

Alicia se bajo del escritorio, nos abrazamos y nos besamos en la boca intensamente que más bien parecía una lucha entre lenguas, como yo aún estaba vestido comencé a quitarme la camiseta para sentir el calor de su cuerpo, así como el placer de sus pechos, en tanto que las manos de Alicia descendieron hasta bajarme el pantalón, pues a ella también le urgía sentir otra piel, el calor de otro hombre en su cuerpo, nuestras manos volvía a recorrer todas nuestras partes deteniéndose momentáneamente en donde el otro cuerpo nos indicaba sentía algún placer. Alicia entonces separó su boca de la mía y descendiendo se detuvo hasta que encontró mi miembro, el cual con deliciosos besos recorrió desde la punta hasta los huevos en repetidas ocasiones para posteriormente hacer lo mismo con la lengua y por último metérselo completamente.

Los movimientos de vaivén que hacia con su boca en verga, hicieron que se me pusiera más dura y Alicia sujetándome de las nalgas como para que no se la sacara hacia que mi pelvis chocara con su nariz y sus carnosos labios tocaran la base de mis huevos, era una mamada fenomenal que cada vez se torno en más intensa y al igual que a ella me provocó bufar de placer hasta que sin decírselo empecé a eyacular dentro de su boca, lo que la asustó e hizo que soltara mi verga, liberando unos chisguetes en su cara y senos, desesperadamente volvió a abrir la boca para recuperar mi pene y recibir el resto de leche que seguía saliendo.

Saque un par de refrescos que normalmente teníamos en el pequeño refrigerador de la oficina, para refrescarnos un poco y entre trago y trago nos abrazábamos, nos besábamos y seguíamos tocándonos, sinceramente nunca pensé que algo así pasaría en esta oficina y menos con Alicia.

Un poco más relajado pero con la sangre aún caliente de deseo llegue a mi silla y cuando me senté Alicia dijo, Jefe quiere que le tome el dictado, la puntada de Alicia nos hizo reír a carcajadas y como mi verga ya tomaba de nuevo su erección seguí la broma y le dije Señora Alicia (como siempre la llamaba), pase que le voy a dictar pero ahora tome asiento aquí (tome mi verga y se la mostré ya parada), enseguida Jefe, guiando mi verga a la entrada de su vagina se sentó metiéndosela toda no es muy complicado ya que mide 15 cm.; sin embargo, la excitación que me produjo el verla caminar hasta mi totalmente desnuda, decidida a lo que iba, la forma en que se la metió y como subía y bajaba en ella, me había puesto muy dura la verga; de espaldas la tuve un rato después la hice girar y de frente besaba sus senos, aprisionaba sus pezones con mi boca y esto la hacia gemir más, ver cuando los liberaba como saltaban al ritmo de nuestras acometidas era un espectáculo maravilloso, sentir sus paredes vaginales apretarme la verga y como se acomodaban a ella como un guante sublime, pase mis brazos bajo sus muslos y así la levante para depositarla sobre el escritorio donde la bombie con fuerza y tuvo un orgasmo más, después la baje del escritorio y con la cara en el, la hice que levantara el trasero, que impresión amigos, sus nalgas se veían riquísimas y la posición en que se colocó me hizo caer de rodillas para besárselas y lamer sus jugos vaginales saborear de nuevo esa flor ahora abierta y palpitante con la ayuda de mis manos abrir sus nalgas y su apretado culo se frunció lamí entre la vagina y su ano con la decidida intención de saborearlo y rendirle el tributo que merecía, las nalgas de Alicia se pusieron más duras, por lo que le dije relájate cariño estoy seguro que te va a gustar, aflojando un poco su trasero abrí un poco más ese par de carnosidades y le plante el primer beso en el culo pase la lengua lentamente por sus pliegues y conforme se iba relajando lo fui ensalivando hasta que entraba y salía a plenitud mi lengua, esto hacia que Alicia emitiera suaves gemidos, así también le metí uno y dos de mis dedos y sus gemidos ahora eran más fuertes, a lo que mi verga respondía moviéndose al ritmo de mi agitada respiración, me puse de pie tras de ella y apunte mi duro miembro a su culito, al sentirlo dic un pequeño respingo, pero sin desacomodarse volteo a verme y me dijo tómalo pero te suplico que sea despacio, quizá te duela un poco cuando entre la cabeza -le dije- pero después te la meteré despacito, abre un poco más tus piernas y relájate, va a ser algo muy rico.

Como lo dijo cuando empezamos Alicia quería aprender, quería entregarse completa a otro hombre, por lo que hacia todo lo que yo le iba diciendo, puse mi verga frente a su cara y le dije chúpamela un poco para que con tu saliva resbale mejor obediente su boca recorrió varias veces mi verga dejándola muy mojada de su saliva volví a ubicarme tras de ella y haciendo leve presión en su esfínter, entró la cabeza de mi verga en su hoyito, ayyy soltó un gritito de dolor y apretó con fuerza sus manos y el culo, como se lo prometí así me mantuve unos momentos, relájate chiquita pasara pronto, acariciaba sus nalgas, su espalda, sus costados, sus senos, etc., esperando que se le pasara el dolor y relajara el ano para podérsela meter toda, lleve mi mano a su vagina acariciando también sus labios vaginales introduciéndole un dedo que se le fue con facilidad debido a lo mojada que estaba, empecé a sentir que sus nalgas ya no estaban tan duras y presionando levemente, poco a poco fui penetrándole el culo, por su puesto que ella iba siento como se deslizaba mi verga en su recto, pero como ya el dolor era menor y lo podía tolerar, dejo que entrara todo mi miembro, cuando sintió que mis huevos tocaban los labios de su vagina, preguntó ya me entró toda?, ya la tienes adentro no te preocupes que en lo que menos te das cuenta ya hasta el dolorcito te va a gustar.

Así nos mantuvimos casi inmóviles como tres minutos y después Alicia empujaba sus nalgas contra mi como indicándome que ya podía moverme, despacio inicie un mete y saca corto que a medida que la oía gemir o decir sigue sigue lo fui haciendo más rápido y largo hasta casi sacársela completa y empujando fuerte se la metía hasta el tope, sus gemidos cada ves mas fuertes y escucharla pedir mas mas mas, no me la saques, vente dentro de mi, ay que rico se siente, como lo gozo, ahora por fin conozco una cogida por el culo, y voy a querer que me lo hagas siempre, me tenía súper excitado, por lo que firmemente agarrado a sus caderas continué empujando metiendo y sacando mi verga, disfrutando la sensación de ese culo casi virgen que Alicia me entregaba y me dejaba gozar a mi antojo, coger a una mujer asi o más bien coger con una mujer que esta dispuesta a sentir todo, es una experiencia incomparable, además después de que me vacié completamente en su ano, Alicia me comentó que nunca había sido tan expresiva como lo fue en esos momentos, que no sabía como le había salido tantas palabras de la boca mientras hacíamos el amor, toda vez que con su marido, sólo soltaba uno que otro pujido y sus orgasmos eran muy cortos.

Bueno, esa fue la primera de muchas veces que con esta mujer tuve relaciones, ya que casi por un año fuimos amantes, hasta que de manera imprevista renuncio y ahora que se comunicó conmigo tenía que esperar hasta el viernes como me lo pidió.

Al fin llegó el viernes y al lugar de la cita un restaurante de comida rápida entré faltando 10 minutos para las 22:00 hrs., hora en que acostumbrábamos encontrarnos, siendo las 22:05 hrs., a través de la ventana del local vi un automóvil detenerse del cual descendió Alicia, al reanudar su marcha el auto pasó frente a mi y reconocí que el conductor era nada menos que Juan el esposo de Alicia, pensé esta será una de las sorpresas que mencionó Alicia en su llamada.

Ahora tenía de nuevo a Alicia frente a mi cubierta con una gabardina azul marino y sólo podía ver unos zapatos de tacón alto y parte de sus piernas que llevaban unas medias de color negro, me acerque a recibirla y la salude con un beso en la mejilla; sin embargo ella me abrazo y me beso en la boca, introduciendo con avidez su lengua entre mis labios.

Cuando nos sentamos, le ofrecí un café y de la emoción que traía comenzó a decirme:
- Antes de platicarte todo lo que en los últimos dos años me ha pasado, quiero que sepas que me vino a dejar mi esposo y tengo su permiso para llegar a la hora que sea incluso si tu lo deseas hasta mañana.

C o n t i n u a r á . . .




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Heterosexuales

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