Sexo caliente en la oficina (historias) 1a.
( Relatos Heterosexuales )


Somos Raúl, José y Mauro, de 34, 26 y 27 años respectivamente, y varias veces leemos juntos estos sitios de lecturas eróticas. Pero ahora no seremos lectores, sino redactores de una historia caliente.

Los tres tenemos en común que trabajamos en una Institución de Servicios públicos, somos gerentes y jefes de departamentos (por razones obvias no podemos decir cuales), con un personal aproximado de 100 a 120 empleados permanentes.   Tenemos algunos años de trabajar alli y han pasado todo tipo de anécdotas y experiencias que hemos decidido contar, al menos las que tiene que ver con sexo, adulterio, aventuras, sexo oral, sexo anal y otras. Cada uno debe escribir su mejor relato de sus vivencias en la empresa.

Para iniciar con un relato común, debemos decir que la empresa ha tenido varios Directores; pero destaca entre ellos Don Simón, este viejo verde y mal encarado, acosaba a varias compañeras y para muchas solicitantes, solo se lograba entrar a la empresa o ascender a través de favores sexuales.

Gracias al tecnología cierta ocasión hace unos tres años pusimos una cámara web en su oficina, en esos días recibió la visita de una dama que llamaremos Cindi, una linda rubia de aproximadamente 22 o 23 años, llenita con buenas tetas, quien llegaba a entrevistarse con fines de empleo. Don Simón se paseo por toda la oficina, comiéndose con la vista a Cindi, quien llevaba una blusa escotada que hacia lucir sus bellas tetas, su vestido era corto, al cruzar la pierna dejaba verle una parte de sus llenitos muslos. Realmente estaba muy buena la chica.   La cámara en si no tenia sonido, pero vimos a la señorita casi rogar por el trabajo, Don Simón se daba mucha importancia en la decisión. Luego se observa que él cierra la puerta con llave, luego dice algo y se toca la verga sobre el pantalón, el desgraciado tiene una erección, ella le dice algo, y el se voltea como una negativa.   Ella baja la cabeza, vuelve a decir algo, no hay respuesta. Don Simón sonríe, se voltea y corre el cierre de sus pantalones, por él se logra ver su pene casi completamente flácido, se acerca a la señorita y le dice algo, ella lo toma con una mano y lo aprieta, luego lo dirige a su boca y chupa el glande, después lo succiona varias veces para tratar de erectarlo, los resultados son lentos, en la cara de Don Simón emerge una sonrisa de placer.

Los labios de la señorita son gruesos y grandes, tragan completamente la verga de él y la lame con su lengua húmeda. Poco a poco la verga se pone tiesa, en ese momento Don Simón, la toma de la mano la conduce a un sofá, él se sienta y le dice que ella se hinque sobre el sofá, de modo que quede a uno de los flancos, al principio no entendemos porque no la puso entre sus piernas para que se la mamara. Pero rápido comprendimos que lo que Don Simón buscaba era manosearle su panochita mientras ella se la chupaba. Y asi sucedió.   Mientras la señorita se comía la verga, don Simón jugaba con su vulva, metiendo su mano entre sus bragas y jugando con sus labios vaginales. Aunque no teníamos una perspectiva favorable, veíamos como él movía su mano frenéticamente entre sus calzones masturbándola, ella contestaba con gemidos los movimientos de esa mano.   

Luego, Don Simón tomó a la señorita de los cabellos y con fuerza le enterraba la verga dentro de su boca y garganta, prácticamente comenzó a follarle la boca como si fuera una vagina. Al final, descargó un chorro de semen en la garganta de la dama, ella quiso zafarse, pero él no la dejó hasta que ingirió toda su esperma.   Después de sacarle hasta la última gota, la señorita parece ser que le solicitó un baño o tocador, ya que él le señalo una puerta dentro de la oficina, ella ingresó para asearse, salió unos minutos después, charlaron un rato y luego abandonó la oficina. Se veía la gran sonrisa de Don Simón al quedarse solo.   Por qué contamos esta historia a pesar que no fue la única en su género, lo singular fue que el maldito de Don Simón no le dio el empleo!.

Historia de José
        Otras historias relevantes tiene que ver con la compañera Tuti, quien inicialmente era una desalineada mujer, nunca se arreglaba, a pesar que tenia buena figura Tuti no se preocupaba por su arreglo personal, hasta se veía sucia en ocasiones. Sin embargo, una amiga, que era la confidente de Tuti nos compartió que el marido de ella había tenido un horrible accidente automovilístico hace unos años, y que a raíz de eso el había quedado cuadraplejico, y debido a ello se convirtió en extremadamente celoso, tanto que no permitía que Tuti saliera ni a la esquina. Lejos de sentir lástima por ella, sentí un morbo intenso, una mujer casada que no ha sentido una pija adentro desde hace varios años es una bomba de tiempo.

La única reunión que el marido la dejaba ir era la fiesta de aniversario, asi que mi objetivo ese día fue Tuti, ese día llevaba un vestido casi a los tobillos como siempre y de esos pasados de moda. Esa noche me dedique a ella, fui muy atento, la saqué a bailar, le platicaba, pero Tuti seguía como retraída. Luego con una serie de mentiras la llevé a mi oficina, le enseñaría mi nueva Lap Top. Al ingresar cerré con llave, prendí la computadora y le pedí que se sentara para que ella la probara. Me coloque detrás de la silla, y comencé a decirle que era una mujer muy atractiva, pero que notaba una tristeza y frustración en su cara. Ella siguió manejando la compu.   Luego empecé a masajear sus hombros, realmente estaba tensa, se lo dije. Sentí que ella en pocos segundos se relajó y estaba gozando el masaje. Allí decidí ser más atrevido. Bajé mis manos por su escaso escote, siempre masajeando, ella cerró los ojos y pude descender a su brazzier, tomé un seno en cada mano y los masajee delicadamente, ella no hizo nada por detenerme. Luego ingresé mis manos dentro de su bra y acaricie la piel de sus senos, realmente tenía unos excelentes senos, grandes y duros.

Seguí acariciando sus buenas tetas, ahora jugaba con sus pezones, los cuales se pararon inmediatamente. Ella gimió y dijo –Hace mucho tiempo que un hombre no me toca mis senos!-,    -Que desperdició, si son preciosos!- contesté en el momento. Ella sonrió y continúo nuestro juego.    Luego bajé el cierre de su vestido que estaba sobre su espalda, el vestido cayó a su cintura, eso facilitó las caricias que le daba a sus tetas.   Luego del jueguito, los dos ya en estado de excitación; la tomé de la mano y la llevé al sofa donde recibo a mis visitantes, ella se sentó y yo me quedé parado de frente, saqué mi verga de los pantalones y Tuti la contempló por unos segundos, la tomó con las manos y le empezó a dar una mamada inolvidable, parecía que de veras la quería comer toda, muchos años de abstinencia sexual se materializaban en esa chupada de verga.

Se comió y lamió todo mi tronco hasta los huevos, los cuales chupó uno por uno con maestría. Yo sentía que me estaba llevando rápidamente al climax, por ello la detuve, fui al escritorio, quité las cosas de encima y la acosté en el, no sin antes eliminar su vestido y un calzón que hubiera sido la envida pero de mi abuelita. Su coño estaba rodeado de una gran pelambre, demasiado excesiva, por lo cual me dio un poco de desconfianza hacerle sexo oral, por lo que decidí mejor penetrarla. Eso hice. Le coloque mi verga dentro de sus pliegues vaginales y la empecé a meter lentamente, era increíble que la chica estaba bien cerrada por tanto año sin uso.   Me costó clavarla por completo, cada empujón que le daba gemía y decía que no. Claro que nunca intentó detener la cogida. Con Mucho trabajo la penetré hasta adentro. Luego levanté sus piernas, muy bellas por cierto, y le empecé a bombear mi pija, nuestros sexos se enfrascaron en una rica fricción, ella gemía sin control, llegué a tener miedo de ser oídos por los compañeros, pero la bulla de música y las conversaciones afuera impedían de ser delatados.

Rápidamente Tuti llegó a un orgasmo, se contorsionó sobre el escritorio y jadeo estruendosamente, casi tuve que callarla a la fuerza, seguí cogiéndola rico, su coño se amoldaba al grosor y largo de mi pija, su vagina estaba muy caliente y poco a poco se iba llenando de sus jugos íntimos.

Después de cogerla en el escritorio, la llevé al sofá nuevamente, esta vez le pedí que se pusiera en cuatro sobre este, con el culo hacia fuera, hasta ese momento me di cuenta que Tuti tenía un escultural y precioso trasero, a pesar de la gran cantidad de pelo en su panocha y alrededor del orificio del culo, me agaché para darle una rica chupada de nalgas, con la excitación al máximo, también le mamé el ojito de su culo, inmediatamente ella respondió a ese estimulo gimiendo y jadeando de pasión, sentí por un momento que estaba gozando al máximo la mamada de culito.

A continuación la penetré nuevamente en su vagina, se la metí hasta que mis huevos toparon con sus nalgas, luego la tomé por su cintura y la empecé a pistonear, al inicio con un ritmo suave, y después con un ritmo fuerte, Tuti llegó a su segundo orgasmo de la noche, emitiendo frases como : -Que rico me estas cogiendo!!- -Métemela toda!!-
-Qué rica tu verga!-   entre otras.

Mientras la cogía en esa posición por la vagina, le metía la yema de un dedo en el culito, eso parecía nuevamente gustarle, entonces con la verga bien mojada por sus jugos íntimos, la intenté penetrar por su agujerito colorado, le puse el glande en su entradita y con lujo de fuerza lo empujé hacia adentro, el glande fue aperturando su hoyito y se fue deslizando hacia el fondo lentamente, cada centímetro que ingresaba a su recto le causaba una alta excitación moviendo su trasero para recibir mejor mi pija.   Luego de ensartársela toda, le bombee mi pija con movimientos suaves pero profundos, también su culito estaba cerradito, lo cual me producía una alto placer, por que las paredes de su ano estrujaban mi verga por dentro. Luego de varios minutos de estarla cogiendo por el culo, ella llegó a un nuevo orgasmo, segundos después también anuncie mi venida, descargue un buen chorro de esperma entre su recto.   Ella se volteo, tomó mi verga y le limpió el semen impregnado con su boca, dejándola limpia otra vez.

A partir de ese día me volví el amante anónimo de Tuti.   La mayor parte de nuestros encuentros sexuales fueron en un salón de archivos que está en sótano de la empresa, unos otros fueron en mi oficina y unos pocos afuera. Yo le calmaba la calentura a Tuti. A partir de ese momento ella ya empezó a arreglarse, se rasuró su coño y lo dejó rico para mamarlo.   

Talvez el momento más insólito que quiero compartirles es que un día me llamó de su casa y me rogó que llegara para cogerla alli, que me estaría esperando con una lencería que había adquirido para ese momento, que no me preocupara que su marido se había ido con unos amigos y que tardaría mucho tiempo en regresar. Yo acepté llegar y me dirigí a su casa. Al entrar me recibió bien arreglada y pintada con una lencería negra que incluía un hilo dental y un top transparente, se miraba preciosa y deseable, nos besamos apasionadamente, me desvistió alli parado en la sala, me dio una respetable mamada de verga, hasta dejarla lista para metérsela.   Se desnudó frente a mi y me dijo que quería que la cogiera en su propia cama matrimonial, no dudé en aceptar la invitación, nos fuimos de la mano a su alcoba, pero, al entrar me di cuenta que su marido estaba dormido en un rincón de la cama!, me asusté, me quise regresar, ella me lo impidió y le pedí una explicación. Ella me dijo que, le había aguantado muchos desprecios y celos a su marido, que la había humillado todo el tiempo después de su accidente, al grado que había perdido su autoestima y que la había empezado a recuperar después de nuestro encuentro en la oficina el día del aniversario de la empresa. Y que esa noche le había dado un par de pastillas para dormir en la bebida de su marido, él estaba completamente inconsciente y que quería que le hiciera el amor alli mismo frente a él.

A pesar que mi pija ya estaba flácida por la impresión al entrar a la alcoba, el morbo de la ocasión empezó a dar frutos, mi verga comenzó nuevamente a pararse, asi también Tuti la ayudó con otra rica felación. Luego se colocó en la cama con las piernas abiertas, tratando de excitarme más, vi ahora su coñito bien depilado, que parecía el de una adolescente, metí la cabeza entre sus piernas y le empecé a chupar toda su vagina, con lenguetazos húmedos y profundos, ella apretaba las almohadas sobre su cabeza y gemía, pronunciando frases : -Chupame la cuca, chúpame toda!- diciendo eso y levantaba la cabeza para ver el cuerpo de su marido dormido sobre la cama. En pocos minutos me bebí la venida monumental que tuvo, su gran cantidad de jugos íntimos llenaron su vagina al grado que casi salían de ella. Luego me incorporé y me coloque entre sus muslos, tomé mi pija con la mano y la introduje en su mojado coño, ella gimió y me arañó la espalda cuando la sintió adentro. Con fuerza la bombeé, ella me encerró entre sus piernas, ayudando con el movimiento de la penetración. La cama se movía con tanta intensidad, que el cuerpo del marido seguía el ritmo de la follada.

Cuando Tuti llegó a su nuevo orgasmo, gimió y volteándose a donde estaba su esposo, dijo algo como: -Ves maldito como me cogen rico!, mira como se tiran a tu mujer!- -lisiado de mierda!!-, mucho rencor y sufrimiento acompañaban las palabras de Tuti.

Para mi eso fue un detonante, mis pistonazos eran tremendos hacia adentro de su coño.
-Quiero que me eches tu leche!!- me dijo mientras me apretaba con sus piernas, aceleré la penetración y entre quejidos me vine dentro de su vagina. Mi verga palpitaba y en cada una echaba un chorrito de semen que inundó su gruta. Al rato Tuti se puso de pie, se fue a donde estaba su marido y parada frente a él abriéndole los labios de su vagina, le dijo : -Mira la leche de otro hombre dentro de mi cuca!-. Regresó a donde yo estaba y me pidió que se la metiera por el culo. Se puso en cuatro sobre la cama y sin mucha preparación se la hundí toda en su recto, ella giraba su trasero dándome un placer inmenso en la pija,   le pistonie fuerte en su culo.
-Mirá el culo que siempre decías que era solo tuyo!!-, nuevamente mucho resentimiento en sus palabras, pero que me servían de estimulante para seguirla cogiendo por el recto. Finalmente después de varios minutos culiandola, me volví a venir, llegué al clímax y le disparé una nueva ración de semen ahora en su culito. Todo eso frente al cuerpo casi inerte de su marido, quien dormía profundamente mientras le ponían los cuernos en su propia cama.   Fue una experiencia inigualable, ya que bien se pudo haber despertado su marido en plena cogida, pero que bueno que no fue asi.
Tuti a los pocos meses de eso, dejó de trabajar para la empresa para irse a otra, sé que ahora es amante de su jefe inmediato.




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Detalles



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Codigo do Relato
1387

Categoria
Heterosexuales

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