Fui violada mientras dormía
( Relatos Heterosexuales )


Hola, mi nombre es Daniela. Tengo 32 años, vivo con mi esposo y no tengo hijos. Lo que cuento me ocurrió hace un par de semanas. Es un relato corto, sin mucho detalle debido al alcohol.
Mi esposo y yo fuimos a una fiesta que ofrecía un amigo suyo de la oficina en la que acaba de entrar a trabajar. En el lugar había mucha gente que ninguno de los dos conocía. Como era la primera reunión del trabajo en la que había sido invitado mi esposo decidí ponerme algo sexy para dar una buena impresión a sus compañeros de trabajo, además, personalmente, me gusta que los hombres me volteen a ver, especialmente los hombres que están con su esposa o novia; así que me puse un vestido entallado de la cadera para arriba y con un poco de vuelo en la parte baja. El vestido se ceñía en el pecho, siguiendo la forma de mis senos hasta el cuello. En la parte de atrás tenía un escote amplio que terminaba a media espalda. En esta ocasión me puse unas medias con liguero incluído que había comprado unos días atrás para alguna ocasión especial. Me puse mis zapatos altos que tanto me gustan y un chal para taparme la espalda, en caso necesario, y para resguardarme del frío. Por supuesto, mi marido quedó encantado al verme y me dijo lo que quería escuchar: "Vas a ser la mujer más hermosa del lugar y, por lo mismo, la más odiada entre las mujeres".
Le dije que se nos hacía tarde y no lo dejé continuar, sus manos ya estaban sobre mis nalgas pero me pareció buen momento para dejarlo excitado y jugar un poco para desquitarme a nuestro regreso.

En la fiesta no había nada de comer, puro alcohol. Mi esposo me presentó a sus compañeros de trabajo. Al poco tiempo, me empecé a quedar sola debido a que mi marido, ya tomado, se iba a platicar sin ningún reparo en dejarme atrás. Poco a poco todos en la fiesta estábamos tomados y yo platiqué con las personas como si fueran mis mejores amigos y bailé también con gente que nunca había visto antes de esta fiesta.
En algún momento me empecé a sentir mal debido al alcohol y me dio muchísimo sueño. Le dije a mi marido y éste me llevó con un amigo suyo el cual me indicó una habitación en la que podría reposar. A partir de entonces perdí un poco la noción de lo que ocurría.

Recuerdo mi cuerpo, pesado como roca, que se sumía en la cama y el mareo que hizo que perdiera el sentido y me quedara dormida.

En algún momento me desperté, aunque no completamente, la sensación de mareo seguía siendo muy intensa y la pesadez de mi cuerpo evitaba que pudiera despertarme del todo. Recuerdo que me costaba mucho trabajo abrir los ojos.
La primera imagen que tengo es la de mis piernas inclinadas hacia mi pecho, yo boca arriba y un hombre sobre mí empujándose rítmicamente. Intenté moverme pero me encontraba muy débil. Cuando el hombre que se encontraba entre mis muslos notó que me estaba moviendo me tomó de los brazos empujándolos hacia atrás, contra el colchón de la cama, evitando que me moviera. Mi debilidad me impidió resistirme. Asustada supe que estaba siendo violada en ese momento y en un instante, volví a perder el sentido.
Estuve despertando a ratos, o por lo menos es lo que creo que pasó pues sólo recuerdo algunos momentos confusos que vienen a mi memoria sin orden.
Recuerdo que en algún momento me habló al oído y tengo la impresión que me estaba besando. Recuerdo sus manos bajo mi vestido, estrujando con deseo y sin cuidado mis senos. Recuerdo que en algún otro momento me lo quité de entre las piernas pero me dio la vuelta ayudándose de mi movimiento para escabullirme y me dejó boca abajo y me abrió las piernas y me volvió a penetrar. Tengo la idea de que no fue uno sino dos los que me violaron, pero no lo sé con certeza, sólo tengo esa impresión.
Cuando me volvía a despertar, sola en la cama, pensé que había tenido una pesadilla y que nada había pasado realmente. Sin embargo mi tanga no la tenía puesta, mis senos estaban doloridos y fuera del brassiere, el cual, a su vez, estaba desabrochado. Me ardía un poco la vagina y me dolía la parte interna de mis muslos. Seguía oscuro afuera. Lo primero que hice fue levantarme y ponerle el seguro a la puerta. Busqué mi tanga, la cual estaba al pie de la cama, y me la puse. Me acomodé la ropa y me traté de arreglar lo mejor que una puede hacerlo a oscuras y con las manos.
Honestamente, estaba muy sorprendida por lo ocurrido. Me encontraba en shock. No recuerdo mucho de lo que pasó después. Creo que salí del cuarto a buscar a mi esposo, el cual se quedó dormido en la sala junto a otros compañeros suyos y creo que me porté muy grosera con él durante todo el tiempo que tardamos en irnos hasta un par de días después. La verdad es que todavía estoy enojada con él por no cuidarme, sé que en realidad no es su culpa pero no puedo evitar estar enojada con él.
Por otro lado, tiene unos días que he estado pensando al respecto y a veces me descubro disfrutando de saber que fui el objeto sexual de otro (u otros) hombre(s) y que fui poseída por alguien diferente a mi marido. No sé si estoy bien o si es mi coraje contra él pero es cierto que últimamente me excita lo que pasó y hasta, de algún modo, deseo que se repita. Listo, lo dije.




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Nombre do Relato


Codigo do Relato
1820

Categoria
Heterosexuales

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