Cielo Katherine Riveros DOS HERMANAS PERVERTIDAS 1
( Relatos Heterosexuales )


El despertar sexual de la hermana menor.

Cielo Riveros, y Katherine Riveros, son dos jovencitas nacidas en una ciudad de Centroamérica donde abunda la delincuencia, sus padres vivían trabajando para poder mantenerlas y poder darles todo lo que estaba a su alcance su padre trabaja de trailero era un hombre obeso como de unos 45 años del piel morena clara la madre de las dos jovencitas era una señora muy amable y quería en el barrio donde vivía no era tan alta media como 1.50 de estatura tenía un cuerpo muy formadito tenía 32 años ella vendía jugos naturales en una parada de buses que estaban cerca de su casa le vendía a la gente que subía el bus temprano y a los choferes de los buses que se estacionaban ahí. Así era la vida de los padres de las jovencitas
Cielo Riveros, la más pequeña que apenas tiene 16 años ya tenía un cuerpo muy bien presumido que levantaba pasiones por donde pasaba no era muy alta media 1.60 de piel morena clara de cabello negro y ojos cafés es una joven muy bella delgada no se le miran gorditos por su estrecha cintura tiene una carita de niña santa pero con una mente de diabla tenía unas piernas algo delgadas pero firmes y su culito no era muy grande pero era firme y duro también respingón algo paradito sus pequeños senos algo creciditos que cualquier hombre quisiera agarrar y estrujarlos hasta sacarle lechita. Cielo Riveros, es la hermana menor de Katherine Riveros,
Katherine Riveros, es una joven que tiene 18 años recién cumplidos ya era mayor de edad era un hembra muy linda tenía casi el mismo color de piel de su hermana menor solo que ella tenía el pelo pintado de rayitos rubios sus ojos color café y tenía una cara igualmente de diablita cuando caminaba por la calle le sonreía a cualquier hombre ya sea viejo o joven o lo hacía por amabilidad o por que le gustaba que la miraran morbosamente la joven tenía una cuerpo muy bonito tenía unas tetas grandecitas y duras que se sostenía solas cuando no usaba brasier la chica tenía una cintura muy bien formadita y una nalgas podemos decir término medio duras y firmes.
Las dos bellas hermanas iban a un colegio de gobierno no se paga la mensualidad levantaban pasiones por toda la escuela definitivamente eran dos de las chicas más deseadas del colegio incluso hasta los maestros querían caerles y pegarles tremendas cogidas a las dos colegialas, pero por miedo a que los despidieran solo se las comían con la mirada las jovencitas vestidas con sus falditas del colegio tan cortas que casi les llegaban a las nalgas.
Un día viernes por la tarde en el colegio sonó el timbre de salida Cielo Riveros, fue a buscar a su hermana al aula para irse juntas hacia la casa. Cuando la joven llegó al aula y encontró a su hermana le dijo.
Katherine Riveros nos vamos para la casa dijo Cielo Riveros,
Nooo hermanita creo que no iré todavía ya que tengo que hacer un trabajo en grupo con los chicos para adelantar la tarea dile a nuestros padres que yo llegaré un poquito tarde dijo Katherine Riveros, a su hermana menor… Está bien, dijo Cielo Riveros, pero no llegues tarde ya que mamá y papá se ponen enojados que no lleguemos juntas.
Cielo Riveros se dirigió hacia la salida del colegio para irse rumbo a su casa caminando muy sensualmente con su faldita muy subida más de lo normal se colocó su mochila atrás y salió del cole y se fue rumbo hacia su casa….
Cielo Riveros tenía que pasar por un parque como para enamorados donde llegaban muchas parejas a pasarla bien y darse tremendos agarrones. La joven justa pasaba por el parque ya que por ir viendo su camino no se dio cuenta que había unos hombres mayores no más de 45 años todos algunos 35 y así etc…
Estaban bebiendo cervezas y fumando cuando vieron pasar a la jovencita con su mochila por atrás y caminando muy sensualmente meneando ese tremendo culito paradito y bien formadito que por ser delgada se le paraba perfectamente…uno de los señores hablo pero mira que sabrosa hembra la que va por ahí señores mmmmm que delicia pa cogerla y preñarla decía uno de ellos también… uno de los señores el más lanzado de ese grupito empezó a silbarle y hablarle algo vulgar ya que vio que no había mucha gente en el parque… mamitaaaaaaa ricaaaaa pero que deliciosa estasss pa reventarte en mi cama mi amor siiiiii a ti mamita a la de la faldita azul mamitaaaaa se dirigía hacia Cielo Riveros,…La joven como que medio escucho lo que le decía giro su bella cara para ver quien le hablaba así tan vulgar cuando vio a ese grupito como de 6 señores hablándole peladeces.. el señor que le estaba silbando y hablando vio a la joven voltearse para verlos y este le dijo…miraaa mamitaaa lo que tengo aquí dentro de mis piernas aquí tengo lo tuyo agarrando con la mano su verga sobre el pantalón y enseñándosela a la joven colegiala Cielo Riveros, cuando vio que el señor se agarraba su virilidad enseñándosela se le puso chinita la piel al ver lo que el señor le mostraba cuando agarró su mano.
la joven ya había oído esas peladeces que los hombres le decían ya que cuando ella y su hermana caminan agarradas de la mano rumbo al colegio con sus faldas provocativas cualquier tipo de hombre viejos o señores les hablaban vulgarmente, pero Cielo Riveros, lo que jamás en su vida había visto era lo que ese hombre le estaba mostrando el señor se agarraba la verga sobre el pantalón moviéndola para que la joven se la viera.

Katherine Riveros, salió de su medio trance al ver a ese hombre enseñándole su virilidad y como pudo siguió caminando apresurada para olvidar lo que había visto y lo que le dijeron esos señores que estaban tomando en el parque y la pequeña joven se fue rumbo a su casa pensando en lo que ese señor le había mostrado.
Apenas llego a casa Cielo Riveros, fue a ver que había para beber porque hacía un calor bárbaro mientras bebía echaba unas mirada buscando a mamá o su papá, pero no estaban en la sala pero a ella no se le ocurrió ir a la habitación de ellos para ver si estaba, la joven se decía tal vez salieron pensó ella. Katherine Riveros, se fue hacia su pieza que está a un lado de la de su hermana, encendió el televisor y se dispuso a ver.

Minutos después Cielo Riveros, escuchó unos ruidos en una de las habitaciones de la casa ya que no le tenía mucho volumen a su televisor ella se dispuso ir a ver qué era ese ruido paso por la puerta de la entrada de la habitación de su hermana pero él Ruido no venía de ahí y se acordó que su hermana se había quedado en el colegio la joven siguió caminando hacia la otra habitación vio que estaba ai entreabierta y pensó pasar pero cuando se acercó a la habitación vio lo que estaba pasando se quedó como estatua ahí y sin habla, un poco en shock. Su mama estaba en cuatro sobre la cama totalmente desnuda que dejaba su trasero al aire mientras su papa la tenía bien sujeta de la cintura, estaban teniendo relaciones sexuales, la penetraba a un ritmo constante, que, al chocar las pompis de su mama con su concha hacia un sonido muy fuerte, aparte le daba unas nalgadas que hacían estremecer a su mama, sonaban dolorosas pero su cara mostraba lujuria, la escuchaba murmurar “uhmmm papito, más por favor”. Massss ahhhahhhh ahhhh ahhhh siiiii siiiii….

Katherine Riveros, no se movía, estaba muy nerviosa, no sabía qué hacer, el tiempo estaba detenido y a la vez eterno, la joven pensó en irse y dejar a sus padres en su relación sexual, pero su cuerpo o algo más no quería, sentía miedo de que escucharán sus pasos a la hora de marcharse de ahí y la descubrieran, aparte ella nunca había visto algo así en su vida. La joven a pesar de todo lo que estaba viendo de sus padres ella más o menos sabía que era el sexo una vez una amiga de su mismo salón le enseño unos videos porno, así como que ya sabrán que Katherine Riveros, no era tan santita como creemos ya era una joven perversa y esperando que ella le hagan lo mismo algún día…
Vamosssss putaaaa meneate mas masss vamosssss ahhh ahhhh que ricooo….. Katherine Riveros, escucho la voz de su progenitor jamas lo habia hablado decirle así a su madre…… la mente de Cielo Riveros, trabajaba mil ideas por segundos, al igual que su cuerpo, su conchita se estaba empezando empapar, su respiración agitadísima, como si hubiese corrido una maratón, su medianos pechos jamás los había sentido así de duros e hinchados, sentía que le iban a explotar y le causaba mucho dolor, por inercia empezó a mover sus caderas imitando el ritmo que hacía su mamá, era como si la joven tenía un demonio por dentro, necesitaba tocarse, así que llevo una mano bajo su sostén y comenzó a sobar sus pequeños e inflamados pechos muy suavemente, pasando ambas manos por todo su extensión, lo hacía delicadamente y tiernamente por la inflamación molesta, que producto de las caricias poco a poco se fue desvaneciendo, dando el protagonismo a sensaciones de alivio y placer.
Pero la joven no estaba conforme, tenía mucha energía acumulada y pedía a gritos ser liberada, comenzó a apretar sus senos con más fuerza, se imaginaba las manos de aquel hombre del parque cuando ella iba pasando le enseñó sobre su pantalón su virilidad.. Katherine Riveros, seguía manoseando su pechos fue que al mismo tiempo empezó acariciar su pezones, jugaba con la presión de sus dedos palpando su sensibilidad, cuando lo hacía con fuerza era dolorosamente placentero, e inspirada por la ola de calentura Cielo Riveros, metió una de sus manos bajo su faldita escolar que aun la tenía puesta para acariciar por primera vez su conchita.
Mientras tanto en la habitación de los padres de la joven Cielo Riveros, vio ella misma como su mama se nalgeaba y miraba por encima del hombro a su padre con una cara de excitación total.
Katherine Riveros, seguía observando a sus padres como cogían pero ella estaba demasiado hipnotizada por lo que presenciaba, la joven estaba caliente, se tocaba como si no fueran sus manos, imaginando siempre las manos de aquel hombre del parque,
viendo follar a sus padres, se sentía mal por una parte, pero la dominaban las sensaciones y la calentura, se sentía en la gloria a través del placer, sentía una electricidad por cada parte su cuerpo, se apretaba los pechos con fuerza, y tocaba su conchita con 2 deditos incluso intentaba meterlos dentro, pero aún guardaba algo de razón y sabía que así podría lastimar su virginidad.
Katherine Riveros, quería gritar, quería sentirse como su mama, ella necesitaba también liberar su sangre caliente. Estaba sintiendo cosas desconocidas y muy placenteras que hacían creer que algo dentro de ella iba a explotar, era su despertar sexual, ella al parecer ya quería macho a pesar de sus 16 añitos.
Los padres de la joven seguían en lo suyo ni siquiera sabía que su hija había llegado del colegio y que ahora los observaba cojiendo y que la joven se estaba masturbando y manoseando sus tetas acausa de ellos por tremenda sesion de sexo que se daban ambos
… Papito me gusta que me tengas así, como tu perrita con el culo al aire desnuda, aaaiii sii amor, me encanta, así, agárrame el culo y coléame fuerte,…. aai papi así, hazme tuya, hazme una puta cualquiera, haré lo quieras papi si me sigues dando así, que verga papi, es perfecta para mi conchaaa decía la mamá de Cielo Riveros, toda excitada al 100%.
Katherine Riveros, solo escuchaba lo que su madre decía la joven se imaginaba ella en la cama con alguien, y con toda la calentura sentía que podía estar de la misma manera que su mama , yo también quería moverme así, ser acariciada, y que me tocaran se decía en su mente Cielo Riveros,.
Ante toda esta situación Katherine Riveros, estaba con toda su ropa descompuesta de tanto manosearse ella misma su blusa del colegio abierta lo suficiente para sacar sus pequeños pero bien formados senos del brasier, sus 2 deditos jugando vigorosamente con su conchita virgen y sentía la necesidad de sentirse acariciada como lo estaba siendo su mamá, quería algo más que sus propias manitas.
La joven miraba por la puerta entreabierta Las manos de su papá que amasaban el trasero de su madre, lo estrujaba, la agarraba fuerte de la cintura, mientras la seguía cogiendo sin compasión alguna
La colegiala imitaba los avances de las manos de su padre ella se apretaba su cintura y realizaba movimientos como si estuviera ya cogiendo mmm, la calentura de la colegiala crecía a cada instante, tanto que perdió el control y su instinto animal apareció.
Comenzó a apretar sus nalgas con toda sus fuerza, cerraba los ojos y recordaba todo el deseo que inspiraba su cola, tantas situaciones, comentarios morbosos, y que hasta el día de hoy no ha sido disfrutados, por ningún hombre se lamentó entre sus pensamientos lujuriosos y se apretó más fuerte, sus ricas nalgas.
en eso mira que su papá juega con un dedo en el culo de su bella madre y sin darse cuenta por inercia ella hizo lo mismo, solo se pasaba la punta de su dedito muy suave, se hacía cosquilla, como una niña curiosa, era una sensación extraña pero agradable, y de vez en cuando intentaba introducirlo, pero estaba demasiado estrecho, cerradísimo mejor dicho, estaba virgen analmente.
pero viendo como su papá le metía casi la mitad de su dedo a su mama no le importo y empujo ella también su dedo con determinación sobre su inexplorado culo. Instantáneamente una sensación estalló en su interior, miles de onda eléctricas viajaron desde su cerebro a todo su ser, se le doblaron las piernas y sentía a desvanecer, veía borroso, y con su otra mano se apretaba con furia y deseo sus pompis, no entendía nada, solo deseaba que la tocarán un hombre en esos instantes como lo hacía papá con su mama, que la estrujaran y la azotarán, jamás ella había tocado su ano, era muy sensible, estaba perdiendo la conciencia ante la llegada de su primer orgasmo, era como si se desprendiera de un gran peso, era la sensación más rica que había sentido la colegiala jamás, estaba como loca acariciándome la cuca y tratando de meter más su dedito atrás.
El papá de Cielo Riveros, empezó a gemir llamando puta a su madre mientras la nalgueaban sin parar, al parecer estaba eyaculando dentro de ella, su mama solo gritaba siiiii, soy tu puta, soy tu puta, dameeee lecheeee siiiii massss lecheeeee papi, más leche, hasta que su papa dejo caer todo su peso sobre ella y quedó muerto, su mamá se salió rápidamente y se puso entre sus piernas a limpiar su pene.
Cielo Riveros, al fin pudo ver en toda su extensión, después de haber eyaculado los 22 cms, de verga que tenía su padre.
Ella ya había visto penes en internet, pero este era gordísimo con una cabeza bien grande, y venas bien marcadas, era el primer pene en vivo y en directo que veía y estaba segura que no lo olvidaría jamás.
Ya más tranquila Cielo Riveros, como pudo se arregló su ropa, y se fue caminando despacito mientras escuchaba las chupadas de su mamá.
La joven ya en su recámara y en su suave cama medito todo lo ocurrido, por un lado entendía que su cuerpo estaba en un proceso hormonal importante sumando las conversaciones de sus amigas sobre sus conquistas, los comentarios de los hombres en la calle sobre su cuerpo, ese cuerpo que pedía a gritos ser consentido, el despertar de la calentura de Cielo Riveros, alfin llego Pero jamás pensó que sería viendo a sus propios progenitores teniendo relaciones, moralmente era incorrecto, pero todo se había dado, ciertamente no había culpables, y las sensaciones vividas se grabaron en cada célula de su cuerpo, sensaciones inexploradas y desconocidas que la hicieron volar en aires de éxtasis, regalándole ese exquisito orgasmo.
Poco después la joven se quedó totalmente dormida solo en ropa interior cubriéndose con una pequeña sábana color rosa..
Don apolinar un viejo verde de 55 años con tremenda panza cervercera ojos negros unas brazos fuertes a la ves desgtados de tanto trabajo en su cara tenia una cicatriz entre la mejia izquierda de piernas algo delgadas Apolinar era viudo ya que su mujer murio de diabetis jamas tuvieron hijos no era por que el viejo no quería si no por que la viuda de el no podia tenerlos asi que se destinaron a no tener hijos pero el tiempo paso y la vieja fea de su esposa fallecio y ahora el viejo estaba solo….. el viejo verde de don Apolinar tenía un negocio De venta de verduras en ese barrio donde vivían nuestras dos apetecibles colegialas don apolinar casi siempre veía a los dos colegialas a Diario pasar casi enfrente de su negocio cuando iban rumbo al colegio al viejo le parecía bellísimas ambas colegialas pero la que le interesaba más era la más pequeña la linda Katherine Riveros, que a sus 16 años no tenía todo bien desarrollado pero si habia de donde agarrar y pegarle tremenda cogida hasta hacerla gozar como toda una perra profesional..
Ya era dia sábado y amabas colegialas amanecieron en sus respectivos cuartos Katherine Riveros, nisiquiera se enteró a qué horas había llegado su hermana después de tremenda masturbada casi enfrente de sus queridos padres y así poder despertar su instinto sexual Katherine Riveros, ya levantada en su habitación con su sexi ropa interior la joven se dispuso a levantarse para poder salir de su habitación cubierta con una toalla hacia la ducha.
La colegiala ya en el cuarto de la ducha se dispuso a quitarse la toalla se sacaba su brasier y se veía en un espejo tenía unos pechos no tan grandes pero sí , firmes, preciosos, carnosos, la chica se ponía a posar frente al espejo apenas cubierta por el diminuto cachetero Katherine Riveros, se comenzaba a despojar de su cachetero lentamente hasta que lo dejó en el piso y quedo completamente desnuda se veía tremendamente sensual poco después se dispuso a ducharse….
Minutos después de ducharse la colegiala se fue rumbo hacia su habitación Después que termina de secarse comienza a vestirse se pone un diminuto cachetero color café que hacía resaltar su no tan desarrollado trasero, enseguida se coloca su brasier sobre esos pechos medianos a los cuales no les afectaba la gravedad a pesar de su tamaño, después se puso una licra color negra que marcaba sus apetecibles pequeños glúteos duros y ya para terminar su blusa ombliguera de esas sin mangas y pegadas al cuerpo quedando al aire su abdomen liso y sin un gramo de grasa. la chica enseguida salió de la habitación para ir a desayunar….
Para la hora del mediodía la mamá de Cielo Riveros, mandó a su hija a comprar unas verduras al negocio de don Apolinar la colegiala con algo de caras le dijo a su mamá que está bueno a la nena no es que le caerá mal ese viejo pero tampoco le caía bien ella no le gustaba como ese viejo las morboseaba a su hermana y a ella cuando iban rumbo hacia al colegio… pero ni modo su madre la estaba mandando y tocaba hacerle caso la colegiala con su cara un poco de enojo recibió el dinero y se fue hacia el negocio del viejo Apolinar.
La joven iba rumbo hacia el negocio del viejo verdulero caminando con su sexual andar con esa licra que se le metia muy bien entre sus dos nalgas bien paraditas la chica llegó al negocio del viejo.
Don Apolinar al ver llegar a la joven se relamió sus labios al ver cómo iba vestida tan sabrosa y provocativa en sus pensamientos se decía ( pero qué mujercita más deliciosa para romperla la concha a vergazos a tremenda putita…. Se decía el viejo en sus pensamientos) el viejo al estar pensando morbosamente sobre la joven ni siquiera escuchó que ella le estaba hablando..
cuando el viejo reaccionó dijo si mi niña me decias disculpa por no ponerte atención que deseas….. Katherine Riveros, solo veía como el viejo la morboseaba y con su voz tan sensual dijo Don Apolinar quiero que me de dos libras de tomate una de papa y un brócoli por favor..
Claro que si me reina lo que usted pida ya le saco su pedido Katherine Riveros, a pesar que el viejo siempre la miraba morbosamente también le gustaba cómo se dirijia a ella como mi reina o como mi princesa Katherine Riveros, al no tener novio y como jamas le habia dicho esas palabras tan lindas ella se sonrojaba y medio le sonreía al viejo
Aqui esta su pedido mi reina son 1000 le dijo el viejo y le sonreía con su boca casi sin dientes tratando de que la chica le devolviera la sonrisa…. Gracias Don apolinar mil gracias y la chica estaba apunto de retirarse cuando el viejo habló
Niña hermosa quería decirte algo disculpa le decía a la joven… siiii dígame Don apolinar con su dulce voz la joven le respondió…… disculpa el atrevimiento pero es que te quería decir que este viernes que viene es mi cumpleaños y como estoy viudo y solo pues no tengo ni amigos ni nada queria saber si tu mi reina querías venir a pasar por aquí al negocio comeremos pastel gaseosa y veremos televisión ya como estoy solo no tengo con quien compartir le dijo el viejo con su cara triste.
Don apolinar todo lanzado pidiéndole tremendo favor a esta hermosa joven pensando que ella le iba hacer caso pero él quería decirle para ver si la chica accede y tal vez podría tener una oportunidad con ella….. La joven al escuchar tal propuesta se quedó boquiabierta y pensado se dijo «como se atreve este señor a invitarme a su casa a celebrar su cumpleaños mmmm decía la chica en su pensamiento pero a la misma vez también se ponía de su lado al pensar que no tenía con quien pasar su dia de cumpleaños estando sin amigos y sin esposa se dijo la joven pensando en lo triste que el la pasaría ese día»….. La joven ahora con una voz dulce le respondió hayyyy don Apolinar la verdad es que no puedo mis padres no me dan permiso de salir tan noche ni nada lo siento espero que la pase bien en su dia y disculpe que yo no pueda asistir y gracias por la invitación y lo siento por no tener quien lo acompañe le dijo eso ultimo la bella joven….. Esta bien muñequita entiendo por lo menos te lo quería decir nada mas y disculpa el atrevimiento por pedirte una gran solicitud.
El viejo al ver que la chica dio la vuelta y se fue rumbo a su casa solo pensó (Mmmmm pense que esta chamaca me diria que si quería darme tremendo fiestón en mi dia pero bueno ya habrá otra oportunidad) el viejo veía como se alejaba cada vez más de su negocio.
Luego pasaron los días para ambas colegialas haciendo sus quehaceres yendo a la escuela haciendo tareas etc….
Jueves por la noche llegó el padre de las colegialas de su rutina de trabajo ya como dijimos el trabajaba de trailero a veces se iba varios días a trabajar dejando a su familia en la casa y asus hijas estudiando ya el dia viernes para terminar el la semana Katherine Riveros, ya llegando de estudiar le dijo a su mamá que se le daba permiso de salir con unas amigas a una fiesta que iban hacer en el centro de la ciudad la mama algo pensativa le dijo que sí pero que por favor no llegara tan tarde Katherine Riveros, se fue directo a su habitación a ducharse y cambiarse para irse de fiesta con sus amigas….. Katherine Riveros, estaba en su habitación como niña buena haciendo sus tareas para así poder descansar el fin de semana completo cuando fue interrumpida por su mamá diciéndole holaaa hija vea su hermana va salir con sus amigas y su padre y yo saldremos hacer unos mandados ya que su padre desea comprar unas cosas para su trabajo llegaramos un poco tarde ai le dejo comida hecha o alguna fruta si gusta comer algo esta bien le decia la mama la joven colegiala le dice a su mama por que me van dejar sola sabes que no me gusta quedarme sola mama llevenme con ustedes porfa….. NO Katherine Riveros, ya te dije que no puedo está bien entiende otro dia tes saco pasear o algo esta bien te duermes temprano entendido con esto último la padre salió de la habitación de su hija y se marchó Katherine Riveros, algo frustrada y triste a la ves ya no dijo nada y siguió haciendo su tareas del colegio.
Una hora después ya todos se había marchado de la casa tanto como sus padres como su hermana Katherine Riveros, ya había adelantado bastante de su tarea escolar así que decidió descansar y se puso a ver televisión en su cuarto pero no encontraba nada bueno para ver y poder distraerse la joven estaba super aburrida y no sabia que hacer bueno a tal vez si sabia que hacer esa noche cuando se le vino el recuerdo de que don Apolinar hoy estaba cumpliendo años y la había invitado ir a su casa comer y ver televisión pero Katherine Riveros, no quería desobedecer a su padres de salir de casa pero como estaba super aburrida no sabía que decidir si ir a la casa del viejo Apolinar y desobedecer a su padres o quedarse sola y aburrida en su casa….
Dos horas antes en la casa del viejo Apolinar el viejo decido cerrar temprano su negocio ya que como dijimos era su cumpleaños y quería descansar un poco más así que cerró su localito. El viejo ya en la sala de su casa algo sudado con su camisa no tan limpia pero como al viejo no tenía a quien presumirle casi ni se bañaba así que decido solo quitarse la ropa que tenía puesta para ponerse algo más cómodo para estar dentro de su casa se puso un pants gris algo flojo y cómodo que al igual no estaba tan limpio y una playera que antes era blanca, pero por tanto uso sudor etc…ahora era amarilla.
El viejo ya cómodo en su casa se dispuso sacar un pequeño pastel como 5 porciones y lo puso en la mesa el viejo iba celebrar su cumpleaños solo sin ninguna compañía eso pensó el pero no se imagina la sorpresa que le tenía preparada el destino al Viejo apolinar.
Mientras tanto en la casa de la bella colegiala estaba indecisa todavía no sabía qué hacer pensando y pensando la joven se decidió en ir a donde el viejo verdulero desobedeciendo así a sus padres en salir sin su autorización así que decidió ir a ducharse y arreglarse para ir a cumple del viejo apolinar ella pensaba que solo iba hacer una comida y ver televisión pero lo que no sabía que ella iba hacer la comida del viejo esas eran las intenciones del viejo Apolinar…..minutos después la sexi colegiala ya en su cuarto desnuda se empezó a vestir para empezar se puso un cachetero color rosa que levantaba su pequeñas nalgas no tan desarrolladas en su plenitud pero si duras y firmes jamás manoseadas por ningún hombre solamente por ella luego la chica se puso un sujetador casi del mismo color para que su conjunto se viera más sexi se acomodaba sus pequeños senos tipo naranjas pero duritos con ganas de ser chupados y exprimirlos hasta lo último
Para luego ponerse una minifalda color azul tipo licra que le llegaba más arriba de los muslos enseñando casi sus ricas y sabrosas nalguitas recién desarrolladas para luego ponerse unas zapatillas con poco tacon de color blanco enseñando asi sus piernas de niña casi mujer poco a poco la chica se iba vistiendo para quedar como toda una diva con apenas 16 añitos luego se puso una blusita ombliguera pegadita al cuerpo que resaltaba sus pechos perfectamente enseñando asi una cintura sin nada de grasa blandita sin ninguna astrilla.
ya casi lista la joven se empezó a peinarse y todo lo demás para quedar bellísima…. Así que ya lista la jovencita se dispuso a salir de su casa con rumbo hacia la casa del viejo verdulero ya eran como las 8 de la noche casi no había gente en la calle y ella siguió caminando rumbo a su destino justo casi al llegar a su destino la joven espero que en verdad no hubiera nadie en la calle para poder asomarse a la casa del vejete y que nadie la pudiera ver entrar a ese casa ya que el barrio sí que hay chismosos y se llegara a enterar de que ella entró a la casa de un viejo y a esa hora podría contárselo a sus padres y ahí sí que se metería en problemas con sus querido padres…. Mientras tanto el viejo apolinar dentro de su casa se sentaba en su mesa ya le había prendido una velita a su pastel para poder disfrutarlo y cantarse el mismo feliz cumpleaños.
Katherine Riveros, esperó como 5 minutos viendo que ya no pasará nadie para luego acercarse a la casa del viejo y tocar el timbre… el viejo ya estaba listo para cantarse feliz cumoleaños cuando fue interrumpido por el timbre de su casa ringgg ringgg ringgg………
Pero quién diablos será no puede ser empezó a vociferar el viejo y dijo en voz alta no estoy atendiendo ya el negocio está cerrado que no ven acaso y frustrado ya que nadie contestaba del otro lado decidió acercarse a la puerta y así abrir su ventana cuando medio abrió la ventana se dio cuenta y casi babea de la sorpresa al medio ver a la jovencita todo cambiadita y muy linda enfrente a su puerta el viejo de la sorpresa cerró nuevamente la ventana y se dijo mmmmm pero no pensé que fuera venir, tremendo culito que me comeré hoy en mi cumpleaños siiii siiii decía el viejo en sus pensamientos para luego sin pensarlo dos veces abrió la puerta y habló
pero qué haces aquí mi reina que deseas muñequita Katherine Riveros, algo sonrojada al escuchar como la halagaba el viejo por su belleza con esas palabras le respondió
Hayyyy don Apolinar no se acuerda que me invitó a su cumple por que hoy está cumpliendo años no es así el viejo ni sabía que responder al ver los sexis labios de la jovencita como se meneaban al hablar… así claro que me acuerdo pero Como no me dijiste nada mi niña no sabías si vendrías pero pasa que esperas entra pasa hacia la mesa ahí tengo el pastel pasa pasa mi Princesa el viejo la dejó pasar salió al ver que nadie estuviera en la calle también por si vieron entrar a tremenda hembra y como es menor de edad le dejaría ir todo el peso de la ley…
Ya viendo que no había nadie el viejo cerró la puerta y alcanzó a la joven la nena sabía que el viejo venia de tras de ella y que se imaginaba que el viejo la estaba morboseando como siempre pero ella ignoró tal cosa que siguió caminado con sexis movimientos hacia donde estaba el comedor el viejo estaba embobado viendo tremendo espectáculo tan cerca de el.
Media hora después des estar hablando y de estar comiendo pastel los amigos por que hasta ahora eran amigos y nada más
Con tu compañía es muy buena mi reina decía el vejete. Aunque hay algo que he querido hacer desde hace un chorro de tiempo.
-¿Qué cosa?
-Pues. Echar una bailadita. Pues con eso de que me la paso trabajando todo el santo día, toda la semana, pues ni tiempo tengo.
-Entiendo. Es difícil para usted.
-Pues sí. Pero ahora que estás aquí, pues podríamos echar una bailada. Qué dices, ¿nos la echamos?
-Pero, usted puede bailar don Apolinar.
-No se mucho pero si tu me enseñas Tú me puedes ayudar ¿Qué no?
-Bueno si esta bien Don apolinar
Así, ambos se levantaron de la mesa y Don Apolinar encendió su equipo de sonido y puso un poco de música algo romántica para esta ocasión.
El viejo estaba tan emocionado de poder hacerse del maravilloso cuerpecito de la niña y estar tan cerca de ella.
El viejo verdulero la tomó de la espalda con su brazo más hábil, el derecho y la otra la enganchaba por detrás dado que el calor se encerraba en esa sala el viejo era casi de la misma estatura de la jovencita, aunque a la jovencita le costaba rodearlo con sus bracitos dado que el viejo era una masa robusta.
Ella le sugirió que la tomase de los hombros, cosa que el hombre atendió al principio, pero en cuestión de segundos los brazos del vejete transcurrían por la espalda baja de la joven.
Los dos platicaban como si fueran dos enamorados y poco a poco la nena se sentía en relativa confianza Mientras ambos bailaban la segunda canción, muy pegados uno al otro más por la insistente decisión del caliente viejo que la tenía agarrada con escrupulosa pasión, sus destiladas manos de sudor ya las posicionaba justo en el límite en donde comienzan las nalgas, ardía en deseos por bajar por ahí y examinar así esas redonditas nalgas recién desarrolladas.
El viejo se acercó hacia ella, arrimando su seboso y pálido rostro hacia las suavidades de sus mejillas donde encontraba ese confort del que tanto ha sido privado en su miserable vida. Ella con sus temblorosas manos se apoyaba ahora en los hombros de su compañero de baile Entre tanto el viejo verdulero y al notar que la chica estaba completamente distraída (seguramente pensando en qué les diría a sus padres cuando lleguen a casa y no lo encuentren ai ), este viejo ya comenzaba de manera disimulada y casi imperceptible, a sobar esas firmes carnes. Lo que sus manos comprendían no tenía comparación alguna con lo que se dice de la belleza de la joven esto era aún mejor; subía y bajaba sintiendo cada centímetro posible, desde las caderas hasta la cintura de la nena, poniéndolo por demás caliente al saberse frente a una hembra dulce, jovial y virgen.
Que bien bailas mi reina… -habló el viejo acercándose a la oreja derecha de la niña, percibiendo además ese indescriptible pero tan apaciguante olor a caramelo que emanaba el dulce perfume de la hermosa jovencita, sintiendo como su falo se ponía aún más tieso.
-Aunque de seguro ya te lo han dicho antes, ¿verdad?
. Katherine Riveros, sintió un leve, delicioso e inesperado escalofrío que inició desde sus finas orejas e hizo un recorrido plausible a lo largo de sus extensiones corporales más hipersensibles, aunque prácticamente todo su cuerpo lo era, he ahí básicamente su modo promiscuo de pensar, últimamente de actuar. No contestó a la pregunta, que le hacias su pareja de baile su conciencia se dedicaba más a disfrutar de las delicias de aquel enigmático recorrido eléctrico que la exaltaba hacia los confines placenteros, sintiéndose avergonzada apenas pasó el efecto, relajándose con un suspiro que escapaba de sus encantadores labios. El viejo tan solo interpreto esta última reacción, como señal de que la nena la pasaba de lo mejor, por lo que la apretujo más hacia el, ahora, con el fin de examinar tomándome el atrevimiento de colocar su verga a la suficiente altura para que la nena sienta cuán dura y parada estaba aquello.
Evidentemente la incauta chica sintió la dureza de aquel miembro, faltándole al respeto a esa corta falda, y atravesado incluso levantándose ligeramente, con amenaza real de llegar hasta la ropa interior de la chiquilla. Aquello se ajustaba de tan coordinada manera, que si no fuese porque llevaban las ropas puestas todo estaba predispuesto para la tan ansiada penetración por parte del viejo. Eso obviamente la alarmó, aunque de cierto modo le resultaba gracioso, ver el grado de excitación de ese sujeto, pegado a ella y con esa erección… se sentía admirada, deseada, bonita… Además, entendiendo lo peligroso de ello, sabía que debía ponerle un alto a todo ello, a esos niveles de atrevimiento de ataques corporales, más que cualquier cosa.
-Señor…decía la chica con su voz sensual
-Dime Apolinar mi vida, mi chiquilla.
-Ok, don Apolinar… le decía que ya se terminó la canción … y quedamos que solo un rato bailaríamos …
-Ándale. Otra nomas. Bailas bien rico
–A poco no la estamos pasando bien, ¿eh?
Acto seguido el verdulero le restregaba de manera frenta y disimuladamente potente hacia la nena para que volviera a sentir aquel inquieto mástil. Katherine Riveros, comprendía bastante bien el actuar del viejo que la tenía encadenada a su fofo cuerpo.
-Esta última y ya, ¿de acuerdo? Es que de veras, ya es tarde y me tengo que ir a casa si no mis padres me regañaran.
-¿Hmmm…? –zumbo el viejo verdulero , estaba realmente entretenido en esas punteadas como si fuesen parte de los pasos de baile.
-Que bailaremos esta y ya –replico con cierta impaciencia la chiquilla sintiendo cada desvergonzada punteada cerca de su sexo.
-Sí, sí. Lo que tú digas chiquita. Aunque no hemos bailado mucho es muy poco. Imagínate si hubiera hecho una fiesta por mi cumpleaños. La música ahí no dura tan poquito, ¿o sí?
-Ah, pero tampoco se la pasaría bailando conmigo todo el tiempo. Le respondió la joven
-Como de que no. Yo contigo bailaría hasta que me dolieran las patas Eres como un ángel bailando.
La nena empezaba a relajarse un poco más, sintiéndose halagada por lo último mencionado y siguiendo el juego verbal del hombre, a pesar de sentir aquellas punteadas que no cesaban y pareciera que quisieran abrirle la minifalda con ello. Ella quiso voltear a ver, pero fue inútil dado que el abultado estómago le truncaba la visibilidad. Vagaba en aquella escena, trataba de entender lo ridículo que le era que el viejo se la pasara punteándola a pesar de que era un simple baile, aunque su mente trabajó en imaginarse lo que sería ese viejo mostrando esa verga bien parada y brillosa.
le debo su regalo, don Apolinar eeeh. Es que no tenía dinero y mis padres no quisieron darme , jeje – le hablaba la niña al desperfecto oído del viejo.
Este bien pudo responderle lo que pensaba el viejo, que su regalo de cumpleaños bien podría dárselo ahora; una deliciosa sesión de sexo bastaria.
la canción ya prácticamente acababa, en instantes ella se iría y si no daba un paso más intrépido la palomita se escabulliría sin remedio, aunque bien estaba la otra opción, optar por una violación, pero quería hacer todo por las buenas sus asuntos con ella.
No te fijes por el regalo mi reina. Te voy a decir la puritita verdad: eres una chamaquita muy… amable, muy linda. Tú me gustas muchooo… jejeje… es la purita verdad -expreso el viejo –Pa mi este es mi regalito, el que estés conmigo, bailando con un viejito como yo, porque que esperanzas que una niña tan dulce y chula como tú se ande fijando en mí imposible.
Katherine Riveros, realmente no sabía qué decir ante las declaraciones emitidas por la salivosa boca del viejo, que le provocaba una lástima más que un temor. La colegiala agacho la cabeza, sintiéndose avergonzada. Bailaban ya varias canciones y ni siquiera lo notaba.
Gracias don Apolinar por declararse ante mí y decir esas cosas tan lindas.
-De que chiquita. Yo estoy re contento de que estés aquí conmigo, bailando con este pobre viejo porque pues siendo sinceros, ¿no?, uno nunca tendría la oportunidad de estar con una dulzura tan delicada y hermosa como tú.
Siendo sinceros uno nunca tendrá una posibilidad de estar con una chamaquita tan linda y delicada como lo eres tu dulzura… jejeje…
-Qué cosas dice don Apolinar… –expresaba la chiquilla con voz trémula e inquieta dada esa especie de declaración que el calenturiento viejo estaba haciendo, además su respiración se agitaba, más que cualquier otra cuestión, por el hecho de que el viejo la apretaba cada vez hacia el.
el pervertido expresaba esos sentimientos para con ella, haciendo difícil inhalar y exhalar, prácticamente le incrustaban la verga en su vagina dada la permisividad de las prendas de ambos y sus posiciones actuales.
-Nomas digo la purita verdad mi reina.
-Sí, bueno, es que, osea, me da como penita, jejeje.
-Que no te de pena mamasita, como ya te dije, es la purita verdad. Tu padres A ti si te hicieron con mucho amor por eso saliste tan bella, jejeje.
-Don Apolinar por favor, no siga, que me pongo muy nerviosa. -la nena, que respiraba pesadamente y a pesar de sentir lo que expresaba, bien le estaba gustando y esperaba que el viejo continuará con las mismas.Tranquila chiquilla, estamos en confianza.
Desde hace tiempo tú me gustas. Y Me siento enamorado de ti. Mmmta… se me antoja decirte un montón de cosas que ni te imaginas… decía el viejo seguía endulzando con sus palabras.
La curiosidad mató al gato(a). Asi que la chiquilla hablo
-¿Y… qué son esas cosas que usted tendría para decirme? –preguntaba con aire escrupuloso aunque con evidente nerviosismo, sonriendo tragando un poco de saliva después de haber hablado, sabiendo lo que provocaría, por hacer semejante pregunta.
El viejo entendía muy bien que estaba haciendo un gran trabajo, convenciendo de su teoría aquella chiquilla era de una alma pervertida y solo habría que sobrellevar todo. Estaba con los ánimos elevados y con esto comprendía que aquella mujer podría fácilmente estar en la misma sintonía.
-Ay chamaca…
. Katherine Riveros, fue sorprendida por un apretujón del fofo hombre, que la contraía a su prominente barriga y ese húmedo pecho, apoyando sus amplias manos y con firmeza desde las partes donde nacían sus deliciosas nalgas. El mañoso viejo empezaba a meter sus manos debajo de la liviana MINIFALDA, prácticamente sintiendo la íntima y delicada ropa de la chica.
-Desde que te he visto pasar todos los días al colegio con tu hermana me llegaste hasta dentro -decía el hombre mirándola a brillosos labios, con un rostro de semejante pervertido.
-¡Nooo! Nooooo nooooo–expresaba alarmada la chiquilla al ver que el hombre empezaba a revolver la parte inferior de su falda, empezando a esculcar por debajo de este. -¿¡Don Apolinarrr… que hace!?
Al extasiado sujeto poco le importaba la queja de la chiquilla, estaba más dispuesto a sus sobajeos que a cualquier otra precaución.
-Ay mamacita. Estas rebuena. La nena comprendía que los ánimos se elevaban mucho más, sobre todo a la manera tan vulgar e insolente referida con ella de parte del verdulero. Definitivamente era momento de ejercer resistencia.
-No. No don Apolinarrrr, por favor suélteme por favor nooooo nooooo decía la joven.
¿Sabes qué? Eso del regalito podemos arreglarlo ahora, jejeje.
-No don Apolinar… suélteme. Su regalo se lo traigo otro día que tenga dinero.
La niña ya no veía tan inocente aquel juego, preocupándose, más porque la manera en la que este le hablaba resultaba muy grosera, aunque debía admitir que ese juego de resistencia (al cual no contribuía demasiado pensándose más débil que el hombre) le empezaba a resultar si no entretenido si un tanto curioso pues involuntariamente le gustaba este tipo de sometimiento, involuntariamente se insiste porque bien sabía que el viejo buscaba transformar aquello en otra cosa y sabía que debía de salir de ahí.
-Mejor dámelo de una vez.
-¿Cómo? Decía la chiquilla
-Si ricura. Que tal… si me das un besito y así pues ya no me traes regalo y no me deberás nada. Que dices chiquita –decía el hombre prácticamente orientando sus curtidos labios hacia los brillosos labios de la jovencita, que a su vez ella trataba de esquivar mostrando su total renuencia de encontrarse con esa desalineada boca que rozaban su cara sintiendo además como el viejo seguía profanándola con la dureza de su erección.   
-Don Apolinar R, oiga no… Deténgase, me tengo que ir déjeme eeee mis padres me regañaran.
-Ay mijita. Anda no seas malita. Que te cuesta. Solo uno, rapidito y ya.
-No don… es que no. Entiéndame.
-Ni modo mijita. Namas déjame bailar otro rato contigo. No sabes cómo me gusta tenerte así conmigo.… No creo que vaya a tener otra oportunidad para tenerte así a mi lado. De aquí para que vuelvas… Mejor déjame un rato así contigo. Nunca he estado con una princesita así tan bonita como tú él volvía a endulzar con sus palabras a la niña hecha hembra
– Don Apolinar… -decía la bonita con aire resignado y un enternecimiento que le volvía a ganar.
-Nada más un ratito, siiii. Tienes un cuerpo, pero bien rico mijita. Ándale. Dale gusto a este pobre viejecito que se conforma con estar contigo, aquí, solo, en su cumpleaños.
La mujer con esa compasividad sincera, que la hacía vulnerable, sentía que sería actuar mal negarse a esa forma de generosidad, la única que podría entregarle a este desdichado (y libidinoso) viejo. Además, este ya se había detenido en sus avances con ella, dejándola menos atosigada, diciéndose ella misma que mientras resistiera nada podría pasar a mayores.
-Ok. Pero solo un rato más porque de verdad, me tengo que ir si no mis padres pueden regañarme. Y que conste que lo hago por su cumple nada mas ¿ok? –decía la nena como justificando lo evidentemente injustificable, a sabiendas de que con esto la dejarían en paz libertad. Colocó sus manitas en el pecho de su acosador y estas viajaron, hasta los hombros.
-Gracias mi vida. Me haces, pero bien feliz. No sabes lo rica que estas.
La esplendorosa colegiala, con poco más de sosiego, podía poner atención a ciertos detalles, como el sudor incansable del viejo, el aroma del sudor o, y de manera precisa para ella, aquella dureza que estaba vacilando por su vientre que se movía, precisamente, con cada paso, cada movimiento del baile, posicionándose justo a la altura de su parte más que sensible.
Un cosquilleo curioso e impertinente le atacaban de manera involuntaria. Trataba, básicamente de alejarse lo más posible, cosa infructuosa dado que ella era la que estaba presa, así que seguía siendo víctima de sus propios y rebajados cosquilleos, mordiéndose los finos labios, como si con eso intentara contener lo bien que la estaba pasando.
Miraba hacia otra parte pero siempre caía en la grotesca, aunque llamativa para ella, cara del degenerado, que de repente dejo que sus manos nuevamente bajaran de la cintura de la chica y ya no tan disimuladamente agarraba una de las nalgas de la nena.
La nena aguardo, querer seguir desistiendo era una batalla perdida, o eso quería pensar, pues según ella tan pronto terminara con el ‘bailecito’ dejaría de ser ‘manipulada’ de esa manera.
Nada más que esto servía para alentar al hombre, era muy obvio, porque sus avances fueron más propensos y eran ya una especie de tanteo de todo ese par de duras nalgas medio desarrolladas, sobándolas a más no poder a su antojo.
Así pues, la pobre jovencita solo lograba contenerse manteniéndose abrazada al inconsistente cuerpo del vejete, permitiendo los sobajeos, cada vez más predispuestos a una consecuencia de los que cualquier hombre tendría al tener a tan joven niña. Ella lo justificaba todo, en base a que simplemente era parte del ‘regalo’ que un pobre viejecito rogaba lastimosamente y ella no siendo una chica malvada no debía negarse.
Pero es también que ante tales manoseaos en su cintura y sobretodo sus nalgas y esa grosera punteada de verga que recibía su vientre, que poco a poco, fue víctima de placenteros éxtasis en su vagina iba produciendo esa humedad lubricante, que se potencializo aún más cuando el viejo, con más intrepidez que maña, buscaba dedearle el orificio posterior bajo sus nalgas. Fue un gusto tremendo para la hermosa nena, que sentía incluso como se escurría su vagina, una sensación tan indescriptible y solo digna para su propio cuerpo El viejo no se atrevía del todo a acariciar ese grandioso lugar dado que aun creía en la posible resistencia de la chamaca. Lo que lo hizo alentarse fue esa respiración pesada que la colegiala maquinaba, señal inequívoca de la precisa debilidad que esa mano le causaba y prueba de ello fue que ella misma, con arte erótico, paraba su muy bien proporcionado culito para que este hombre tuviera mejor acceso y este empezara a escarbar sobre ropa.
El viejo verdulero estaba que no se la creía. La increíble realidad le estaba permitiendo derechos sobre una nena muy pero muy lejana a sus condiciones y predispuesta para él. Llevó sus manos hacia la cadera de la chica y con paso intrépido la rodeo para poder girarla y quedar pegado por detrás de ella. La colegiala, que había actuado negligente ante estos movimientos, podía sentir la dureza de aquel falo que la chocaba con entereza justo en medio de sus nalguitas, sintiéndose altamente nerviosa llevándola a un éxtasis indescriptible sobre toda su anatomía. Aquella erección empezó a friccionar con más ganas como si el viejo verdaderamente la estuviera penetrando a placer, maniobrando al mismo tiempo unos toscos palpamientos en la zona vaginal. La nena realmente empezaba a disfrutarlo, trataba de evitarlo sus cansadas respiraciones, sus ahogados gemidos, ese apretar de labios y sus ojos cerrados eran tentativa de ello.
El hombre prácticamente la estaba masturbando, aun cuando solo estaba tocándola por encima de sus liviana faldita y aun así ella no podía resistirse, se sentía tan rico todo ello que permitió que este bajara sus manos por sus muslos y de nueva cuenta volviera a subir pero ahora por debajo de su falda, recorriendo su tanguita y manoseando su vientre plano, sin ningún modo, ni siquiera un gesto involuntario, toda ella cedía al placer ajeno del verdulero

El viejo manoseaba todo ese vientre, hurgo por su ombliguito y sin más, bajo directamente hacia la tanga de la nena, metiendo sus manos y descubriendo unos finos vellos vaginales recién rasurados. . Katherine Riveros, se llenaba de sacudidas placenteras, el viejo le respiraba sobre el cuello y eso era un aliciente perfecto para debilitarla. Luego el hombre le empezaba a puntear una vez más y ella era bruscamente movida, prácticamente parecía una muñequita DE TRAPO que se dejaba ser y hacer. Apolinar, al tiempo, empezó a meter sus dedos mucho más abajo, encontrando la zona prometida y mejor aún, en un estado lubrico y apto para los menesteres del placer.

-Hmmmm… Pero estas que te caes de buena mi amorrrr. Que rico, que rico sabe tu cuerpecito –expresaba el viejo a los oídos sensibles de la nena que sentía los cosquilleos y flaqueaba con tan solo oír esa voz grave y adusta que proliferaba un aliento tremendamente como de cervezero
-Pero que rica panochita. Por qué no me la das como regalo de cumpleaños, ¡eh! No sabes las ganas que te tengo. Estas pero rebuenota mi amorrrrr…
-No don Apolinar… No… me toque… -musitaba la nena arrastrando las palabras, cerrando los ojitos, poniendo sus manos por encima de las arrugadas del viejo, como acompañándolo, más que impedirle algo, y al mismo tiempo sugiriéndole donde debería avanzar, mientras meneaba sus caderas como acto reticente que más bien resulta al compás de la punteada que el viejo le estaba dando.

El viejo comenzó a lamerle una de sus blanquitas orejitas, empapando de su copiosa saliva, encontrando ese digno sabor de nena limpia y perfumada. Ella hacía lo propio, al sentir el erizar en su piel, acomodando la cabeza para que el viejo tuviera precisa zona y siguiera con esa circundante lamida que hacía con su puntiaguda y acuosa lengua. El pobre hombre estaba que no resistía, su verga escupía gran cantidad de líquido pre seminal que terminó dibujando, en su pants color gris , una mancha obscura y húmeda que la nena tuvo que sentir cuando este roso una de su nalgas, pensando que este se estaba orinando. El viejo bien sabía resistir, y seguía devorándose con gran fervor esa linda orejita izquierda que la nena exponía dado que bien tuvo que notar lo delicioso que era para la nena estos chupeteos y bastaba con solo verle esos lindos ojitos cerrados con esas bonitas pestañas.
Para comprobarlo el viejo subió la falda de la nena por encima de su cintura, quedando solo a la vista un cachetero de color rosa. El viejo Creyó que ella lo detendría o al menos reprobaría el hecho, pero lejos de eso, la nena mantenía cerrados los ojos, ese fruncir encantador y mordía su labio inferior. El viejo, estando tan extasiado y alentado por la escena, comenzó a invadir el fino cuello, comenzado por la parte baja de la oreja y besándolo de a poco esa tersa piel.
La chica movía su cabeza coordinándose para que este tuviera una gran posibilidad, estremeciéndose y delimitando el área, pero volvía a recapacitar y de nuevo vuelve a sentir esos asquerosos chupeteos, mientras su respiración ya era fuerte y acelerada, el rubor estaba encendido en sus finas mejillas. Ella podía sentir como el dedo del viejo ya le recorría su vagina sin ninguna resistencia de parte de ella, comenzando a meterse en sus labios interiores, aun sin llegar hasta distancias alarmantes. La lubricación que había ejercido su vagina permitía la facilidad de cualquier penetración y aun aquello estaba escarchando, por su vagina corría un manantial de líquidos que anunciaban la disposición natural de su cuerpo para alojar cualquier carnosidad, de igual naturaleza, en ella.
Rápidamente comenzó con movimientos de conciliación masturbatoria por toda esa rajita de la chica, lo hacía de un modo muy lento, tratando de generar más líquido. Volvía a besarle el cuello retorciéndola una vez más, haciéndola girar para quedar nuevamente de frente prácticamente ubicando su hedionda boca a la fresca boquita de la hermosa Colegiala, que lo recibió apenas un poco, al notar tal vez un insoportable olor a cerveza y cigarro ella , volviendo a exponer todo su cuello. El viejo apenas pudo disfrutar de esa frescura, pero sabía que era cuestión de tiempo para poder hacerse de toda esa cavidad bucal.
Mientras perdía sus besos y lengüeteos por toda la cara y el cuello de la nena, embarnizándola con su densa saliva que parecía nunca acabarse. Ella acomodaba su cuerpo arrejuntándolo al de él, pero ahora con iniciativa y deseo, comprimiendo aquellas masas en una sola, a pesar de las deformidades que el viejo ostentaba. Ella lo rodeaba por todo su cuello, atrayéndolo prácticamente.
El verdulero, tan gustoso por ello, empezó a sobar las piernas de la chica, de una manera violenta y casi desgarradora, como si el momento estuviera por acabar. De un momento a otro este, hábilmente, arrastró uno de sus brazos y tomó la manita de la chica para orientarlo a su erección, sin que ésta ofreciera resistencia. CIELO RIVEROS, estaba sorprendida y muy caliente que cualquier acto resultaba normal, sus ojos seguían perdidos, así como su mente, pero bien pudo notar las dimensiones de ese paquete que se había restregado delante y detrás de ella.La desvirgacion de la hermana menor.

Katherine Riveros, estaba viviendo una experiencia inolvidable con un viejo que podría ser su abuelo, pero ella la estaba pasando también que estaba en un estado de excitación que pedía que la siguiera manoseando al estar en manos de ese viejo que disfrutaba de sus encantos juveniles…….
Ella misma estaba sorprendida, apretaba con ligereza esa herramienta más no se atrevía a ir más allá. El viejo examinaba el rostro agitado de la nena y así sin más, busco los labios y esta vez no encontró reticencias más que nada porque la hurgo con fuerza, disfrutando levemente esos labios, aunque la nena no colaboraba, pero le bastaba, tan solo le bastaba aspirar ese cálido y fresco aroma de colegiala, ese límpido sabor de una niña pulcra y ‘decente’. Ella, con su manita, le palpaba de a poco ese miembro duro, húmedo y muy caliente, que por primera vez en su vida tocaba un miembro masculino calcando en su mente una imagen que pudiera describir e incluso llegándola a comparar con la de su padre ya que cuando ella inició en su despertar sexual en una tarde llegando del colegio encontró a sus padres en pleno acto sexual…
Mientras la joven sentía los pesados besos del viejo en su boca, se sentía ahogarse ya que en su vida la había besado un hombre y ahora por primera vez lo hacía con un viejo que ni dientes tenía casi, pero por esa extraña sensación de éxtasis que sentía se dejaba hacer lo que el viejo quisiera con la débil niña.
El viejo al notar tan sublime entusiasmo con la que la nena se dedicaba al tomarle y apretarle la verga, entrando en un vigor de lo más inalcanzable de saber que una finas y blancas manos de ángel osaban sobre su pants gris algo sucio, simplemente no pudo más y decidió ordenarle a la colegiala:
-Mámamela mamacita ándale.
Cielo Riveros, con asombro sin dejar de abrir sus ojitos escuchó la petición que le hacía el viejo
-No puedo Don Apolinarrr es que nunca he hecho estas cosas……
-Andale –murmuraba al oído de sensibilidad externa y manipulable de la chica. –Como regalo de cumpleaños. Ándale mamacita, hazlo por este viejito yo te voy indicando como hacerlo anda que decis mamii
La chica jamás había hecho tal petición que le estaba pidiendo ese viejo pero algo dentro de ella y en su excitación quería experimentar por primera vez que es mamar una verga ya que una vez vio a sus padres en pleno acto sexual como su recatada madre le mamaba la verga a su apreciado padre y más o menos tenía la idea de cómo hacerlo…. Hacía que la chica puso una solo condición para poder hacerlo y se lo dijo al viejo…
-¿Pero me dejara irme Don apolinar?
-Si, si, si. ¡Ya sácamela mamacita! –decía con total fervor apretándole la mano a la nena que a su vez apretaba la verga del vejete.
-Pero solo se la mamooo… ¿y ya? Es que tengo que irme enserio oo…
Si, si. Mamamela y te vas mamacita. Ya no la hagas de emoción. Siente lo calientita que esta, hmmm… ¡Ya chupala mi vida! –exclamó con ánimo lujurioso al tiempo que le masturbaba la panocha a la caliente jovencita, tratando de alentarla y con ello llevándola a tomar decisiones abandonadas.
-Hmm mmmmmm mmmmm… -expreso la nena que disfrutaba la masturbada que le estaban propinando.
-¡Que esperas putita! ¡¿Hmmm…?! –volvía a proferir como si disfrutara de la masturbada que le daba a la acalorada muchacha –Ya mámamela de una vez zorrita. Mámamela Quiero que te tragues mis mocos en tu boquita.
Cielo Riveros, ahora escuchaba como el viejo la trataba como una puta jamás en su vida le había dicho esas palabras…. Pero la joven volvía a ser víctima de su éxtasis al sentir esos dedos en su jugosa panochita además de escuchar palabras tan soeces y tan ofensivas que la llevaban al punto de recordar como su padre trataba a su madre cuando ellos hacían el amor.
A la joven Le gustaba todo ese contexto, había adquirido un agrado insano que, aun no admitiéndolo, exigía más y más. quería por lo pronto conocer lo que escondía en sus pantalones ese asqueroso y bofo viejo.
-¡Mmm….! –farfullo el viejo después de haber introducido un buen tramo de sus dedos en la zorrita de la chamaca. –Estas que te derrites pinche putita. Que rico la tienes. Ooohhh…
La joven cada vez más fogosa experimentaba con cada intromisión, con cada desenfreno, un ardiente deseo y sin más, de pie junto a él, comenzó a desatarle las cuerdas del pants que tenía puesto el viejo. Le gustaba ese mando prepotente con la que el viejo la trataba le eran básicos y admisibles, muy dentro de sí lo había guardado y solo basto que ese infeliz sujeto la encendiera. bien podría imaginar que a esta le gustaba que la tratasen así, como una vil y vulgar cualquiera; Este viejo estaba dispuesto a desquitar bien sus ganas con ella, encontró los puntos enloquecedores y de ahí no saldría si no es que bien cogida.
Cielo Riveros, había estallado, su cuerpo pedía más Sin pensarlo demasiado, comenzó a bajar con sus dedos de un lado y para el. Otro el pants con todo y calzoncillos del viejo con un poco de fuerza de su parte ella medio lo logró bajar a media nalga apenas la joven con decisión metió su mano ya que no podía bajar más el pants del viejo y saco esa erecta herramienta que escupía viscosidades liquido preseminal que cayeron sobre su manita, caliente, dispuesta para hacerse y hacer disfrutar.
Aquel parado miembro, de un tamaño importante era circundado por la tersa y blanca mano de la jovencita, evidenciando el claro contraste con respecto de pieles. Se mantenía hipnotizada y un tanto inquieta de tan sólo examinar el aspecto de la misma, aunque no la recorría, solo la contemplaba, sintiendo el calor y algunas pulsaciones que esta generaba ante sus curiosos y ya lindos ojos abiertos.
La verga del viejo era grandísima, si le daba competencia a la de su padre cuando se la vio por primera vez en aquel acto sexual con su madre.
Se sentía tan rara, extraña, muy aventurera al tener una verga por primera vez algo en su mente evitaba que dejara de tocársela. Esta verga era altanera, imponente, así pues, no podía llegar a comprender el por qué hombres así, de esas anormales condiciones respecto a cualquier tipo promedio y de galanura y media, llegaban a tener semejantes instrumentos lúbricos y viriles.
Cielo Riveros, Empezaba a sentir una sensación muy desesperada desde sus glándulas salivales, un humor deseoso que transcurría por su húmeda lengua, sentía un instinto que le orientaba a querer llevarse ese miembro a la boca por primera vez en su vida y tantearlo oralmente, por lo que después de unos míseros segundos y de forma autómata, fue arrodillándose poco a poco, sin soltar ese instrumento, ni con sus manos ni con sus ojos. El viejo apuró la disposición vacilante de la chica, sujetando sus hombros y empujándola hacia abajo. Aquello aumentó sus palpitaciones conforme ella llegaba al piso, ella misma sentía esa agitación como si aquello tuviera vida propia y se emocionara ávidamente, dilucidando lo que estaba a punto de disfrutar.
La joven acomodo ambas rodillas en ese piso rustico de cemento. Ahora llevo ambas manos alrededor del falo, más o menos sabía lo que tenía que hacer, ya que cuando vio a sus padres en pleno acto sexual vio a su madre como le hacia una mamada a su padre.
Ella emitió un sonido corto y agudo, nada claro, pero realmente no importaba para el viejo. Ella hacía un gesto de sorpresa, abriendo la boca y es ahí que el desatinado vejete, sin preguntarle y porque la calentura la invadía, se la envainó en la boca. Cielo Riveros, la había recibido sin ninguna resistencia, realmente había sido sorprendida y la acumulación de saliva en su boca procuro de buena manera que aquello penetrara acordemente.
El viejo estaba realmente extasiado, le era indiferente respetarla o procurar el placer en ella. Para él las mujeres solo eran objetos de placer transitorios y desechables, al menos eso siempre considero casi todas esas veces que se masturbaba a la memoria de una fémina.
El verdulero la agarraba de su de su morena cabellera, haciéndole una curiosa coleta, mientras que con su otra mano la tomaba de la barbilla, para que la nena no se sacara la apestosa verga de su boca. La Colegiala que por primera vez sintió una verga en su boca de a poco entendía lo que le estaba atravesando y que se deslizaba con cierta facilidad, la joven Sentía que se ahogaba al querer, este instrumento, intentar llegar hasta sus amígdalas, Cielo Riveros, que no tenía una experiencia alguna en mamar una verga jamás pensó que sería asi de brusco su primera vez mamando por eso no iba a someterse, ni a permitir una penetración más violenta, al menos eso pretendía la joven.
Los distintivos sonidos eróticos que hacia la boquita de la chiquilla al estar recibiendo tan grotesca de manera esa verga se escuchaban repetitivos ecos en esa sala, opacados por los sonoros gemidos de placer del verdulero que rápidamente se hicieron escuchar, era el momento solo para él y se comportaba como un lunático. Ni siquiera se fijaba en la firme comodidad que la nena pudiera concebir, no era su básica prioridad por el momento. Él procuraba arremeter contra esa cavidad oral Le fascinaba ver a tan hermosa mujer tragándose prácticamente toda su verga sin chistar, al menos para el. Sus movimientos eran variados, en veces rápidos y luego lentos para darse la oportunidad de disfrutar mejor ese trabajo penetrante.
La bella Cielo Riveros, aprovechaba los momentos lentos para mantener su respiración que era con lo que más batallo al principio, porque dentro de su boca no tenía mucha maniobra de movimiento al atravesarle esa barra de carne que le atravesaba oralmente. Apoyaba sus manos en sus rodillas. La nena empezó rodeando esa verga con su lengua, tratando de sentirla al menos. El tamaño le resulto enorme no entendía como en su boquita le cabía grandísima verga.
El sabor de esa verga definitivamente le era desagradable, era básicamente un sabor de sudor de varios días. Por eso resultaba asombroso ver cómo la colegiala soportaba tantas embestidas bucales, sus ojos dilataban algunas lágrimas, En su paladar podía sentir la gran cantidad de líquidos preseminales, que expulsaba el miembro de su amante.
Apolinar estaba más que fascinado, ese jugueteo lingual que empezaba a ejercer la nena le encantaba, por lo que empezó a desacelerar sus movimientos para que la nena pudiera hacerlo de mejor modo. Volteo a verla, ella estaba entretenida sin siquiera voltear a verlo, aún le recogía los cabellos y prácticamente controlaba los movimientos externos. sin sacarle la verga de su boca, estiro una de sus arrugadas manos hacia la suavidad de su rostro, luego bajo hasta sus redondos y pequeños pechos y empezó a sobar por encima de su blusa de un tela muy delgada.
La nena se estremeció, era un dolor inexplicable porque no le resultaba del todo incómodo. Le forjaba una fascinante sensación que la recorría toda, su cuerpo se colmaba de un placentero que descendían fluviales hasta su ya encharcada vagina, la nena con una de sus manitas libres empezaba a masturbarse, al compás de la saca mete de esa verga en su boca. Con esa combinación la nena continuaba chupando verga con gran dedicación, el viejo magreaba cada pecho con absoluto deseo y ella se hurgaba en su rajita encontrando los puntos álgidos que le acercaban al orgasmo, el afortunado viejo que no paraba de gemir y proferirles sucios halagos a la mamadora mujer que lo complacía.
Pero a él ya no le bastaba solo tenerla ahí, con la verga en su boquita. En cualquier momento podría vaciarse porque de verdad ya no aguantaba pero él no quería derramarse dentro de esa boquita porque si no hay acabaría su inesperada fortuna. Debía atacar en este momento, sabía que la nena disfrutaba de ligeros gemidos, que él consideraba escuchar.
La nena, que mantenía cerrado los ojitos, sintió que le arrebataban de la boca esa barra de carne a la que ya se había acostumbrado a mamar con gusto más que nada.
-Don apolinar… que hace -salió de los labios de la chamaca que era sujetada de uno de sus débiles brazos, poniéndose de pie, tomada brutalmente por su cintura y luego siendo girada, arremetida hacia la vieja mesa en el que estaban los vasos de agua gaseosa y resto de pastel.

Varios de esas cosas que estaban sobre la mesa los hizo a un lado.
Apolinar se hallaba enardecido, le gustaba tenerla en ese sometimiento, casi, pero casi, consensuado, para él no había marcha atrás. Teniéndola de espaldas no quitaba la vista de tan suculento trasero de jovencita recién desarrollado que se escondía bajo aquella mini falda. Tanteaba, de nueva cuenta, las dimensiones de esas carnes. Pero esta vez pretendía algo diferente. Ubico su endurecido falo en medio de estas carnes, su verga la reconocía más de cerca al estar más desnuda, sintiendo la sensibilidad al contacto y aquel miembro daba un respingón de emoción de parada y muy anticipada.

-Pero que rico culito, hmmm… -manifestaba el afortunadísimo verdulero, ante el entusiasmo maravilloso de tener a su disposición tales carnosidades a las cuales ya empezaba a sobárselas, hurgando como poseído todo el área posible con sus toscas manos, las cuales le atraían de manera irremediable.

Cielo Riveros, miraba hacia cualquier parte como si con ello pudiese esquivar su desastroso placer. Sentía como el viejo empezaba a recorrer toda la extensión de su hermoso cuerpo, aun sobre sus delgadas ropas que poco hacían para evitar apreciar esos magreos. Le tentaban las tetas, su abdomen, su lindo coño… prácticamente la querían desnudar, cosa que inminentemente sucedería.

-Ay mamacita, no sabes cómo te deseo todas las veces que vas con tu faldita escolar caminando con tu hermana se me hacía agua la boca y ahora lo tengo solo para mí Todo tu cuerpecito… -mascullaba en el aún sensible oído de la chica y así empezaba a rodearla con sus desalineados brazos, punteándola con su verga de nueva cuenta.
– Estás bien rica. Hace rato que te ando llevando ganas mi amor y te me antojaste, hmmm… y ora… te ando disfrutando… hmmm…

La nena solamente se dejaba hacer y también se dedicaba a escuchar vulgaridades que expresaban los deseos lúbricos del verdulero, reflejando que no cabía en su encanto. La sensibilidad en su oído era su debilidad, el viejo prácticamente le respiraba dentro, apreciando ese desastroso aliento de una boca desaseada a la cual no quería volver a besar, de eso estaba segura.
De repente sintió como el viejo tomó de las partes posteriores los lados de su blusita ombliguera, besándole los hombros, sin dejar de puntearla, y empezó a bajar esa blusa, la intención era clara, quería desnudarla.

-¡Oiga don, no! ¡No, no lo haga! –dictaba la nena de forma inútil ya que su voz no causaba la persuasión necesaria.
–En eso, no, no quedamos, usted me prometió que me dejaba ir si yo se la mamaba…
-Hmmm… qué riquísima estás.
-Por favor don Apolinarrrr… -decía la voz debilitada, tratando de ser suplicante –Deje… déjeme ir yo no quiero hacer esto con usted.
noooo nooo quiero de verdad. Seguía insistiendo la bella joven.
-Además pa que te haces tanto el rogar, si bien qué quieres mamacita.
-No… eso no es verdad. –increpo la chica mirándole a la cara para mostrar su real inferencia, tomando las manos del viejo para que este interrumpiera sus labores y le quitara la blusa.
-¡¿Ah no?! Mira estoooo –Acto seguido metió sus manos por debajo de la faldita de la nena, buscando la panochita de esta y metiendo un par de dedos en ella, sacándolos para después mostrárselos con descaro –Mira. Estas bien empapada pinche putita. Así que deja de decir pendejadas. Hoy te va a tocar estar con un hombre por primera vez acaso yo te mande a que vinieras a mi casa tu viniste por tu propia voluntad así que déjate de lloriqueos y préstame tu zorra.
Además que Ya probaste mi verga en tu boquita y pos bien que te gusto. Si la mamas bien rico.

-Eso no es cierto nooo es ciertoooo Se suponía que si yo se la mamaba me dejaba ir… ahora se dio cuenta que el viejo no iba a cumplir su palabra.

-No digas pendejadas, hmmm… -Apolinar volvía a meter sus dedos para tratar de anular la cordura de la indolente nena –Tu quieres verga y yo te la voy a dar. Si no no hubieras venido Vas a ver lo rico que la vamos a pasar. Hasta vas a pedir pa llevar, putitaaaa jajaja… de repente el viejo la tomaba contra su pecho con mayor fiereza que antes, al menos eso creía ella, y metía sus manos por debajo de la liviana mini falda y empezaban a manosearle el culo con total descaro e insolencia.
-Ay mi vida, jamás me voy a cansar de apachurrarte estas nalguitas redonditas Que duritas están. ¡Plaaafff! –un eco sonoro característico de una buena nalgada se hizo presente en toda la casa.
La niña mostro un evidente y natural rictus de dolor, aumentando su temor para con él, que seguía con su detestable y burlona sonrisa.
-Como me gustan tus nalguitas. Has de apretar bien rico… hmmm… mmmmm que deliciaaaa

Cielo Riveros, miraba al degenerado con esa impotencia natural de chica infantil. No podía, al menos lo creía, hacer algo al respecto. Las toscas manos recorrían sobre sus nalgas y ella no hallaba el modo para deshabilitar aquello el viejo Buscaban el cierre que abriera esa minifalda.

De pronto una mano se introdujo por debajo de su tanguita y el viejo tanteaba ese tierno agujerito donde muy pronto metería su verga La chica se sintió levemente ultrajada por esa forma en la que este hurgaba en su zona vaginal, tratando de deshacerse de esos brazos, pero todo era inútil. Aquel se aferraba con fuerza y forjaba una cara aborrecible y aterrorizadora que iba directamente hacia ella. No sabía cómo escapar de aquel viejo asqueroso que se sobaba al mismo tiempo la verga con total malicia.
-Ora si putita. Ya me anda doliendo la verga por querer metértela –expresó Apolinar con total lujuria recorriendo de pies a cabeza. El viejo bramaba con respiraciones pesadas y rápidas, con los ojos enrojecidos, como toro a punto de embestir.

-Apurémonos pa que te vayas pronto, jajaja si es que no te queda gustando y te quedas para recibir más jajajajajaja–decía con completa malicia, disfrutando el momento de total control sobre la fémina. –Es hora de culiar decía el verdulero.

El viejo nuevamente sacaba su miembro erecto para que ella pudiera vérselo una vez más, hace rato apenas había logrado verla, prácticamente se la había empujado así sin más. Estaba absorta en la venosidad que se dibujaba en ella, en lo grotesco que resultaba, palpitaba con languidez, al no ser peluda del todo, los pelos que, si tenía eran bastantes gruesos, largos y de un color cano además de que tenía un color obscuro en la parte de los testículos en la base de esta. También se percató de la curiosa cabeza que tenía esta, una muy desproporcionada respecto al talle de toda la tranca, de un color rojizo. Temía que aquello pronto estaría en sus entrañas, ni siquiera sabía porque se la había metido a la boca, porque le había gustado. Ahora no había marcha atrás, el perverso viejo no iba a estar satisfecho hasta vaciarse en ella.
El capto la mirada de la dulce niña, Que le mirara la verga no fue más que un indicativo de continuar y prácticamente la jalo de los brazos y la llevo al cuarto donde el dormía ya estando al borde de la cama, tan solo la arrimo a hacia ella.
-No noooo nooooo–advirtió con temor la nena que a pesar de todo aún resistía.
Él se sabía con el completo control y comprendía que la nena quería lo mismo que él pero detestaba esa necedad, o tal vez solo alentaba su orgullo de macho cabrío. Así que la tomo de sus cabellos y la empujo sobre la dura cama. Andabas de calentona hace rato y ahora resulta que no. Pinche chamaquita le decía el viejo
Apolinar la agarro acomodándola con más violencia. El viejo se sentía con mucho mas dirección, al menos la nena yacía más calmada, por lo que prosiguió a sacarse la ropa con relativa facilidad, que eran más por las ansias que por una habilidad nata, dejando al descubierto un cuerpo ancho y obeso, propio de una mala alimentación, mostrando un cuerpo para nada agradable en donde le crecían pelos de forma dispareja y desproporcionada, ya que en algunas zonas estaba repleto y en otras era el lampiño característico de la piel de sus piernas. Bruscamente tomo a la chica que le miraba con total desagrado La atrajo contra su desnudo cuerpo, para nuevamente dedicarse a ultrajarla de inquietas y desesperadas caricias.

-Por favor por favorrrr Don apolinarrr noooo me violeeeeeee noooooo–suplicaba la nena con voz quebrada. – no, no me haga daño, por favor… se lo suplico.
El pervertido viejo había recobrado un profundo placer insano cuando maltrataba o maldecía a la dulce chiquilla, algo más que eso, esa situación lo calentaba sobremanera. Tener a una chiquilla tan hermosa, lo enardecía mas querérsela culear.
Apolinar la tomó por las piernas, fue directamente al escondido cierre que ya sabía dónde estaba, dadas sus exploraciones anteriores. Entonces lo abrió sin importante resistencia y se lo quito haciendo fuerza a la chica por debajo de sus piernas. La misma suerte corrió la blusita ombliguera que tenía puesta , saliendo por el mismo lugar y con la misma facilidad.
La nena apenas osaba reclamos, con ligerísimos y breves sollozos, pues reclamaba inútilmente que no le hiciera nada, a lo que el viejo siempre respondía con violencia y serias amenazas Finalmente había sido despojada de sus ropas, quedando solamente en su juvenil y provocativa ropa interior y el calzado que protegían sus pies.

La lujuriosa mirada del vejete quedo puesta en el diminuto cachetero de color rosa y en las relucientes y morenas piernas de la colegiala que yacían abiertas. Tomó el diminuto cachetero de la chica y con ambas manos la bajó de un solo movimiento, para desnudarle la vaina. Su desquiciada mirada se posó en la tersa panocha juvenil virgen, en efecto, casi rasurada, límpida, la de una mujer que jamás ha sido profanada. Reanudando sus andanzas, esta vez atacó el brasier, de manera hábil liberaba el magnífico par de pechos pequeños pero duros de colegiala, y así ella quedaba completamente desnuda, completamente vulnerable.
Apolinar subió con gran emoción y avidez sobre la cama, sin dejar de soltar a la nena procurando cuidados para con ella, ubicándose por detrás de ella, que ya no ponía mucha resistencia y dejaba que todo transcurriera como el viejo quisiese, porque en sus adentros más perversos, una terrible e incontrolable fuerza permitía que todo eso pasara, las expectantes emociones. Así, el caliente sujeto, colocó sus manos por la leve cintura de la nena, sintiendo la suavidad única exclusiva de mujeres tiernas como ella. A pesar de todo, sentía un extraño temor, ese que surge de la emoción, por lo que con ese temblor en su tacto comenzó a recorrerla desde su vientre, subiendo por las hermosas tetas firmes y poderosas, mucho mejor de cómo se las había imaginado, llegando al fino y altanero cuello, mientras le besaba la espalda y la parte baja del oído; sabía que la nena tendría que ceder, pero él también podría colaborar.
Apretaba los duritos y pequeños senos de la mujer, con cierta presteza mas no con la violencia de hace rato. Ahora se daba el tiempo para ello.
-Qué tetas mamacita chiquititas pero en su tamaño natural me gustan. Hmmm… que ricas se sienten.
Sus lengüeteos en esa fina parte de la espalda no se hicieron esperar, sus ojos recorrían intrépidos todas esas curvas juveniles, se dedicaba a oler ese aroma de mujer perfumada y limpia, esa sedosidad de sus pulcros cabellos, la morena y tersa piel. Acariciaba con presteza los juveniles senos de la chamaca, apretándolos cada vez que sentía que una sensación orgásmica le acompañaba, ya que el viejo ya apuntaba con su enfundada verga las nalgas de tan singular mujer, volviendo a puntearla y experimentando ahora si el rose de pieles que tanto había esperado. Procuraba no desesperarse porque las ganas de metérsela lo invadían y aun pretendía disfrutar con sus manoseos todo ese hermoso cuerpo servido a su gusto. Eso sí, procuraba movimientos vehementes sobre la desnuda piel de la parte baja de las nalgas de la muchachita, humectándola con sus líquidos preseminales.
Cielo Riveros, lograba soportar todo aquella más a fuerza de docilidad resignada que de un valor preciso. Bien podía apreciar las caricias, como esa barra caliente y mojada buscaba su orificio en sus nalgas, asustándola sin remedio por lo que pudiera vivir en instantes si la perforaran de ese modo. Se sentía agitada, por un lado, no respiraba con comodidad, la tenían sujeta de sus pechos que eran estrujados a placer. Cerraba los ojitos, de alguna manera, las involuntarias sensaciones de mujer en descubrimiento volvían a aparecer. Mordió ligeramente su labio inferior, como si aquello precisamente fuese de su consideración.
-Ay mamasita. Hmmm… que rica estas –expresaba el vejete, que empezaba a llevar sus maniobras con su lengua hacia la orejita desprotegida de la nena, el punto débil que él pretendía.
Con los sentidos enervados, el verdulero amasaba con dedicación extraordinaria las tetas de la chica, a cada rato se sentía tan afortunado y en veces caía en la irrealidad y todo ello, pero tan solo le bastaba acariciarla, apretarla y oírla expresar un quejido para volverse hacia su hermosa realidad. Con mayor vigor, la punteaba con más firmeza, aspirando y llenándose los conturbados pulmones con el fresco aroma que emanaba de los perfumes de los cabellos de la jovencita, casi perdiendo el control con ello. Sin embargo, quería saborearla en todo su esplendor. La nena respiraba con pesadez, señal de que estaba cediendo, cosa que calentó aún más el ánimo del viejo que quería alentarla a más, metiendo sus manos en la dulce vagina de la nena.
-Nnn…no… Nnn…no noooo – balbuceaba una debilitada chica aun perdida con los ojos entrecerrados.
Apolinar acariciaba con tesón a la nena, en forma lujuriosa, muy desesperada, sin discriminar área posible de todo ese joven cuerpo. Mantenía sus chupeteos en la oreja pues gracias esto es que la tenía seriamente dominada. De pronto sentía la piel de gallina que la nena expresaba en su piel, como cuando se tiene escalofríos, señal de que disfrutaba los lengüeteos. El astuto viejo de inmediato capto a su favor esta reacción, se trataba de ayudar un poco más, de hacerla participe. Así que llevo una las blancas manitas de la jovencita para orientarla hacia su imperante erección.

Ella no resistió, en instantes tentaba ese grosor, esa calentura que contenía aquel aparato vergal. Cerraba los ojos, inclinaba la cabeza hacia atrás, dejándose llevar.

En lugar de que dejase de tocar la verga, y aunque negaba con la cabeza, empujaba su trasero hacia atrás, respirando con más fuerza. De pronto fue tomada para quedar frente a la estúpida cara de astucia del viejo. La lengua y los labios del hombre recorrían la piel de sabor fresco, perfumado, jovial, subiendo por el cuello y el hombro buscando el total derrumbe, poco a poco buscaban la vulnerable pero deliciosa y fresquísima boca de tan sensual chamaca. Volvió a encontrarse con esa boca, la encontró febril, húmeda, pero ella lo rechazo, a pesar de aceptar un tiempo el lengüeteo devorador que el hacía.
El viejo volvió con sus perimetrales manoseos, agarrándola por las nalgas, atrayéndola hacia su virilidad que se impacta con el desnudo vientre. La nena abrió la boca y él una vez vio tal cosa le devoró la boca bebiéndose toda la saliva que la nena generaba en su boquita. La nena apreciaba la textura desagradable de dientes mal cuidados, el hedor de una boca que solo se dedicaba a beber y fumar cualquier cantidad de comida chatarra y esa característica tan de el de generar gran cantidad de saliva.

Salió del besuqueo cuando ella ladeo la cabeza, ahora recorría el largo y finísimo cuello brindándole escalofríos exquisitos que se incrementaban por el calor que recibía en la piel de su vientre. Luego bajo hacia las hermosas y suculentas tetas las cuales deseaba succionar. Así que sin más empezó a chupárselas con fervor impaciente, logrando que la joven se estremeciera, moviéndose ligeramente, respirando con agitación, ensayando murmurios, todo en ella lo delataba, mas no deseaba admitírselo a ese miserable aprovechador.

-Ahhhhhh… Nooo… noooooo–escapo de la boca femenina, con exhalar indefinido. –Déjeme, nooo… noooo porfavorrrrr

Don Apolinar sabía que era cuestión de mayor entereza. En realidad, ya lo que solicitaba ella estaba por demás. Simplemente se dedicaba a chuparle los recién desarrollados senos como queriendo amamantarse de ellos. Ella prácticamente se retorcía Sabía lo que quería y eso era lo que estaba caliente apretándose contra su vientre.

-Oooohhh…ahhhh. expresaba con dicha y placer angosto a los oídos sensibles de la nena. –Que, hmmm… ricas sabes. Es tu primera verga mira nada mas A ti te encanta Mírala como la agarras… hmmm…parece que te va gustar esto mi putita….

La colegiala, en ese momento… más su boca fue asaltada con un asqueroso beso que la obligo a contribuir en él, dado que un apretón en uno de sus pezones le hizo sentir un gustoso placer. Se besaban, más bien, a ella la besaban, esculcaban en su boca con una lengua intrépida, insolente y maledicente. El viejo separo un rato su boca, noto como ella apagaba sus ojitos, con la boca abierta, esperando a más.

Movió su erección sobre ese vientre tanteando el área pélvica por donde este miembro ya quería invadir.

-Que rico regalito de cumpleaños mamacita. Soy un hombre bien suertudo, voy hacer el primer hombre en hacerte mujer no cualquiera recibe regalitos así, jajaja…

–Nooo…noooooo porfavorrrr nooooo -reclamaba inútilmente la chiquilla entre jadeos sutiles, que parecían gemidos más que otra cosa.

El viejo aun jugaba con ello, morbosidad al límite con ella, reclamarla con decisión, aun cuando cabía en un estúpido juego como ese cumpleaños . Ella volvía a pensar en ello, precisamente había accedido a él solo para complacerlo para otorgarle un regalo que se transformaba en otro y luego en otro y luego… la naturaleza de entregarse como un obsequio a un desdichado, aun pervertido enervaban sus sentidos, punzaban en su vagina cubierta de puntos eléctricos que se esparcían por todo su cuerpo. El viejo resoplaba como fiera embravecida, estaba listo para atacar y morir, encontrando el placer que representaba que una mujer se entregara a él tan solo como un estúpido, pero majestuoso regalo. No se cansaba de observarla, cada milímetro en ella, cada poro en su piel, cada escarcha de dulce sudor, cada hedor perfumado, aumentaba su calentura y se volvía mucho más placentero usarla a su favor.

Acomodo a la nena de espaldas, ella se comportaba simple, complaciente. Le separo las piernas, poco le importaba el placer que podía generarle a ella. Miraba esa brillosa vagina, pero no era de los tipos que le gustara chupársela, él era ajeno a ello, para ese resquicio femenino solo servía para alojar vergas y leche. Pero tenía que complacerla, ella lo valía así que comenzó a dedearle, simulando la penetración que deseaba hacerle. Sin hacerle daño a su virgo ya que ese lo estaba aguardando para ya erecta verga.

La nena miraba los inquietos ojos del viejo, el miraba ese estremecimiento aguardado. Ella no soporto mucho, deseaba que el clavara su boca y le brindara placer Disimuladamente comenzó a menear sus caderas para que este se animara a masturbarla con la lengua, pero el solo escarbaba y se excitaba con ello, viendo esa calentura femenina ese abrir y cerrar de sus ojitos y sin más, se hinco delante de ella, tomando con la mano su gruesa verga, apuntando con dirección de la entrada de ese hermoso y joven coño. Cielo Riveros, de dedico a examinar todo, sin reparar en detenciones, algo muy en ella lo deseaba ya, reclamaba menos contratiempos. Se apoyó sobre sus codos para poder tener mejor posición, vio como el viejo verdulero apuntaba su cosa bien proporcionada en dirección de sus labios vaginales. A su vez, el viejo se acomodaba sobre ella, extendiéndose haciendo que ambos cuerpos quedaran extendidos. Ella rescato un momento de cordura e iba a pedir tiempo, espacio, piedad, pero el tipo recostó su cabeza en el hombro de la chiquilla, mirando hacia donde maniobraba y sin más enterró esa virilidad en la apretada virgen vagina de la incierta mujer.
La colegiala sintió tremenda verga enterarse así rompiéndole su virgo sin ninguna contemplación de parte del viejo y se expresó con un -¡Nooo…! ¡Ahhhhhhhhhyyy…!hayyyyyyu ¡Aaahhhhhhhhh! Ayyyyy ayyyyy gritaba la niña hecha mujer–profirió la dulce voz con fuerza necesaria que a su vez servía para resistir la embestida
APOLINAR estaba que no se la creía, su autocontrol le servía de maravilla porque tenía aún más por dar. Exhalaba con la boca abierta, con esa cara infame y desastrosa propia de un hombre enfermo de locura que se acentuaba con las deformidades propias de su naturaleza. Sentía la calidez de las carnes internas de la joven, quedándose un momento para sentir la textura hasta antes enigmática de un coño joven recién desvirgado que él nunca en su vida había sentido. Metió sus manos por debajo de los suavecitos hombros de la nena, para poder tener mejor control de ese frágil cuerpo. Luego empezó con un lento saca-mete, que era más el meter.
La nena se retorcía del dolor al sentir que por primera vez un hombre la perforó y sin compasiones. Tan solo se aferraba a la ancha espalda, sintiendo las zonas peludas distantes unas de otras, en una razón más de reflejo y de acomodo, que por querer admitir el goce. El viejo procuraba de a poco llegar con cada embestida de su gruesa verga hasta al fondo posible. La chica de pronto sentía que el dolor acrecía, conforme este más avanzaba. su gruesa y envarada verga, aquella tranca era muy gruesa y larga para la chica

-Auch… Nooo… Me duele… No, no… no me lastime… Don apolinarrrr aaahhh… esa, su cosa me lastimaaaa… aaaahhh… duele por favor, sáquela. Sáquela

Sin duda el vejete esto lo enardecía más que conmoverlo, estaba completamente dichoso, el tan solo saberse dueño de tan suculenta chiquilla, sentía un orgullo tremendo lo hacía saberse victorioso al haberle robado su tesoro más preciado a la joven Cada palabra suplicante de la llorosa nena significaban para él que debía ir por más. Le faltaba explorar más aquella panochita, aún estaba a medias, estando sobre esos muslos abiertos. El placer que estaba experimentando era incomparable, continuaba con su insolente mete-saca, sus ojos saltaban de sus espacios designados. Empleaba poco más de fuerza pues la vagina de la chamaca le resulto más poderosa, pues aun no lograba meter del todo su verga y deseaba llegar hasta que su base contactara la zona externa vaginal.

-Ooooohhh… Pero que rico aprietas mamasita. Ohhhh… – le bramaba a la cara de la nena, dejándole su tufo y varias gotas de saliva que se le escapaban. –Orita te la voy a meterrrr… aaaahhh… hasta el fondo, vas a ver… Ahorita vas a sentir que es tener una verga completa en tu tajito como se debe zorritaaaa… aggg…

-Nooo… don… ¡Sáquela…! ¡Dueleee dueleeeeeeee suplicaba la joven…!

-Tu tranquila mamasita. Ahorita entra toda y te va a gustarrrmmmmmmmmm… Hasta vas a pedir más pinche zorrita aaahhh…. –exclamaba el vejete tomando las hermosas tetas para chuparlas prácticamente las dos al mismo tiempo.

El viejo continuó con sus magreos. Durante un buen rato se sostuvo ese bamboleo penetrante, mientras el acometía a cada rato con sus desesperados besuqueos que eran más lamidas a la boca que la mujer que tan solo hacía por soportarlo. El viejo estaba por querer meterle toda la verga más la panochita de la nena resistía bastante, exigiendo demás al viejo que aplicaba una fuerza más allá de lo que creyó, violentándose en esos movimientos, dejándose caer en ella, y proponiendo una bestial arremetida, cosa que resultó salvaje para la pobre chica.

-¡Ayyy…! Ayyyyyy nooii ¡Nooo…! –grito la colegiala con voz dolorosa y una carita fruncida que dibujaba la tortura que estaba padeciendo. -¡Dueleee… noooo… que hace, don Apolinarrrrr ahhhhhj ayyyyyyyyuu… ahhhhhmmm…! La tiene muy grande hayyy hayyyy me dueleee

La nena sentía que lastimaban su vagina con esa concentrada penetración que había sido lograda de un momento a otro, acabándose de comer en su totalidad los bastantes centímetros de carne que poseía el orgulloso sujeto. Eran casi los mismos que tenía su querido progenitor. A para la chica era algo nuevo para ella, sintiéndose tan vulnerable, tan aquejada, mostraba sus quejas pataleando, aferrando sus manitas sobre las cobijas de la dura cama, entre alaridos de dolor, suplicas que no eran atendidas de ninguna manera atendido por el verdulero que se hallaba completamente enloquecido por su logro reciente. El hombre tan podía sentir su propia ensartada en las profundidades vaginales, lo que hizo que aumentara el ritmo de sus mete-saca, confirmando lo bien ensartada que tenía su verga que gozaba a plenitud y nada se lo podía impedir. Ella se aferraba a él, llevando sus manitas al esponjoso y caído pecho.
Además, cuando de pronto sentía la certeza de que aquello la atravesaba con más fuerza y llegaba a puntos álgidos, sentía que todo se desvanecía y solo se concentraba por resistir.

Cielo Yamile Katherine Riveros-¡No…ooo…ooo… don Apolinar!… ¡Me dueleee! ¡Por favor, por favor, pare es mi premera vezzz hayyyyy me dueleee, no tan… duroooo aaayyy… me duele…! ¡Aaaayyy… muchooo! ¡Por favooor…!

pareciera que la nena en lugar de pedir piedad estuviese pidiendo más fuerza cruda y despiadada, eso sencillamente era lo que el viejo interpretaba, para el ver el dolor provocado le colmaba en un placer indescriptible, jamás soñada, ver ese ceño fruncido, ese rictus de dolor en esa hermosa carita tan solo lo embrutecían y aumentaban sus deseos malignos.

Ríos de lágrimas se dibujaban por esa tierna carita, que se planteaba lo infortunado que había sido ese día. No podía creer cómo había llegado tan lejos, se culpaba a sí misma de su facilidad, de su sensibilidad, todo para acabar siendo mancillada por tan horrible sujeto. Todo esto me pasa por salir de casa tan noche y venir a un cumpleaños sola con viejo que me engaño se decía la chica llorando y recibiendo tremenda cogida brutal

El viejo estaba en otro asunto mucho más confortable. Sentir como esa cavidad vaginal le recibía con gran asequibilidad lo sacudían en un grado que se sentía el mejor de los hombres, el más completo, sin necesidad de títulos, bienes, fortalezas, para él solo existía este dichoso momento, encima de la jovencita que no paraba de gritar y llorar, cosa que a él le sonaban a aplausos y vítores.

Penetraba con mayor grado, disfrutando ese estrecho resquicio húmedo, caliente, incluso notando como sus testículos golpeaban contra ahora las nalgas de la nena. Le encantaba ver a la nena desgarrarse, al menos ver esas deliciosas expresiones, ella arañando las telas que están puestas sobre la cama, ladeando a cabeza, apretando los labios, abriéndolos una vez más; le gustaba jugar con esas expresiones, aumentando el ritmo con la que la atacaba, tomando una velocidad maquinal, disfrutando el interior delicioso de la jovencita, entrando y saliendo.

La pobre jovencita se envolvía en sollozos mirando a su captor con ojitos atemorizados, sintiendo el dolor propio de estar recibiendo verga por un buen lapso de varios minutos, aunque tan pronto se venían ya las sensaciones extasiadas, esas que al principio la habían acompañado De sus labios ya excavan la respiración costosa, los ligeros alientos, los gemidos que representaban el genuino placer.

Apenas había escuchado un ligerísimo sonido extasiado por parte de la chamaca, el viejo volvía a moverse con rapidez tratando de alterarla básicamente. Entendía de qué de eso se trataba, entre más se moviera, más la chamaca se encendería.

-Oooohhh… Te está gustando, ¿verdad chamaquita? Bien que te dije, que te iba a gustar, si a todas les gusta que uno se las coja así, jajajaja… -exclamaba el malsano vejete mirando los brillosos ojos de la nena que ya no lloraba como antes, tenía ese brillo quejumbroso pero era porque disfrutaba, su rubor, las escarchas de sudor en su frente, en su fina nariz. Además, la nena empezaba a mover las caderas, acomodando solita al compás de las penetraciones, haciéndose ver excitante, extasiada, fogosa, irreal pero accesible para ser poseída.

El viejo estaba inalcanzable, no podía nada lograr que se sintiera infeliz, no se cansaba de apreciar tan digna hembra que ahora estuviera cogiendo con él en su cama y en su casa… esa esbelta figura lo volvían loco de pasión, sentía la dureza de esa firmes y calientes tetas comprimiéndose contras su pecho, cosa que lo calentaba más llevándolo a los límites de su imaginación, a los límites del sexo ilimitado.

-Aaaahhh… pero que rico te mueves pinche pendejita… que rico regalo de cumpleaños, ¿Verdad que este es mi regalo? Tu zorrita es mi regalo, ¿verdad mamacita?

Antes tales falacias, la colegiala solo hace por moverse, esas palabras humillantes han encontrado sentido en su ser ominoso que la están colmando de placer. Ya no puede detenerse ni lo desea hacer, ha sido incendiada. Por ello, cierra los ojos, rodea con sus agiles brazos el abotagado cuello de su amante y prácticamente se cuelga de él. Arquea deliciosamente la espalda, mueve su cintura en un rápido y muy exacto movimiento de atrás hacia adelante, buscando dar soporte y mejor presteza a aquella arremetida que el viejo le está proporcionando, sus puntos de presión han sido tocados y ya no puede desistir mucho más.

-Aaahhh… Aaahhh… Hmmm… Aaahhh… Siiii… Qué ricoooo! –decia la más dulce voz desfigurada por los altos índices de placer que la invadían, al mismo tiempo que sentía como sus pezones se ponían como rocas al contacto con el arrugado pecho del verdulero, comprimiendo los musculos como queriendo atrapar para siempre esa penetración. –Siiii… Así, así, asiiiii…. Hmmm… Siii… Deme… asi don apolinarrr … Que rico, si hágame suyaaa…demeeee masss ahhh ahhhhh ayyyy siiiiii ¡Ahhh…!

-Siiii mamasota… eres mia pendeja, mia y de nadie más…yo fui tu primer hombre eso lo recordaras siempre Que rica estás pinche perrita…

-Hmmm… hmmm…. Siii…papiiii ahhh ahhhhh siii tu eres mi machoo….. -exclamaba la nena y trataba de aumentar sus movimientos con tan solo escuchar estas viles palabras. –Asi, asi, asi… me gustaaa… ¡Mmmmm…..! ¡Que ricoooooo…!

La caliente jovencita expresaba tan viles palabras porque al mismo tiempo, y sin poder contenerse, expresaba como de sus intimas cavidades fuian a chorros cantidades de jugos vaginales que bañaban el grosor huésped en ese momento, que seguía acoplándose con fuerza de forma desquiciante.

-Que rica… que rica suuu… veeeergaaa… don… don apolinar es única que ricaaaa… que rico se siente por dentro… mmmmm… ¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii….! Siiiiiii papiiiii hayyyyu que ricoooo…..

-Ahhhh…. Que rico… Mamasiiiitta… Que puta eres… tu pince panocha también está bien rica… siéntela. ¡Siéntela putita mi verga es tuyaa ! -dijo esto último acomodándole un fulgurante y vivaz estocada que llego hasta el fondo más posible que podían lograr esa erección, haciendo que la cara de la jovencita forjara los síntomas del estaxis, del gozo absoluto y pleno.

-¡Aaahhhhhh… ahhhhjj ahhhhyy! –bramaba la nena en total descontrol pasional, -¡Me encanta! ¡Me encantaaaa como me la meteeee! ¡Aahhhhh…!

-¿Siii…? ¿Te gusta pendeja? ¡¿Te gusta mi verga?!

-¡Me encantaaaa, me encantaaaaa su vergaaaaa!, su vergaaaaaa esta deliciosa papiiii!! –le decia la nena – Su vergaaaa es tan ricaaaaaaaaa y tan duraaaaa me gustaaa como me la mete a lo bruto ahhhhh ahhhhh ahhhhhh!

Escuchar este mar de disparates sexuales, excitantes por supuesto, de una boquita tan dulce y que cualquiera que la viera seguro no la juzgaría por vulgar o lujuriosa, tenían al viejo en la posibilidad más cercana de conocer el paraíso. A su edad y con una hembra de tales características, gimiendo, rogando por ser penetrada, lo llevaron a sacar fuerzas desconocidas todo con el afán de brindarse el placer más absoluto, de ganarle a las probabilidades, de reírse del maldito destino, de acabar si es necesario, con sus propias insignificancias, de poseerla al límite.

La muy caliente Cielo Riveros, notaba ese grandioso esfuerzo con el que el viejo se desempeñaba para forjar una épica follada. Lo veía jadear, escurrirse en sudor. Empezaba a apreciarlo en un raro modo, casi con deseo; ese color apagado y blanco, propias de su edad, la hinchada cara, desproporcionada , obscura en ocasiones, brillosa por la grasa y sudor que dé el salían expedidos, esa boca torcida que se abría o cerraba para apretar unos incompletos dientes de color amarillo. más la calentura que la invadía y una sensación desconocida hizo que tomara de las apagadas mejillas con sus manitas y lo invito a besarla.
Apolinar por supuesto que no iba a desdeñar una conminación así, por lo que con una desmedida pasión que rayaba lo salvaje, comenzó a besarla de manera superflua, asquerosa y nada sutil, pareciera como si quiera consumirle las entrañas desde ahí mismo.

Ambos se hallaban al borde del orgasmo, compartían su sudor, La nena, con total iniciativa y deseo por sentir más, se incorporó, poco a poco y tomando el control, logro quedar sobre la semipeluda panza del viejo. Aquel falo aun le parecía enorme; acomodo sus pies, que aun calzaban sus zapatillas, sobre la cama, con gran habilidad, se inclinó apenas un poco, tomo aquel mojado grosor y acomodársela ella misma hacia donde quería tenerla. Poco a poco bajaba sus caderas, conforme su vagina se volvía a tragar centímetro a centímetro aquella verga. Apolinar estaba extasiado por el espectáculo ofrecido, babeando lujuriosamente por la actitud tan lubrica que estaba adoptando la sensual colegiala. Presto a la temperatura inusual e increíble, de la nena estaba lista para tomar el mando de las nuevas arremetidas. Una vez acomodada sobre la fea panza del sujeto y totalmente tragándose casi toda esa gruesa herramienta, empezó a mover sus hermosas caderas, empleando un oscilatorio movimiento que estremeció al viejo de inmediato. Esa sinuosa figura de simetrías exactas, de tersura y color radiante, brillosa figura por el sudor lascivo de ella misma y que el viejo había embarrado en ella, se meneaba majestuosa, meciendo de forma lujuriosa sus hermosas tetas al ritmo propio de su empalamiento

En aquella casa del verdulero y sobre su
cama, Cielo Riveros,, cubierta de un espléndido brillo a causa de su propio y liviano sudor, cabalgaba de forma desesperada al afortunado vejete, al borde del orgasmo más sublime que tanto buscaba. Parecía imperturbable, meciendo es escultural cuerpo y ese sutil rebotar de sus pequeñas redondas tetas a las cuales apretaba junto con las manos grasientas de su amante, sus cabellos balanceados en el aire, sus ojitos perdidos, sus labios brillosos.

-Dooon… don apolinarrr -hablaba con voz temblorosa la chiquilla que ricaaaa estaa suuu vergaaaa mmmm me llega hasta el fondo, hmmm… .

el viejo ahora acomodando sus manos en las suaves nalgas y en las caderas de la hermosa mujer, a la que disfrutaba a su antojo.
la nena, cuando encontraba puntos de placer contactados, movía sus caderas, revolviendo la verga del viejo, queriéndola llevar hasta lo más propenso de su vientre.

siguete moviéndote, asi, aaahhh que ricoooo mi putaaaaaa… -volvió a decir el viejo que imperaba su orden al ver tan impresionante movimiento que la nena le estaba regalando, alentándola a ello. -Que rico lo haces pendeja, muévete, muévete asi, que ricooooo… a que rico…

Cielo Riveros, hacia ojitos muy enternecedores, sin dejar de mover sus caderas, de atrás hacia adelante, sin dejar de menearse ondulatoriamente al contacto de ambas pelvis, para una mejor sensación, había descubierto la facilidad para lograr un mejor placer meneándose de esta manera. Prácticamente exprimía y succionaba aquella verga en su interior con tales movimientos. Apoyaba sus manitas en la flácida barriga del verdulero Descubrió una situación presa de una insana calentura. No podía dejar de clavarse esa gruesa verga, que fácilmente llegaba hasta donde se dibujaba su cintura.

Sencillamente su acalorado cuerpo, su temple desvaído, explotó, consumiéndola por fuera y por dentro, llevándola al éxtasis absoluto, aquel que ya no media parámetros, consecuencias, alcances, tan solo ella se dedicó a follar como una cualquiera y vil puta

-Aaahhh… aaahhh… aaahhh… ricooo… ricooo… papiii! Si… Siiii que grande te la siento mmmm siii estaaa ricaaaa… Hmmm…

Vapores lacerantes, olores a sexo cundían el turbado ambiente. Los gritos de la chiquilla, el golpeteo de la pieles, sus nalgas contra las piernas y los peludos testículos, sus bamboleantes pequeños senos, los gemidos grotescos del viejo…

-¡Aaahhh, aaahhh…! ¡Ricooooo! ¡Ricooooooo! Siii… Hmmm… Hmmm… Si, asi… le gustaaa como me comooo su vergaaaa papiiiii

La grandiosa hermosura colegial enterraba el largo de sus uñas matizadas en un rosa sensual en el peludo pecho de su poseído amante, exhibiendo el gemido prácticamente inminente.

-Aaahhh… aaahh… yaaa… ya, ya… ¡Me vengooo… me vengooooo paapiii! Hmm… hmmm… ¡Ahhhgggggg!

-Si, si mi nena… oooohhh… que rico mamasita que ricoooo hechame tus jugosss mi putitaaaaa… -exclamaba al compás viejo haciendo participe a las sensaciones de la enloquecida chiquilla, que tanto disfrutaba en entregadas condiciones –Que rico coges pinche putita… riquísima, ¡riquiiiiisimaaa mi vidaaaaaaa…!

Ambos sexos se frotaban de manera casi coordinada, como si dependieran una de la otra de manera vital, pegadas, frotándose con desesperación. Aquel no pudo más, los movimientos de la nena eran tan intensos como precisos; la verga del viejo inyectaba cuatro raciones de espeso y lechoso semen en el interior de la vagina de la hermosa Colegiala, que a su vez recibía emocionada más por calentura, su vagina, que se comportaba exprimiendo aquel miembro viril que tanto había disfrutado, con la intención de sacarle hasta la última gota posible de ese fecundo semen que el viejo había reservado exclusivamente para ella, sintiendo como el caliente liquido se escurría hasta cerca de su zona estomacal asi dejando perfectamente su semilla dentro de ella.

Sus ojos estaban en blanco, abandonándose en un sublime orgasmo, el más potente que había recibido en su poca experiencia, mientras su amante terminaba de arrojar las ultimas gotas apenas perceptibles, ella secundándole con movimientos pélvicos más lentos, sin dejar de separar su intimidad de la de aquel.

Una vez terminado, cuando aquel miembro perdía el vigor preciso, cayo desvanecida, desplazándose sobre el pecho del viejo que la rechazo al complicársele la respiración y quedándose a su lado, con esa cara de lujuria consumida, satisfecha y completamente exhausta tras ese vital esfuerzo. El viejo volteo a verla, atrayéndola, que a su vez y sin hacerse del rogar y con los últimos, pero aun fuerte punzós placenteros, acariciaba con deseo los cabellos blancos de su amante, mientras compartía la frescura y humedad de su boca a los chuecos labios y esa bucal que pasaba completamente inadvertida en tales instancias.
Poco a poco se fueron dejando de besar ambos amantes a recostados en la cama cuando el viejo hablo….
Ya vessss mamacita no querías y terminaste cediéndome tu cuerpito jamás olvidaras que yo te hice mujer mi vida diciéndole esto último la tomó de la cintura bajando su manotas le pegó dos tremendas nalgadas para dejarle en claro que él fue el afortunado en desvirgarla y poseerla a su antojo…

La joven con sus ojitos semi abiertos soltó un último gemido haaaahhaaa mmmmmm aceptando las dos nalgadas que le dio el vejete…

Los dos amantes se quedaron a recostados en la cama la joven abrazando el bofo cuerpo de su amante empezó acerar sus ojitos quedando profundamente dormida.

Mientras tanto eran como las 10 de la noche Katherine Riveros, había asistido a una disco con sus amigos la estaba pasando de lo mejor tragos, baile y música, Katherine Riveros, bailaba en la pista con una de sus amiga la música de moda el reggaeton una canción muy sonada y pagada ese mes que se llamaba ESCAPATE CONMIGO de azuna las dos colegialas bailaban muy pegaditas se agarraban de la cintura ambas señoritas y enredaban las piernas una con la otra bailando al ritmo del reggaeton….. En ese momento un grupo de señores de 45 años para arriba todos eran unos albañiles ingresaban a esa discoteca en busca de alguna hembrita para poder disfrutar a su antojo en ese lugar no les impedían la entrada nadie ya que el antro era para cualquier tipo de personas que quisiera disfrutar de música y tragos….
Los albañiles se sentaron en una mesa y uno de ellos alzando la voz dijo hey mesero tráeme una botella de whisky para esta mesa el mesero escuchó y rápido fue a la barra y la fue a traer la botella ….
Uno de los albañiles vio a las dos colegialas bailar juntas y le dijo a su compañero pero mira nada más que par de mujercitas estas para darles tremenda cogida a las dos y hasta dejarlas mudas…. Siii compa están buenísimas estas hembritas tanta carne y yo chimuelo jajajajaja seria los albañiles. Katherine Riveros, pierde su virginidad.
Mientras Katherine Riveros, bailaban con su amiga bien pegaditas a Katherine Riveros, se le subía su minifalda de tela color blanco enseñando casi las nalgas bien duras y paradas que tenía cada vez que se agachaba a perear con su amiga ambas hembras parecían unas perras en celo por la forma en las que bailan ambas señoritas ya tenía unos tragos encima que hacía que se pusieran más en movimiento meneando así sus cuerpos al ritmo de la música.
En eso Camila la amiga de Katherine Riveros, le dijo marce quiero ir al baño espérame aquí en la pista ya vengo siiiii no me tardo.
Está bien pero no tardes si es que no me gusta estar sola ok…. Le decía Katherine Riveros, a su amiga.
Mientras tanto los viejos albañiles bebían y hablaban de cosas de trabajo con todos los compañeros cuando uno de los viejos vio sola a una chicas en la pista y se relamió los labios pensando que era una oportunidad que no tenía que desperdiciar para acercarse a la chica….. Ya vengo compas voy hablar con esa hembrita habló el albañil llevándose su vaso de trago y se fue hacia la pista de baile donde estaba la colegiala..
Pero por qué tan solita en este antro tan lleno de ambiente mi reina….. Katherine Riveros, escuchó una ronca voz de hombre susurrando en su oído….mmmmm no señor cómo cree que estoy sola estoy con una amiga solo fue al baño respondió la joven.
el viejo albañil solo se le quedaba viendo tremendo cuerpazo bien desarrollado que tenía la colegiala en eso el albañil se le acerca más y diciendo.
Ven bailemos preciosa esta música esta buenísima yo estoy libre y veo que tu también….. No señor ya le dije estoy bailando con una amiga solo fue al baño ya no tarda en venir….. pero el viejo siguió insistiendo.
pero ve que buena esta esta música yo soy muy poco pa bailar pero hago el intento vamos anda mi reina bailemos que decis.. Katherine Riveros, veía que su amiga se estaba tardando demasiado en ir al baño, la joven seguía escuchando el insistir del albañil para bailar con ella ….. La joven con una vocecita sensual le dijo al viejo
está bien bailemos, pero solo mientras viene mi amiga de acuerdo. y el viejo embobado al escuchar que la joven había aceptado bailar con él.    A Katherine Riveros, no le caían mal los viejos más bien a ella le gustaba que esos tipos de señores siempre la vea con una cara de pervertidos con ganas de comérsela ella sabía que jamás en su vida ellos podían estar con jovencitas así como ella pero ella le gustaba sentirse atraída y llamar la atención con su forma tan sexual de vestirse dejando ver su bien formado cuerpo para deleite de cualquier viejo pervertido.
Así que Katherine Riveros, se dejó llevar de la música y poniéndose de espaldas hacia el viejo para empezar a menearse y provocar al viejo al ritmo de la canción que sonaba. en ese momento el Albañil al ver y sentir casi pegado el cuerpo de la joven se tomó de un sólo su trago su bebida que tenía en las manos ya que el vaso que tenía era de plástico y lo dejó caer al suelo… y ahora sí libre de ambas manos decidió hacerse de la esbelta cintura de la joven tomándola de ambas manos y atrayéndola más hacia él para estar bien pegaditos la colegiala al sentir las manos callosas del viejo eso le gustó mucho y empezó más a levantar el culo moviéndose como si en verdad estuviera cogiendo.
al viejo le estaba gustando ese movimiento de la joven así que dejó una de sus manos en la cintura de la joven y bajó la mano que tenía libre acariciando el muslo de la joven.
A Katherine Riveros, poco a poco le estaba gustando esa tocadera en su pierna casi desnuda ya que su falda se le había subido por el meneo que ella hacía cada vez más sexual. En eso el viejo la volvió a agarrar de la cintura acariciando a su total gusto…el albañil poco a poco empezó subir sus manos como queriendo llegar a las montañas de carne que tenía la joven sobre su blusa ombliguera color beige pero las volvió a bajar hacia su cintura el viejo poco a poco se calentaba y eso lo hacía notar ya que en su pantalón se empezaba a endurecer su herramienta al sentir esas nalgas jóvenes bien pegadas hacia su cuerpo.
ya que el viejo era más alto que la joven acercó su cara hacia a la de ella y susurrando al oído le dijo pero que ricoooo bailaas mamita mmmm que ricoooo lo meneasss sigue asiiii mamiiii.
Katherine Riveros, ya empezaba a sentir esa erección entre su nalga bien firme jamás manoseada y al escuchar esa voz ronca de macho en su oído al decirle que bien bailaba, que le fascinaba y que siguiera haciéndolo a eso a ella le puso la piel erizada sintiendo un cosquilleo también en su cuquita virgen ella seguía meneando sus nalgas para así sentir esa dureza de ese aparato viril que la hacía excitarse cada vez más…
En eso el albañil decidió arriesgarse de una vez por todas si lo mandaba a la fregada que importaba el viejo acercó su cara y bajando un poco de una solo empezó a chupar ese cuello perfumado una y otra vez mientras sus manos se apoderaba de las piernas casi desnudas de la joven acariciando a su total gusto sobando y apretándolas.
Katherine Riveros, al sentir tal descaro de parte del viejo solo con un voz casi como desfallecida dijoooo Noooooooo señor que hacee no me haga eso noooo me chupeeee aiiiii ahhhh ahhhhhh el viejo no ponía ni atención a lo que le decía la joven el seguía en lo suyo sin que nadie lo interrumpiera, Katherine Riveros, no sabía que hacer pero ella aun así seguía meneando sus nalgas de lo excitada que ya se encontraba en plena disco y con un montón de gente siendo chupeteada salvajemente por un viejo que ni siquiera conoce.
la joven volvió hablar Nooooo señor r ya no sigaaa noooooo nos pueden verrr ya nooooo ahhhh ahhhhh ahhhhh y asu misma vez gemía por tan rico que sentía.
Ella sabía que si el viejo continuaba haciendo esa labor de chuparle su sensible cuello ella no podía resistir mucho y se entregaría a él sin ninguna oposición.
La gente ni se daba cuenta lo que pasaba ya que el sonido era muy alto ni siquiera escuchaba los gemidos de la joven las demás personas estaban en lo suyo bebiendo, bailando y disfrutando al máximo…
señorrrr porfavor noooo sigaaaaa porfavorrrr ahhhh ahhhhh insistió la joven el albañil viendo que la joven estaba hablando dejo de chupar su sabroso cuello para de una sola vez estamparle un tremendo beso de lengua Katherine Riveros, no tuvo tiempo de reaccionar solo sintió cuando el viejo ya había metido toda su lengua en su boquita y no le quedó otra opción que recibir tremenda invasión de lengua que le daba el viejo.
Katherine Riveros, poco a poco fue aceptando esa invasión en su boquita fresca sin resistencia sólo se dejaba llevar mientras el viejo trataba de buscar su lengua de ella para enredarse con la de él.
Ambos amantes se besaban en plena disco el viejo quiso excitar más a la joven subiendo unas de sus manos empezó agarrar con tal descaro uno de los inflables pechos de la jovencita para apretarlos y masajearlos a su antojo por encima de su blusa y con las yemas de sus dedos apretaba su pezoncitos para que ella se excitara más….
La colegiala jamás había sentido tanto placer al mismo tiempo y que le agarrara unos de sus mamables pechos con tal descaro así que la joven quería cooperar también y levantando más sus nalgas para así sentir esa erección viril la joven se sentía domada por el viejo albañil.
después de varios minutos el viejo de estar besando esa boquita fresca dejo de besarla y le dio la vuelta quedando frente a frente y le dijo–
-¡Qué hembra tan infernal eres mamacita! desde que llegamos a esta disco con mis compas yo te he estado viendo y no pienso en otra cosa que en meterte mi verga en ese culito paradito que tienes- el viejo le dijo todo esto sin dejar de apretarla contra él, sintiendo ella la empalmada verga.
El viejo estaba embelesado ante las dos y bien desarrolladas tetas de la jovencita que, al tenerlas tan cerca, se quedaba endiosado con esos erguidos y rotundos senos que prometían un sin fin de placer y gozo para quien los tuviera.
Sólo al escuchar las palabras del viejo descaradamente con ese vulgar lenguaje, el cuerpo de la chica se tensó y notaba cómo una sensación de excitación.
A la colegiala esa voz dominante del viejo le gustaba a ella. Así que la joven hablo.
–-Por favor… señor, no me diga esas Cosas-- dijo la curvilínea jovencita con voz sexual.
Pero el viejo ni le puso caso a la jovencita de lo que le decía cuando de repente la chica sintió que las manos de su pareja de baile, bajaron hacia su redondo y respingón trasero y lo agarraron fuertemente; como la tela de la mini era muy delgada, sentía claramente como hundía sus dedos en sus duras nalgas y hacía tanta presión que la vergota del viejo la sentía más grande en su pelvis.
Paralizada sólo pensaba en sus adentros.
–Oh dios mío… me… está… tocando. ¿Qué ricooo ahhhhh?
El viejo acariciaba las majestuosas curvas de las nalgas con las dos manos, introdujo sus arrugadas manos bajo la mini, la piel rugosa y áspera de sus viejos dedos no recordaban haber tocado algo tan suave, tan delicado como la piel de esa criatura.
–-Jooooodeeeeerr pero qué clase de culo tienes mamacita, eres una diosa-- las manos del viejo no paraban de estrujarle las nalgotas a la chica, se las masajeaba con las descascaradas palmas de la manos bajo la minifalda sintiendo la deliciosa piel desnuda y suave de la nena.
Ella, no hacía nada solo se dejaba hacer lo que el viejo quería , Él seguía con su manoseo al formidable trasero de la colegiala, la muy corta minifalda y por ser de esas de vuelo facilito en mucho el manoseo del viejo.
Aprovechaba para poner su mano en las tersas piernotas, acariciaba la suave y tibia piel de esos muslos hasta llegar a la redondez de sus nalgas sintiendo la turgencia de esas tiernas carnes tan hermosas.
–-Qué culote tan rico tienes mamasota, para meterte la verga una y otra vez.
Ella lo miraba a los ojos con una mirada de pícara me dio le sonrió al viejo como diciéndole a este que siguiera y que ella le gustaba.
el viejo se seguía deleitando con esas espectaculares nalgotas; estaba fascinado con la redondez y textura de ese par de juveniles y soberbias nalgotas.
A continuación el viejo inclinó su arrugado y barbudo rostro hacia el cuello de la joven nuevamente pegando su boca con olor a trago y cigarro en el muy sensible y esbelto cuello de la nena; dándole una succión con los labios, sacó su asquerosa lengua y la pasaba por el muy sensible cuello de la jovencita, quien cerró los ojos ante las deliciosas sensaciones que la invadieron notando cómo se le erizaron todo los vellos de su cuerpo nuevamente.
–-Estás muy buena mamasota y se ve que te encanta la verga, o nunca has probado una verga muñeca dime la colegiala con los ojos entrecerrados solo movió la cabeza diciendo que noooooo…..
O sea que te gustaría probar una verga aaaa dime te gustaría que te metiera mi verga y el viejo le volvía dar otro par de chupetes en el sensible cuello….
Ahhh ahhhh gemía la nena y nuevamente con movimiento de cabeza afirmando al viejo que si quería y que su cuerpo ya exigía una cojida brutal….
Ven acompañame a los baños mamita diciendo esto al oído el viejo la tomó de la mano como si fuera su novia y se la llevó para los baños de hombres…
El albañil viendo que nadie venía por ahí jalo a la chica hacia dentro del sanitario de hombres para llevarla justo hasta el fondo en el último baño…… KATHERINE RIVEROS, era jalada como si fuera una muñeca de trapo sin nada que hacer solo dejarse hacer lo que ese señor quisiera hacer con ella que era satisfacer sus ganas en el cuerpo de la bella joven…. Los dos amantes se metieron juntos al baño del fondo y el viejo cerró la puerta del baño como si fuera a cagar el, pero era para que nadie los interrumpiera…. Katherine Riveros, ya dentro de ese sanitario que por cierto era algo cómodo era bastante espacioso ya que la disco era muy mencionada en esa ciudad y todo mundo iba a ese lugar a pasarla bien o ligar con quien sea…. La joven como dijimos no era tan alta y con sus ojitos medio miró al viejo que era más alto que ella y le dijo………
señor yo nunca he estado con ningún hombre en mi vida…
No te preocupes mi reina eso ahora lo arreglamos esto será grandioso para mi diciendo esto último el albañil con sonrisa de pervertido le dio la vuelta a la joven para que ella quedara viendo hacia la pared del baño donde estaba en ese momento.
El degenerado viejo veía con lujuria cómo la corta mini falda se levantaba por efecto del tremendo y respingado trasero de la adolescente, que muy apenas lograba cubrir, la verga el la tenía como fierro por efecto de contemplar las suculentas curvas de la jovencita.
El albañil tenía la verga al rojo vivo y sentía que le latían los testículos por la excitación de tener esa maravillosa visión.
-¡Qué culazo puta!, ahorita vas a sentir la verga de un macho caliente- dijo el viejo con voz de macho alfa.
Katherine Riveros, no hablaba nada solo escuchaba todo lo que el viejo le decía de ella y que se refería a ella como una vil putaaa…
La nena seguía de espaldas, arrinconada, a la pared del baño, entonces el viejo se comenzó a incorporar y sin despegar la vista del tremendo culazo que tenía al frente, se comenzó a despojar de su pantalon cayendo al piso, dejando al descubierto un calzoncillo color negro
Se podía ver como el calzoncillo en la parte de enfrente la gran erección que tenía el degenerado viejo, parecía una carpa de circo, la tela del calzoncillo se podía apreciar claramente manchas de humedad, seguramente líquido preseminal que el muy degenerado había secretado al estar manoseando a la sabrosa colegiala y sentir sus deliciosas curvas y firmes carnes.
Mmmmm..mmmm ... .mmmm…Gemía la colegiala, al imaginarse lo que vendría a continuación, la intención de ese viejo era claramente obvia. sin poder esperar más el viejo, se abalanzó sobre ella apoyando su tremendamente erecto miembro en las redondas y duras nalgas de la jovencita.
Al haberse despojado del grueso pantalón y quedarse en calzoncillo solamente, la percepción de las agradables sensaciones al pegarse al curvilíneo cuerpo de la deliciosa chica se multiplicaron al 300 por ciento.
Sintiendo en su verga, al contacto con las nalgotas, una placentera sensación que lo invadió como nunca antes había sentido, de unas ricas y duras nalgas que de tan combadas las sentía como algo tremendamente desquiciante.
Sus peladas y sucias manos le rodearon por el fino y breve talle que conformaban ese vientre plano casi perfecto, estrechándola hacia él y acariciando su suave abdomen, recorriéndolo, mientras el tieso miembro se hundía en el culazo de la colegiala.
Ella, al sentir que el viejo se le arrimó y le apoyo su palpitante verga, abrió los ojos como platos y dio un respingo por la sorpresa de la acción.
–-Aaaaahhh , ahhhhhhh Señorrrr señorrrr   ¿quéé haacee?.
–-Ya no aguanto mamasota, me tienes calientísimo, quiero hacerte mi mujer.
El viejo tenía tan gran erección que sentía que iba a romper el calzoncillo, su verga que estaba totalmente agitada, bramaba por entrar en esas exuberantes carnes.
–-Mmmmmmmmmm ahhhhh- musitaba la joven con esa voz sexi..
El albañil poniendo su boca muy cerca de la oreja derecha de la chica le dijo.
–-Aaahh mamasota, te voy a culear, hoy te voy ser mi mujer, perra calienta vergas, te voy a cojer tanto tanto que te va quedar gustando….
La chica solo escuchaba las palabras del albañil y todo lo que quería hacerle.
MMMMM AHHHH AHHHHH MMMMM MMMMMM SOLO GEMIA LA CHICA AL SENTIR ESA VERGA ENTRE SUS NALGAS DURAS.
El viejo seguía deleitándose con la chamaca, sintiendo en su erecto miembro la desquiciante dureza y curvatura de ese juvenil culazo, al mismo tiempo que su boca no paraba de lamerle los casi desnudos hombros ya que la blusa que llevaba Katherine Riveros, al ser una blusa ombliguera con sólo dos delgados tirantes, la dejaba toda desprotegida.
Con una habilidad que sólo se da cuando la adrenalina de la calentura se inyecta en el cuerpo, usando su hábil boca y su lengua, el viejo jugaba contra el elástico del delgado tirante de la blusita de la chica, buscando por dónde meter la lengua y así poder jalar el tirante por los hombros y deslizarlo por su brazo, con la intención de dejar desnudos los senos de la jovencita, cosa nada fácil ya que la blusa al ser elástica y muy pequeña se estiraba al máximo por las protuberancias de la niña y ambos tirantes estaban muy tensados.
Mientras tanto con las manos continuaban su labor de acariciar ese abdomen plano por momentos la apretaba hacia él para sentir todavía más fuerte, en su tieso miembro, la punteada que le daba al sabroso culote de la chica.
–-Mmmmmmm señor rrrr mmmmmmmm Ahhhhhahhhhh……..Mmmmmmmm Aaaahhhhh……aaaahhhhh-
gemía la colegiala en cada nuevo repellón que le daba la vergota del viejo, ya que sin ninguna consideración hacia movimientos salvajes con su cadera de atrás para adelante y la punteaba fuertemente, sintiendo las redondas nalgas de la joven.
Mientras que una de sus manos acariciaba el abdomen de la joven el viejo dirigió hacia abajo la mano que le quedó libre, el elástico de la mini de la chica no fue obstáculo
Muy pronto alcanzó el borde superior del pequeñísimo calzoncito tipo tanga de la encamable jovencita y lentamente metió la escamosa mano allanándolo ante la enorme desesperación de la nena.
La nena al sentir tal atrevimiento de parte del viejo solo gemia y gemia por que esa dominación fuerte le gustaba a ella sentía domada y eso la excitaba sin control alguno-Mmmmmmmmm… ahhhh
ahhhhhh … señor rrrr …ahhhhh ahhhhhhh.
Mientras tanto la boca del viejo seguía luchando con el tirante que no cedía haciendo muy complicado su intento de despojarla de su blusa a la nena.
En eso el viejo sintió debajo de su boca algo de lo que no se había percatado, esto porque el sedoso cabello de la nena lo tapaba, un botón de esos que se traban a presión en la parte de atrás de la blusa de la nena, unos 5 centímetros abajo del hombro en su espalda, dándose cuenta de que de ahí se trababa el tirante de la blusa de la chiquilla.
Se dio entonces a la tarea de jalar con las encías el botón que no resistió mucho los violentos jaloneos del caliente viejo.
“Clik” se oyó y el tensado tirante izquierdo de la blusa, como si fuera una liga a la que se tensa y se suelta de golpe, salió disparado yendo a acabar sobre el seno semi descubierto de la jovencita.
El viejo entonces se fue sobre el otro tirante y con la boca lo forzaba vigorosamente para destrabarlo, pero no cedía a pesar de que lo jalaba parecía que el botón se resistía a dejar a su dueña desnuda de la cintura para arriba.
Mientras tanto allá abajo del ombligo de la nena se desarrollaba otro drama, los sudados y temblorosos dedos por la emoción del viejo, ya estaban adentro del calzoncito de la nena y moviéndose como si fuera una araña buscaban la entrada de su rajita el viejo le seguía con todo el camino libre y con paciencia buscaba su clítoris.
Katherine Riveros, sabía que, si el viejo se apoderaba de su sensible y muy perceptivo clítoris entonces sí, bienvenido gozo, placer y disfrute a manos llenas.
La joven no ponía ninguna resistencia ni hablaba al parecer le gustaba todo lo que el viejo le hacía solo se dedicaba a gemir y a disfrutar esa sensación de éxtasis en su cuerpo jamás sentida.
- chiquita que ricaaa estass mamiii…. deseas que te coja…mamitaa…disfruta este placer que te estoy dando, mamasota- le dijo y se fue de nuevo a seguir su labor de destrabar el botón de la blusa con la boca.
Su mano notaba con mucho agrado cómo la zona de la entrepierna de la chiquilla estaba casi totalmente libre de pelos, apenas unos finos vellos percibía, sus dedos pronto encontraron la entrada de la intimidad de la chica y los más largos dedos se metieron entre sus labios vaginales, la nena al sentirlos solo se retorcia y gemia mas fuerte no importaba que estaba en un baño público de una discoteca.
Ahhhhh ahhhhh Mmmmmmmmm siiiiii ….aahh….ahhhhh….alli..siiiiiii
-Tu panochita esta húmeda y caliente zorrita, lo estás disfrutando puta-- le decía al oído el viejo, a la par que sus dedos se apoderaban del muy sensible clítoris de la colegiala.
Ella cerraba sus ojos y se mordía los labios de lado, al sentir como ese magreo la comenzaba a enardecer incontrolablemente haciéndole perder la razón enloqueciéndola, el viejo alternaba los masajes al cada ves más hinchado clítoris con dedeadas a la conchita virgen, le metía los dedos hasta tocar la delicada membrana del himen de la chica, con cuidado para no romperlo.
La nena Gemía cada vez más fuerte y sentía sensaciones que se apoderaban de ella cada segundo que pasaba, pero el viejo continuaba moviendo hábilmente sus dedos en su vagina, que estaba que ardía.
Con su boca el viejo continuaba safar el segundo tirante de la blusa de la colegiala “Clik” sonó el segundo botón del tirante de la blusa de la nena al destrabarse saliendo volando hasta el pecho de la colegiala, dejándole sus hermosos hombros desnudos.
"Aaaaahhh!...aahhh!...aahhh!...siiiiii...aahhh....gemía la mamazota .
Ahhhhh ahhhhhhhh...aahhhhggggg!...mmmmgghhhh!...aahhh!...d-diosss que es estoooo ahhhhhh..exclamaba entre gemidos
Las redondas tetas de la chiquilla luchaban por no quedar desnudas, estoicamente detenían la blusita que las cubrían casi casi, con los pezones
El viejo acercó su horrible, arrugado y rostro al cuello de la jovencita posándose en su desnudo hombro, sintiendo ella su aliento que exhalaba fuego, llenándola de escalofríos que le transmitía el transpirado viejo.
Ella al percibir la cara del viejo en su redondo hombro y sentir como le chupeteaba su sensible cuello y el lóbulo de oreja, instintivamente inclinó su cabeza de lado al mismo tiempo que cerraba sus ojos, dejándole al viejo a su disposición toda esa zona de su cuerpo; la boca de éste recorrían todo esa exquisita piel que subyugaba al viejo, erizándole a la nena todo los vellos de su cuerpo.
El viejo se deleitaba con el dulce y agradable perfume que emanaba de la nena, inundándole las fosas nasales, disfrutando de ese rico aroma que lo sumergía en todo ese gozoso frenesí descontrolado, cuya fuente era la sabrosa chamaca y en lo único que pensaba era en que todo aquello durase eternamente.
Tomando la blusa con la mano libre que tenía el viejo acariciando el abdomen sin ninguna dificultad se la quitó, despojándola y dejándole las formidables tetas completamente desnudas, desde el hombro que chupeteaba tenía el viejo una vista espectacular de esos dos redondos melones al descubierto, sin nada que los ocultara
Completamente embelesado contemplaba esos espectaculares senos en toda su maravillosa desnudez, se erguían turgentes, redondos, macizos y provocadores; a pesar de su tamaño la gravedad no les afectaba, se manifestaban totalmente levantados, los pezones de un color oscuro.
Subían y bajaban las redondas tetas al compás de la agitada respiración de la chiquilla, parecían estar para ser mamados y estrujados por primera vez, era imposible no clavar inevitablemente la mirada en aquellos maravillosos melones., eran demasiado imponentes, demasiado soberbios para no babear por ellos.
-Mamita rica…susurró, en el momento que su mano libre se apodero del turgente seno palpándolo primero como no creyendo lo que sus ojos veían para a continuación estrujarlo y recorrerlo por todo su contorno.
Después con sus dedos coge el pezón hinchado y le comienza a dar un suave masaje a la delicada extremidad de la chica a la par que le decía al oído.
-Qué buenas tetas tienes chamaca, vas a ver cómo me las voy a comer- y gruñendo como un animal salvaje, mete luego su lengua caliente y húmeda en la oreja de la colegiala, lamiéndosela como un poseído, llenándola de múltiples escalofríos que la turbaban enormemente, al mismo tiempo que le estrujaba una de las tremendas tetas y con la otra mano la seguía dedeando allá abajo sin tregua llenándola de múltiples estremecimientos e instintivamente arqueaba la espalda al sentir un placer infinito que salía de su interior.
Ella siente que su corazón late a mil por hora, mientras entre sus piernas siente también el palpitar húmedo de su cosita, caliente como un volcán listo para explotar.
-Oohhhhhhhhhhhh oohhhhhhhhhhhhhhh aahhhhhhhhhhhhhhh -- se oían los gemidos de la boca de la chica que trataba de reprimir, pero era imposible parar de gemir.
Mamazota, vas a ver qué culeada te voy a dar, te voy a volver una puta que va andar en busca de verga a cada rato y te va quedar gustando mi vidaa..
Aquel lenguaje soez y vulgar la ponía más cachonda aún y subía el culote instintivamente para sentir aún más fuerte la vergota que la punteaba y empezó a contonear las caderas ya muy excitada, sentía que la sangre hirviendo le fluía como una corriente de aguas impetuosas.
Cerraba sus ojos pues el gusto por todo eso iba en aumento cada segundo que pasaba, los latidos de su corazón se aceleraban por momentos y su estrecha y virginal rajada se humedecía por ráfagas, ella tenía sentimientos encontrados y deseaba que no tuviera fin.
–- Qué tetas mamasota son enormes y qué duras están…. decía el viejo babeándose al estrujarlas y masajearlas.
Ahhh ahhhhhh señorrrrr ahhhhhhhh….aaaaaaaahhhhhhh.
Mamasota… eres la perra… más rica de este mundo, te voy a meter la verga zorra calienta machos.
Enseguida los intrusos y experimentados dedos del albañil entreabrían los labios vaginales de la adolescente buscando afanosamente el delicado botón de su sensible clítoris y al encontrarlo recomenzar a frotarlo, ocasionando que la encamable jovencita se contorsionara y en su cara se dibujara un rictus de placer.
Aaaaaaahhhhh…siiiiiii ahhhhhh…ahhhhhhaaaaaaaaa….que ricoooo aaaahhh
El viejo sentía claramente como arqueaba su cuerpo por instinto la escultural jovencita y como esas carnosas y deliciosas nalgas se le re pegaba aun mas para enorme gozo de su endurecido miembro que yacía visible bajo el elástico del calzoncillo, el vejete se había sacado la erecta verga por sobre el elástico del calzoncillo y se internaba bajo la mini de la chica para su morboso placer.
Ahhhhh ahhhhhh que ricooooo que es estoooooooo ahhhhhhh gemia la mamasota.
La mano derecha del vejete totalmente apoderada de su clítoris dándole un masaje que estimulaba muy placenteramente la mano izquierda estrujaba ambos senos alternadamente y por momentos con las yemas de los dedos le daba un suave masaje a los durísimos pezones y su boca y lengua recorrían afanosamente todo el cuello y los desnudos hombros de la rica jovencita y por momentos se apoderaba del lóbulo de la oreja de la chica dándole suaves mordiscos , ella ladeaba su cabeza para permitirle al viejo más facilidad en su labor.
Todo eso la estaba matando de placer a la escultural jovencita, ella apoyaba sus suaves y delicadas manos sobre los peludos y sudados brazos del vejete a la altura de su muñeca de el, pero no para detener las acometidas del lujurioso viejo, si no que cerraba sus finas manos y le daba suaves apretones a esas manos que le daba ricas caricias.
-Que piernecita estas putitas, te voy a meter la verga por toda esa conchita puta, vas a gritar de placer mamasota te voy hacer mujer y vas disfrutar de una macho como yo.
El viejo la sentía vibrar, estremecerse por todo el magreo del que era objeto por el ella con los ojos entre cerrados sentía que ya no podía más, su cuerpo la había vencido.
La jovencita sentía en su cuerpo un delicioso hormigueo desde su panochita, que se extendía por toda su curvilínea anatomía, haciéndola estremecerse, llenándola de un tremendo placer y gozo; dejando de luchar, se abandonó totalmente a los lujuriosos deseos del viejo.
Katherine Riveros, comenzó a gemir de placer, ya entregada al viejo para su asquerosa satisfacción.
–-Ahhh ahhh ahhh ahhhhhh asii asiii oohh oohhhhhhhhhhhhhh.
Al viejo, al darse cuenta su reacción, se le dibujó una sonrisa en los labios imaginándose ya saciando sus más bajos instintos en su jugoso y suculento cuerpo que para esos momentos ya estaba a punto...listo para ser poseído.
–- Je je je…rió el viejo, le voy a dar una culeada a esta chamaca que no lo olvidará nunca…   je je je je dijo en sus pensamientos.
La chiquilla al sentir las manos que la acariciaban, la estrujaban, la dedeaban; sentir esa boca cómo le chupeteaba el cuello y las orejas, llenándola de sensaciones agradables; sentir el erecto miembro del viejo cómo le punteaba sus nalgotas, excitándola; sentir ese miembro que estaba como fierro y saber que era por ella y sobre todo el olor, el sudor del viejo, oler a ese aroma a hombre, a macho caliente…todo eso la enardecía.
–-Oohhhhhhhhhhhh……aahhhhhhhhhhhh…….diiioooos….. mmm,uhmm.
El viejo sentía la mano con que la dedeaba, totalmente empapada de los flujos de la chiquilla y le decía al oído:
–-Esta cuquitaaaa tiene dueño de ahora en adelante zorra.
–- Oooohhhhhhh…si, siiiiii……se..ñorrrrrrr,… Uussteeed …es …su…su duuuueeeñoo…., al mismo tiempo que hacía para atrás sus nalgotas para sentir más fuerte las punteadas que le daba el viejo.
–-Qué culo más rico tienes mamasota!! y estas chichotas están hechas para darme placer, puta barata, zorra!!.
–-Esos insultos prendían más a la deliciosa adolescente, llenándola de sensaciones indescriptibles, le excitaba sentirse humillada y en manos de ese albañil, sentía cómo la erecta verga del viejo palpitaba en sus nalgotas como si tuviera vida propia, ella se sentía esclava, emputecida y ese sentimiento la hacía vibrar.
–-¿Ya ves cómo te gusta nena? todas son unas putas baratas… te voy a culear mamasota ¿quieres que te meta la verga?
Cómo la prendía oír al vejete con ese lenguaje soez y vulgar cerca de su oído; cómo la calentaba esa sensación de estar así dominada, sin salida en manos de ese caliente vejete.
–-Ahhhhhhhhhhhh……siiii…..señorrrrr…. Noo lo conozco…….papiiiiii perooooooo…..métamela…..hágame su mujer.
El viejo entonces le dio vuelta quedando de frente a ella y veía embelesado a la hermosa jovencita ya totalmente entregada a sus más depravados y sádicos deseos, los ojos del degenerado viejo le brillaban con siniestra maldad al imaginarse ya follándose a ese tremendo bombón de jovencita
–-Mamasota estás muy buena de verdad, qué par de tetas grandes y divinas, verás que culeada te voy a echar, vas a ver las estrellas, bomboncito
Entonces el vejete volvió su atención a los carnosos y húmedos labios de la chiquilla, quedando cautivado y recordando que estando en la pista de baile los había probado entonces el viejo se abalanzó hacia ella para quererla besar.
Ella se dio cuenta de sus intenciones al verlo venir sobre su carnosa boca, totalmente dócil y entregada se dispuso a recibir esa boca en sus finos y delicados labios.
Ella abrió su boca dispuesta a que el viejo gozara sus labios.
Al mismo tiempo el viejo la estrechaba por la cintura atrayéndola hacia sí, haciéndole sentir sin miramientos el duro bulto que tenía formado en la entrepierna.
–-Aaaahhhhhhh mamazota…., y le dio un beso fundiéndose los dos en un fogoso beso, el viejo mancillando esos jugosos y frescos labios de la jovencita, introducía su lengua infestada de alcohol, en esa boca tan fina y delicada.
El vejete disfrutaba esa deliciosa boca de donde emanaba un aliento cálido, limpio y muy rico, su lengua le recorría todos sus perfectos dientes explorándoselos, ella quería era saciar ese fuego que la estaba consumiendo en su cuerpo y no le importaba que fuera con ese viejo albañil.
Ella alzo sus manos desde los hombros del viejo e instintivamente las dirigió a la parte posterior de la cabeza del viejo, introduciendo sus dedos en los canosos cabellos empezándole a dar un suave y delicioso masaje con las yemas de los dedos para deleite del viejo, lo que confirmaba que ella sí estaba disfrutando el momento sexual.
Sus bocas parecían una sola, las lenguas se fundieron en una sola, sus flujos salivales se mezclaban.
El viejo la besaba apasionadamente con su lengua enredada en la de ella intercambiando sus flujos salivales... y ella gimiendo...exhalando suspiros cargados de erotismo...de deseo carnal! , y el enardecido por el placer que le daba esa deliciosa chiquilla, a la par que sus manos bajaron a las juveniles nalgotas de la nena e, introduciéndose bajo la mini, las acariciaba y las estrujaba; podía sentir claramente como esas nalgotas se contraían rítmicamente por el movimiento de pelvis de la chica hacia delante y hacia atrás como si estuviera cogiendo.
Gozaba el escultural trasero de la colegiala que estaba totalmente entregada, las manos recorrían las tersas y muy suaves piernotas y el culo de la excitada chiquilla, quien mansamente se dejaba manosear; la verga del viejo estaba a punto de estallar y palpitaba deseando penetrar ese culazo de infarto.
El viejo le jaló la minifalda hacia abajo con la colaboración de ella que alzaba las piernas para que la mini saliera sin dificultad, despojándola y quedando la nena solamente en su sexy calzoncito color negro y sus tacones.
El viejo continuó acariciando y estrujando aquellas redondas y hermosas nalgas carnosas de piel suave.
–- Vaya culo que tienes puta, te voy a meter la verga zorra, le decía el viejo mientras que la dedeaba en su agujero posterior metiéndole el dedo pulgar una y otra vez y luego dos dedos los introducía y los movía en círculos tratando de dilatar su cerrado y virgen ano.


Foto 1 del Relato erotico: Cielo Katherine Riveros DOS HERMANAS PERVERTIDAS 1

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Codigo do Relato
8345

Categoria
Heterosexuales

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