UNA KEDADA ESPECIAL
( Relatos Heterosexuales )


Me presentaré, me llamo Maruja, tengo 49 años y quiero contaros mi experiencia con un chico de 35 años, que conocí por internet y que me dio y me da amor y placer como nunca me habían dado antes.
Yo soy soltera y aparte de haber tenido dos novios, nunca sentí lo que se llama placer.
Todo empezó hace unos siete meses, cuando me puse internet para poder comunicarme con mas gente que estuviera en la misma desolación que yo.
Planeaban reuniones en un lugar cada cierto tiempo, se les llama kedadas a este tipo de encuentros.
Allí conocí a este chico, Alfonso se llama, no paraba de insistirme en que me apuntara. Él, es muy agradable cuando habla conmigo y convincente, por lo que consiguió que me apuntara yo también.
Llego el día de conocer a esta gente maravillosa y a este chico encantador, que claro, a mi, lo que mas me interesaba era conocerle a él, que aunque lo había visto en foto, en persona era mucho mejor.
Nos reunimos para cenar y Alfonso se sentó a mi lado.
Llegada las dos de la madrugada, la gente se fue marchando emparejada a una discoteca. Yo estaba cansada y no me gustan los bailes, por lo que no fui y Alfonso se ofreció a acompañarme a la pensión.
Por el camino me invito a pasear por la orilla de la playa, hacía una noche genial.
Nos quedamos sentados en la arena, yo me tumbe a mirar las estrellas y él, se recostó mirandome.
En ese momento, me besó. El beso se hacia cada vez mas intenso. Su mano empezó a desabrochar mi camisa, dejando a su vista mis pechos medio tapados por el sujetador. Yo, por supuesto, me deje llevar, ya que había soñado muchas noches con este día.
Acerco su cara a ellos y me los besó, me los mordió. Yo estaba en la gloria. Mi coño empezaba a humedecerse como hacía tiempo no se ponía. Yo empece también a desabrocharle su camisa. Su mano empezó a deslizarse por mi cuerpo, la metió por debajo de mi larga falda y acaricio mi coño por encima de la braguita. Estaba muy excitada. El metió su mano entre la braguita y me acaricio. Movía la mano lentamente, introduciendo un dedo por mi rajita, hasta que noto que mi respiración se aceleraba y empezó a mover mas rápida la mano mientras seguía con su cabeza entre mis pechos y mis pezones se ponían erectos. Tuve un orgasmo genial. Su mano estaba mojada de tanta humedad que tenia. Saco la mano y se introdujo los dedos en su boca, estaba lamiendo mis jugos y ver eso me volvía loca.
Me incorpore un poco y lo besé. Baje mi boca por su pecho y mientras, mi mano, la metí dentro de su pantalón. Note una polla larga y que crecía cuanto mas la tocaba. Saqué la mano y le desabroche el pantalón, se lo baje un poco y pude ver la hermosura de esa polla, grande. La cogí con mi mano y pude comprobar que necesitaba dos manos para poder cubrirla de lo grande que era. Lo masturbaba lentamente, mientras mi boca seguía bajando hasta que mis labios encontraron su polla. Le pase la lengua lentamente y me la introduje en la boca todo lo que pude. Mi mano le acariciaba sus huevos y mi boca estaba llena.
Me hizo un gesto, no quería correrse todavía. Me aparto, me hizo que me tumbara, me quitó la braguita, se puso encima de mí y me la metió lentamente. Me dio tal placer, que me corrí antes de que la tuviera toda dentro. Él, al notar mis contracciones, dio unos suspiros, se quedo quieto y entonces note como me inundaba de su caliente leche, luego apretó su polla contra mi coño y así nos quedamos un largo rato.
Luego me invito a donde el se hospedaba y yo acepte. Nos levantamos, le pedí mi braguita y él no quiso dármela, me propuso q fuera así por la calle. Eso me dio mucho morbo, pero no me dio miedo, tenia la falda larga, aunque de solo proponérmelo, mi coño empezó otra vez a humedecerse.
Ya en la pensión y tras cerrar la puerta, me cogió, me apoyó contra ella y me beso como si se fuera a acabar el mundo. Me volvió a desabrochar la camisa, me la quitó, me quitó el sujetador y pudo ver mis pechos en todo su natural, unos pecho grandes, con aureolas muy grandes y unos pezones erectos por mi excitación. Me los sobó, me los mordió, me los absorbió; me estaba dando tanto placer que mis suspiros parecían orgasmos. Siguió bajando la boca por mi vientre, quitó mi falda y siguió hasta llegar a mi peludo coño. Se entretuvo lamiendo y metiendo la lengua por mi rajita mientras yo apretaba su cabeza contra mí, más y más, tanto que casi consigo correrme allí mismo.
Luego volvió a subir lentamente, recorriendo mi cuerpo con su lengua. Me cogió del culo, me abrace a él fuertemente y me llevo hasta la cama. Me tumbó y no dejó ni un sitio sin recorrer con su boca, su lengua lamia todo lo que estaba a su alcance. Como chupaba mis pecho, como los retorcía con su boca, mientras con sus manos, una se enredaba entre mi pelo y la otra se introducía por mi coño, metiendo uno o dos dedos. Uno de ellos toco algo dentro de mi que me hizo tener tal orgasmo que me hizo apretar su cabeza contra mis pechos y mis uñas arañaron su espalda sin querer. Sin sacar los dedos, fue frotandome el coño con la palma de la mano y poco a poco me hizo tener las mismas ganas de otro orgasmo. Pero yo quería también poseerlo, así que lo paré, lo invite a tumbarse y así lo hizo.
Cuando lo tenia en la cama tumbado, empece a besarlo en la boca y poco a poco mis besos fueron bajando hasta su cuello, su pecho, su vientre, hasta llegas a acariciar con mi boca su polla, la cual se había quedado un poco flácida, por lo que pude metérmela toda en la boca.
No tardo nada en crecer y no pude seguir como yo quería, así que la lamí con la lengua y me
metí solo la punta. Con mi mano cogía sus testículos y los atraía hacia mi boca. Estando así un ratito, me dijo que si seguía así, se iba a correr y eso hizo que tuviera muchas mas ganas de seguir chupándola, hasta que noté que su polla palpitaba muy fuerte y al momento recibí en mi garganta el chorro de su leche y que no dudé en tragármela. Era la primera vez que probaba algo tan rico. Y mientras se le volvía flácida, yo seguía saboreando y limpiando su polla.
Me acerqué a su lado, me abrazó y nos quedamos así los dos durmiendo.
No habría pasado mas de una hora, cuando, yo de espaldas, note que se arrimaba con la polla otra vez tiesa y que la dirigía hacia mi coño. No le costo nada entrar. Me agarró de las tetas y embestía lentamente hasta que note que se corría enseguida habiendome dejado con ganas de correrme. Así que me incorporé, me arrodillé entre su cabeza y le puse mi chorreante coño en la boca, quería que me lo lamiera hasta tener mi orgasmo. Y así lo hizo. Me chupaba el clítoris y le pasaba la lengua tan bien, que me costaba aguantar sin correrme, porque quería disfrutar el máximo tiempo de su lamida. Me metía la lengua por el agujerito y recorría todo mi peludo coño con ella. No pude aguantarme mas y me corrí como nunca. Caí destrozada al lado suyo. Nos besamos y nos abrazamos. Y esta vez si que me dejo dormir hasta las 10 de la mañana, que me despertó con su polla otra vez tiesa y poniéndomela en la cara. Me dijo, ¿cariño, me masturbas?. Y yo encantada, así se lo hice. Se corrió en mi cara y me lleno de leche, leche que limpio con su lengua mientras me besaba. Luego me pidió que me masturbara para él. Nunca había pensado que me excitaría tanto al oír decir que le gustaría verme masturbarme. Eso fue lo que mas. Se sentó a mi lado y miro como yo me lo hacia. fui rapidísima, no dure ni un minuto, estaba tan excitada y deseosa de verle mirándome, que el orgasmo que tuve me dejo tumbada un buen rato y que él disfruto conmigo.
Después nos vestimos, yo sin braguita, ya que quiso quedárselas como regalo y me acompañó a la pensión donde yo me hospedaba. Nos metimos los dos en la ducha, me enjabonó toda, me hizo apoyarme contra la pared y con su polla muy tiesa y enjabonada, me la metió sin ningún esfuerzo. Nos corrimos los dos y terminamos de ducharnos.
Al salir para comer con los demás como habíamos quedado, las miradas y las risitas de los demás, eran evidentes; pero la cara de felicidad que yo tenia lo decía todo.
No costo despedirnos mucho, pero he de decir que hubieron mas encuentros como éste.
Hasta hoy habré tenido un centenar de orgasmos con él y para él. Nos masturbamos cada día, leyéndonos en la pantalla del ordenador o por teléfono, e incluso me depilé el coño, porque era una de sus fantasías que tenia y yo por complacerle, hago lo que me pida, de tanto que lo quiero.




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956

Categoria
Heterosexuales

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