Un servicio diferente
( Relatos Heterosexuales )


Esta historia me pasó hace unos meses, para ser exactos ocurrió el pasado mes de julio.Vivo en una localidad costera del levante español y me gano la vida como taxista.

Aquella noche, se me antoja que quizás hiciera más calor del normal, eran mas de las once y me faltaba poco para acabar la jornada. Estaba pensando si ir a casa directamente o pasarme quizás por Casa Miguel y cenar alguna cosilla, porque esa noche iba a estar solo en casa.

En ello estaba cuando me sacaron de mis pensamientos tres que se acercaron al taxi, eran dos chavalitas y un chico extrangeros. Se sentó una de las chicas en la parte de atrás, y tras un breve intercanbio de palabras el chico me dió un papel con la dirección de un hotel y un billete de 20 euros, ni siquiera esperó el cambio y se alejó con la otra chica.

Miré por el retrovisor, para fijarme en la chica y ésta parecía que había bebido un poco. Era rubita con el pelo ondulado, muy mona ella y quizás no pasara de los diecisiete años. Vestía con una blusa blanca y mini falda.

No se si por ir mareada o que tuviera sueño, pero se recostó en el asiento mientras me dirigía a la dirección indicada, la verdad es que como se le veían los muslos y casi el trasero por la postura que tenia la niña, baje el retrovisor para poder mirarla mientras conducía y como ella tenía los ojos cerrados no me hacia falta disimular, es mas e los semáforos me giraba para mirarla mejor. A mis cuarenta y tres años ya he visto casi de todo pero tener ese angelito en el asiento trasero, los dos solos......bueno que me entró una calentura imponente.

Cuando llegué a la dirección, aparté el coche de la calzada puesto que tenía que bajarme a despertarla puesto que lo habia intentado con la voz y ella no reaccionaba. Abri la puerta por la parte donde daba su precioso culo para poder mirarlo de cerca, y la zarandeé por la cadera. Ella seguía sin reaccionar, y no sé porque se me ocurrió la idea de tirar de la goma del tanga para ver si se despertaba y aparte de verle la rajita no conseguí nada mas y, puesto ya, seguí un pasito mas pasandole un dedo por la rajita hundiendo la yema del dedo un poquito dentro. En ese momento se me fué la cabeza, tenía ese delicioso angelito en el asiento del coche, con una toña de la cual no se despertaba y me dije que era el momento de cumplir mi fantasía.

Así que cerré la puerta, quité el luminoso de servicio y me dirigí hacia el polígono de las afueras, allí hay unos cuantos clubes y un hostal donde para acceder a las habitaciones no hay que pasar por recepción, esta parte la tenía yo mas que pensada y mas de una vez fantaseo con llevar allí a ligues del taxi, cosa que nunca sucede la verdad.

Tras pagarle al chico de la recepción treinta euros, me dirigí al coche donde tenia a la bella damita durmiendo todavía. No pesaba demasiado pero como no colaboraba pues no se me hizo muy fácil meterla en la habitación, eso sí no me vio nadie y tras dejarla sobre la cama y cerrar la puerta me dio un subidón de arenalina, ¡joder!, tenia una chavala impresionante a mi merced, vamos una nena con la que ni soñando.

En ese momento no sabía que hacer con ella, decidí ir desnudandola y luego a improvisar.

Lo primero que hize fue quitarle la blusa, la muy guarrilla no llevaba sujetador, sus peras eran medianitas pero muy bien hechas, sus pezones creo que son la cosa mas suave que he tocado jamás. Le quité los zapatos, unas deportivas y los calcetines, después vino el turno de la falda. Alli tenia a la chavala casi desnuda, con sus axilas afeitaditas un cuerpo para hacerle una estatua, unas tetas preciosas, una piel supersuave, carita de angel.........y en ese momento solo con un tanga azul. Me dio por besarla y acariciarle todo el cuerpo y el pelo que me gustaba un montón.

Al ratito mi polla estaba que queria rebentar dentro de mi pantalón, y pensé que lo mejor sería despelotarme y acostarme a su lado para restregarme con ella. Al desnudarme me miré en un espejo que habia en la habitación y la verdad es que me dio un poco de cosa, primero porque no me reconocía en lo que estaba haciendo, luego estaba que la miraba a ella y era una diosa, me miraba a mí y la cosa cambiaba radicalmente. Para que me entiendas ella tendria unos diecisiete y, yo cuarenta y tres. Ella tenia un cuerpo precioso, y a mi me sobran unos veinticinco kilos. La chica estaba limpita, bueno un poco de sudor, pero olía fantástica y yo que llevaba dos dias sin ducha, ni lavarme los dientes, ademas que tengo entradas y el pelo algo casposo y siempre tengo la sensacion de tener una capa de aceite sobre la piel.

Pero mi pija podia mas que yo, y no es que sea grande, mas bien pequeña pero eso si gordita, y muy hambrienta la jodia. Asi es que le quité el tanga a la niña, que dejó al descubierto un chochete fantastico, y me acote a su lado. Me esube refregando con ella un buen rato, hasta que llegó el turno de ponerme encima de ella. Le abrí las piernas y despues de olerle la raja y de mojarsela bien a base de escupiñajos, puse mi verga en la entrada, mientras miraba como la muy tonta dormia le metí la pija, ¡que gustazo! solo logré sacarla una vez, cuando sentí como si me diera una corriente en el culo y la tuve que hincar hasta el fondo de nuevo, la muy zorra seguro que no era virgen porque aunque no la tengo muy grande se la metí facilmente, de repente empezé a correrme como un bendito, dedía de tener los huevos bien llenos de amor porque parecia mas una meada que una corrida, vamos que le llené el coño de leche.

No recuerdo un placer mas grande en mi vida que esa corrida, me tuve que tumbar a su lado un rato para recuperar el aliento. Al rato la estaba sobando otra vez, y cuando se me volvió a levantar le metí un polvo de los que hacen historia, lastima que se lo perdiera la nenita, eso si la traté con cariño.

A eso de las tres ya estaba cansado de jugar con ella y después de limpiarla bien y de vestirla la metí otra vez en el coche, la voví a llevar a su hotel, pero esta vez avisé en recepción.

Salió a ayudarme un chico del hotel, de unos veinte años mas o menos, le ayudé a llevarla a la habitación, y me despedí de él en la puerta pues me dijo que él ya se encargaría de llevarla a la cama. Mientras la subiamos noté que el chaval no perdía la oportunidad de meterle mano, y antes de irme noté como el muy cabroncete tenia el rabo tieso......me juego lo que quieras a que a la guiri le cayó otro polvete, bueno ese ya no es mi problema.

Aun me la casco a veces pensando en aquella rubita, y pienso que realmente lo que le pasaba mas que acohol, es que sus "amigos" lo mismo le dieron algo sin saber el favor que me estaban haciendo.




Escriba aquí su comentario sobre el relato:

Opps! Debes iniciar sesión para hacer comentarios.

Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
1794

Categoria
Heterosexuales

Fecha Envio


Votos
0

Relatos enviados por el mismo usuario