Ella se lo busco
( Relatos Dominacion )


-Pero mira que sos bien hija de puta- dijo él mientras la tomaba del cabello y la llevaba arrastrando hasta un pequeño rincón de esa sucia y vieja habitación. La arrojo en una esquina, ella se quedó sentada en el suelo y con sus manos cubría su rostro mientras lloraba.

-Mierdas como vos no aprenden- dijo él, mientras acercaba su rostro al de ella –simplemente no aprenden.
Ella intento pararse y alejarse corriendo, pero él la tomo por la cintura con sus brazos, la elevo unos centímetros en el aire y la volvió a arrojar al suelo.

-Vos de acá no te vas, por lo menos hasta que aprendas una o dos cosas.

Ella volvió a levantarse e intentar escapar. Él se abalanzó sobre ella apoyando todo su cuerpo sobre la espalda de ella, inmovilizándola contra la pared.

Él tenía su antebrazo sobre la parte de atrás del cuello, apretándola contra la pared, y su otra mano en la cintura de ella, movió esa mano un poco y apretó todo su cuerpo mucho más al de ella.

-¿Qué pasa, lo queres por la colita? A las putas como vos les encanta eso.

Ella intento gritar, pero el paso la mano que tenía en su cuello a su boca. Apretó todavía más su cuerpo al de ella. Movió un poco su cintura, frotándola sobre la cola de ella.

-¿Sentís lo duro que me estas poniendo?, y vos con esa hermosa y golosa cola.

Ella tembló he intento soltarse, pero apenas pudo moverse. Él se alejó, tomándola del cuello, la arrastro hasta una mesa que había allí y la arrojo hacia esta, ella se quedó parada de espaldas, con las manos sobre la mesa, él se acercó, le tomo el cabello de la nuca, y la doblo provocando que su cabeza golpeara contra la mesa y quedara doblada, con su rostro y pecho pegado sobre la mesa. Él puso una mano en la espalda de ella y con la otra comenzó a masajearle la cola.

-Lindas, redonditas y grandes, como me gustan a mí.

Llevo su otra mano hacia la cola de ella, y cuando hiso esto, ella intento levantarse, pero él se inclinó de golpe y apoyo todo su cuerpo sobre ella y sus dos manos quedaron en la cintura de ella.

-No, no, vos no te vas a ningún lado.

El comenzó a desabrocharle el pantalón de ella, y se lo bajo, ella pego un grito, y contorsiono todo su cuerpo intentando inútilmente liberarse. Le bajo la ropa interior y puso una de sus manos sobre la boca de ella, tapándosela, y con la otra mano bajó de una vez su pantalón y ropa interior.

-Un culo hermoso, y yo estoy tan duro que no me aguato más.

Le abrió un poco las piernas, y apretó su miembro ya duro y erecto en la cola de ella, intentando penetrarle con la ayuda de su mano.

-Dale linda, pone un poquito de tu parte y ayuda.

Cuando la punta de su miembro estuvo dentro de ella, le puso la mano en el hombro, mientras que con la otra le seguía tapando la boca.

-Dale que una vez que pasa la cabeza, el resto es fácil- le susurro al oído.

Hiso un gran movimiento con su cintura, introduciéndose, de un golpe, completamente dentro de ella. El pego un grito de placer, a ella le tembló todo el cuerpo y dio un grito, que a pesar de tener la boca tapada, sonó bastante fuerte.

-Ah que lindo, y ni siquiera tuve que escupírmela ni nada, obviamente esta no es tu primera rotura de culito.

Él se movía, sobre ella, en un vaivén cada vez más violento. Ella lloraba y con una mano intentaba sacarle la de el que se encontraba cubriendo su boca, y con la otra tocarle la cintura para que se detuviera, pero apenas lo llegaba a tocar.

El violento golpe de la mesa sobre el suelo, y los gemidos de placer de él, se escuchaban fuertemente en todo el lugar, tapando los mudos gritos de dolor y desesperación de ella. Toda la escena se prolongo, por lo que a ella le pareció una eternidad, hasta que finalmente el dijo:

-Dale nena, dale que me vengo.

Grito, y de un golpe, salió de dentro de ella, la volvió a tomar del cabello de la nuca, y la arrojó al suelo, él se acuclillo, sentándose en el pecho de ella, y con una mano sostenía la frente de ella, pegándola al suelo, y con la otra se masturbaba violentamente.

-Dale, abrime la boquita, que es toda para vos.- Grito mientras comenzaba a acabar sobre el rostro de ella.

-Una obra de arte- dijo finalmente, con una sonrisa, mientras veía todo el rostro manchado de ella.

Se paró y comenzó a ponerse el pantalón, mientras que ella se quedaba en el suelo llorando y tratando de limpiarse el rostro.

-Que te sirva de lección para la próxima vez.

Dijo él y salió de la habitación dejándola en el suelo allí.




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Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
5320

Categoria
Dominacion

Fecha Envio


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1