Mi Arrendataria
( Relatos Confesiones )


Mi Arrendataria
Esta historia es verídica, en la edad de 17 años me desplace a una ciudad donde tuve que arrendar una habitación era pequeña, el caso es que el esposo “pedro” tenía a su esposa doña “María” una mujer de 45 años muy amable y muy cacera tuvieron dos hijos el mayor ya vivía aparte y la chica se encontraba en la capital estudiando.
Bueno para no alargar más la historia aquí empiezo.
Una mañana que por cosas del destino me devolví ya que un tuve trabajo entre a la casa y cuando entre no vi a nadie don pedro había salido como siempre a trabajar y como solo existía un baño me dirigí al él, para mi sorpresa estaba entre abierto, y cuando fui a entrar me encontré a doña maría mas empatada que papa en tenedor un vecino que hacia arreglos de vez en cuando en la casa la tenía bien penetrada él estaba en lo suyo y no me vio pero ella sí.
Me retire si decir nada y Salí de la casa, no sé pero quede desconcertado, ella se veía tan señora y además don pedro no merecía eso eran mis pensamientos, el caso es que esa noche llegue y don pedro como siempre me recibió bien y me ofreció un café que ella misma sirvió. Note que ella estaba muy nerviosa pero no le di la cara para que no se sintiera mal.
Así pasaron varios días hasta que una tarde regrese del trabajo y ella está sola me dijo oye podemos hablar, yo asentí con mi cabeza y me senté en el comedor, me dijo por favor no le cuentes a pedro nada sí.
Yo le dije la verdad no me parece que una señora como usted le haga eso a su esposo, él se ve un hombre muy juicioso.
Ella me dijo hay usted no sabe la clase de hombre que es él y si le cuento hace muchos años que él y yo solo convivimos nada más y aunque sea ya una vieja a mí me gusta que me hagan el amor.
Y te contare algo mi hija no vive con nosotros porque le intento abusar de ella, me q quede boquiabierto, pero no dije nada pues pensé tal vez ella lo dice por quedar bien.
Pero bueno prometí no decir nada, así pasaron unos días y una mañana que no trabajaba me levante y ella ya estaba en los quehaceres diarios me ofreció un café el cual recibí y mientras me cepillaba los dientes ella entro al baño a dejar el café, no era mi intención pero amanecí con una erección que se lograba notar en mi pijama y fue ahí donde ella me dijo, huy tu amiguito esta como enojado, la voltee a mirar y vi que me lo estaba viendo, sentí algo de vergüenza pero me sonreí.
Ella me dijo quieres que te ayude con eso y al mirarla ella metió mano a mi pedazo y lo saco, no me dio tiempo de pensar o responder, el caso es que por mi juventud y días sin follar lo tenía firme como un palo. Y ella dijo huy que delicioso se ve, y empezó a mamarlo con un frenesí que casi me hace venir de una.
Después de esa mamada monumental me dijo quieres meterlo aquí y levanto su vestido, a pesar de sus años su cuerpo era precioso y ese chocho estaba recién rasurado muy hermoso y apetitoso.
Entonces la senté en un comedor y abrí esas piernas eran suaves y metí mi cabeza entre ellas   y empecé a darle unos besos luego a lamer esos labios y después a chuparlos, ella se retorcía y me cogía la cabeza como queriendo me asfixiar entre ese chocho delicioso caliente y húmedo, yo fascinado le metía uno dos y casi todos mis dedos en esa raja y ella solo gemía de placer.
Después de un buen rato me pidió que la penetrara yo estaba a punto de estallar y al meterlo en esa raja sentí ese cálido y húmedo huequito le di clavo por bastante rato aún recuerdo esa sensación en mi verga entrando y saliendo de ella.
Era la primera vez que tenía sexo con una mujer mayor que yo. Después de soltar mi chorro de leche en su interior lo cual la hizo gritar y revolcarse como si estuviera poseída me abrazo y clavo sus uñas en mi espalda.
Después me dijo acuéstate en el suelo y ella empezó a cabalgar sobre mí se movía de una manera que no me dio tiempo de descansar y mi verga se puso firme casi de inmediato, así lo hicimos muy delicioso hasta que ya no aguante y dije me vengo me vengo y ella dijo espera y se bajó y empezó a mamarlo de nuevo y me pidió que lo pusiera entre sus seños y que lo dejara descargar es su boca.
Desde ese día me di cuenta que la mujer madura es muy sensual, provocativa y una experta si la sabes calentar.
Continuara.




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6753

Categoria
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