EN EL CINE PORNO CON UNA AMIGA
( Relatos Heterosexuales )


EN EL CINE PORNO CON UNA AMIGA

Cierta ocasión que terminaron las clases universitarias más temprano que de costumbre, caminábamos aún cerca del campus, y mi amiga que llamaré Ivonne me dice animadamente -oye Sebastián tengo curiosidad de ir alguna vez a una sala de cine porno, ¿cómo la ves?-. Debo ubicar el tiempo en que ocurrió, eran los años de 1987-88, ya había videocasetes y algunos videodiscos, para los amantes del porno asimismo, pero ella quería conocer una sala que pasara ese genero de películas, en la ciudad había dos o tres en lugares en la zona céntrica y sin tener que ir a lugares de alto riesgo. Por lo que se me ocurrió contestarle, si quieres ahora tenemos tiempo, estamos cerca de una de ellas, y es difícil que alguien nos viera para que estés tranquila.
-Sale Sebastián, además no hay mucha tarea pendiente, vamos pues-. Llegamos finalmente y era una hora de poca asistencia al lugar, compre las entradas en la taquilla, mientras ella se paseaba viendo los carteles de algunas películas que había alrededor. Al tener los boletos me acerco para entrar y me susurra, -mmm…se siente algo cachondo al ver esos posters-. Lo cual me provocó un gulp! en la garganta y cosquilleo en mi entrepierna pero sin ponerme duro.
Entramos y la sala tenía poca gente, calculo no más de quince incluso nosotros, le indique que nos sentáramos en la parte media, para estar detrás de la mayoría de asistentes, asintió con voz queda. Ya instalados ví su mirada con tintes de curiosidad traviesa, y sentí que también le iba provocando excitación. Las primeras escenas mostraron acciones donde la chica de abría la bragueta al hombre, le tomaba amorosamente su falo, lo acariciaba suave, luego lo apretaba y sacudía con más energía para que fuera creciendo, hasta comenzar a mamárselo, llenándoselo de saliva. -Oh, que agradable sorpresa, ya no me sentiré mal, si alguna vez, me adelanto con algún chico, que quiera seducirlo así, ja,ja,ja!-
Eso me hizo que se me parara la verga y me provocó un ay! de incomodidad, ella escuchó y volteo a verme, diciendo con tono suave -creo, ya se te paró ¿verdad?, no lo niegues-. Con risa nerviosa y pícara le dije que sí. Ella también se notaba más inquieta. Llegó la acción de la película a la penetración en todas las posiciones, que causaban todavía más inquietud y se movía en su asiento, y a ratos tocaba su pantalón ajustado sobre su entrepierna, e imagino que su panocha estaba más y más humeda.
Después de unos 15-20 minutos, siento su voz en mi oído que ahora me dice pausada pero con emoción, -Sebastián estoy bien caliente, quiero tocar tu verga, que también debe estar bien dura, déjame hacerlo-, se volteó hacia mí desde su lugar al tiempo que yo bajaba el cierre del pantalón y al ver la carne turgente me agarró la verga dejándola bien expuesta, yo sentía gran excitación, lleno por otro lado de la emoción de estar en un lugar público. -Está de buen tamaño Sebastián, quiero mamarla se ve muy rica-. Se puso boca a la obra, dándome una deliciosa succión, con lapsos de caricias, lengüetazos hasta los huevos y escupiendo saliva en momentos, como creo lo había aprendido de la película. – Ay Sebastián, está buenísima tu verga y ya creció más-.
Con la verga de fuera, metí mis manos debajo de su playera (tipo polo) y llegué al broche de su brassiere que desaté sin problema, luego lo moví un poco para tocar su teta derecha que tenía un tamaño mediano, se sentía suave y mullida, su pezón estaba un poco erecto y pronto llegó a sobresalir, ella volteó alrededor para ver si había mirones, cuando no vió ojos atisbantes se volteó más para quedar frente a mí, en silencio me pedía que mamara sus bien formadas chiches, sus pezones eran un poco grande, con delicioso aroma tenue de perfume y ahí estuve hasta que volví a sentir sus manos sobre mi verga que se erguía al punto de sentir la inminencia de venirme. Nos dimos un beso corto pleno de pasión lujuriosa. Después del beso volteamos a la pantalla, bajo su playera para cubrirse y ocurría una escena de sexo anal de un afro-americano con una rubia, con cierto gesto de sensación dolorosa dijo -eso debe doler, además tiene un pitote bárbaro-. Yo estaba acariciando su pierna derecha hacia su cadera y llegué al centro, comenzando a desabrochar el botón de su pantalón, me detuve para ver su mirada hacia mí y sus ojos me pedían -sigue por favor-. Baje la cremallera de sus jeans y posé mi mano sobre su pantaleta de licra que ya estaba con buena humedad, se estremeció y gimió quedito -mmmhhh!-. Luego metí mi mano debajo de su braga, tocando ese montecito que lleva al paraíso terrenal más maravillo, sus labios estaban hinchados, llenos de sus jugos lúbricos y el calor de su vagina era total. Los dos deseábamos entregarnos al juego de fornicar y dejarnos llevar por nuestros instintos que hacían erupción de placer.
Con temor y cuidado de no hace mucho ruido, se bajó un poco el pantalón y sus bragas para permitir que viera su coño, yo desabroché el frente de mi pantalón y calzoncillo, quedando mi verga como asta bandera, sentí como su humedad estaba sobre la punta fálica y se lo fue introduciendo con vaivén tan suave como rítmico hasta sentarse sobre mí, quedando sobre mis huevos. Así cabalgamos por un tiempo, podía escuchar sus gemidos contenidos y balbuceos que permitían escuchar, -Sebastián cógeme, que rico siento tu verga, más por favor, no pares, lléname de leche-. Así fuimos presos del placer y la adrenalina de estar en una sala de cine porno cogiendo como amantes furtivos, de esos que buscan la máxima emoción de orgasmo sexual y alto riesgo de ser sorprendidos. Finalmente los dos terminamos casi armónicamente y sentí como escurrían nuestros jugos amatorios sobre mis testículos e ingles. Se levantó con sumo cuidado y sigilo, subió su pantaleta para no tener mucho escurrimiento en sus piernas; yo también subí el calzón, acomodé mi pantalón y subí el cierre, al volver a la película estaba terminando la cinta. Hubo una mirada de complicidad y cierta ternura, que provocó un beso con un toque suave de lenguas, como asintiendo cuanto disfrutamos el momento, dejando abierto otro nuevo encuentro emocionante en otro lugar. Al fin estábamos comenzando nuestra carrera universitaria.
Esta imagen es una solo una evocación de aquel momento

Foto 1 del Relato erotico: EN EL CINE PORNO CON UNA AMIGA


Comentarios


Mmmmmm. Yo lo hice mivhas veces en 3l cine
perfil anonimo10751
hermosa cojida, yo me hice una paja en el cine una vez que fui con una amiga que me calentó mucho, luego yo la masturbé a ella en el auto porque en el cine no quería!!!!
Perfil no contiene imagen
que rica experiencia
perfil gloria


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7781

Categoria
Heterosexuales

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