Mi compañero de curso 1.
( Relatos Gay )


Hola, bueno tal vez ya me conocen, les voy a contar otra historia con un gran chico.
No tiene mucho tiempo que pasó, voy a curso de inglés y la verdad no me llevaba bien con nadie hasta que conocí a Fernando, nos hicimos amigos muy rápido sólo por llamarnos igual, tiene como 28 años, él no es muy alto mide como 1.65 a lo sumo 1.70, pero es guapo, moreno, una sonrisa hermoso, sobre todo un trasero divino, o bueno tal vez me encantan los traseros de los chicos, pero en verdad tiene un trasero enorme y rico, ya lo comprobé con mis propias manos y mi pene también lo sabe.
Un día llego y como yo casi no me llevo con nadie estaba sentado solo, él llegó y se sentó a mi lado, me hizo preguntas sobre el maestro, que también es divino, y los compañeros, por su forma de hablar del profe, noté que es gay, bueno platicamos y me cayó muy bien, me causó gracia que mi único amigo se llamará igual que yo.
Al siguiente sábado, llegué temprano como de costumbre y él también, platicamos y me dijo: voy al baño, yo no le di importancia, pero continuo: me acompañas y wow fue tan excitante el simple hecho de que me lo dijera que fui tras él.
El baño del instituto es pequeño y oscuro, es como el baño de una casa, para una sola persona, pero entramos los dos, se sacó su enorme pene y empezó a orinar, yo sólo lo miré con ganas de mamarle esa cosota, él lo notó y al terminar la sacudió tan rico que me excitó mucho.
Me dijo: Ya deja de verla y chúpala. yo hice como si no entendiera pero no tarde en agacharme y chuparla.
Aun sabía a orines y eso era tan delicioso probar esos fluidos ah me excito de sólo recordar, la lamí toda, de arriba a abajo, su glande, sus venas saltonas ah era lo más rico, no tenía vellos, se rasura, eso me encantó, lamí sus bolas, eran grandes y estaban tan calientes que me prendí y casi lo muerdo.
Cuando vi su cara, fue tan sexoso verlo a él tan macho que se veía dejando que yo se la comiera toda.
No sabía que más hacer, acaricié su abdomen, estaba algo marcado y tocaba y apretaba sus nalgas como si fueran dos almohadas, son tan suaves y redonditas, amo las pompis de cualquier chico, eso lo he notado, pero bueno me dijo: que bien lo haces te mereces un premio. Mi premio fue la leche más rica y caliente que he probado, se vino en mi boca, sentí tan rico sentir esa consistencia, me levante e intenté besarlo pero no quiso, me hizo tragarme toda su leche primero, después me beso y me dijo: yo no bebo mi leche, para eso está la tuya, se bajo y me chupo mi verga me vine al instante y ahora él se la trago, nos besamos.
Salimos del baño y ya había una gran fila, ¿Qué hacían? Que tardaron tanto. Yo sólo reí y él me dijo, después de clase vamos a mi casa, yo sólo lo miré y mi sonrisa dijo que sí.
Terminó la clase y me fui con él, pero eso ya es otra historia...




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Codigo do Relato
3357

Categoria
Gay

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