Deberes caseros
( Relatos Gay )

Esta pasada semana mi vecino, un ´joven agraciado, me pidió ayuda con mi portátil, debía de presentar un trabajo en su instituto y
el suyo estaba averiado. Por supuesto le conteste que sin problema y le invite a pasar indicando donde se encontraba instalado,
una pequeña habitación que usaba como oficina para trabajar desde casa. Esta se encontraba decorada con fotografías bastante personales tanto mías como de amigos, mostrando poses alguna bastantes indiscretas. Le señale el sillón donde sentarse y haciendo un recorrido con la vista por todas estas fotos y postes trate de disculparme por su contenido. Javi, que a si se llama,
sonriendo contesto "no tengo problema", y casi sin mirarlas paso a mi despacho y busco el asiento.

Junto a el, me incline para encender el portátil y poner mi clave de acceso. La pantalla se iluminó y aparecieron de nuevo mas fotos
personales que Javi muy discretamente ignoro. Debo confesar que entre mis preferencias no están los jóvenes por considerarlos demasiados inseguros e impetuosos. Archive las imágenes y asi le dije "bueno aquí tienes todo preparado para que puedas hacer tus deberes" " si precisas algo mas estaré en las otra habitación, te dejo que trabajes". " Gracias todo estará bien" contestó.

Después de un tiempo quise ser un buen anfitrión y me acerque a la habitación para preguntar si necesitaba algo. Me paré en la puerta en silencio y por encima de su hombro pude ver a mi vecinito mirando un video xxx en mi portátil, había entrado en internet y disfrutaba de esas imágenes mientras que por el movimiento de su cuerpo entendí que se estaba masturbando.

De principio me sentí entre molesto y confuso, seguido de una extraña excitación, observar en silencio a mi vecino como
sobaba arriba y abajo su joven pene mientras gemía suavemente, me resulto muy morboso y caliente.
.
Tan caliente, que mi mano, sin pretenderlo, bajo a mi bragueta de los shorts y comencé a acariciar mi miembro por encima de la tela. Tan absorto estaba disfrutando de su masturbación que casi no me di cuenta que había girado la cabeza y me miraba sonriendo mientras su mano seguía deslizándose sobre su carne roja y rígida.

Me deshice de mis shorts separe mis piernas y le mostré mi herramienta ,ya dura, mirándolo a los ojos, mientras con una mano sujetaba mis bolas y la otra frotaba mi glande. Así me siguió con la mirada sin dejar descansar su mano que seguía con ritmo tranquilo sobre su polla.

Me volteé de espaldas , incline mi torso hacia adelante y levante mi trasero, necesitaba que me admirara, humedecí mi dedo anular en mi boca y lo deslice sobre mi raja llevando arriba y abajo, hasta que suave me lo introduje en mi orificio anal. Lo miré por encima de mis hombros, de costado...NO PARABA DE PAJEARSE.

Mi vecinito sonreía mientras me follaba el culo con mi propio dedo para provocarlo, y nervosamente sacudía mi polla.
De repente me sentí como embrujada y quise comerme ese pene y sin tardar, en silencio me arrodille separé sus manos de mi presa
y me lo tragué asi hasta el fondo de mi garganta, comenzando una húmeda y sabrosa mamada. Ahora esa polla era mía y quería disfrutar de su sabor, de sus latidos en mi boca, mientras lo hacia gemir de gusto con cada mordisco y lametón sobre su tronco y sus
huevos casi lampiños.....Ya note que su leche comenzaba a brotar cuando separé mi boca unos centímetros y lo acabé con mi mano... una enorme y caliente corrida saltó a mi cara llenando mis ojos y cara. Retiré mi mano y volví a aplicar mi boca para vaciarla por completo, hasta la última gota de semen, mientras mi vecino gemía y gritaba de placer.

Despues de su eyaculación me incorporé y apoye mi pierna derecha sobre el reposabrazos del sillón, dejando mi polla tiesa a la altura de su boca. Javi entendió perfectamente lo que le estaba pidiendo y se trago todo mi sable.

Su mamada era la de un experto, mientras me colocaba dos dedos dentro de mi ojete y dedeaba a conciencia, su boca y lengua hacia que me corriera con un inmenso grito de gusto.

Acabo todo y satisfechos los dos nos tumbamos en el suelo juntos, y mientras nos mirabamos intensamente entendí que quizás mi vecinito no fuera tan inocente e inexperto como me suponía.

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Me encanto tu relato y me hizo recordar experiencias similares con vecinos estudiantes! Espero leas y comentes mis relatos tambien

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