La Ladrona.
( Relatos Cuerno )


La ladrona.

Nunca tuvimos gusto por lo ajeno, hasta que cometimos un error, cuando uno entra a un shopping piensa que más de una prenda se perderá y nadie echará de menos el faltante.
Siempre íbamos al mismo en la capital, siempre terminábamos en la misma tienda, a mi mujer se le iban los ojos por algunas blusas y bijouterie.
Nunca la creí capaz de robar pero aquella blusa se le había convertido en una obsesión y yo no lo sabía.
En dos ocasiones se probó la blusa pero ella se negaba a pagar los 1200 pesos que esta valía, aunque yo le insistía que los pagara.
-“ ! No voy a pagar 1200 por esto, es un robo, no lo vale ¡”-, insistía ella.
-“¿Pero te gusta no?”-, le respondía yo.
-“Sí, está divina”-, se lamentaba ella.
Pero un día, pasó algo inesperado, me distancio de ella para ver unas tablets y otras cosas, de lejos puedo verla que se mete en el probador, luego al rato sale.

Avanza unos diez metros, veo que dos hombres de la seguridad la detienen,uno es alto cincuentón de bigote y pelo ya canoso, pelo con corte militar y unos profundos ojos azules, el otro bajo y regordete, hablan, la veo a ella contrariada, perpleja, el hombre mayor que parece el jefe, lo medita,luego le dice a su subalterno que él se hace cargo y lo manda a otras tareas, el veterano queda a solas con mi mujer, la mira de arriba abajo, luego mira hacia arriba como buscando algo, la toma a ella de una muñeca y la lleva a un rincón que forma esquina, veo como discuten, ella llora, yo me acerco, veo como el tipo le levanta la camisa a mi mujer y arranca algo de la prenda de debajo, luego le revisa la cartera y se le queda con el documento de identidad.Escucho que se despide con un, -“Ponte algo lindo”-, luego desaparece en el corredor entre la gente.

Ella viene hacia mí, muda, seria, pagamos lo comprado en la caja y nos vamos al hotel que buscamos por el fin de semana.
Llegamos y le pregunto.
-“¿Qué fue eso del Shopping?”-.
Levanta la camisa y me muestra la prenda de debajo, ¡ era la camisa de los 1200 $ ¡, creo intuir lo que pasó.
-“¿Eres estúpida, la robaste?”-, le pregunto con preocupación.
Llorando se desploma y confiesa.
-“ ¡ Sí y me pescaron, el tipo era el jefe de seguridad, me iba a entregar a la policía, yo le pedí que por favor nó, que pagaría la prenda, que haría lo necesario, lo pensó y me llevo a un rincón ciego para las cámaras de vigilancia, me dijo ahí que tenía la filmación y que sino acudía a las 01:00 Am a la puerta de proovedores del Shopping entregaría la cinta a la policía, luego arranco la barra magnética de la prenda y me sacó el documento, dijo que me lo daría si colaboraba”-.
-“¿No sé que hacer, me tiene atrapada?”-, gimotea entre sollozos.
Tras pensarlo varios minutos se me ocurre algo y se lo comento.
-“Vamos a hacer lo que pide el hombre, vas a ir”-.
-“¿Estás loco y si son más de uno, sabe Dios lo que quiere?”-, responde ella temerosa.
-“No, no creo, parece ser el solo, llevaba alianza de casado y no creo que quiera que más gente se entere”-, le tranquilizo.
-“Esta es la idea, cuando el te abra la puerta, tendrás que distraerlo y colocar una bola de plasticina en el hueco de la cerradura para que la puerta quede abierta, luego ustedes se van, yo entro y busco la sala de vigilancia, tomo la cinta de ayer y toco la alarma de incendios o apago las luces, algo que tire por tierra la intenciones del hombre, los obligue a interrumpir y tú escapar, sin la cinta no tiene pruebas”-, le digo.
Ella sin más opciones acepta el plan.
-“Ponte algo seductor, que rompa su mente fría para que se haga descuidado”-, le sugiero a ella.
Ella de por sí es guapa, morocha, pelos largos y lacios, buenas curvas y generosos pechos, pero esos tacos, la mini y un gran escote, la hacían irresistible.
Acudimos antes, pudimos ver el cambio de guardia, nuestro hombre hacía solo la vigilancia del local comercial parecía cumplir el horario de 24:00 a 06:00.
A las 01:00, llamó ella a la puerta yo me oculté, él hombre abrió y solo dijo, -“¡ Guauuu ¡”-, al ver a mi mujer, el hombre miró hacia todos los lados para ver si no había intrusos,mientras acariciaba la funda donde portaba un 38 largo, no bajaba la guardia.Mi mujer intuyó que todo podía irse al traste y le dijo al tipo nerviosa.
-“Bueno ya estoy aquí ahora dame mi documento”-.
-“No lo tengo conmigo espera que lo voy a buscar, entra que no te vea nadie”-, pide él fijando su vista en el generoso escote de ella.
Ese era el error esperado, ella pasa, pero no deja cerrada la puerta, yo salgo de mi escondite, abro la puerta y me cuelo, luego cierro, ella espera ahí, oigo pasos él ya viene, yo me escabullo por una puerta.Tardo cinco a diez minutos en dar con el cuarto de vigilancia, de casualidad me topo con una puerta que dice, SOLO PERSONAL AUTORIZADO, abro y da a un vestidor pero otra puerta interior da al cuarto buscado, diez monitores que incluían audio y video, un teclado, un monitor donde de podía seleccionar las cámaras de un recinto en particular y con un joystic se podía acercar alejar o variar el ángulo de la cámara seleccionada, teléfonos, walkietalkies, cargadores y llaves de luces.
Sin perder más tiempo, ubico la grabadora y en un armario, ordenadas por fecha las cintas tomo la del día anterior y me la guardo, son CDS, ocupan poco sitio.
Voy a pulsar el botón de luces, todas pues no sé que apagan, pero me detengo unos minutos, al ver a mi mujer, sentada en la plaza de comidas frente al hombre, tomando bebidas.
A ella se le ve nerviosa, alterada, ubico la cámara y activo el audio.
-“Me debes un gran favor, vamos nena…a ver si me lo pagas”-, le dice el hombre.
Luego la toma de una mano y la lleva a un ascensor, de ahí van a una gran tienda de muebles donde hay dormitorios, livings y hasta baños, armados y funcionales para demostraciones al público.Ella mira hacia arriba y todos lados en busca del apagón salvador que tarda en llegar.
Mientras le debe seguir el juego, hasta la señal.El hombre se despoja de su uniforme, antes ingiere dos píldoras azules, se sienta frente a ella y le ordena, -¡Quítate la ropa ¡, poco a poco mi esposa, se desnuda,dejando caer su falda, quedando en bombacha y sujetador, él la mira de arriba a abajo, extasiado el dulce bocado que se va a comer, si lo cuenta a sus compañeros no le creerán a sus 50 años ese cuerpito solo para él, el viagra le garantiza durar y gozarla, la deseo desde que la vio unas semanas atrás probarse la misma blusa, su olfato de policía jubilado no le falló, sabía que ella volvería por esa blusa a comprarla o…robarla.

Ella roja de vergüenza intentaba cubrirse con sus manos ante la lasciva mirada del hombre.
Yo miraba, era como una película, no sabía hasta donde ella estaba dispuesta a continuar, nunca la había visto con otro y eso me generaba unos deseos perversos un morbo terrible, después de todo ella solita se había buscado esa situación.Mi mano jugueteaba con el pulsador de las luces pero no me decidía a apagarlas.
Ahora el veterano, se despojaba de su última prenda unos calzoncillos, dejando a la vista un velludo pubis del cual salía como un cañon en la jungla una pija enorme, endurecida por el medicamento ingerido.
-“Ven aquí pequeña ladrona, tengo esto para tí “-, le ordenaba él, pelando su verga mostrando el rojo e irrigado glande.Ella temblando miraba al cielo hacia las luces, mientras caminaba hacia el hombre desnudo.La ladrona.
Ella con timidez se arrodilla y procede a mamarle ese gran falo erecto, el hombre le tomo de los pelos y hunde su verga en la boca de mi mujer hasta la campanilla mientras ella golpea las piernas del hombre para que la deje respirar.
-“Huummmmgg”-, grita ella al borde de ser ahogada por una pija.
-“Vamos, chupa zorra, así…así”-, le grita él.

-“! Ahhhhhhh , bebe ,bebe mi caldito ¡”-, gimió el vigilante, a la vez que disparaba una dosis de su semen hacia dentro de la garganta de mi mujer.
Ella hace arcadas parece que fuera a vomitar.
-“! Trágalo todo, no está permitido escupir aquí, ja, ja ¡”-, ordenó el veterano.
Ella tose pero termina por tragar el espeso, viscoso fluído que picaba en su garganta.
El hombre empuja a mi mujer sobre una cama ahí armada, ella cae de cara, dejando su culito hacia arriba, acaricia sus piernas y muslos, su espalda, de repente,tira del sujetador , rompe y lo arroja a un lado, luego mete su mano en la bombacha y tira de ella hacia arriba con violencia, tanto, que la prenda de convierte en tres tiras unidas, una de ellas de mete dentro de las nalgas de mi chica,tira tan fuerte que logra elevar la cintura de ella por sobre la cama, las costuras revientan y de la bombacha solo le quedan las marcas dejadas en la piel.
A su merced y desnuda queda mi mujer sobre una cama frente a un viejo extraño.Tengo una erección terrible, masajeo mi verga mientras me relamo viendo el monitor.
Veo como el hombre como un poseso separa la piernas de mi mujer, hunde su boca en las nalgas de ella, con su lengua recorre la raya de su culo, se toma su tiempo, es inegable que el hombre sabe como coger a una mujer y lo hace con esmero.Con sus manos la masturba con éxito logrando que ella se moje, luego con su lengua termina de lubricarle la concha y culo en un espectacular beso negro.
En forma inesperada, el hace una maniobra policial, con unas bridas (latiguillos) de plástico ata las manos de mi mujer a su espalda, ¿la está arrestando desnuda?, cuando creo que el sexo se ha terminado y a punto de yo apagar las luces de la instalación, el salta sobre ella, con sus rodillas separa las piernas de mi mujer como todo un oficial de la gendarmería, unta con saliva su verga pero apunta a la entrada de servicio.
-“¿Qué?...! No, no, por ahí noooo¡”-, grita ella al adivinar las intenciones del perverso vigilante.
El glande del hombre hace contacto con ano de ella y poco a poco con determinación y fuerza logra entrar mientras ella desesperada por el dolor que causa esa jeringa de carne que la invade, 20%, 50%, 70%, 100%, todo el pene dentro, enculada ella grita y mueve sus caderas a un lado y al opuesto en un vano intento de sacar el plug humano de dentro de ella.
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Unas fuertes manos le azotan las nalgas y luego le sujetan las caderas, prisionera, sometida, solo puede esperar que la posea.
-"No te resistas, será peor sino"-, brama el hombre.
-“Haaaaaayyyyyyy, me dueleeeeee, nooooooo....aaaaaaahhhhhh, auuuggggghhh”-, lloriqueaba, mientras la jeringa entraba y salía, por largos, interminables minutos antes de inocular sus 10 cc de elixir de macho dentro de sus entrañas.
Un grito masculino un largo -“! Ooooooohhhhhhfffff¡”-, indica que le han introducido un supositorio líquido de esperma.
Con ella aún atada, él se fuma un puro a su lado, relajado, mientras ella trata de mitigar el ardor de su culo roto y aguantar las ganas de ir al baño, que le produjo el enema de esperma.Luego de cinco minutos la desata.Con leche en su garganta y en sus tripas ella espera que el viejo estuviera saciado de su sed de sexo y la dejara ir.
-“Ponte como un perrito nena, tengo más para darte”-, le pide él mientras masajea su pene erecto.
Ella que no ha logrado evadir, evitar ser cogida por el hombre, ya fué poseida, enculada gozada, consumando el coito contra-natura, ahora obedece resignada esperando que sea rápido.
Se pone en cuatro, abre sus piernas.
-“Abre más las piernas, que mi verga es grande y quiere entrar toda”-, le ordena él.
El apunta su glande a la vulva cerrada de ella y poco a poco la penetra, todo el pene entra venciendo la resistencia de su apretada vulva, unas manos grandes y callosas le ordeñan sus tetas.Sin desearlo ella se moja, veo como las luces brillan en su cuerpo, es porque suda, no puede reprimir esas prohibidas sensaciones que como un golpe electrico suben por su columna vertebral y la hacen gemir.
-“Ahhhhh…aaaaahhhhhh…aaaaaahhhhh”-, gime ella, poniendo los ojos en blanco, entreabriendo su boca, clavando sus unas en el colchón a la vez que sus pezones crecen y se ponen duros como rocas, su piel erizada, tanto que se puede escribir en ella.
-"! Haaaaaayyyyyyyyyyyyyy,siiiii, que ricooooo!"-, sin poder contenerse, bramó ella ,olvidando quien la estaba garchando en ese instante.
Ella inconscientemente movía de gusto en forma circular sus caderas.
-“ ¡ Ahhhhh, rayos... como te gusta la pija nena, estas caliente como estufa ¡”-, grita asombrado el hombre al notarlo.
Otra vez le suben los colores a mi mujer al reconocer que sí, lo estaba disfrutando como perra en celo.
-“Date la vueltita”-, ordena el tipo.
Ahora sí la puede ver totalmente desnuda de frente, no había podido antes, se relame viendola, abierta de piernas enseña su concha levemente abierta toda rasurada no esconde nada, la ve al detalle, hasta sus lunares en pubis y glúteos, sus tetas comibles, su piel suave y joven.
Ella no lo mira,la vergüenza, el pudor la invade...el miedo a gozar como sucia, esquiva verlo y ve hacia un lado.

El sumerge su boca y bigote en la concha de mi esposa, la abre con sus manos hasta visualizar el pequeño orificio que conduce al útero, saborea sus fluidos salados, sube por su ombligo, sigue hacia arriba se muerde los duros pezones, sube y busca la boca de ella sin suerte, se conforma con morderle el cuello y dejarle varios chupetones escarlata mientras sus dedos pellizcan el clítoris de mi cónyugüe sacándole agudos gritos.

Nuevamente es penetrada, las piernas de mi mujer rodean el cuerpo del hombre pero sin fuerzas.
El hombre mueve sus caderas con tanta intensidad que parece un pibe de 20 años, ella gime y poco a poco se va calentado, mojada, su vulva se abre.
-“Ahhhh…ahhhh…aaahhh…hummm, así, así”-, gime ella involuntariamente.
Veo como las piernas de mi mujer se tensan y atrapan al hombre en un muy real abrazo carnal, ella suda y goza el coito, me sorprende gimiendo un orgasmo y luego otro, no eran fingidos.
-“Aaaaaahhhhhhh,así…así…ya,ya…ya vieneeeee…aaaaaahhhhhhhh, aaaacaaaabooooo”-, gran orgasmo de mi mujer.
Ahora el hombre busca la boca de mi mujer y la encuentra, es bien recibido, metiendo su lengua hasta la garganta de ella.
-“¡ Ufff, ufff, no doy más…dame la leche…porfa ¡”-, gime ella.
-“¿Quieres mi leche dentro?”-, jadea él.
-“! Siiiii, lléname¡”-, ruega ella, mientras le clava las uñas en su espalda.
-“Aaaaaaahhhhhhhhh, papiiiii”- y un -“Oooooohhhhhhh, siiiiii”-, me indican un orgasmo simultáneo que me causa envidia, ella mueve las caderas al tiempo que siente como el calinte y fértil esperma del hombre, llena su útero su vagina, invade trompas y ovarios inseminándola,la forzada pareja ha consumado el coito, el acto carnal en toda su regla.
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Ahora el hombre sale de arriba de ella, con su verga flácida goteante y sus huevos arrugados vacíos, dejándola a ella jadeando despatarrada desnuda,gozada por un extraño, visiblemente fornicada, dejando que se vea toda la vulva abierta irrigada, pintada de blanco, burbujeando, haciendo globitos, chorreando desde lo profundo de su concha hacia el finísimo acolchado de muestra, manchandolo de blanco.

Era un bautismo de leche.

Me excita la imagen me masturbo llenando de leche la moquette de la oficina.

Para mí fue suficiente y creo que para el vigilante también, la magia del viagra tenía consecuencias y se sentía como si hubiera subido las escaleras de un edificio de 20 pisos al toque y a sus 50... queda echo trizas, mi mujer limpia el esperma que le cae con toallitas es mucho, tarda, veo que se pone la camisa sin que el hombre ponga objeciones, pero en forma inesperada la traiciona y le dice que la hará venir a coger con él las veces que el quiera y tal vez invite algún amigo, guardará la grabación.
-"! Eres un cerdo ¡"-, le incrimina ella al imaginar aquel vigilante gordo sudoroso sobre ella.
-"! Tú una ladrona y una vulgar zorra, harás lo que te diga sino quieres ir en cana y una carcelera te viole ¡"-, aclara él.
Antes que todo se me escape de las manos pongo en obra el plan de escape, pero antes decido sacar la grabación del polvo echado a mi mujer, tras tres horas de sexo, tomo una papelera y le prendo fuego, salgo corriendo hacia la puerta trasera por la que entré, si la abro sin la clave suena la alarma de intrusos, así que espero que suene la alarma de incendio una alarma tapa la otra.Suena la alarma, abro y escapo.
Intuyo que al sonar la alarma aparecerán bomberos y el vigilante habrá ordenado a ella vestirse rápido y escapar para no comprometerlo.Y fue así, ella sale a medio vestir de dentro del Shopping, con los restos de su sujetador y bombacha en sus manos y los trata de ocultar a mi vista haciendo con ellos un pequeño bulto que descarta con suma rapidez en un contenedor de basura.Escapamos del lugar antes que el vigilante descubra la maniobra y los videos faltantes. El tipo no hará nada por miedo a que el video de él con mi mujer termine en manos de su esposa, pero mi mujer ignora su existencia.
-“¿Porqué tardaste tanto…tres horas?, preguntó ella.
-“El cuarto estaba oculto y me costó encontrarlo”-, le miento yo.
Luego le muestro el video de su pequeño hurto y se tranquiliza.
-“¿No nos viste por ahí?”-, preguntó ella.
-“No, pues ¿qué debía ver?”-, pregunto haciéndome el idiota.
-“Nada…nada”-, responde ella.
Veo que camina con dificultad, sabiendo la respuesta igual pregunto.
-“¿Dime qué pasó?”-, le interrogo.
Tras un largo silencio de ella, repito la pregunta.
-“! Pasé un infierno ¡”, me dice ella con una verdad a medias.
-“Tuve que dejarme coger por el vigilante, busquemos una farmacia de guardia”-, confiesa ella.
Salimos y encontramos una abierta, compramos una píldora del día después, para no darle más herederos al viejo guardia.

Tras una larga ducha viene a dormir,cuando estuvo dormida retiré las sábanas que la cubrían para mirar de cerca, las marcas del tironeo de su bombacha, los chupetones y las nalgadas.
esposaorgasmosemen
Espero que lo vivido le haya servido de lección, nunca quiso darme detalles de esa noche, nunca me dijo lo que el tipo le hizo, no ha tenido traumas ni pesadillas, tampoco intentos de autoeliminación.

En el Diario........., salió solo una breve referencia, "Una colilla en un cesto de basura dispara las alarmas de incendio en el Shopping de.........., no hubo que lamentar pérdidas materiales o de vidas por la rápida actuación de la seguridad interna" y otro artículo interesante, "Quejas de usuarios ante la liga de defensa del consumidor, por venta de ropa de cama sucia, manchada o usada en importante tienda ubicada dentro del Shopping de............., los vendedores de la tienda aseguran que es ropa nueva, habrá una investigación interna por sospechas de boicot"Cada tanto miro el video me pone a mil.FIN.




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Nombre do Relato


Codigo do Relato
4245

Categoria
Cuerno

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