Recuerdo era un viernes y yo aguardaba la salida de Joaquín.
Para romper con tanta solemnidad siempre existe alguien que sale de lo común y a mí en particular desde hace tiempo me llamaba la atención una hermosa mujer de pelo castaño con algunos reflejos rubios que aunque vestía habitualmente pantalones joggings holgados me seducía ya que se le marcaba un culazo extraordinario por más que sus prendas no sean adherentes.
Al fin llegó la hora, se abrió la puerta y los alumnos salieron en estampida. Esperé donde siempre pero ese viernes pasó que me desconfiguró mi rutinaria vida.
Belén (la mami que me gustaba) estaba vestida ese día de un modo muy sugestivo. Vino distinta, tenía un vestido de tela estampada color crema tan corto y escotado que daba la sensación que más que vestido era un camisón. Ella se encontraba charlando con un grupo de madres cuando avanzó algunos pasos y se agachó para recibir a su hijo que vino directo a ella. Rodilla en piso, abrió los brazos tanto como pudo y se inclinó hacia delante para abrazarlo y al agacharse y con la brisa de la tarde un tanto se le levantó su mini camisón y quedó con medio culo al aire.
Me volví loco al verla así en tal postura y más me excitó descubrir la diminuta tanga blanca que tenía puesta la mamá de Santino.
Madre mía, qué culazo. La verdad siempre me pareció llamativa porque es alta, de buenas curvas y muy linda de rostro, tiene unos labios carnosos y la mirada penetrante y seductora. Y si ya llamaba mi atención cuando la veía con ese jogging gris en particular, desde ese momento en que se agachó y el viento de la tarde hizo lo suyo algo cambió en mí y me obsesioné aún mas con ella.
Belén se puso de pie y se acomodó la ropa. Le presté más atención que antes y vi que la tela del vestido desde atrás le marcaba a la perfección el contorno de su minúscula ropa interior. Un perfecto triángulo pequeño de color blanco se dibujaba bajo su vestido. Acto seguido tomó la mochila de su hijo, se dió vuelta girando hacia mí y me vió de lleno mirándole el culo.
Como si se tratara de una jugada de fútbol quedé en Off Side. Me captó perfectamente mirándola sin descaro.
Ahora voy a quedar como un baboso, me va a detestar fue mi primer pensamiento. Jamás antes había mirado a Belén con ninguna intención, pero hoy fue diferente. Verle la tanga despertó mi lado perverso sin dudas porque tengo un fetiche con esa clase de ropa interior femenina.
Y si bien me miró fijo a la cara yo con vergüenza hice lo mismo pero para mi asombro Belén no parecía molesta, al contrario, me miró con una leve sonrisa.
Ese cruce de miradas duró un flash, y cuando nos empezamos a ir la tentación me pudo y me quedé un tanto atrás para echarle un último vistazo.
Cuando Belén se dirigía a su Ford Ka Tatoo estacionado en diagonal a la puerta del colegio mis ojos se quedaron fijos viendo ese terrible culazo menearse tan sensual al cruzar la calle. Caminaba erguida y segura con esas sandalias blancas suela de corcho con unos tacos chinos de tal vez unos diez centímetros. Estaba hecha una milf de esas que aparecen en los videos porno y atraía la mirada de todos. Que hermosa mujer!!.
Ya dentro de su vehículo al pasar frente a nosotros me guiñó el ojo para mi sorpresa algo que jamás hizo antes.
Estando en mi departamento no me la pude quitar de la mente. Me volvía loco imaginando quien sería el afortunado que la desnude y le haga el amor con locura. Y todos esos pensamientos me nublaban la mente y desee ser yo quien le baje esa tanga lentamente.
Al día siguiente y volviendo a la rutina llegué más temprano de lo habitual, me sentía curioso y expectante con muchas ganas de verla ya que ella siempre era de las primeras en aparecer.
Mi corazón latió a mil cuando la vi estacionar su pequeño auto color blanco.
Y como no había ningún otro padre de nuestro grupo de conocidos bajó del Ford Ka y vino directo a mí.
_Hola como estás _ me dijo mientras se acercó fresca y radiante como todas las tardes con su sonrisa característica.
_No te molesta si me quedo a hacerte compañía?
_Claro, no me molestas para nada_ Le dije mientras me agaché para fingir atarme los cordones pero fue la excusa perfecta para clavar la vista en ese pantalón de jean puesto como a presión marcando sus curvas con forma de guitarra y pude verle los pies así tan de cerca y sus uñas estaban recubiertas por un esmalte perlado que resaltaban en esos deditos preciosos. Sin dudas sus pies eran perfectos como todo en ella.
Me dijo su nombre y yo le dije el mío y entre cosa y otra disfrutamos esa primera charla de a dos, y así se nos hizo costumbre encontrarnos y conversar de lo que sea.
Ya no podía negar que me gustaba. Que mujer tan fina, delicada y cautivante tanto cuando hablaba como cuando se movía y más si estábamos cara a cara se acomodaba el pelo y me despertaba mil fantasías.
Y como todo un caballero siempre le cedía el paso porque buscaba quedarme detrás de ella para mirarla sin disimulo.Tenía la sensación que ella lo sabía y se prestaba al juego, pero no estaba del todo seguro.
Entre tanto hablar y más en confianza me contó que estaba divorciada y que las cosas con su ex no estaban del todo bien. Mi situación sentimental tampoco era la mejor pero preferí no decirle. Sería solo para arruinar el momento.
Nos miramos fijamente, nos invadió un silencio cuando de la nada se despidió y se fué junto a su pequeño niño.
Ese fin de semana fue interminable, la pensé todo el tiempo y mis pajas por esa mujer eran como un cable a tierra y más ahora que sabía que estaba sola. Me gustaba todo en ella, pensaba en sus pies, sus manos, su voz y cuando la imaginaba de atrás era inevitable y la leche saltaba sola.
Tenia que encontrar la manera de que nos sigamos viendo. Ya veinte minutos afuera del colegio me eran insuficientes entonces me animé y le pedí su número de celular, y la excusa fué perfecta ya que a Joaquín siempre se le olvidaba copiar toda la tarea y necesitaba de alguna madre que me la pueda facilitar.
Belén sin problema me lo dió y así empezamos a escribirnos vía WhatsApp.
Y como unos días me tuve que ausentar por un viaje fue motivo para escribirnos todo el tiempo y a mi regreso acordamos vernos el fin de semana.
Llegó el día, su ex esposo se llevó al hijo de ambos a pasar el fin de semana por lo que teníamos vía libre para vernos.
Día sábado, 3 PM, una ciudad desierta y estando a unas cuadras de llegar una lluvia torrencial me sorprendió, señal que era el día perfecto para hacer el amor. Llegué y vi que vivía en una casa preciosa en un barrio residencial.
Cuando estacioné Belén miró a través de la cortina y me abrió la puerta.
_Hola cómo estás? Pasá que estás empapado_ me dijo con un brillo especial en la mirada, y yo estaba loco al verla.
Pasé, cerramos la puerta y me abrazó sin importarle que mi ropa mojada haga contacto con su cuerpo.
Me tomó por sorpresa ese abrazo, la noté feliz y entusiasmada por mi presencia y mis ganas me delataron, con el contacto físico mi pene estaba reaccionando. Se me paró de manera difícil de disimular y de seguro ella lo sintió.
Y no era para menos... Belén se puso el mismo vestido/camisón de color crema con estampas florales que aquel viernes llevó a la salida del colegio y para mi perdición la misma e indisimulable tanga blanca. Era como volver a empezar, un sueño que se hacía realidad.
Descalza y caminando en puntas de pie me tomó de la mano y nos fuimos a su cocina/comedor.
La madre del compañero de mi hijo estaba tan sexy que me despertaba mi lado más degenerado, pero a su vez la notaba tímida y algo retraída, no daba ningún paso más, o tal vez esperaba que yo ataque primero.
Preparó café y afuera el cielo parecía que se iba a caer. Diluviaba como nunca, nos sentamos frente a frente y hablamos tanto que el tiempo parecía que se detuvo.
_Te puedo preguntar por el padre de tu hijo?
_Se llama Adrian y estamos separados hace ocho meses. Ya no daba para más y decidimos ir por caminos diferentes.
_Y yo te puedo preguntar por tu señora? Como ésta semana no fuiste a buscar a tu hijo la vi todos los días, es más, me acerqué y le busqué conversación. Es demasiado linda... Y seguramente te tiene muy enamorado.
Entonces le conté que con la madre de mi hijo ya no estamos juntos pero seguimos teniendo muy buena relación.
La conversación se estancó y nos quedamos mudos después de hablar de nuestras anteriores parejas y la decepción era palpable para ambos.
Sin más que decir Belén se levantó para llevar los pocillos a la pileta y el silencio incómodo nos dejó sin más que decir.
Estando allí se inclinó ligeramente sobre la bacha sacando culo de un modo tan erótico y suficiente para que desde abajo asome otra vez esa tanga blanca que me enloqueció.
Y causó en mí el mismo efecto que esa vez cuando la vi agachada en la salida del colegio. La tela blanca metiéndose entre los dos cachetes, resaltando la redondez de las nalgas de esa milf divorciada era un placer que se ofrecía al tacto. Aquello que soñé casi a diario se hizo realidad, llegó el momento y la tenía ahí toda para mí.
Y mientras ella lavaba los platos y pocillos en silencio me acerqué a ella desde atrás, y ya con las ganas a flor de piel la tomé de la cintura.
Belén soltó un suspiro que le salió del alma. Su corazón latía a mil y lentamente dejó lo que hacía y cerró los ojos.
Se quedó inmóvil, nerviosa pero quería que continúe. Me agarré más de su cintura y Belén apoyo su perfecta retaguardia sobre mi bulto que para entonces ya estaba más que parado y empezó un suave movimiento de sube y baja, como si me estuviera masturbando con ese culazo.
Mis manos se posaron bien abiertas sobre sus glúteos por primera vez. Ese culo era un sueño y desde tiempo atrás se lo quería tocar, era mi obsesión.
_Belén...
_Sí?… que pasa corazón?
_Me volviste loco desde que te vi y hay algo que te quiero hacer desde el primer día _.
Belén sintió un escalofrío recorrer su espalda y me dijo _Dale haceme lo que quieras_ totalmente entregada. Tenía unas ganas locas de coger.
Levanté su vestido y me agaché a la altura de sus nalgas y por instinto se las mordí como queriendo arrancar un pedazo de carne.
_Ayyy eso querías hacerme? Me dijo sorprendida entre risas.
Pero en verdad yo quería hacerle algo más. Arrodillado detrás de ella le bajé la tanga y cuando se la saqué del todo me prendí de sus nalgas y las separé.
Sentí su calor más oculto a centímetros de mi cara y mi lengua empezó a descubrirla suavemente mientras no dejaba de masajear ambos glúteos.
Empecé así a hurgar su culo de una manera voraz. Me dijo que sentía un hermoso cosquilleo en ese orificio por el que su marido nunca había mostrado demasiado interés, cosa que me pareció imposible, porque de atrás Belén era una fuente de deseo para cualquier hombre.
La sentí muy caliente, se retorcía al sentirme ahí, en ese lugar tan prohibido. Con la otra mano hurgaba en su sexo hasta el punto en que los dos dedos que le había metido ya estaban por completo hundidos. Mientras tanto mi lengua se aventuraba en sus profundidades. Se metía dentro de su ano tan bien y ella colaboraba y se dejaba hacer.
—Qué rico culo tenes mi amor.. es delicioso_ le dije deteniéndome un instante para luego seguir con esa obscena obsesión de poder chuparle el culo. Me gustó su sabor pero de verdad, parecerá una locura pero fué así.
_Sos un cochino!! En serio me querías hacer eso? te gusta lamerme ahi? jamás lo hubiese pensado... Me decía entre risas.
Me agaché mas y succione el clítoris y eso le gustó y mucho. Belén no aguantaba más y cuando estuvo a punto de llegar al clímax me pidió que pare.
_Vamos_ me dijo. Y agarrados de la mano nos dirigimos a su habitación.
Entramos y nuestras lenguas se juntaron con desesperación.Y con ganas de más la hice girar cara a la pared, y volvi a adorarle el culo a manos llenas. No quiero ser repetitivo pero sentía el deseo de no salirme de entre sus carnes, me gustaba demasiado estar ese lugar y explorarla así de cerca.
Y de a ratos subía a besarle el cuello y lamer sus lóbulos desde atrás, sin soltarla.
_Mmm… me encanta, no pares por favor _ me dijo cuando se dejó caer sobre la cama levantando sus piecitos hacia el techo.
_Ponete en cuatro por favor Bel...
_¿Así? Ahora se había girado y poniendo el culo en pompa despertando mi lado más pornográfico. Era un infierno de mujer así con ese culazo expuesto.
_Tanto te gusta mi culo verdad?... Mi marido jamás me lo deseó así como vos te lo juro.
_Mmm... Sos muy perverso.
_ ¡Dios mío! Me estás matando!
Y yo lamía y lamía. Escondido entre sus cachetes, intercambiaba lengua y saliva en ese asterisco pequeño que sus firmes y perfectas nalgas resguardaban, mientras Belén las apartaba para facilitar el camino.
_Te quiero coger asi en cuatro patas...
_Hace lo que quieras pero hacelo ya!.
Acto seguido la abracé desde atrás, me prendí de sus tetas y empujé abriendo camino hasta el interior de Belén.
Ella entusiasmada giraba la cabeza y pedía un poquito más...y más y más. Estaba como loca.
Al cabo de unos minutos me obligó a tumbarme para sentarse a horcajadas sobre mí dispuesta a cabalgar.
_Ahora me toca a mí amor. Quiero sentirla hasta el fondo.
Y la noté dominante, Belén con el peso de su cuerpo y el contoneo de sus caderas me volvió tan loco que sentia que la leche estaba a punto de salir.
_No puedo más, te acabo amor!!
_No me acabes adentro por el amor de Dios... Me dejas embarazada y te juro que te mato, no me estoy cuidando_ Me dijo furiosa abriendo los ojos grandes.
_Si te embarazo me caso con vos pero quiero acabarte adentro preciosa, quiero que sientas como te lleno.
- No!! Eso no, estás loco?_exclamó ella saliendose de golpe.
_Dejame hacerte el culo, amo tu culo.
_Ay basta...sos un morboso y degenerado…!
_Me vuelve loco amor. Quiero darte mi leche justo ahí.
Quedó callada lo pensó un momento volvió a mí y me dijo _No sé, me gustaría que me acabes adentro... Pero por la cola no!
Me la chupó un rato provocándome con sus miradas para que le acabe en la boca, pero yo tenía un objetivo en mente y no pensaba ceder.
Finalmente se decidió... Y aunque yo quería ponerla en cuatro patas optó por montarse sobre mí e introducirla ella sola de a poco y con suma maestría.
Ya la tenía toda adentro y cual demonio en un exorcismo me provocaba diciéndome todas esas cosas chanchas que a los hombres nos gusta oír durante el sexo, tanto que lo que me doblegó la resistencia fue cuando me dijo _Llename toda con tu leche_.
- Sí si mi princesa. Ya viene... La sentís?
_Sí amor...dame toda tu lechita!.
_No puedo más... exploto!! Le dije y largué todo lo que tenía acumulado.
Belén se dejó caer fulminada y mientras nuestras lenguas se trenzaban le dejé tanta leche adentro como si fuese un toro reproductor.
Pasado el momento de tanta pasión nos dormimos, es más, me dormí con una profunda paz y hasta diría que fué más de lo habitual.
Habrá pasado mucho tiempo, tanto diría que empezamos a la siesta y al abrir los ojos ya se hizo de noche. Me despertó con unos tiernos besos y yo me sentía en el cielo.
_¿Cómo llegamos a ésto...Qué nos pasó? Me podés explicar?
_La culpa es toda tuya. Todo empezó el día que te vi con esa tanga que se te metía toda.
_ Ahh si? Tendrías que haber visto tu cara. Nunca nadie me había mirado con un deseo tan evidente… Me encantó y desde ese día me encantaste.
_Y no te asustaste de que te mire así como un pervertido?
Asustarme? Para nada... lo que si hoy comprobé que de verdad sos un pervertido cochino y degenerado pero hace tiempo que no me sentía tan bien con alguien. Fué maravilloso como me hiciste sentir que yo te gustaba.
_Entonces… ¿lo del vestidito y la tanga fue a propósito?
_Noo... para nada. Pero me alegré un montón de que ocurriera. Fue el destino que nos unió.
_Aunque te cuento que me esforcé en que así fuera. Traté de verme linda especialmente para vos los días que sabía que te tocaba venir a buscarlo a Joaquín al cole.
- ¿En serio?
- En serio... me gustabas desde antes.
- Desde cuándo? Y por qué?
_Uf… Yo creo que desde hace mucho. Desde que empezaste a aparecer por el cole tan tímido y tan formal. Y cuando empezamos a hablar me encantaste más.
_Y vos a mi, hermosa.
_¿Y de ahora en adelante qué hacemos? Le pregunté queriendo saber su opinión.
_ Y espero que muchas cosas… por el momento me encantaría que te quedes a dormir conmigo... y si te quedas por ahí me convences y te doy la cola. Y recién bañada, con el pelo mojado y estando en ropa interior me fué una oferta difícil de rechazar.
Me quedé sábado y domingo, dos días a solas y con lluvia de fondo. Después nos vimos cada fin de semana y asi ya no nos pudimos separar tanto que me mudé con ella.
Empezamos una vida juntos y Belén ahora está embarazada. Es una mami súper sexy con las ropas que viste y la veo así con su panza y me gusta tanto que le haría el amor hasta que cumpla las 39 semanas. Está hermosa con su gestación y tiene dos antojos: el primero es comer dulces y en segundo lugar todo el tiempo tiene muchas ganas de coger.
No me da un respiro, quiere sexo día y noche y yo le debo cumplir los antojos a mi insaciable princesa embarazada llamada Belén, la milf más hermosa de la salida del colegio.