Mi regalo con dos desconocidos (segunda parte)
( Relatos Transexuales )


Después del maravilloso regalo que recibí de parte de mi “novia”, me pasé toda la semana recordando la experiencia. Saber que había pasado una tarde increíble con dos desconocidos y que hicieron que me sintiera muy femenina y deseada no podía (ni quería) borrar la experiencia de mi mente. Tanto fue mi placer que deseaba compartirlo con quien fuera.

No pasó ni media semana de ese evento cuando tuve la oportunidad de contarle a mi “vecino amante” lo que me hicieron disfrutar esos desconocidos.

Mi “vecino” se presentó como ya era costumbre a solicitarme un favor. Quería que le prestara una escalera pequeña porque tenía que cambiar algunas lámparas fundidas que tenía en su departamento. Le dije que no había problema pero tenía que esperarme ya que tenía que buscarla entre todas los cosas que tenía en el patio de atrás. Lo invité a pasar y le ofrecí una taza de café.

Fui en busca de la escalera y, afortunadamente, la encontré rápidamente. Mi “vecino” estaba por terminar la taza de café y me preguntó que cómo había estado últimamente. A mi mente vino la tarde que pasé con los desconocidos y me mordí los labios. Él se dio cuenta y me volvió a preguntar. Cerrando los ojos y recordando el mismo estremecimiento que sentí al pensar nuevamente en el momento que tenía dos pares de manos acariciándome todo el cuerpo le dije sin titubear más. Me siento súper, le dije, ya que me dieron un regalo que nunca olvidaré durante mucho tiempo.

Con gran curiosidad me dijo: ¿Y puedo saber qué regalo te hicieron? ¡Claro..! ¿por qué no?. Si tienes tiempo te lo contaré a detalle. Me respondió que sí y en su tono de voz pude darme cuenta que se sintió entusiasmado. Pasé varios minutos contándole con gran emoción y con grandes detalles lo que esos desconocidos hicieron conmigo y cómo logré que también ellos se fueran totalmente satisfechos. ¡Vaya! Inquirió mi “vecino”, sí que la pasaste muy bien. Lástima que no fui invitado a tu “fiesta”.

Bueno, le dije, fue algo que ni yo misma me esperaba y te confieso que cada vez que lo recuerdo me vienen grandes deseos de volverlo a hacer. Lo dije con la intención de saber su reacción ya que pude darme cuenta que mientras le contaba mi experiencia me miraba con cierta malicia y con su mano se rozaba la verga por encima del pantalón. Y, me preguntó, ¿en este momento estás cachonda? Pues sí, le dije, de sólo recordar me vienen enormes ganas de volver a sentirme una nena y sentirme deseada como una dulce y cachonda mujercita. ¿Quieres que te ayude a sentirte bien mujercita? ¿Crees que lo lograrás? Le respondí. Pues vamos a intentarlo, ¿Qué te parece?

Está bien, solo dame unos minutos para transformarme y arreglarme para ti. Ok, me dijo, yo también quiero darte tu “regalo”. Los dos sonreímos.

Regresé transformada como una linda colegiala y mi “vecino” me recibió con un silbido de aprobación: waoooo, sí que estás linda, estás hecha una verdadera nenita. ¿Te gusta lo que ves? Le pregunté. Sí, sí… contestó efusivamente y sin más me tomó de las caderas y me arrimó a su cuerpo. Te daré tu “regalo” que te mereces. Sin esperar más bajó el cierre de su pantalón para sacar su verga y me dijo: “Anda putita, ya fuiste puta de dos desconocidos y ahora quiero que seas sólo para mí”. Me arrodillé frente a él y sin más me introduje ese miembro delicioso que ya tenía gotas de jugo preseminal en la punta que succioné con mucho morbo, le dirigí una mirada mientras lamía sus testículos y le recorría con mi lengua toda su verga. Ahhhhh…mmmmm, así, así… que rica puta eres, vaya que sabes cómo mamar las vergas, seguramente esos desconocidos supieron lo que es una puta de verdad. He de decir que la verga de mi vecino, sin ser muy grande, me gusta chupársela ya que la punta tiene la forma de un perfecto hongo que siento que está especialmente diseñada para la cavidad de mi boca. Es decir, que al tener su cabeza de hongo entre mis labios puedo rodearlo totalmente y tanto a él como yo nos causa un enorme placer que le succione únicamente esa cabeza de hongo. Y lo sé porque de la manera que se la succiono mi vecino no deja de gemir y decirme lo bien que siente mi lengua y mi boca en todo su falo varonil y remata diciendo que nadie le mama la verga como se la mamo yo. “Ahhhh…. Mi putita…. Bien que sabes lo que me gusta… así… sigue..sigue… mmmmmm anda… sé que te gusta mi verga y lo mucho que disfrutas teniéndola en tu boca…. Ahhhhhh… si si….. anda… sigue…. Mmmmm”. Y bien que me conoce, sabe que chuparle la verga me enloquece y me hace sentir más puta de lo que me siento y no pararía hasta verlo terminar.

“Espera, espera… no hagas que me venga putita, recuerda que te dije que te iba a dar tu “regalo”. Sí, es cierto… le contesté, pero… ¿qué es lo que me quieres dar? Pues si fuiste puta para dos desconocidos, ahora quiero que lo seas solo para mí, así que… quiero darte la verga por el culo pero de la manera cómo más te gusta. Y sé que lo que más te gusta es estar boca arriba con las piernas al aire y separadas, ¿verdad? Cerré los ojos y asentí. Pues anda, ven a acomodarte de la manera que quieras, así recordarás lo puta que fuiste aquella vez y sentirás mi verga que te encanta donde más te gusta.

Me dirigí al sofá y me arrodillé, quería que me penetrara primeramente ofreciéndole mis nalgas y abriendo el culo para amoldarlo al tamaño de su verga. Me quité la tanga y tomándome las nalgas le “ofrecí” mi entrada anal para que dispusiera de mi culo como él quisiera. Sentí como su punta cabeza de hongo lo colocaba en la entrada y poco a poco la empezaba a empujar lentamente hasta sentir todo su cuerpo recargado en mí. Ahhhhhh, dejé escapar un gemido de placer… Te gusta así, ¿verdad puta?... le respondí con otro quejido similar… ahhhhh…ahhhhhhh… Tomándome de la cadera empezó a empujar con más fuerza y yo seguía gimiendo y rogándole que no parara. Ahhhhhh… si… si… ahhhhh… asi… asi…. Mmmmmm… anda, papito… asi…. Me haces sentir bien puta…. Mmmmmmmm…. Ahhhhhhhh.

“Anda, puta… ruégame que no te saque la verga que tanto te gusta, y dime que esos desconocidos no te dieron una cogida como la que te estoy dando”. Yo no podía contestarle porque estaba loca de placer ya que lo tengo que decir, la verga de mi vecino tiene el tamaño exacto que se amolda a mi conducto anal y que su cilindro de carne se desliza como si fuera un pistón que entra y sale sin ninguna dificultad y más que provocarme algún dolor me produce un intenso placer que me hace vibrar como una loca. Y sí, le rogaba que no sacara su verga de mi ano y que quería que terminara ahí.

Pero volviendo a repetirme me dijo: “Quiero terminar en ti como a ti te gusta”. Sacó su deliciosa verga lentamente de mi culo el cual estaba tan gustoso que lo apretaba como queriendo sujetarlo para que no saliera, y dándome una pequeña nalgada me obligó a que la soltara. M levantó y me acomodó de tal manera de quedar boca arriba y, levantándome las piernas, me volvió a penetrar nuevamente. Al estar de esta manera separé lo más que pude las piernas y sentí nuevamente su verga en mis entrañas, tener las piernas al aire levantadas y ensartada con esa verga que me volvía loca fue el placer más intenso que pude recibir en ese tiempo. El ritmo con el que mi “vecino” metía y sacaba su deliciosa verga de mi culo era el más acompasado que pudiera sentir, ni muy lento ni muy rápido. Era justo el ritmo que hacía que estar recibiendo una cogida de esa manera, con las piernas levantadas al aire, con la verga más rica que mi culo ha sentido, con el trato que me daba mi “vecino” fue el “regalo” más especial que recibí en mi cumpleaños.

Terminamos al mismo tiempo los dos, ya que en el mismo momento que eyaculaba, sentí dentro de mí su rica leche que inundó todas mis entrañas y que gustosa la recibía con enorme placer. Ya que, de la misma manera que “atendí” a esos desconocidos y les di de premio lo mejor de mí, sabía que mi “vecino” se llevaría el mejor y más atento de mis tratos.

¿O ustedes que opinan mis queridos lectores?

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Foto 1 del Relato erotico: Mi regalo con dos desconocidos (segunda parte)

Foto 2 del Relato erotico: Mi regalo con dos desconocidos (segunda parte)

Foto 3 del Relato erotico: Mi regalo con dos desconocidos (segunda parte)

Foto 4 del Relato erotico: Mi regalo con dos desconocidos (segunda parte)


Comentarios


Me encanto leerte y revivir tu relato anterior pero con tu vecino rico. Espero tener un vecino como el tuyo que se amolde a mi ANOVAGINA y me siembre su esperma para sentirme más y mejor mujer como tú que gozaste estos tres machos! Un beso, Maikita
perfil maikol18


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Nombre do Relato


Codigo do Relato
5444

Categoria
Transexuales

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