Mi cumpleaños trajo muchos cambios en mi vida 4
( Relatos Confesiones )


Mi cumpleaños trajo muchos cambios a mi vida. IV
Hola queridos lectores, mi nombre es Gabriela, tengo 33 años recién cumplidos. Tengo una hija Alexa que recién cumplió 15 años, es muy parecida a mí un poco más bajita 1.50 mts, y con mi actual pareja tengo un bebé de 6 meses.
Soy bajita 1.55, de piel blanca, delgada 55 kg, normalmente soy de senos medianos, pero como estoy amamantando ahora están hinchados, cintura delgada y unas nalgas redondas y duras, tengo unas piernas bonitas bien torneadas, afines a mi cuerpo menudo.
A partir de hoy estos son nuestros juguetes, lávalos y cuídalos porque los vamos a utilizar mucho, si los quieres usar cuando no este te doy permiso, me escuchaste? Me dijo, a lo que apenas asentí con la cabeza, apenas alcance a sacarme el plug anal y me quede dormida.
Al día siguiente Alejandro se levantó temprano, se arregló, me dio un beso y me dijo: ahorita vuelvo arréglate para que vayamos a desayunar y se fue, me levante y me metí al baño, como si el agua borrara las malas experiencias, salí, recogí todo, lo lave muy bien y lo puse a secar.
Me vestí y espere a Alejandro que llego con un enorme ramo de flores, me dijo que lo perdonara, que le gustaba mucho y que quería hacer muchas cosas conmigo, que confiara en él, como siempre termino enamorándome nuevamente, fuimos a desayunar y luego a pasear, pasamos por una tienda de lencería erótica y entramos, comprándome toda clase de tangas de hilo, cacheteros, bras de encaje muy sexis, negligés transparentes y sensuales, trajes de baños muy escotados, toda la ropa no dejaba nada a la imaginación y algunos juguetes más.
Llegamos a la casa y me hizo modelarle todo lo que compramos, hicimos el amor muchas veces, al día siguiente me invito a ir a un hotel todo incluido, me hizo ponerme el bikini brasileño negro que me compro, que básicamente eran 3 triángulos pequeños, uno para cada pecho que apenas cubrían las aureolas y otro que apenas me cubría el pubis, y atrás solo eran cordones que se amarraban, dejando ver toooodo.
Me hizo ponerme unas sandalias de playa altas y un pareo de red que me compro, el carro lo dejo afuera así que tuvimos que caminar hacia el sintiendo la mirada de los vecinos y los hombres que pasaban, salimos de la ciudad hacia el hotel, como siempre llevaba su mano metida en mi entrepierna, hurgando con sus dedos mi vagina, estaba mojada, lo sentía escurrir, en un camino no muy transitado detuvo el coche, quede asombrada, abrió mi puerta y me hizo salir, me empino sobre la cajuela del vehículo, levanto el pareo e hizo a un lado el hilo de la tanga, le dije: nos van a ver, contestándome si se acerca un coche hacemos como que se descompuso este, sin darme tiempo a más, separo mis piernas bajo su short y ya traía una impresionante erección, metiéndomela hasta el fondo, ahhhhhhh gemí con fuerza y empezó a bombear frenéticamente, volteaba a los lados para ver si no venía alguien, el bombeaba y bombeaba, sentí palpitar su pene dentro de mí y explotar junto conmigo en un orgasmos, sintiendo escurrir el semen y mis jugos entre mis piernas, me tomo de la mano y me subió al carro, busque los kleneex para limpiarme y me dijo que no lo hiciera, se va a ver ahora que lleguemos, no me importa me dijo, que vean que estas cogida.
No tardamos en llegar al hotel, me abrió la puerta y nos dirigimos al lobby, sentía las piernas húmedas y pegajosas, había mucho sol, igual y pensaban que era sudor y crema bronceadora, nos asignaron una habitación en el tercer piso con jacuzzi, Alejandro se apresuró a llenar el jacuzzi, y me invito a meterme con él, dentro del jacuzzi nos quitamos toda la ropa y nos acariciamos como dos locos enamorados, me subía sobre el metiéndome su pene, me encantaba, estaba extasiada cabalgándolo, cuando me detuvo, se paró me tomo de la mano y me dijo ven, llevándome al balcón, no, le dije, es de día y hay mucha gente, no importa, me dijo, nadie nos conoce, abriendo la puerta corrediza del balcón y saliendo desnudos, me apoyo contra el barandal, me abrió las piernas y me penetro bruscamente, no pude evitar soltar un gemido, grita putita, que te vean que te están cogiendo, me dijo, metiéndomela cada vez con más fuerza, ahhhhhhh, ahhhhhhh, gemía desesperada, la gente abajo volteaba a ver que estaba pasando, y algunos señalaban, deseo pasara rápido, me sentía roja de vergüenza, Alejandro se tomó su tiempo para venirse, escurriendo toda. Terminamos y me llevo a la cama para terminar de cogerme.
Me hizo ponerme el traje baño otra vez, sin limpiarme, y sin el pareo, me tomo de la mano y me llevo a la alberca, en el camino al elevador, la gente me veía con morbo, me sentía desnuda, el elevador estaba lleno porque solo uno estaba funcionando y era la hora de la comida, nos metimos apretados yo frente a él, pero no pude evitar sentir algunas manos en mis nalgas y piernas, algún dedo tratando de colarse entre mis nalgas, hice como que no pasó nada para evitar problemas, camino a la alberca se nos quedaban viendo, por el bikini muy escotado o porque me reconocían como la chica que se estaban cogiendo en el balcón, sentía sus sonrisas insinuantes.
Nos bañamos, comimos, nos asoleamos, cuando llegamos al cuarto estaba el jefe de seguridad del hotel esperándonos, le dijo a mi marido que teníamos que dejar el hotel, porque algunos huéspedes se habían quejado, Alejandro le dijo que no volvería a suceder, que le daba una gratificación para que nos dejara quedarnos, Alejandro había pagado un buen dinero y no era posible que nos corrieran, me sentí culpable por gemir tan fuerte, debí haber sido más discreta, después de dialogar un rato y amenazar con llamar a seguridad pública y hacer más grande el problema, Alejandro le dijo: que podríamos hacer para pasar el incidente, el guardia se acercó al oído a Alejandro susurrándole algo, Alejandro puso cara haciendo evidente su desacuerdo, a lo que el jefe de seguridad le dijo, eso o se van!!!, que paso amor? Le pregunte a Alejandro, este pendejo quiere que se la mames, abrí lo ojos, que hacemos? Le pregunte, si no, nos van a correr, quieres hacerlo? Me pregunto. Si tú me lo pides lo hago, para no perder todo lo que ya pagaste, está bien le dijo Alejandro al jefe de seguridad, pero que sea rápido, se abrió el pantalón y se lo bajo sacando su pene moreno, con asco, me hinque y lo metí a mi boca apurándome para que se viniera rápido, afortunadamente no tardo y cuando sentí que se iba a venir lo saque, tirando su semen sobre mi abdomen, contento dijo, todo solucionado señor, que siga pasándola bien, se acomodó la ropa y se marchó, me metí al baño a lavarme la boca y el abdomen. Pasamos el resto de la estancia más tranquilos, regresándonos al día siguiente.
Los días pasaban, mis pechos empezaban a hincharse junto con mis pezones, mis caderas se hacían mas anchas, favoreciendo mis nalgas, mi barriga se empezaba a notar embarazada, y llego el fatídico viernes que tanto odiaba, que se iba con sus amigos y llegaba con sus copas encima, era de noche y baje a recibirlo, traía una bolsa, me dijo ponte esto y vamos a pasear, subí saque el contenido de la bolsa y era un putivestido muy corto, muy entallado y con transparencias, y unas zapatillas muy altas rojas que hacían que se me suba más el vestido apenas tapándome, busque una ropa interior que ayudara a ocultar todo lo que el vestido mostraba y baje, cuando me vio me dijo: QUE HICISTE??? QUITATE ESA PUTA ROPA INTERIOR SE VE HORRIBLE!!!!, pues no voy a ir así a ningún lado!!! Replique, recibiendo como respuesta la clásica cachetada, te quitas la ropa interior, te quedas sin nada abajo, te sueltas el pelo y te maquillas que parezcas mujer, no una niña!!!!, subí haciendo lo que me indico, maquillándome de más como protesta, cuando me vio me dijo: así está mejor, me tomo del brazo y salimos a la calle, dejo el coche un poco retirado y era un temprano, todavía había gente en la calle, sintiendo las miradas lujuriosas, me subí al coche y en el camino me empezó a meter sus dedos, no quería pero me arriesgaba a otra cachetada si me oponía, no pude dejar de excitarme y mojarme, afortunadamente el vestido era negro y no se notaba, paro en un table dance, se acercó a mi puerta el valet parking abriéndola, con mucho trabajo me baje para que no se me vea nada, pero sentí que el valet parking me devoraba con la vista, entramos y nos sentamos en una mesa de pista, Alejandro pidió unas bebidas y dijo: Salud, y me apure a tomarla…

…CONTINUARÁ.
Agradezco los comentarios que me han hecho sigan escribiéndome. Gracias.

                                




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Codigo do Relato
7889

Categoria
Confesiones

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