Mi cumpleaños trajo muchos cambios a mi vida 6
( Relatos Confesiones )


Mi cumpleaños trajo muchos cambios a mi vida. VI
Hola queridos lectores, mi nombre es Gabriela, tengo 33 años recién cumplidos. Tengo una hija Alexa que recién cumplió 15 años, es muy parecida a mí un poco más bajita 1.50 mts, y con mi actual pareja tengo un bebé de 6 meses.
Soy bajita 1.55, de piel blanca, delgada 55 kg, normalmente soy de senos medianos, pero como estoy amamantando ahora están hinchados, cintura delgada y unas nalgas redondas y duras, tengo unas piernas bonitas bien torneadas, afines a mi cuerpo menudo.
Me apresure a buscar el plug le puse bastante lubricante y con esfuerzo me lo metí, escuche su grito PUTAAAAA!!!! Me apresure a soltar mi pelo, medio acomodarlo y Salí del cuarto caminando a gatas, bajando las escaleras de esa forma, todas la luces estaban prendidas, las ventanas abiertas, si pasaba alguien vería todo, mi boca sangraba, sentía las lágrimas escurrir, mi barriga y mis pechos colgar y bambolearse, me puso una cadena de perro y me jalo de ella y me llevo en medio de la sala frente a un televisor grande que teníamos, me hizo subir a un sillón tipo butaca, para quedar a la altura, prendió la tele y pude ver un collage de fotos y videos de cuando estaba desnuda en la casa, de cuando fuimos al table, de todas las sesiones de sexo que habíamos tenido cuando llegaba tomado, me causó indignación y enojo, pero he de reconocer que también me causaba morbo, cosa que provoco que me sintiera excitada y muy mojada.
Alejandro se puso tras de mí y soltó una nalgada con fuerzas, y otra y otra, me ardía la piel de las nalgas, las sentía enrojecidas, de un golpe jalo el plug, sintiendo molestia por la brusquedad y que me quedaba el ano abierto, sin miramiento alguno, escupió su pene ensartándomelo de un solo golpe, soltando un alarido que segura estoy se escuchó en el vecindario, sentía me partía, me lastimaba, lloraba, el sin inmutarse empezó a bombear frenéticamente sin parar, poco a poco fui sintiendo placer, me llenaba, desee se viniera rápido, cosa que afortunadamente sucedió, llenándome toda, escurriendo por mis piernas mis jugos mezclados, se quedó quieto y sentí como se aflojaba la presión de su pene en mi ano, saliéndose de mí, una vez que se salió se dirigió al baño y yo me quede recuperándome, voltee a ver la ventana y entre las sombras distinguí que había gente mirando, me apure a apagar la televisión y luces y subí a bañarme, Salí del baño y el me recordó que no podía ponerme ropa a menos de que el me lo pidiera. Desnuda me acosté quedándome profundamente, dormida.
A 4 meses de casada y 7 de haber cumplido 17, había pasado por cosas que jamás hubiese imaginado, de ser una niña virgen de casa, a una mujer ya con amplia experiencia sexual, incluyendo habérsela mamada un guardia en un hotel, ser cogida por una travesti y manoseada por el ginecólogo, no tenía idea de a donde me iba a llevar mi matrimonio, pensaba si era normal lo que pasaba, si el amor lo justificaba, en fin, tenía la cabeza enrededada, solo buscaba complacer a Alejandro y no hacerlo molestar, porque cada que me pegaba me dolía físicamente y en el alma.
Algo que no comprendía era que me estaba gustando todo lo que me hacía, e incluso después de una traumática primera vez, buscaba repetirlo de manera voluntaria, fiel a las instrucciones de Alejandro, amanecía, me metía al baño me arreglaba me perfumaba y desnuda bajaba a preparar el desayuno, cuando llevaba el prisa, bajaba le servía y me sentaba a desayunar con él, pero en ocasiones me empezaba a cachondear, hasta cogerme, desayunaba y se iba, y me decía, no te limpies cuando vuelvo quiero encontrarte así, y como no tenía horario, sabía que en cualquier momento podría aparecerse.
Si necesitaba salir, me vestía sin limpiarme e iba a donde tuviera que ir, al principio me incomodaba salir con la ropa que me había comprado, pero me fui acostumbrando, y empezó a gustarme que me chulearan, que me dijeran cosas, incluso que se atrevieran a acercarse y buscar rosarse conmigo, a pesar de mi barriga ya grande, los hombres no dejaban de morbosearme.
Por el tamaño enorme de mi barriga y mis senos súper hinchados, la ropa me quedaba más pegada y más corta, cada que salía regresaba excitada, mojada, escurriendo por mis piernas como si fuera sudor, los vecinos estaban pendiente de mis salidas para ofrecerme un aventón, cosa que aceptaba fácilmente, me insinuaban que se escuchaban ruidos raros en mi casa y yo les decía que era la televisión, pero ellos y yo sabíamos de qué se trataba, no perdían oportunidad para hacer insinuaciones y yo cuidaba de dejar las posibilidades abiertas, me encantaba subir a los taxis o ubers y hacer como que me descuidaba y les dejaba ver de mas, me daban sus números de teléfono, me hacían invitaciones, en fin lo estaba disfrutando.
Un jueves llego Alejandro con una bolsa que metió a su closet, el viernes por la noche cuando estaba con sus amigos me llamo, escuchaba las carcajadas y el ruido de las botellas, me dijo: ponte el plug de cola de caballo, metete las bolas chinas y préndelas a su máxima velocidad, en mi closet hay una bolsa, quiero que bajes a la sala, dejes las luces prendidas, las cortinas de las ventanas abiertas y la puerta sin seguro, en la bolsa hay unas esposas ponte una en cada tobillo y una pata de la silla, ponte la máscara y asegúrate que no veas nada, luego te esposas las manos por detrás del respaldo de la silla y me esperas. Pero a qué hora vas a llegar? Le pregunte, baja ahora has lo que te digo, OBEDECE!, y no te importa a qué hora llegue!!!
Busque el plug y las bolas chinas, le puse lubricante y me lo metí poco a poco, sintiendo descargas de excitación, después metí la primera bola y me la metí, ahhhhhhh suspire, metí la segunda, la tercera y la cuarta, ahhhhhhhh.
Cabe aclarar que estaba totalmente desnuda, como debía, busque la bolsa y baje la sala, puse en el centro una silla, me senté, puse el vibrador a su máxima velocidad, sintiendo la vibración dentro de mí, me puse un lado de las esposas en mi tobillo y el otro en la pata de la silla, hice lo mismo con el otro pie, me acomode la máscara asegurándome de no ver nada, era imposible, se cerraba con un zipper por detrás y solo dejaba libre mi boca y dos huequitos en el área de la nariz, me coloque un lado de otras esposas en una muñeca, lleve las manos atrás del respaldo cerrando el otro lado de las esposas, me encontraba desnuda, expuesta e indefensa, me imagino como me veía, con mi barriga embarazada, mis tetas hinchadas, mis pezones más grandes y oscuros, y mi panocha con los labios hinchados y dilatada, pero esta vendada y esposada, no había marcha atrás, desee llegara pronto para acabar el juego, pero no fue así, conforme pasaba el tiempo me daba cuenta de lo que había hecho, que ya no podía hacer nada, empecé a pensar todas las cosas que pudieran ocurrir, que entrara un desconocido y me encontrara así, que pasara un vecino y al verme así se aprovechara de mí, pasaban mil cosas por mi cabeza, preocupándome.
Por otro lado sentía el plug anal abrirme, al estar sentada sobre de el cada que me movía me mandaba descargas internas, la vibración de las bolas chinas estaban al máximo, haciéndome chorrear toda, que tonta había sido, ya no podía hacer nada.
Paso mucho tiempo, perdí la noción, no sabría cuánto, mis sentidos se habían agudizado mis sentidos por estar vendada, el plug y las bolas empezaban a incomodarme, ya me había venido y estaba sentada sobre mis jugos.
Mis temores se hicieron presente, escuche ruidos en la calle, voces de hombres, trate de escuchar la voz de Alejandro, pero nada, escuchaba que se acercaban, desee que solo estuvieran pasando y no vieran nada, pero no fue así, los oí entrar a través de la reja que da a la calle, seguía sin escuchar a Alejandro, se escuchaban murmuros que no podía entender, risas, carcajadas, escuche abrirse la puerta, trate de zafarme pero no podía, quise ver algo, pero nada, si gritaba pidiendo auxilio y venían los vecinos que explicación iba a dar de mi situación, además si era Alejandro y gritaba me iba a ganar una golpiza, me quede helada, escuche pasos dentro de la casa, no sé cuántos eran, pero sentía que eran varios, sentía sus miradas, escuchaba sus murmuros, mira que puta tan buena decían, mira sus labios vaginales están abiertos y mojados decía otro, que ricas tetotas, uno más, creo que se orino, mira eso, otro.
Lloraba, sentía mis lágrimas caer por mis mejillas, estas llorando putita? Dijo uno, sentí unas manos manosear mis tetas, sentí que pellizcaban mis pezones, sentía liquido salir de ellos, sentí una lengua chupar el líquido, sentía manos en mis piernas, en mi cuerpo, dedos en mi panocha, no podía dejar de excitarme, era demasiado, chupaban mis tetas, succionaban mi leche, sentía lenguas, respiraciones, olores a sudor y alcohol, escuche una voz en mi oído que me decía, relájate amor, disfrútalo es un regalo, ya me di cuenta que te gusta que te morboseen, ya me di cuenta que te gusta ser una putita. Era la voz de Alejandro, sentí odio, rabia, estaba enojada, se había pasado, pero una cachetada me hizo reaccionar, ABRE LA BOCA PUTA Y COOPERA!!!, me dijo.
Sentí una verga en mi boca, y la abrí recibiéndola, sentí que abrían las esposas de mis pies, me pararon y sentí sus manos hurgando entre mis nalgas, entre mis piernas, sentía sus lenguas en todo mi cuerpo, me deje ir, no podía evitar gemir de excitación, sentía que me mordían las nalgas, las tetas, las piernas, sentía que me sacaban el plug anal y las bolas chinas y me quitaban las esposas de las manos, sentí como trataban de meter sus vergas por delante y atrás, sentía que entraba una y otra, podría sentir sus diferentes tamaños y grosores, me levantaban los brazos, besaban mis axilas con sus lenguas, sentía un orgasmo tras otro, el que me cogía por atrás me jalo al sofá sentándose en el sin sacármela, otro se acercó por delante penetrándome, otro me la metió en la boca y cuando ya no podía más se empezaron a venir, dentro de mí, en mi ano, en mi vagina, en mi boca, otros la tiraban en mi cuerpo, terminado me dejaron en el sofá como si fuera una muñeca de trapo, con semen en la cara, en la boca, en los pechos, entre las nalgas, entre las piernas, era una esponja de semen y jugos de todo tipo.
Los escuche irse, incluyendo a Alejandro, me dijo regreso mañana, me quede profundamente dormida en el sofá, no sé qué hora era, y escuche una voz que me decía, vecina estas bien?....
…CONTINUARÁ.
Agradezco los comentarios que me han hecho sigan escribiéndome. Gracias.

                                




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Codigo do Relato
7892

Categoria
Confesiones

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