Mis deseos fueron sus deseos...
( Relatos Transexuales )


Mis deseos fueron sus deseos…

Esperaba ansiosa la llamada de mi “invitado” para que me confirmara que llegaría a la hora acordada. Sonó el teléfono y mi cuerpo reaccionó; con gran emoción tomé la llamada y sonreí al comprobar que era la voz de él. Me había prometido yo misma que haría mi mejor papel de anfitriona para conseguir que mi “invitado” tuviera la mejor impresión de mí. Me había arreglado lo mejor posible esperando que a él le gustara. Tocó suavemente el timbre del departamento y lancé un leve suspiro para relajar la tensión que sentía. Abrí la puerta y le sonreí, él me devolvió la sonrisa y le ofrecí pasar. Al pasar cerca de mí percibí un agradable aroma masculino y no dudé en darle un abrazo de bienvenida. Él me correspondió tomándome con firmeza y le di un beso en la mejilla.

Lo llevé de la mano a la sala del departamento al mismo tiempo que le ofrecía algo de beber. Me pidió que le ofreciera un vaso con agua porque decía sentirse con mucho calor. Acudí a la cocina para tomar el agua que previamente había colocado en el refrigerador, ésta se encontraba lo suficiente fría para que mi “invitado” se refrescara. Me comentaba lo difícil que estaba el tráfico de la tarde en la ciudad y que temía llegar tarde a nuestra cita.

Platicamos de varias cosas hasta que, llegado el momento oportuno, retomamos la plática que habíamos tenido anteriormente por teléfono.
-Así qué, me preguntó, ¿tienes tus fantasías que deseas hacer realidad?
-Y quién no, le respondí. Seguramente tú tienes las tuyas.
-Sí, claro. Y si he venido aquí es que quiero hacer realidad todas ellas.
-¿Todas? Le respondí inmediatamente, al mismo tiempo que me reía. Nos llevaría toda una semana completa hacer todas.
-Bueno, bueno… me conformo con algunas de ellas, claro… si tú estás dispuesta.
-¡Por supuesto que sí! He estado ansiosa por tu llegada y me prometí darte algo especial, así que…
Guiñándole el ojo le dije pues tú sabrás que deseas hacer. Soy tuya a partir de este momento.
-mmmmmm… así que, eres mía.
Se levantó de su asiento y se acercó a mí me tomó de la cintura y me dio un beso, se notaba que también él estaba ansioso por poseerme ya que al momento de sentir sus labios, su lengua buscaba afanosamente la mía. El beso se prolongó durante varios minutos y sus manos empezaron a acariciar todo mi cuerpo. Giró mi cuerpo para quedar de espaldas hacia el suyo y sus manos se apoderaron de mis tetas y sus labios comenzaron a besar mi cuello, me estremecí al contacto de su lengua que recorría los lóbulos de las orejas al mismo tiempo que sus manos diestras no soltaban mis pequeñas pero firmes tetas y que alternaba sus movimientos acariciando y apretando los pezones duros que para ese momento ya estaban lo suficientemente excitados. Me moría por sentir sus labios y su lengua en mis pezones ya que es de las partes más sensibles y erógenas de mi ser. Sin pensarlo dos veces, giré mi cuerpo y le ofrecí mis pezones para que los pudiera lamer y besar a su antojo, al darse cuenta de lo que deseaba inmediatamente se apoderó de ellos y con avidez empezó a lamerlos. Ahhhhhhhhh..! qué rico..! exclamé, no pares, me encanta la forma en que los estás besando, sigue… sigue… Él como pudo me dijo que ansiaba por lamer mis tetas, ya que, según él, se me veían bastante apetecibles ya que lucían provocativos con el bra que había utilizado para esa ocasión. Pues si te gustan, son tuyas… haz lo que desees.

Sentí cómo sus dientes mordisqueaban los pezones duritos y que me causaban gran placer, intentaba levantarlos lo más que podía deseando que crecieran lo más grandes posibles para que mi “invitado” se llenara de ellos.
-Oye, me dijiste que tus tetas son mías y que puedo hacer lo que quiera con ellas, ¿verdad?
-Sí, eso dije.
-Pues déjame seguir acariciándolas abrazándote por la espalda, me encanta tomarlas entre mis manos y pegar mi cuerpo al tuyo, ¿me dejas?
-Sí, sí… no me preguntes más. Haz todo lo que desees, amor.
Girándome nuevamente me tomó como él quiso. Al tenerme así acercó su boca a mi oído y susurrándome empezó a decir:
-Así, nenita, así. Te he deseado tanto como no tienes idea, tienes unas ricas nalgas y unos ricos labios que seguramente sabrán mamar una rica verga, ¿quieres mi verga, verdad? Te vistes de una manera que provocas de solo mirarte, me pones la verga tan dura de solo mirar cómo te contoneas al caminar. Cualquiera diría que, y espero que no te ofendas, te has de excitar al sentirte bien putita y que la gente te lo diga. Perdón por decírtelo, pero no quiero callarme nada.

-Sigue, sigue… le respondí casi con un suspiro, así es amor… me encanta lucir mi ropita y que la gente que me mira se sienta provocada, que se excite al verme porque eso hace que me sienta deseada y si me siento así, me pongo bien cachonda con ganas de complacer cualquier deseo oculto. No te detengas y sigue diciendo lo que quieras. Soy tuya… totalmente tuya.

-Anda pues, chiquita, quiero lo mejor de ti hazme sentir tu dueño porque siento deseos de poseerte como un loco. Quiero hacer míos tus deseos y complacerte en lo que tú quieras.

Era la primera vez que alguien se preocupaba por lo que yo deseaba y le respondí que lo que más deseo cuando me visto así es que me traten como a una reina. Bueno, que me den el trato como si fuera una chica de verdad.

-Si es lo que quieres, yo te lo daré.
-Gracias, le dije solamente y a partir de ese momento mi “invitado” se esmeró por complacerme de la mejor manera. Yo me sentía en las nubes sintiéndome una chica de verdad y gozaba cada instante de ese momento. Sentí gran placer cuando empezó a tratarme como nenita y lo primero que hizo fue pedirme que le permitiera que con su verga totalmente dura y erecta la frotara en mis pechos, aunque pequeños se estremecieron al contacto de la cabeza de su pene en mis pezones erectos, tomé mis tetas y las levanté nuevamente y él dirigió su verga a mi boca, de manera que mientras yo me acariciaba las tetas con mis manos, le podía mamar su verga que no pude evitar metérmela toda en la boca. Una exclamación salió de parte de él ahora… ahhhh… así.. así… que rico la mamas, nenita… así.. así… ¿te gusta la verga, no?... mmmmmm…sigue.. sigue… ahhhhh… que ricos labios de putita tienes… mmmmm… ¡vaya que estás ansiosa de comértela!... mmmm…ahhhh…
Sentí cómo su movimiento de vaivén de su miembro en mi boca poco a poco se iba acelerando, solté mis manos de mis tetas y me apoderé de su miembro viril… mientras masturbaba su verga no dejaba de chuparle su cabeza y él seguía exclamando y gimiendo de la rica mamada que le estaba dando.
-Así, chiquita, así… eres una nena de verdad… ahhhh… pareces una gatita en celo sedienta de placer…mmmmmm, ¿quieres ser hembrita, verdad? Pues así te siento y te comportas como tal… ¡mira que nalgotas tan ricas que tienes!... mmmmmm… dan ganas de cogerte así como estás. Sin poder hablar por tener su verga en mi boca, pensaba y le dirigía una mirada como diciendo: ¡cógeme ya!... Él interpretó mi mirada y me dijo: ¿quieres que te coja ya? Asentí únicamente con la cabeza y me dijo: Ahhhh, pues si quieres que te coja quiero que te acomodes de la manera que desees ser penetrada. Sin dudarlo me acomodé en el sillón arrodillándome en la orilla del mismo y le dije: mira, la verdad es que siempre he deseado sentirme poseída al estilo misionero, pero quiero antes de hacerlo, que me cojas así para que mi culito se dilate lo mejor posible y que para ti sea más fácil cogerme de la manera que quiero. ¿te parece?

-¡claro que sí! Eres mi reina y te voy a complacer en todo. Abriendo lo más que pude mis piernas me preparé para recibirlo totalmente. Sentí sus dedos en mi culito y se colocó algo de lubricante para facilitar la maniobra. Al sentir sus dedos dentro de mi culo no pude evitar arquear la espalda y él se apresuró a seguir lubricando mi entrada anal. Mmmmmm.. que apretadito culo tienes, chiquita, no parece de una putita… parece de una doncella como si fuera su primera vez. Los dos sonreímos de la ocurrencia y le agradecí levantando y abriendo más las nalgas.

Así, así.. que rico se te ve el agujerito, chiquita, parece el hueso de un duraznito y dan ganas de chuparlo. Al decir esto mi cuerpo se estremeció y más se excitó al sentir su lengua lamiendo mi jugoso culo que ya estaba ansioso por sentir su deliciosa verga… ahhhhhhhh..!! qué rico, amor.. le dije… y mi verga también se estremeció, sin preguntarme me siguió lamiendo el culo al mismo tiempo que me tomaba de mi verga y empezó a acariciarla… sé que te gusta, así que te seguiré metiendo mi lengua en tu culito hasta que me digas que ya no… y no soltó mi verga.

Me movía como puta al sentir su lengua humedecida dentro de mi culo, pero ya estaba ansiosa de sentir su verga para que se amoldara a mis entrañas. Se levantó y al verme totalmente con el culo abierto acercó la punta de su verga a mi entrada totalmente lubricada por su saliva y de un empellón logró meterla hasta el fondo. Ahhhhhhh…! Un quejido de dolor salió de mi boca, pero inmediatamente fue anulado por el placer que esto me provocaba. Empezó el mete y saca al ritmo que a él le gustaba y, claro está, a mi me fascinaba. Saber que ambos estábamos gozando de este encuentro nos excitaba más y más. Después que él consideró que ya estaba a punto mi culo, me acomodó boca arriba en el sillón, se acomodó encima de mi, tomó mis piernas y las puso encima de sus hombros, mi culo dilatado y deseoso esperaba la entrada triunfal de su verga dentro de mi.

En ese momento sublime donde dos cuerpos se unen por completo y que yo me sentía como una real hembra al sentirme penetrada de esa manera, y que mi macho me trataba como a una reina y no dejaba de besarme y chuparme las tetas llegó el momento culminante en el que ambos eyaculamos casi al mismo tiempo. Sentí su leche caliente dentro de mis entrañas y dejó su cuerpo caer sobre el mío al saberse satisfecho y su verga desvanecerse. Lo abracé con fuerza con mis manos y mis piernas para que derramara su última gota dentro de mi y quedamos desfallecidos durante varios minutos…

La segunda parte de este encuentro es más emocionante que éste… pero eso lo contaré más adelante…

Espero que les haya gustado mi relato…


Foto 1 del Relato erotico: Mis deseos fueron sus deseos...

Foto 2 del Relato erotico: Mis deseos fueron sus deseos...

Foto 3 del Relato erotico: Mis deseos fueron sus deseos...

Foto 4 del Relato erotico: Mis deseos fueron sus deseos...

Foto 5 del Relato erotico: Mis deseos fueron sus deseos...


Comentarios


Hola Renata, que relato mas divino me hizo estremecer varias veces a medida que te leia y trataba de ponerme en tu lugar. Que macho mas rico el que nos hace sentir reinas y él nuestro rey. Espero tu siguiente parte con ansias de ser poseida como tu. Michelle tu amiga lectora!
perfil maikol18


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Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
5495

Categoria
Transexuales

Fecha Envio


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1