Un viaje inolvidable
( Relatos Gay )


En ese viaje que realicé a México pude por fin conocer a ese adonis con el que había chateado tantas veces y fue posible hacerle el amor hasta el cansancio, fue algo tan delicioso penetrarlo de la manera que lo hice y poder ver la cara de disfrute que tenía mientras le metía toda mi verga en su culito y lo hacía disfrutar a extremos increíbles y escuchar como pedía que lo hiciera mío más fuerte.
Hace ya varios meses ingresé una vez más a un chat gay y por razones del destino me encontré con Mario (nombre ficticio) quien chateaba desde una ciudad mexicana, y cuando intercambiamos nuestras fotos y nos conocimos por la cam ambos quedamos bastante deseosos uno del otro, y como en poco tiempo tenía planeadas mis vacaciones a su país fueron varias veces las que contactamos hasta que llegó el día de mi viaje.
Mi avión llegó a México DF a las 8 de la mañana y ya a las 2 de la tarde estaba conversando con Mario por teléfono, ya que él había llegado de visita a casa de un familiar suyo a la ciudad y quedamos de encontrarnos ese día a las 6 de la tarde en mi hotel.

A las 6:07 estaba ya bastante nervioso en la entrada del hotel cuando le veo entrar y nuestras miradas se encontraron, nos saludamos con un fuerte abrazo disimulando bastante cómo nos sentíamos ambos, la verdad hasta temblábamos, algo así como de miedo, pero en mi caso fue un placer inmenso conocerlo y creo que para él también, la verdad si le vi súper guapo y varonil en el chat,   me había quedado corto, no tengo palabras para describir al Mario que estaba frente a mí; precioso y con una voz espectacularmente varonil aunque yo ya sabía qué le gustaba a ese adonis mexicano.
Subimos a mi habitación en el piso 8, entramos con disimulo ya que había algunas personas en el pasillo pero no hice más que cerrar la puerta de la habitación cuando ambos nos abrazamos fuertemente, nuestras bocas se unieron, queríamos comernos uno a otro, qué delicia, qué placer tan grande sentía al estar con Mario y besarnos así; no podíamos aguantar más y ambos empezamos a quitarnos la ropa, aunque le pedí que me dejara seguir yo a desnudarlo suavemente para disfrutarlo a plenitud y no me equivoqué, ese cuerpo, que hasta ahora solo había visto por cam, me estaba poniendo a 1000…
Su pecho sin un solo vello, su espalda con aquel tatuaje tan sensual, sus nalgas tan paraditas, sus piernas; guao, todo Mario es mucho mejor de lo que esperaba y mi deseo por él era tan notorio que mi bóxer delataba el grado de excitación en el que estaba. Mi pene, 21 cms., hasta se veía y se sentía más grande aún y cuando Mario empezó a bajarme el bóxer sus ojos quedaron extasiados con lo que veía, así como yo lo estaba con él. Era obvio que nos deseábamos en extremo y Mario no quiso seguir viendo solamente, empezó a chupar mi pene de una manera tan deliciosa que no podía creer que lograra meterse mi herramienta completa en su boca y de qué manera me mamaba,   me hacía sentirme en la gloria.
Casi no hablábamos, actuábamos el uno con el otro, yo moría por tener su culito en mi boca,   era algo que había soñado y ahora estaba a segundos de darle lengua y que gimiera de tanto placer. Le saqué mi verga de su boca y le di vueltas para centrarme en sus nalgas y en su ojete, cómo disfrutaba yo haciéndoselo y él recibiendo. Estar con ese chico estaba siendo más increíble de lo que imaginé, era mucho mejor. Me pedía más y más y yo le daba más hasta que me dijo:   Para, para por favor que ya estoy a punto de un orgasmo y quiero disfrutarte más, a lo que hice caso, aunque no quería dejar de mamarle su culito, delicioso culito que soñaba tuviera mi herramienta completa dentro. Lo hice y ambos volvimos a besarnos, a chuparnos cada parte de nuestro cuerpo, a gemir ambos de placer, a darnos el uno al otro todo lo que nos habíamos prometido en la cam,   que delicioso estaba siendo aquello, más de lo que ambos esperamos pero estaba siendo cierto.
Podían haber pasado 2 horas y media de estar disfrutando de nuestros cuerpos cuando Mario me miró profundamente a los ojos y me pidió con una voz sensualísima: -Hazme el amor,   hazme tuyo, ya por favor. -Está bien mi delicioso, te voy a dar más gusto todavía, lo que quieras bebé.
Tomé un condón, me lo puse, sin dejar de chupar su cuerpo.   Mario abría sus piernas y las levantaba para que yo pudiera ver su culito, pequeñito, precioso, delicioso; le dije: -Pide papi, ¿la quieres?   Dámela bebe, dame toda esa vergota, la quiero completa dentro de mí. -¿La quieres toda? ¿De veras? – Si, dámela ya por favor.
Pero no se la di inmediatamente,   me gustaba su cara cuando me pedía verga,   eso me estaba excitando más aún pero él parecía que ya no aguantaba más así que decidí darle apenas una probadita y puse la cabeza de mi verga en su ojete,   quiso hacer una maroma para que entrara pero no le di gusto, quería oír que la pidiera;   -Dámela por favor, dámela ¿sí?. Ya no pude más y volví a ponerla en su entrada y se la dejé ir completa, toda de un solo empujón, pero él estaba tan dilatado que lo disfrutó tanto como yo lo estaba logrando.
Que culito más apretadito,   que delicia y él sabía cómo recibir esa dosis dentro de él porque apretaba delicioso.

Empecé a darle fuerte, la sacaba casi completa y la introducía toda otra vez,   gran cantidad de veces hasta que Mario me pidió cabalgarme y cambiamos de posición.   Que delicioso ese chico y cómo cabalgaba, guao,   era un experto.   Se sentaba metiéndose mi verga completa y se la sacaba pidiéndome que mirara y yo le decía -Sigue así, sigue así.
Estaba siendo el mejor polvo que había tenido en mis 34 años de vida, era tan rico ver como Mario se levantaba y se sentaba con tanta maestría, ver mi verga al salir con ese brillo tan excitante, fue tanto el disfrute que le anuncié mi proximidad de venirme y sin responderme siguió haciendo que le entrara y le saliera y empezó a masturbarse fuertemente.
Su verga, deliciosa y bastante grande y gruesa también empezó de repente a lanzar chorros de semen en mi pecho mientras yo lanzaba mi leche dentro de su culito en el condón; su leche me llegó hasta el cuello y sin mentir, fue tanta la leche que me dejó en el pecho como la que quedó en el condón y pudimos ver más tarde cuando se sacó la verga de su culito.
Fueron 4 veces esa noche en que disfrutamos de nuestros cuerpos, en la tina del baño, en la mesa de noche, hacia la ventana que daba a la calle y en la cama que fue la primera. Esa noche quedamos secos pero durante la semana que pasé en ese país nos fuimos juntos a varios lugares del país y en todos fue mío, y más de una vez.
Es más, el día que volví a mi país, me acompañó al aeropuerto, pero antes de salir del hotel tuvimos un encuentre extra delicioso, salí de México totalmente seco de semen pero felicísimo y espero volver muy pronto y mi ángel va a venir a mi país para seguir en lo nuestro.
Espero les haya gustado.




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Detalles



Nombre do Relato


Codigo do Relato
5122

Categoria
Gay

Fecha Envio


Votos
1